
Los trabajadores de la empresa Prezero que realizan servicios de recogida de basuras y limpieza viaria en diversos municipios de la comarca del Baix Penedés (Tarragona) llevan más de 2 meses de huelga exigiendo un salario digno que lleva congelado varios años.
Prezero es una empresa alemana del Grupo Schwarz, que también incluye las empresas comerciales Kaufland y Lidl, así como Schwarz Produktion. Con presencia en diversos países centroeuropeos, dio el salto a España presentándose a las licitaciones públicas de diversos servicios, incluyendo la recogida de basuras y la limpieza viaria, y ganando diversas licitaciones al presentar las ofertas más bajas de precio.
Adjudicar servicios públicos al «peor» postor trae como consecuencia problemas como los que están sufriendo en primera instancia los trabajadores de la empresa, con sueldos congelados desde hace varios años; ,,.y los vecinos de los municipios afectados, que ven como en sus pueblos se acumula la basura y la suciedad, llegando a generar verdaderos problemas de insalubridad.
El sistema de contratación pública y adjudicación de los servicios públicos obligatorios es un sistema perverso diseñado para que sean las grandes empresas las que se adjudiquen contratos millionarios.En las contrataciones públicas no se puede priorizar las empresas locales puesto que vulneraría el principio de «igualdad y libre competencia». Tampoco es fácil la concurrencia de empresas nuevas o autónomos, puesto que se suele puntuar los años de experiencia y la solvencia tanto técnica como económica, algo que es imposible para los nuevos emprendores, las cooperativas o las empresas de economía social, salvo que se trate de contratos reservados para ello, y debidamente justificado. Tampoco es fácil la introducción en los pliegos de las denominadas «cláusulas sociales» que sobre el papel, todo el mundo cumple.
De esta manera, lo que más puntúa sigue siendo la oferta económica, y aquí se produce una auténtica subasta a la baja, a la que solamente se excluye aquellas ofertas temerarias, aunque la temeridad se suele demostrar una vez los contratos ya se han adjudicado y están en marcha.
Además de lo anterior, algunos procesos de licitación, como los que afectan a servicios como la recogida de basuras y la limpieza viaria son muy complejos en cuanto a la elaboración de los pliegos. Se han de tener en cuenta las frecuencias, los sistemas de recogida de basura o limpieza, la maquinaria y el personal…sin olvidar el margen de beneficio de las empresas. Estos procesos de elaboración de los pliegos sistemas de recogida de basura o limpieza, la maquinaria y el personal… sin olvidar el margen de beneficio de las empresas. Estos procesos de elaboración de los pliegos técnicos son tan complejos y lentos, que cuando se inicia el proceso de licitación, a menudo, los costes reales han cambiado, máxime en una época tan convulsa como la actual, en la que el coste de la energía, y de todo se ha disparado. Claro está que las empresas no quieren renunciar a contratos tan importantes y a menudo realizan ofertas para contratos con 8 o 10 años de vigencia, a bajo precio, razón por la cual, quien acaba pagando el pato, son los trabajadores del servicio, así como los vecinos, quienes pagan estos contratos con sus impuestos, que reciben un servicio deficiente cuando se empuja a los trabajadores al conflicto.
Prezero es un buen ejemplo: Empresa alemana a la que se le han adjudicado los servicios en Castilla la Mancha (COMSERMANCHA), donde también están en conflicto; A Coruña, donde también han tenido conflicto, y ahora en los municipios de L’Arboç, Llorenç del Penedés, Banyeres del Penedés y Sant Jaume dels Domenys, todos ellos municipios de la comarca del Baix Penedés en Tarragona, donde los trabajadores llevan 70 días de huelga, y los alcaldes de los municipios han tenido que solicitar la emergencia sanitaria para poder recoger la basura tras dos meses de acumulación.
Una cosa está clara y es que, cuando no es posible internalizar un servicio y se ha de contratar privado, en los procesos de licitación pública, se debe tener en cuenta el salario de los trabajadores antes de adjudicar un contrato y la ley de contratos del sector público debiera garantizar la dignidad salarial de quienes prestan el servicio. Las licitaciones públicas no pueden seguir siendo subastas basadas en el bajo precio de la fuerza de trabajo.

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