El martes 10 de mayo, los periódicos ABC y la Razón, serviles portavoces de la derecha más reaccionaria pretendían desprestigiar una vez más los sindicatos UGT y CCOO de Extremadura en un supuesto caso de corrupción. Como lo recuerda el sindicato UGT:
1.- No hay ningún caso nuevo de presunto fraude en la formación relacionada con este sindicato. La única novedad es la decisión de la Fiscalía Anticorrupción de instar al Juzgado Decano de Instrucción de Badajoz, para que abra una investigación sobre un presunto fraude en la convocatoria de los Planes Formativos de 2011 sobre un proceso ya iniciado y sobre el que, como la Unión General de Trabajadores de Extremadura ha manifestado públicamente, esperamos se aclare cuanto antes.
2.- UGT está colaborando y colaborará totalmente con la Justicia para que sea ella la que juzgue, y no los titulares de algunos medios de comunicación. Este sindicato es el primer interesado en que se aclaren a la mayor brevedad posible todos los temas.
Pero anticorrupción y la fiscalía no solamente piden que declaren los 2 secretarios sindicales también exigen, según el periódico la Razón, “el embargo cautelar de los bienes necesarios de las entidades investigadas para «garantizar posibles responsabilidades civiles», así como que se proceda «a la retención cautelar». Es evidente que lo que busca tanto la prensa como la fiscalía, más allá del desprestigio, es acallar el sindicalismo en un momento clave de la situación política de nuestro país. Tenemos que recordar la criminalización de la actividad sindical a través el artículo 315.3 del código penal que permite el procesamiento de 300 sindicalistas (conocidos) por hecho de huelga, la irrupción de la guardia civil en la sede de UGT en Sevilla, la detención de seis trabajadores de Extruperfil hace pocos días y podríamos multiplicar los ejemplos de agresiones al movimiento obrero y a sus organizaciones.
Esta nueva ofensiva contra el sindicalismo coincide con las movilizaciones diarias en todos los ámbitos de la clase obrera, en defensa de los empleos y de los convenios colectivos, en defensa de la educación y de la salud públicas. Coincide con la victoria de los 8 sindicalistas de Airbus, victoria insoportable para la patronal y su gobierno. Pero también coincide con el llamamiento de los diversos congresos de UGT a un gobierno que realice las reivindicaciones de la clase obrera: la derogación de las reformas laborales, la derogación del 315.3 y de la LOMCE, entre otras reivindicaciones sindicales. Resoluciones que piden la movilización de los trabajadores para hacer oír nuestra voz en el marco de estas nuevas elecciones.
En estos momentos, marcados por la necesidad de la Troika, de la Unión europea y del FMI de cargar todo el peso de la crisis sobre las espaldas la clase trabajadora y de los pueblos, no es de extrañar el recrudecimiento de los ataques al movimiento sindical de clase.
Por la defensa de los sindicatos de clase, por un gobierno de izquierdas que derogue el 315.3, por la anulación de todos los juicios y las sentencias contra los sindicalistas.
Antonio Herranz Rojas