Alemania: Elecciones anticipadas en febrero

El 7 de diciembre el gobierno alemán presidido por el socialdemócrata Olaf Schlotz perdió la moción de confianza que presentó ante el Bundestag (parlamento).

El gobierno de coalición, formado por el Partido Socialdemócrata, el Partido verde y los liberales hacía semanas que se había roto al ser expulsado del gobierno el Partido Liberal, que exigía más recortes sociales para equilibrar el aumento del gasto militar previsto para 2025

La antigua canciller Angela Merkel ha presentado su libro Libertad, en el que no solo defiende su legado, sino que viene a decir, que Alemania y su industria ya no podrían «beneficiarse» de la energía a bajo precio de sus vecinos (en particular, de Rusia) sino que tendrá que adquirir la energía para su industria a los Estados Unidos (a mucho mayor precio).

El nuevo orden mundial no es en realidad nuevo. EEUU lleva décadas intentando desmontar la «Europa social» y ahora, que se ha hecho con el negocio del gas licuado y por ende, de la energía, pretende acabar con la industria europea, de la que la alemana ha sido santo y seña.

Mientras Schlotz pretendía cumplir con los compromisos establecidos con lla UE y la OTAN de mantener y ampliar el gasto militar…lo quería aplicar aumentando la deuda pública y sobrepasando la regla del techo de gasto.

La derecha tradicional alemana (CDU/CSU) propone, en cambio, siguiendo los dictados de Merkel, un nuevo «austericidio» mediante el cual se aplicarían recortes en lo público y se adornaría con una rebaja de impuestos para reactivar la economía.

La situación económica de Alemania y el impacto de la guerra de Ucrania golpean con crudeza a la clase trabajadora. Volkswagen, BASF, Thyssenkrupp Steel, ZF Friedrichshafen, Schaeffler, Bosch, Ford, Continental, Bayerm Goodyear, Miele…Más de 40000 trabajadores serán despedidos, y otros tantos verán sus salarios mermados, y su resistencia se expresa en huelgas y movilizaciones, pero también en la búsqueda de un cambio en la dirección política del país.

En las últimas elecciones estatales de 2024, en la que estaban en juego 88 escaños, el SPD obtuvo 32; la extrema derecha de Alternativa por Alemania, obtuvo 30, y la Alianza Sara Wagenknecht (izquierda), que se presentaba a unas elecciones por primera vez obtuvo 14 de los 88.

Las elecciones al Bundestag han sido convocadas para el 23 de febrero próximo, y las primeras encuestas prevén una derrota aplastante a los partidos del gobierno, SPD Verdes y Liberales y el crecimiento de dos formaciones situadas en las antípodas del espectro político: la extrema derecha, la AfD, y la llamada extrema izquierda, la Alianza Sahra Wagenknecht (BSW). Son las fuerzas que aparecen, para muchos sectores de la juventud y de la clase obrera, como los que se oponen al sistema y, en particular, son las que se oponen a enviar armas a Ucrania.

De hecho, la cuestión de la paz aparece como una de los elementos centrales en esta situación preelectoral.

Concretamente, el BSW, que recoge a militantes y dirigentes desencantados del SPD y de Die Linke, ha encabezado las principales manifestaciones contra la guerra, contra el envío de armas a Ucrania, contra la instalación de misiles en Alemania y contra el genocidio de Gaza, todo ello bajo el lema «sin paz, no hay justicia social»

«Prosperidad sin codicia»

Su lema defiende la paz al mismo tiempo que el respeto de los convenios colectivos y el fortalecimiento de los servicios públicos, con la defensa de la educación y sanidad pública como puntas de lanza.

La situación política y social en Alemania hace saltar todas las alertas en Europa. También en España donde toda la industria alemana tiene fábricas y miles de trabajadores.

Baltasar Santos
1er Sec PSC el Vendrell
Comité de Redacción de TS

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Autor: Tribuna Socialista

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