17 de Febrero. Alto a la masacre en Palestina

En unos días se cumplirán los 5 meses de la masacre sistemática que Israel está cometiendo en la Franja de Gaza, donde la cifra de muertos se acerca a los 30.000; de los cuales, el 70% son mujeres y niños.

                He escuchado bastante polémica en relación a que en los manifiestos y pancartas principales de la manifestación celebrada el sábado día 17 de febrero, no figuraba el término Genocidio. Solo cabe pensar que el hecho de no utilizar esta expresión, por parte de los convocantes, era para no molestar, ofender… al gobierno de Netanyahu, pues en castellano, según la RAE, Genocidio se define como: “Exterminio o eliminación sistemática de un grupo humano por motivo de raza, etnia, religión, política o nacionalidad.”

                Lo cierto es que más que discutir sobre si la palabra genocidio aparece o no escrita, no puede caber duda de que lo que se está cometiendo en Gaza desde el 7 de octubre es un Genocidio.Considero que tiene más lógica polemizar sobre si es importante que Israel se moleste o no, cuando lo que las manifestaciones masivas que está habiendo en muchas ciudades del mundo están pidiendo a sus gobiernos es que rompan relaciones diplomáticas con el Estado sionista israelí; ojo, con el Estado sionista y con el Gobierno de Netanyahu, no así con el pueblo de Israel.

                No puedo dejar de pensar en por qué nuestro Gobierno de coalición de izquierdas no da el paso de romper relaciones con Israel, ni se ha sumado a la demanda de Sudáfrica ante la Corte Internacional, y me hago hipótesis en la cabeza a este respecto. La que más solidez toma es la de que más que preocuparles, a nuestro Gobierno de coalición de izquierdas, que se pueda molestar el Gobierno de Netanyahu, les preocupa que se moleste la Administración de Biben, pues desde que estalló oficialmente la guerra en Ucrania, tras la entrada de las tropas de Putin en territorio ucraniano, somos percibidos como el alumno aventajado de la OTAN; título por el que pugnan Sunak, Sochlz, Macrón y Sánchez, junto a los demás presidentes y presidentas de los países miembros de esa estructura militar.

                Cuando se critica a los sindicatos, por lo que hacen y también por lo que no hacen, se suele decir que si no existiesen habría que inventarlos. Pues bien, no existe un movimiento contra la guerra, ¡habrá que inventarlo!, ya que la única manera de que los gobiernos cambien de rumbo es con las masas en la calle exigiendo y reivindicando, y esto vale contra la guerra y contra las políticas contrarias a los intereses de la mayoría de la sociedad.

                Las críticas a las formas verbales de los convocantes eran legítimas, incluso las comparto, pero de ahí a no acudir a la manifestación y boicotearla, me parece que hay una gran diferencia. Supongo que a los y las gazatíes que están rodeados de muerte les parecerá bienvenida toda ayuda, incluso el apoyo abstracto de un manifiesto y/o una movilización, la convoque quien la convoque. En este sentido, valoro muy positivamente que las confederaciones sindicales UGT y CCOO hayan convocado la manifestación del día 17, así como que el PSOE haya convocado a sus bases y que haya desfilado con una pancarta propia en esta manifestación.

                Lo cierto es que hubo pancartas, como la del Comité por la Alianza de Trabajadores y Pueblos (CATP), que sí denunciaban el Genocidio que Israel está cometiendo, y a nadie le molestó, ni desde la organización de la manifestación se instó a que se retirasen estas pancartas.

                La manifestación que tuvo lugar el 27 de enero si que fue muy masiva, pero a aquella no se sumaron las grandes organizaciones sindicales y partidos. Es una pena que la izquierda ande como en la película “La vida de Brian”. Es tan grotesco como triste que ante un crimen de masas como el que se está cometiendo, un crimen que dura ya más de 77 años, que las organizaciones que dicen defender los intereses de la mayoría social, las grandes, las medianas y las minúsculas, no sean capaces de buscar la unidad para rechazar semejante atrocidad.

                Rompamos relaciones con los países genocidas y con las satrapías. No podemos criticarles y acto seguido venderles armamento.

                Reconsideremos con quienes nos aliamos y a qué aventuras militares imperialistas nos llevan esos supuestos aliados, quienes en realidad buscan apoderarse de mercados y materias primas.

                Digamos no a la guerra, como lo dijimos en 2003 contra la guerra en la que nos metieron los criminales de las Azores.

                Unidad para parar el Genocidio, el Exterminio, la Matanza, el Crimen de lesa humanidad… Basta ya.

Rogelio Obrador
Socialista de Madrid no afiliado

¡Alto al Genocidio! ¡Alto el fuego inmediato!

Crónica de la movilización en Madrid, 27 de enero de 2024

A pesar del vergonzante silencio de los medios de comunicación, y de las trabas que la Manifestación del día 27 ha encontrado en su camino, ha sido un éxito rotundo. Decenas de miles de personas han salido a la calle para exigir que pare de una vez la matanza de palestinos en Gaza; se ha superado la cifra de 26.000 muertos, a los que en su momento habrá que añadir los miles de desaparecidos bajo los escombros.

Muchos y muchas manifestantes se han desplazado a Madrid desde Andalucía, País Valenciano, Cataluña, Castilla la Mancha, Castilla León, Euskadi…, había gente de distintos territorios del Estado español.

Se han coreado lemas señalando a Netanyahu como criminal, denunciando la complicidad de los Estados Unidos y Reino Unido con los crímenes de guerra que se comenten cada día en la Franja de Gaza, desde hace tres meses. También se ha aludido al Gobierno español, exigiendo que se ponga fin al mercado de armas entre España e Israel, pidiendo la ruptura de relaciones diplomáticas con el Estado israelí por su acción asesina contra mujeres, niños y niñas y civiles en general, por la destrucción de la red hospitalaria que, aunque precaria, había en Gaza, por el crimen de lesa humanidad que se está cometiendo al cercenar los suministros de alimentos, agua y medicamentos.

Este éxito de convocatoria se debe al esfuerzo que han puesto en la organización y difusión las 192 organizaciones convocantes, colectivos diversos como el Comité por la Alianza de Trabajadores y Pueblos (CATP), la Asociación Trabajo y Democracia (ASTRADE), el espacio Vecinas y Vecinos de Pueblos y Barrios de Madrid, colectivos en Defensa de la Sanidad Pública, partidos, sindicatos, etc. Todos han colaborado con las asociaciones y colectivos palestinos, verdadero motor de esta gran movilización y de otras que se han realizado desde el mes de octubre pasado.

Se ha echado de menos a las grandes organizaciones políticas y sindicales de nuestro país, sin que haya ningún género de duda de que entre los manifestantes había militantes sindicales y de partidos que no se han involucrado en la manifestación de hoy. Es necesario que, si la agresión continua, y nada apunta a que vaya a terminar en breve, las confederaciones sindicales mayoritarias y los partidos que componen el Gobierno, así como los que lo apoyan, llamen a una macro Manifestación estatal y unitaria. Son las organizaciones de referencia para millones de trabajadores y trabajadoras, para millones de ciudadanos y ciudadanas de todo el Estado español.

En los distintos cortejos se ha comentado la orden dictada por la Corte Internacional de Justicia (CI), máximo tribunal de la ONU, con sede en La Haya, en la que la CI pide a Israel que evite los ”actos de genocidio”, como si no los hubiese cometido ya, y olvida, este alto tribunal, ordenar el alto el fuego. En positivo, la CI ordena a Israel que permita la entrada de ayuda humanitaria a la Franja de Gaza. El sentir percibido es que se queda corta la decisión de la Corte Internacional de Justicia, a la vista de las muertes, la destrucción y el desplazamiento masivo que la reacción de Israel está teniendo.

Lo más importante, políticamente, es que es la primera vez que un alto tribunal de justicia internacional llama la atención a Israel, Estado que lleva demasiado tiempo ejerciendo de Estado terrorista, en los hechos, gracias al apoyo incondicional que hasta ahora le han venido prestando las distintas administraciones estadounidenses y los gobiernos de su “graciosa” majestad británica.

Es inaceptable que un Estado cometa los crímenes que a todas luces está cometiendo Israel y que los gobiernos de la Unión Europea estén inactivos y en silencio, más allá de balbucear, de vez en cuando, palabras que apelan genéricamente al respeto de los Derechos Humanos.

Pascual Sánchez
Para Tribuna Socialista