Carta abierta al Sr. Escrivá, Ministro de Seguridad Social

Cumplan con la Ley 21/2021 y encarguen al Tribunal de Cuentas del Estado el obligado informe de Auditoría a las cuentas de la Seguridad Social.
Introducción
Con esta carta abierta, el grupo de “Sindicalistas por la Auditoría y en defensa de la Pensiones Públicas”, vinculado al CATP, da por terminado el diálogo con el Gobierno que abrieron con la carta al presidente del Gobierno, enviada a Moncloa el 16 de julio y publicada en las páginas 16 y 17 Tribuna Socialista nº 136.
Para seguir el hilo de la carta al señor Escrivá, podéis acceder a la respuesta que el Gabinete de presidencia remitió el 18 de noviembre al grupo de Sindicalistas, publicada en la página 15 de Tribuna Socialista nº 138. Fue en base a esta respuesta de Moncloa que el 1 de diciembre los sindicalistas remitieron una carta al ministro. Ese mismo mes, la Jefa de Servicio del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones respondió al grupo de Sindicalistas; cartas publicadas en Tribuna Socialista nº 139, en sus páginas 15 y 16 respectivamente.
El hecho de que con esta carta abierta se ponga punto y final al diálogo epistolar con el Gobierno, no significa que el grupo de Sindicalistas vaya a cejar en el empeño de continuar luchando por defender el Sistema Público de Pensiones. De hecho, en este mismo número 140 de TS, publicamos una nueva campaña que está en marcha, dirigida a los diputados y diputadas que votaron favorablemente a la Ley 21/2021, en la que se obliga al Gobierno a encargar una Auditoría, campaña desde organismos sindicales y sindicalistas.
Señor ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones:

Somos el grupo de “Sindicalistas por la Auditoría y en Defensa de las Pensiones Públicas”, vinculados al Comité para la Alianza de Trabajadores y Pueblos (CATP), que, en el mes de julio, nos dirigimos al presidente de Gobierno en una carta firmada por más de 200 militantes políticos y sindicales, para trasladarle la preocupación que teníamos, y mantenemos, por la nueva reforma de la Ley de Seguridad Social, que se prepara desde su departamento, señor Escrivá.

En dicha misiva explicábamos pormenorizadamente los motivos políticos y económicos por los que no se justifica la ampliación del número de años que se emplea para hallar la base reguladora de las pensiones. El dato principal que justifica nuestra posición nos lo da el Tribunal de Cuentas del Estado, en su informe de 2020 en el que, al analizar el periodo 1989-2013, concluye que el Estado es deudor de la Seguridad Social en, al menos, 103.000 millones de euros.

El 18 de noviembre, recibimos respuesta de Moncloa a la carta mencionada. Contestación del Gabinete de presidencia en la que se nos indicaba que se había dado traslado de la misma a su Ministerio. Fue por este motivo por el que el 1 de diciembre registramos una carta dirigida a usted, solicitándole una reunión, con usted y/o con su equipo, para poder trasladarle nuestras consideraciones. Con fecha 12 del mismo mes, su Jefa de Servicio, nos respondió amablemente derivándonos a otra instancia de su Ministerio.

Valoramos positivamente el intercambio epistolar que hemos mantenido y agradecemos las respuestas desde el Gobierno, si bien su contenido es de todo punto insatisfactorio. Y es por ello que hemos decidido responderle de forma abierta.

Celebramos la decisión del Gobierno por la que se incrementarán las pensiones contributivas en un 8,5%, decisión que fue tomada pocos días antes de la última gran Manifestación que discurrió por las calles de Madrid el 16 de octubre del pasado año, por lo que parece evidente que fue una respuesta positiva, tomada con antelación, a la movilización que COESPE y las demás organizaciones que componen el movimiento de pensionistas vienen desarrollando en defensa del Sistema Público de Pensiones.

Sin embargo, nos preguntamos de qué sirve la subida del 8,5% para 2023, si a los futuros pensionistas les reducirán un 8% por efecto de la pretendida reforma del periodo de cálculo de la pensión, y si además no se compensa la pérdida de poder adquisitivo en relación con el IPC de 2021, que cerró en el 6,5% frente al 2,5% con que se revalorizaron las pensiones el año antepasado.

Además de estas cuestiones, que no por coyunturales menos importantes, es para nosotros y nosotras de una importancia fundamental que se lleve a cabo la Auditoría a la que el Gobierno se comprometió en la Ley 21/2021, por la que en febrero de 2022 deberían haber encargado dicha Auditoría y que en julio del mismo año deberían haber presentado el resultado de la misma.

Por otra parte, una Auditoría a las cuentas de la Seguridad Social no puede hacerla una empresa privada por encargo del Gobierno, ni un órgano u organismo vinculado al Gobierno, pues a todas luces carecería de rigor, en tanto que sería un acto de “auto auditoría”. Es por esto que corresponde al Tribunal de Cuentas realizarla, por haber sido el órgano que puso sobre la mesa que la Seguridad Social no es deficitaria, sino acreedora del Estado, y por ser el supremo órgano fiscalizador de las cuentas y de la gestión económica del sector público.

Si en el periodo de 24 años estudiado por el Tribunal de Cuentas (1989-2013) son más de 103.000 millones de euros lo que el Estado ha utilizado indebidamente de los fondos de las pensiones, ¿a cuánto asciende la deuda del Estado con la Seguridad Social en el periodo 1967 a 2019, tal como marca la ley?

Parece obvio que el hecho de que el Estado sea deudor de estas magnitudes de dinero, al Sistema de Pensiones Públicas, pone fin a la idea que tanto se reitera, por partes interesadas, de que el sistema es deficitario.

Es inaceptable que el Gobierno no cumpla con una ley votada por el Poder Legislativo, y por los propios partidos que sustentan al Gobierno. Exigimos que se paralicen las negociaciones para la reforma de las Pensiones y que se lleve a cabo la Auditoría a las cuentas de la Seguridad Social, por parte del Tribunal de Cuentas del Estado.

Sindicalistas por la Auditoría y en Defensa de las Pensiones Públicas
9 de enero de 2023

Carta al Ministro de Seguridad Social

Nota Introductoria a la Carta

El grupo de “Sindicalistas por la Auditoría y en defensa de las Pensiones Públicas” inició, el pasado mes de julio, un diálogo con el Gobierno para exigir la puesta en marcha de la Auditoría a las cuentas de la Seguridad Social que exige la Ley 21/2021 y para rechazar la reforma de pensiones que pretende el ministro Escrivá. La carta que inicia este diálogo fue firmada por casi 250 sindicalistas (fechada el 16 de julio), y publicada en número de septiembre Tribuna Socialista 136 (páginas 16 y 17).

El director del Gabinete de Presidencia del Gobierno, Oscar López, respondió con fecha 18 de noviembre. Este documento de respuesta fue publicado, junto a la carta al presidente, en Tribuna Socialista de noviembre, nº 138 (páginas 14 y 15).

Enlace a la carta a Pedro Sánchez y respuesta de Moncloa

En la reunión mensual del grupo de sindicalistas celebrada el 29 de noviembre se decidió continuar el diálogo con el Ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, el señor Escrivá, en tanto que en la respuesta de Moncloa se indicaba que habían trasladado el asunto a este Ministerio.

En este último número de 2022 de Tribuna Socialista (TS-139), en la página

Carta al Ministro de Seguridad Social

Respuesta del Ministerio de Seguridad Social

Carta a Pedro Sánchez, y respuesta recibida en Noviembre

Nota introductoria:

El pasado mes de Julio de 2022, el TS nº 136 publicaba una carta a Pedro Sánchez promovida por un grupo de sindicalistas, a partir del Llamamiento reivindicativo de la Auditoría a las cuentas de la Seguridad Social, secundado por hombres y mujeres militantes de distintas organizaciones sindicales de clase, de la práctica totalidad de las comunidades autónomas. A mediados del mes de julio del presente año, se dirigieron al presidente del Gobierno, para trasladarle su compromiso con la defensa del Sistema Público de Pensiones y la petición de Auditoría a las cuentas de la Seguridad Social, que se convirtió en obligación legal desde la aprobación de la Ley 21/2021 de 28 de diciembre.

Presidente:

Nos dirigimos a ti, militantes del PSOE y miembros de otras organizaciones y colectivos de los movimientos sociales, para expresarte nuestra preocupación por las reformas que, desde el Gobierno que presides, se están operando en la Ley de Seguridad Social y otras legislaciones que afectan al Sistema Público de Pensiones.

Hace ya décadas, desde el pasado siglo, que los lobbies, gabinetes de estudios y supuestos expertos al ser- vicio del mundo financiero se lanzaron a teorizar sobre la inviabilidad de los sistemas públicos de pensiones, en todo el mundo. Sin embargo, las fechas en las que profetizaban que los sistemas quebrarían han ido venciendo y los sistemas públicos de pensiones continúan siendo viables. Prueba de ello es el papel que los y las pensionistas del Estado español jugaron en la crisis de 2008 y años subsiguientes, siendo una autentica red de seguridad para las familias trabajadoras y para la sociedad en su conjunto, pues, muy probablemente, el esfuerzo de nuestros mayores evitó un estallido social:

“En el periodo que va del 2008 al 2016, los hogares en los que el cabeza de familia tenía más de 65 años aumentaron su gasto en alimentación y bebidas no alcohólicas un 36,9% mientras que en aquellas familias en que la persona de referencia tenía menos de 44 años se dio un descenso del 22,3%.” Datos del Observatori Bon Preu i Esclat del consum alimentari a Catalunya, elaborado por Josep Oliver (UAB) y Ramon Roig y Xavier Segura (Tracis).

Nos preocupan las reformas que se están introduciendo en la Ley de Seguridad Social y las que se anuncian, como la que tu Ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, el señor Escrivá, atendiendo a los compromisos adquiridos con la Comisión Europea, anuncia que se aumentaría a 35 años el periodo de cotización para hallar la base reguladora.

Estas reformas, y las que se vienen haciendo desde 1985, están enfocadas a reducir la tasa de reposición, a endurecer el acceso a la pensión y a paliar las exenciones y bonificaciones que los distintos gobiernos venís haciendo a las cotizaciones empresariales a la Seguridad Social, que no son otra cosa que salario diferido de los trabajadores, debiendo ser un concepto intocable.

Esto no es una mera opinión, con datos de la Seguridad Social: en 1980, las empresas cotizaban el 29,25% de la base de cotización y el trabajador el 5,15%. Hasta el acuerdo de primeros de 2022, las empresas han estado cotizando el 23,60% y los trabajadores un 4,70%. Tras el acuerdo alcanzado con los sindicatos, las empresas van a cotizar el 24,1% y los trabajadores el 4,8%. Es decir, que las empresas seguirán cotizando un 17,61% menos que en 1980, y los trabajadores cotizarán un 6,79% menos.

A lo anterior, hay que añadir la utilización de los fon- dos de la Seguridad Social para realizar pagos indebidos y en todo caso ajenos a las pensiones; como así puso de manifiesto el Tribunal de Cuentas del Estado en su informe de 2020, por el que, solo en el periodo 1989-2013, el Estado ha generado una deuda en la Seguridad Social de más de 103.000 millones de euros en concepto de “pagos indebidos”.

A pesar de todos estos elementos, nuestro Sistema Público de Pensiones continúa siendo una herramienta fundamental de cohesión para el Estado y un instrumento que dignifica la vida de más de 9 millones de pensionistas en nuestro país.

Por todo lo expuesto, consideramos que, antes de acometer nuevas reformas que sigan en la senda de recorte de la las Pensiones, el Gobierno está obligado por la disposición adicional sexta de la Ley 21/2021 de 28 de diciembre, a encargar un “Informe de auditoría sobre la financiación de los gastos de naturaleza contributiva y no contributiva de la Seguridad Social.” Pues, a fecha de hoy, se han incumplido los plazos señalados en dicha Ley. En este mismo sentido, entendemos que corresponde al Tribunal de Cuentas llevar a cabo el in- forme al que obliga la Ley, para el periodo 1967-2019.

Los abajo firmantes de esta carta, quedamos a tu entera disposición y de los miembros de tu equipo para abordar cualquier cuestión, relativa al Sistema Público de Pensiones, que estimes oportuna.

Atentamente.

Suscrito por 227 firmantes, a título individual.

Respuesta

La respuesta de Moncloa ha tardado 4 meses y no da respuesta a lo que se plantea en la carta. La respuesta de hecho, es un “banco de niebla”, en el que se entremezclan los acuerdos con los “agentes sociales”, en el marco del “Pacto de Toledo” y con el “apoyo de la UE”, pero no se pronuncia sobre el compromiso y la obligación legal de una auditoría pública a las cuentas de la seguridad social. Vamos, lo que se dice “salirse por la tangente».

Carta a Pedro Sánchez

Nota introductoria a la Carta a Pedro Sánchez

El grupo de Sindicalistas que promueve esta misiva al presidente del Gobierno, nace en octubre de 2021, a partir del Llamamiento reivindicativo de la Auditoría a las cuentas de la Seguridad Social, secundado por casi 500 firmantes, hombres y mujeres militantes de distintas organizaciones sindicales de clase, de la práctica totalidad de las comunidades autónomas.

A mediados del mes de julio del presente año, se han dirigido al presidente del Gobierno, para trasladarle su compromiso con la defensa del Sistema Público de Pensiones. Coherentemente, le exigen que se lleve a cabo la Auditoría a las cuentas de la Seguridad Social; que, a diferencia del pasado año, ha pasado de ser una reivindicación a una obligación contraída en la Ley 21/2021 de 28 de diciembre.

Los y las firmantes de la carta, recuerdan a Pedro Sánchez que se han incumplido los plazos que el Gobierno asumió en la citada ley, en cuya disposición adicional sexta, el Gobierno se comprometió a encargar un informe de Auditoría a las cuentas de la Seguridad Social en el plazo de un mes, y a presentar este informe en el plazo de seis meses ante la correspondiente Comisión del Congreso de los Diputados.

Los y las sindicalistas, remarcan en la carta su preocupación por la nueva reforma de la Ley de Seguridad Social, por la que el Ministro de Inclusión, Seguridad Social e Inmigraciones pretende, con acuerdo del Gobierno en su conjunto, elevar el número de años para hallar la base reguladora de la pensión de 25 a 35 años.

Les parece inaceptable que el Estado sea deudor de la Seguridad Social en cientos de miles de millones de euros; deuda que han acumulado la práctica totalidad de los gobiernos desde 1967, y que por el contrario se continúen llevando a cabo reformas de la Ley de Seguridad Social de recorte.

Estos y estas sindicalistas esperaban una respuesta por parte de Moncloa, respuesta que a fecha de hoy no se ha producido.

En defensa del Sistema Público de Pensiones, con la exigencia de que se lleve a cabo la Auditoría a las cuentas de la Seguridad Social, comprometida en Ley, y para protestar por la brutal pérdida de poder adquisitivo que salarios y pensiones están sufriendo por el alza de los precios, este grupo de sindicalistas anuncia que llamará a participar y se sumará a la Manifestación prevista para la mañana del 15 de octubre en Madrid, en el cortejo y tras la pancarta del Comité por la Alianza de los Trabajadores y los Pueblos (CATP.

La Carta

Complejo de la Moncloa

Pedro Sánchez Pérez-Castejón

Secretario general del PSOE y presidente del Gobierno

Avenida de Puerta de Hierro, S/N

28071 Madrid

Presidente:

Nos dirigimos a ti, militantes del PSOE y miembros de otras organizaciones y colectivos de los movimientos sociales, para expresarte nuestra preocupación por las reformas que, desde el Gobierno que presides, se están operando en la Ley de Seguridad Social y otras legislaciones que afectan al Sistema Público de Pensiones.

Hace ya décadas, desde el pasado siglo, que los lobbies, gabinetes de estudios y supuestos expertos al servicio del mundo financiero se lanzaron a teorizar sobre la inviabilidad de los sistemas públicos de pensiones, en todo el mundo. Sin embargo, las fechas en las que profetizaban que los sistemas quebrarían han ido venciendo y los sistemas públicos de pensiones continúan siendo viables. Prueba de ello es el papel que los y las pensionistas del Estado español jugaron en la crisis de 2008 y años subsiguientes, siendo una autentica red de seguridad para las familias trabajadoras y para la sociedad en su conjunto, pues, muy probablemente, el esfuerzo de nuestros mayores evitó un estallido social:

En el periodo que va del 2008 al 2016, los hogares en los que el cabeza de familia tenía más de 65 años aumentaron su gasto en alimentación y bebidas no alcohólicas un 36,9% mientras que en aquellas familias en que la persona de referencia tenía menos de 44 años se dio un descenso del 22,3%.” Datos del Observatori Bon Preu i Esclat del consum alimentari a Catalunya, elaborado por Josep Oliver (UAB) y Ramon Roig y Xavier Segura (Tracis).

Nos preocupan las reformas que se están introduciendo en la Ley de Seguridad Social y las que se anuncian, como la que tu Ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, el señor Escrivá, atendiendo a los compromisos adquiridos con la Comisión Europea, anuncia que se aumentaría a 35 años el periodo de cotización para hallar la base reguladora.

Estas reformas, y las que se vienen haciendo desde 1985, están enfocadas a reducir la tasa de reposición, a endurecer el acceso a la pensión y a paliar las exenciones y bonificaciones que los distintos gobiernos venís haciendo a las cotizaciones empresariales a la Seguridad Social, que no son otra cosa que salario diferido de los trabajadores, debiendo ser un concepto intocable. Esto no es una mera opinión, con datos de la Seguridad Social: en 1980, las empresas cotizaban el 29,25% de la base de cotización y el trabajador el 5,15%. Hasta el acuerdo de primeros de 2022, las empresas han estado cotizando el 23,60% y los trabajadores un 4,70%. Tras el acuerdo alcanzado con los sindicatos, las empresas van a cotizar el 24,1% y los trabajadores el 4,8%. Es decir, que las empresas seguirán cotizando un 17,61% menos que en 1980, y los trabajadores cotizarán un 6,79% menos.

A lo anterior, hay que añadir la utilización de los fondos de la Seguridad Social para realizar pagos indebidos y en todo caso ajenos a las pensiones; como así puso de manifiesto el Tribunal de Cuentas del Estado en su informe de 2020, por el que, solo en el periodo 1989-2013, el Estado ha generado una deuda en la Seguridad Social de más de 103.000 millones de euros en concepto de “pagos indebidos”.

A pesar de todos estos elementos, nuestro Sistema Público de Pensiones continúa siendo una herramienta fundamental de cohesión para el Estado y un instrumento que dignifica la vida de más de 9 millones de pensionistas en nuestro país.

Por todo lo expuesto, consideramos que, antes de acometer nuevas reformas que sigan en la senda de recorte de la las Pensiones, el Gobierno está obligado por la disposición adicional sexta de la Ley 21/2021 de 28 de diciembre, a encargar un “Informe de auditoría sobre la financiación de los gastos de naturaleza contributiva y no contributiva de la Seguridad Social.” Pues, a fecha de hoy, se han incumplido los plazos señalados en dicha Ley. En este mismo sentido, entendemos que corresponde al Tribunal de Cuentas llevar a cabo el informe al que obliga la Ley, para el periodo 1967-2019.

Los abajo firmantes de esta carta, quedamos a tu entera disposición y de los miembros de tu equipo para abordar cualquier cuestión, relativa al Sistema Público de Pensiones, que estimes oportuna.

Atentamente.

Firmantes, a título individual, de la Carta al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.

Roberto Tornamira Sánchez – Sindicalista de UGT y militante del PSOE en la Agrupación de Arganzuela.

María José García Lucas – Secretaria General de la Sección Sindical de la UGT en el Ayto. de Sant Boi.

Miguel Sagüés Navarro – Ex abogado laboralista de CCOO. Miembro de Sindicalistas por la Auditoría.

José Miguel Villa Antoñana – Ex Secretario General de FeS-UGT.

Luis González Sanz – consejo Confederal de CCOO.

Juan Fernando Díaz – Mayordomo Martínez – Miembro de Sindicalistas por la Auditoría.

José Luis Sánchez – Miembro del Comité por la Alianza de Trabajadores y Pueblos (CATP).

César Serrano – Miembro de la Comisión Ejecutiva de la Comarca Sur de CCOO-Madrid.

Mikel González – Secretario de Organización de UPTA-Euskadi-UGT.

José Antonio Fernández Guerras – Sindicalista de UGT.

(…) hasta 250 firmas más.

Soy Republicano, a mucha honra

Hace unos días se conmemoraba (yo lo celebraba) el aniversario de la proclamación de la II República. Los hechos fueron bien simples; después de las elecciones democráticas del 14 de abril de 1931, los partidos republicanos ganaron por amplia mayoría, ello supuso que el Rey Alfonso XIII huyera de España … igual que hizo su nieto … e igual que hicieron otros Borbones.

Algunas veces, demasiadas pienso yo, cuando en una reunión de amigos sale algún tema de política de Estado y digo que soy Republicano, me miran como si fuera una cosa rara, de muy izquierda, un tipo de siglos pasados.

Algunas veces, demasiadas pienso yo, cuando en una asamblea de mi partido planteo que es necesario señalar claramente el posicionamiento republicano del PSOE, me dicen que “ahora no es el momento”.

Pero a mí me da igual, reunión de amigos, de partido o escribirlo cada vez que puedo, sí, soy Republicano y a mucha honra.

Es más, es que no entiendo cómo podemos aceptar en el siglo XXI un modelo de Monarquía Parlamentaria, donde según nuestra Constitución “El Rey es el Jefe del Estado, símbolo de su unidad y permanencia, arbitra y modera el funcionamiento regular de las instituciones, asume la más alta representación del Estado español …”, añadiendo además que “La persona del Rey es inviolable”, es decir que puede robar, violar o lo que dé la gana y no tiene responsabilidad penal alguna (a las pruebas del anterior Rey me remito).

La Constitución Republicana señalaba que “España es una República democrática de trabajadores de toda clase, que se organiza en régimen de Libertad y de Justicia. Los poderes de todos sus órganos emanan del pueblo. La República constituye un Estado integral, compatible con la autonomía de los Municipios y las Regiones”, añadiendo además que “Todos los españoles son iguales ante la ley”, es decir, que no hay nadie inviolable.

En definitiva, que un Estado republicano solo es nuestro Estado sin la figura del “Rey”.

Y un “Rey” es un tipo, de carne y hueso, que por vía espermatozoidal va pasando de padres a hijos (todavía a varones). Estos desde su nacimiento tienen previsto convertirse en los jefes de nuestro Estado por tener la sangre azul (aunque todavía no se ha demostrado) … exactamente igual que en la época feudal.

En esta Monarquía Parlamentaria, eres súbdito/a, no elegimos al jefe del Estado, siendo esta una figura hereditaria y vitalicia, además de ser inviolable ante la ley.

En una República, eres ciudadano/a, elegiríamos al jefe del Estado, se renovaría democráticamente en las urnas y sería responsable de sus actos ante la ley.

Esa es la diferencia, tú eliges, yo lo tengo muy claro.

Rafel Fuentes

Militante Socialista y Republicano de Málaga

Nota de redacción

Declaración TS 14 abril 2022

El pasado 14 de abril, el Comité de Redacción de TS lanzó una declaración para commemorar el aniversario de la proclamación de la II República. Podeis recuperar el texto en el siguiente enlace:

https://tribunasocialista.com/2022/04/14/la-monarquia-heredada/

¿Es esta la Europa que queremos?

El martes 1 de marzo se celebró un pleno extraordinario de la Eurocámara para explicar las medidas tomadas y debatir sobre la invasión Rusia en Ucrania. El alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, se dirigió a los miembros del Parlamento Europeo y enunció las claves de la construcción europea en base al fortalecimiento de una “nueva Europa geopolítica” mediante el poder coercitivo financiero y el aumento de las estructuras de defensa y el poder coercitivo armamentístico. ¿Es esta la Europa que queremos?

Seguidamente, la transcripción del discurso de Josep Borrell:

Estimados miembros del Parlamento Europeo,

Intentaré compartir con ustedes mis reflexiones sobre el significado de los trágicos acontecimientos que estamos viviendo y las lecciones provisionales que podemos extraer de ellos, especialmente para la Política Común de Seguridad y Defensa, que tengo el honor de intentar desarrollar y que sigue siendo una política intergubernamental. Una política que sigue estando en manos de los Estados miembros, pero que no puede aplicarse eficazmente sin la fuerte cooperación de las competencias de la Comisión. Creo que este es el momento en que la Europa geopolítica está naciendo.

Esta es la partida de nacimiento de la Europa geopolítica. El momento en el que tomamos conciencia del reto al que nos enfrentamos. El momento en que Europa debe hacer frente a sus responsabilidades. El momento en que nos damos cuenta de que, por primera vez desde el final de la Segunda Guerra Mundial, un país está invadiendo a otro y ese país tiene armas nucleares, lo que aumenta su capacidad de intimidación. Me pone enfermo pensar en la analogía histórica con los acontecimientos del inicio de la Segunda Guerra Mundial.

Pero, en realidad, es el retorno de la tragedia, a lo que Europa se enfrenta hoy. El retorno de la tragedia, lejos de asustarnos, debería galvanizarnos.

En primer lugar, desecha la idea de que el proyecto europeo había perdido su impulso porque el horizonte de la guerra se había desvanecido. Por desgracia, no es así. Esto nos recuerda que el mal, la tragedia y la guerra nunca se desvanecen. Y se trata de la relación con la guerra, con el uso de la fuerza, con la violencia, sobre la que llevamos años debatiendo, para saber si Europa puede contrarrestarla. Por eso en los últimos años hemos hablado más que en el pasado de cuestiones de defensa y hemos empezado a establecer programas militares conjuntos. Por eso el propio Parlamento Europeo ha votado la creación de este Fondo Europeo de Defensa, y los Estados miembros han creado este Fondo Europeo de la Paz que ahora estamos movilizando para proporcionar armas a Ucrania.

El Consejo Europeo, en las próximas semanas, adoptará la Brújula Estratégica. Y con la invasión de Ucrania por parte de Rusia, debemos ampliar nuestra reflexión, ajustar nuestros medios y anticipar nuestras respuestas. Porque una de las lecciones que hemos tenido que aprender con la invasión de Ucrania es que, más que nunca, Europa debe pensar estratégicamente sobre sí misma, su entorno y el mundo. Ya no es un lujo, es una necesidad. Europa debe ampliar su reflexión sobre las cuestiones de seguridad, y el Parlamento Europeo ha tenido un papel importante en este sentido. Hay que reflexionar sobre el instrumento de coacción, de represalia y de contraataque frente a adversarios temerarios, porque lo único que hay que entender es que para hacer la paz hay que ser dos, pero para hacer la guerra basta con ser uno. Esto es exactamente lo que nos dice Putin. Y por eso tenemos que aumentar mucho nuestra capacidad de disuasión. Tenemos que aumentar nuestra capacidad de disuasión para evitar la guerra. Y está claro que nuestra disuasión no ha sido lo suficientemente fuerte como para detener la agresión de Putin. Y desde que comenzó esta agresión, hemos reaccionado en los últimos días de una manera que Putin no esperaba. Y le estamos demostrando que nunca sacrificaremos nuestra libertad, y la de los demás, en el altar de nuestro bienestar y prosperidad.

Siendo presidente de este Parlamento en 2007, tuve la oportunidad de decirle a Putin, cara a cara, tras el asesinato de una periodista, Anna Politkovskaya: «No vamos a cambiar los derechos humanos por su gas». Y este es el momento de repetírselo, y de actuar en consecuencia. No vamos a compartir, no vamos a abandonar la defensa de los derechos humanos y de la libertad porque seamos más o menos dependientes de Rusia. Y tenemos que empezar a trabajar rápidamente, como ha propuesto la Comisión, para anular esta dependencia.

El sábado pasado, después de haber celebrado otro Consejo de Asuntos Exteriores y de asistir al debate del Consejo de la Unión Europea, estuve hablando con usted, presidente Michel, y me dijo: «¿Estamos haciendo todo lo que podemos? ¿Hay algo más que podamos hacer? ¿Es suficiente? ¿Somos tan impotentes?» Y usted me dijo: «Piensa, haz, actúa. Tenemos que presionar a los Estados miembros para que adopten decisiones sobre el SWIFT y saquen a Rusia del sistema financiero. Piensa en cómo podemos armar a Ucrania. No país por país, uno tras otro de forma descoordinada». Y me animó a volver a hablar con los Estados miembros, y en pocas horas acordamos utilizar este Fondo Europeo para la Paz con el fin de aportar ayuda financiera y coordinar a los Estados miembros para armar al ejército y al pueblo ucranianos. En menos de 24 horas, otro tabú había caído.

Y la presidenta de la Comisión mostró inmediatamente un fuerte liderazgo y empezó a trabajar para conseguir un acuerdo con nuestros socios internacionales, con el fin de hacer posible desconectar a Rusia del sistema financiero. Y, ¿saben qué? Ahora la mitad de las reservas del Banco Central de Rusia están completamente fuera de su control, están congeladas. ¿Se lo pueden imaginar? Esto es capacidad de coerción. Hace tres días era imposible, y ahora es posible, y Rusia empieza a sentir las consecuencias en términos de inflación y caída de su moneda.

Sí, tenemos capacidades. Hemos movilizado esas capacidades y tenemos que seguir haciéndolo, poniendo en común las capacidades de los Estados miembros y de la Unión Europea.

Quiero recordarles que el Fondo Europeo para la Paz no forma parte del presupuesto que ustedes votan. Es otro presupuesto. Es un fondo intergubernamental, gestionado por los Estados miembros. Porque afirmamos que nosotros, la Unión Europea, somos una fuerza de paz y que no podemos proporcionar armas a nadie más. Sí, podemos. Sí, lo hemos hecho. En el próximo presupuesto, piensen en ello. Cuando voten su próximo presupuesto, utilicen la capacidad presupuestaria de esta institución para poner los medios para hacer frente a la próxima crisis y a la próxima agresión rusa.

Estamos trabajando también en el ámbito internacional para crear una coalición que condene a Rusia en las Naciones Unidas. Rusia no obtuvo ni un solo voto a favor [en el Consejo de Seguridad]. Todo el mundo estuvo a favor de la resolución y hubo algunas abstenciones que son muy significativas.

Ha habido países, tradicionalmente aliados de Rusia, que no han votado a favor suyo, se han abstenido. Y ahora hay que construir una coalición internacional para que en la próxima Asamblea General de las Naciones Unidas sea el mundo entero el que condene al agresor. Nadie puede mirar para otro lado.

Cuando un potente agresor agrede sin justificación alguna a un vecino mucho más débil, nadie puede invocar la resolución pacífica de los conflictos. Nadie puede poner en el ismo pie de igualdad al agredido y al agresor. Y nos acordaremos de aquellos que en este momento solemne no estén a nuestro lado.

Sí, hemos utilizado nuestra capacidad coercitiva, la capacidad de imponer, no necesariamente usando las armas. Cuando digo que Europa tiene que ser un hard power, la gente piensa únicamente en el poder militar. No, el hard power se ejerce de otras muchas maneras. La capacidad de condicionar, the coercive capacity, la capacidad de imponer al otro otra conducta no se hace solamente con las armas. Se hace como ha propuesto la Comisión de una manera extraordinariamente eficaz, gracias señora presidenta [Ursula von der Leyen], y como usted ha impulsado en los debates del Consejo Europeo, gracias, señor presidente [Charles Michel].

Tomar medidas como esta, que parecen de papel, que desde luego no movilizan misiles, pero que tienen un efecto trascendental sobre la solvencia de un país e impiden que Rusia vaya a gastar el dinero que pagamos por su gas para alimentar la guerra.

Esto es, creo, señoras y señores diputados, la lección más importante que tenemos que extraer de estas trágicas circunstancias. No podemos seguir confiando en que apelar al Estado de Derecho y desarrollar relaciones comerciales van a convertir el mundo en un lugar pacífico donde todo el mundo evolucionará hacia la democracia representativa.

Las fuerzas del mal, las fuerzas que pugnan por seguir utilizando la violencia física como una forma de resolver los conflictos, siguen vivos y frente a ellos tenemos que demostrar una capacidad de acción mucho más poderosa, mucho más consistente y mucho más unida que la que hemos sido capaces de hacer hasta ahora.

Hemos hecho mucho y hemos, sin duda, asombrado al mundo y sorprendido a Putin con una capacidad de reacción rápida y unida. Hay que seguir en este camino.

Y este acto, este momento parlamentario donde ustedes con sus aplausos quieren dar ánimos a las instituciones europeas para seguir en el camino que hemos aprendido, puede ser el momento en que los europeos entiendan que el mundo en el que viven es un mundo peligroso y para hacerle frente hace falta que refuercen su Unión.

La pandemia abrió la puerta a acciones innovadoras. La pandemia nos ha impulsado por el camino de unirnos más para hacer frente a los virus. Este momento trágico debe impulsarnos a unirnos más para hacer frente a aquellas acciones humanas que amenazan también la vida, la seguridad y la prosperidad de todos.

Fin del discurso de Josep Borrell

Carta abierta a Juanito

Por Martín Lozano

¡Hola Juanito! Perdona que te trate con esta familiaridad, pero es que hace 50 años que nos conocemos. Bueno, hace 50 años que te conozco, aunque tú también me conoces. A ver, cómo te lo explico… Primero, felicita a quien haya diseñado tu caja recopilatoria (me la regalaron mis tres hijos por Nadal, entre tú, mi madre, nacida en Golmés a causa de la guerra y Merlí, me habéis hecho medio catalán), pues felicita al de la caja negra, porque es lo que es, la Caja Negra de mi vida, ahí dentro está registrada toda mi vida. Mis amores y desvaríos, mis amigos, mis sueños, mis ansias de libertad, mi infancia, mi juventud, mi madurez, mi vejez, mi tiempo.

Por eso decía que tú también me conoces, no serías capaz de describirme y contarme como lo haces si no me conocieras. Y no me refiero a aquella tarde en el año 89 ó 90 en que en una entrega de premios (yo trabajaba en la revista medioambiental Quercus) te acercaste al grupo de amigos que charlábamos con uno común, Joaquín Araujo, y él te presentó. Estrechamos la mano, no pude articular palabra (mejor así, en esos casos suelo hacer el ridículo, tartamudeo, me salen gallos por los nervios). ¡Había conocido a SERRAT! Habrá mucha gente que no me entienda, pero sé que muchos millones si lo hacen. No quiero, ni puedo, necesitaría muchas páginas, nombrar o comentar tus ¿30, 40?, mejores canciones, solo mencionaré algunas de tus ¿30, 40?, otras mejores canciones.

Te contaré una cosa. (Mi mujer y yo) Hemos hecho recientemente un viaje al Ampurdá. (Un inciso) Siempre que paso a menos de 100 kilómetros de Camprodón siento la imperiosa necesidad de ir a visitarte, como se hace cuando estás cerca de la casa de un viejo y querido amigo, pero logro contenerme y además me imagino frente al ayuntamiento del pueblo (a cualquier hora del día o de la noche), mirando desalentado a mí alrededor, intentando adivinar dónde vives, pues imagino que si pregunto al primer viandante que me encuentre llamará a los loqueros y no quiero seguir imaginando lo que sería la llegada a tu casa, si consiguiera sortear aquel primer obstáculo. (Vuelvo al viaje) Hemos hecho la subida y la bajada a La Vajol, sabes a la que me refiero, y la entrada en Coillure escuchando el disco dedicado a Machado. La vuelta a Madrid, desde Girona, 700 km, escuchando otros de los años 70, 80, 90… Tanto a ella como a mí nos gustas (a mí más), pero eso no es extraño, también le gustas a mis tres hijos (30, 26 y 18 años) y a millones de personas en todo el mundo. Según íbamos escuchando los discos nuestra memoria entresacaba dos o tres canciones (las más conocidas, las mejores), pero salían otras que en ese preciso momento saltaban a la cabeza (a la mía más), venían las letras a los labios de manera automática, sin pensarlo (yo más). Decíamos: ‘Hostias, esta es buenísima’. Llevaba 30, 40, casi 50 años sin escucharla. Pero era impresionante, bellísima, con una música y una letra que nos hacía sentir nostalgia, ternura, recordar el primer amor, o el último, los años dorados de la amistad y la juventud, nos hacían reír por la crueldad y la justicia con la que tratas a esa muchacha típica, a esos impresentables ciudadanos ejemplares, contra los que tenemos algo personal. Nos recuerdas a Badalona y su carné de identidad, o al que vive marcado a hierro de paleta, a la aristocracia del barrio, te vuelves a enamorar de Irene y te preguntas como has podido estar tantos años sin recordarla columpiándose en los alambres. Me venía a la cabeza mi amigo Juanito (quién no tiene un amigo que se llame Juanito), su santa madre se lo decía: ‘¡Cuídate mucho, Juanito!, de las malas compañías’ y me señalaba con el dedo, yo siempre he sido de esas malas compañías. Y así una detrás de otra. Con muchas de ellas también de manera imprevista e imparable empezaban a brotar en nuestros ojos las lágrimas (en los míos más veces).

Son tus otras mejores canciones, esas que nunca serán olvidadas. La prueba está en que los labios las recuerdan y las repiten, que siguen impresionando al corazón y llora, que las escuchamos y nos decimos: ‘nadie es capaz de escribir esto como Joan Manuel’. Entramos en Madrid con Miguel Hernández, con sus letras, con tus músicas, con tu forma de cantarlas y gritamos que ‘aún tengo la vida’. Nos compadecimos de todos los niños yunteros y sentimos más la muerte de algunos amigos que nuestra vida. No sé quién de los dos morirá antes, si tú o yo, pero te juro una cosa, compañero, intentaré estar en el entierro de los dos (eres mayor que yo), si el mío es el primero, faltaré a tu cita, espero que no me lo tengas en cuenta, pa’ mí la amistad es lo primero, pero no habré podido disimular.

Gracias Maestro. Salud Compañeros.

Epílogo: Esta carta se titula ‘Carta abierta a Juanito’, pero bien podría llamarse ‘Carta de amor a Joan’ y utilizo esta columna de ‘Tribuna’ porque si en el sobre hubiera puesto ‘Joan Manuel Serrat- Camprodon-Girona’ estoy seguro de que aún estaría dando vueltas por las tripas de Correos.

2º Epílogo: Esta carta está escrita en noviembre de 2021, casi un mes después Serrat anuncia que en diciembre de 2022 se retira de los escenarios con una gira mundial para despedirse de todos nosotros, sus enamorados escuchadores.

3º Epilogo: A fecha de editar esta columna las localidades para sus conciertos nacionales están prácticamente agotadas a los pocos días de salir a la venta, pese a haber ampliado fechas. Tengo entradas para verle en Zaragoza y en Madrid.

La hipocresía de un abrazo

Por Paco Ascón

Llevo más de sesenta años de militancia activa en el PSOE, como la mayoría de socialistas jóvenes de entonces, comenzamos con las básicas pero ilusionantes tareas de propaganda pues la estructura de nuestro partido en España era clandestina. Muchos fueron los zurriagazos de los grises en nuestras nalgas cada vez que disolvían nuestras charlas en la calle.

Cuando pague mi primera cuota, aún este partido era Socialista, todavía Isidoro en Suresnes lo era también, todos los militantes lo éramos, dentro y fuera del país, todo empezó a cambiar cuando Isidoro dejo de serlo y pasó a llamarse Felipe González. Durante un tiempo parecía que mi querido PSOE, seguía manteniendo su carácter social por encima de todo, pero no tardó es ser tanto el entusiasmo de la sociedad, que nos abrumo con una cantidad de votos, que provocaron la impotencia de cubrir con gente socialista los cargos que las urnas nos adjudicaban. Lo que en principio era una oportunidad de realizar nuestra ansiada utopía de una sociedad Justa, se convirtió en el comienzo de un brutal travestismo político en los hasta entonces exiliados socialistas que tuvieron que dar paso a toda la morralla trepa existente en el país que, como auténticos carroñeros, esperaban el poder por el poder.

Incluso para dar cabida a esa gentuza con urgencia, fue anulada la básica norma que tanto yo como el resto de socialistas coetáneos cumplimos a rajatabla: ser presentados por un viejo socialista y permanecer sin cargo orgánico al menos dos años. Allí fue cuando el socialismo de Felipe comenzó a diluirse, luego ya vino la desaparición del Marxismo, otros muchos retrocesos que dieron paso a lo que irónicamente se dio en llamar la moderación del partido, que en mi opinión era simple y llanamente derechización.

Cada vez se hacía más frecuente en los discursos y proclamas la socialdemocracia, en lugar del socialismo, las contradicciones con el tema de la OTAN, donde dije digo, digo diego… En fin, cada vez nuestro socialismo era menor, cada vez nos parecíamos mas a la derecha, más tarde, cuando parecía que una generación más joven pretendía regenerar nuestra estructura, en el colmo de la mayor indignidad, incluso se promovió por los dinosaurios acomodados en confortables puertas giratorias, un golpe de estado en nuestro organismo, pues un peligroso Pedro Sánchez al parecer, pretendía devolvernos a la izquierda. Felipe junto con todos sus fieles dinosaurios, no podían permitirlo, las difamaciones e insultos proferidos contra aquel nuevo secretario general, que la militancia había elegido, fueron brutales. Se le pusieron todas las zancadillas imaginables.

Mi indignación mayor es ver como ahora en este reciente congreso del que fue PSOE, tiene lugar el más hipócrita de los abrazos que yo he presenciado en mi vida, los que querían la desaparición del odiado Pedro, ahora lo aman con fervor o es que ven la posibilidad de derechizarlo aún más si cabe y lo peor, es que Pedro con el mismo grado de hipocresía, admite los abrazos de los reptiles que deberían estar extinguidos políticamente, que le quisieron clavar los puñales por la espalda con sus besos de JUDAS, mientras es aplaudido a rabiar cuando sin pudor repite una y otra vez la cantinela de la SOCIALDEMOCRACIA, que no es mas que la ocultación de habernos convertido ridículamente en una derecha más en nuestro país.

Es una pena, pero es lo que hay. La esperanza de una sociedad justa desaparece una vez más. Solo queda la anciana UTOPÏA de los que seguimos siendo socialistas y soñamos para nuestros nietos, una sociedad justa que nunca fuimos capaces de alcanzar.

O fado não ouviu

Por Martín Lozano

Era mi escenario ideal. Una calle estrecha y empinada, recorrida por los raíles del tranvía en toda su longitud, una taberna, el rasgueo de una guitarra y la claridad de su voz atravesando mi corazón y el aire húmedo del barrio, en la mañana luminoso, ya anochecido inundado con ese ambiente bohemio, portuario, trasnochado y oceánico. Mariza entonando el fantástico ‘Fado Portugués’ en honor de Amália Rodrigues. Pero los sueños casi nunca se cumplen y esta vez no sería una excepción. No conocía Lisboa, apenas el resto de Portugal y me tuve que conformar con un dúo tocando aires de Bossa Nova, frente al Hotel donde nos hospedamos esa noche en el Barrio de Chiado. Nada de vieja taberna, un modernísimo bar de copas, donde por menos de cuatro euros nos tomamos una cerveza y un vermú, escuchando a los brasileiros y sus alegres y optimistas ritmos, diametralmente opuestos a los nostálgicos fados. Pero para entonces ya todo daba igual, llevaba cuatro horas paseándola y ya estaba, yo también, enamorado de ella. A la mañana siguiente, madrugándola, la recorrimos, habíamos cambiado nuestros planes y teníamos prisa. Antes de empezar el recorrido ya me había prometido volver, tenía que ver el estuario y el mar desde lo alto de Alfama, hacer el recorrido completo del viejo 28, entrar en los Jerónimos y ver el horizonte infinito sentado junto a la Torre de Belém y comerme media docena de esos pastelillos de hojaldre y crema, o mejor aún, un surtido completo.

Y hablar con ese camarero de madre española sobre cómo debe ser la Republica Federal Ibérica. Yo se lo explicaba y estábamos de acuerdo en casi todo. Tres capitales: la político-administrativa, Madrid, la centralidad sigue siendo un valor; las otras dos de su mismo rango, además capitales culturales y comerciales: Lisboa y Barcelona; la una abierta al Atlántico, Latinoamérica al completo, la zona occidental de África y las excolonias portuguesas; la otra al Mediterráneo, a la Europa del sur y al África del norte; dos de menor rango, auxiliares de las anteriores: Valencia y Porto; ciudades destacadas por cultura, industria, comercio: Sevilla, Coímbra, Bilbao. Democrática, federal o confederada aún está por ver. Por lo menos España, no sé Portugal, no ha dejado de ser nunca un conglomerado de vascos, catalanes, andaluces, gallegos, asturianos, etc, etc, etc. Os lo dice un madrileño, que por no ser, no es de ningún sitio, lo es de todos y de donde le da la gana. Perderemos un nombre y ganaremos todo lo demás. 

Pero debemos tratar a los portugueses como lo que son, nuestros hermanos, no nuestros primos pobres. Un pueblo amable, educado, culto del que tenemos mucho que aprender. Me quedaría a vivir en Lisboa solo para pasear sus maravillosas librerías e intentar vislumbrar el fantasma de Saramago entre sus estanterías o para balbucear a Pessoa. Cuando vi la Praça do Comércio, el Arco da Rua Augusta o la propia calle de ese nombre supe lo que era ser una capital de verdad y me pregunté si nos había tocado la dinastía imbécil de entre todos los reyes europeos, porque desde Felipe II solo hemos tenido un buen alcalde. Me encanta el cocido, la fabada, el gazpacho, la paella y el pescado del cantábrico, me vuelven loco la salsa romesco y los calçots, pero el bacalao y el arroz lusitano me parecen inmejorables. Hablo catalán en la intimidad, mientras veo Merlí, pero además Amália me hace llorar cada vez que la escucho sin terminar de entenderla y siento saudade desde antes de haber estado en Lisboa.

Quiero despertar una madrugada sin que en mi país tenga que sonar ‘Grândola, Vila Morena’ o ‘E depois do Adeus’, por otro motivo que por su belleza y sentirme uno más con ellos. Si nos juntásemos todos como un único pueblo que somos, admitiendo todas nuestras particularidades y ofreciésemos una península voluntaria y fraternalmente unida, dentro de nuestra inmensa variedad, seríamos más fuertes, más grandes y más libres, porque no seríamos uno, seríamos mucho más que uno, seríamos infinito.

Obrigado por todo Irmãos. Salud Compañeros.

Epílogo. Como a la mujer amada quiero ver Lisboa en todas sus facetas: limpia y luminosa, atacada por la borrasca atlántica, oscura y castigada por el viento, fría y orgullosa.

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