Manifestación contra el Genocidio en Gaza: 15D


La última del año, pero no será la última

Con un recorrido muy coherente; desde la Embajada de los Estados Unidos hasta el Ministerio de Defensa, miles de personas nos manifestamos en la mañana del domingo 15 de diciembre, convocados por la Asamblea de Madrid con Palestina, en la que el CATP participa.

Desgraciadamente, no será la última vez que tengamos que salir a las calles a decir que en nuestro nombre no se tienen que mantener relaciones diplomáticas con un Estado que está llevando a cabo el exterminio de un pueblo, que es lo que el Estado sionista de Israel está cometiendo con la población palestina de Gaza.

Ya son más de 45.000 los asesinatos que el Gobierno de Netanyahu ha cometido en los últimos quince meses, a los que hay que sumar las decenas de miles de personas que yacen bajo los escombros de los hospitales, las escuelas y las viviendas derribadas por las bombas. Muertes que han afectado particularmente a niñas y niños, además de a mujeres y civiles en general.

Avergüenza conocer que nuestro Gobierno vende y/o autoriza la venta de armas para países que vulneran los Derechos Humanos, pero ya se sabe que, según la “ley del embudo”, única ley que se aplica en plenitud en este mundo, depende de quién sea el malhechor se le aplican sanciones o no.

El Centro Delás de Estudios para la paz informó, en julio de 2024, que España vendió armas a Israel en noviembre de 2023, a pesar de que el Gobierno decía ya en aquellas fechas que se había suspendido la venta de armas a Israel desde octubre del mismo año. Las armas son fabricadas en Palencia, en la empresa noruega Nammo AS, que suministra: bombas, granadas, torpedos, minas, misiles y otras municiones y proyectiles.

El problema es que tampoco hemos dejado de comparar armas y tecnología a Israel. Ante la masacre que llevamos viendo desde hace meses, habría que romper todo tipo de relaciones con un Estado criminal.

Lo que Israel está haciendo en Palestina es la continuidad de la ocupación de un territorio a sangre y fuego, desde hace 76 años. Cuando Israel apela a su derecho a defenderse, “olvida” que es Israel el atacante, el agresor, el ocupante. Si acaso será el pueblo palestino quién tenga derecho a la autodefensa. Con esto no justifico las muertes de judíos indefensos el 7 de octubre del pasado año, ni la muerte de ningún judío inocente, pero como dijo Antonio Guterres: los del 7 de octubre no viene de la nada.

Tampoco se debe confundir el rechazo del sionismo con el antisemitismo. En primer lugar, porque tan semita es un judío como un árabe, y en segundo lugar porque el crimen que el Gobierno de Israel está cometiendo la hace en contra de la voluntad de su propio pueblo; en particular de las familias de los rehenes judíos en poder de Hamás, de los que continúan vivos y de los que han muerto bajo las bombas de su propio Gobierno.

Los gobiernos no miraron hacia otro lado ante los crímenes masivos de Hitler, resulta repugnante la actitud cínica de los gobiernos de la UE, y aún más la actitud colaboracionista de la presidenta de la Comisión Europea, a la que viene a sumarse Kaja Kallas, quien ha sustituido a Borrell al frente de la Diplomacia Europa, nombramiento que ha sido aplaudido en la prensa israelita.

Todo esto no sería posible sin la complicidad indisimulada de la Administración Biden, complicidad que, sustancialmente no va a cambiar con Trump, al menos no para el pueblo palestino.

Que los gobernantes nos lleven al abismo de la guerra y la locura no significa que guardemos silencio y consintamos.

Roberto Tornamira
Militante Socialista

Los trabajadores británicos con Palestina

Los sindicatos británicos celebraron en la ciudad de Brighton, del 8 al 11 de septiembre su congreso anual. Un congreso marcado por las reivindicaciones para recuperar los derechos laborales recortados por el gobierno conservador. Destacamos, sin embargo, una de las mociones más importantes por su relación con la campaña internacional de Alto al genocidio palestino, a la que Tribuna Socialista está adherida.
En puertas de los congresos de todos los partidos que se reclaman de izquierda, así como el congreso confederal de UGT, creemos interesante dar a conocer la ejemplar moción aprobada por el congreso de las Trade Union

El Congreso observa que:


(i.) El ataque militar de Israel contra Gaza ha matado a más de 35.000 palestinos, herido a más de 70.000 y desplazado a más del 75 por ciento de la población de Gaza, destruyendo viviendas, hospitales, escuelas y universidades.


(ii.) la Corte Internacional de Justicia consideró plausible el argumento de Sudáfrica de que Israel está cometiendo genocidio en Gaza y el fiscal de la Corte Penal Internacional está solicitando órdenes de arresto contra altos miembros del gobierno israelí y contra los dirigentes de Hamás por crímenes contra la humanidad.


(iii.) el gobierno del Reino Unido, como parte de la Convención sobre el Genocidio, tiene la obligación de prevenir y castigar a los culpables de actos de genocidio.


(iv.) La ofensiva de Israel en Gaza sigue a décadas de violaciones de los derechos humanos palestinos, limpieza étnica e imposición de un sistema de opresión contra todos los palestinos, incluidos aquellos que viven bajo la ocupación militar y los palestinos que son ciudadanos de Israel, reconocidos internacionalmente bajo la definición legal de apartheid.


(v.) Los sindicatos palestinos han pedido a sus homólogos que pongan fin a su complicidad con los crímenes de Israel.

(vi.) La caída del Proyecto de Ley de Actividades Económicas de los Organismos Públicos es bienvenida y ha renovado el enfoque para avanzar en una estrategia de boicots, desinversiones y sanciones.
El Congreso reafirma su apoyo a los derechos palestinos y pide al gobierno que:
(a.) reconocer inmediatamente el Estado de Palestina, contribuyendo así a una solución de dos Estados
(b.) poner fin a todas las licencias para el comercio de armas con Israel, en cumplimiento del derecho internacional
(c.) exigir un alto el fuego permanente y la liberación de todos los rehenes y presos políticos palestinos
(d.) garantizar el acceso seguro a los servicios esenciales, como agua, electricidad y alimentos, y restablecer la financiación al OOPS
(e.) a raíz de las declaraciones de la CIJ y la CPI, imponer sanciones a las personas y entidades que hayan hecho declaraciones incitando al genocidio contra los palestinos.
(f.) revocar la Hoja de Ruta 2030 para las relaciones bilaterales entre el Reino Unido e Israel.
(g.) garantizar que el trabajo decente y los servicios públicos de calidad estén integrados en la reconstrucción de Gaza.

Propuesto por:
Sindicato Nacional de Educación
Secundado por: Unison
Apoyado por: Unite

Especial Genocidio en Gaza

Llámenlo por su nombre: GENOCIDIO

35.000 muertos, la mayoría mujeres y niños; más de 10.000 desaparecidos, probablemente muertos bajo los escombros; 1,4 millones de personas desplazadas; hospitales, escuelas y viviendas arrasadas a lo largo de toda la Franja de Gaza; la práctica totalidad de las infraestructuras han sido reventadas. Este es el balance cuando se acaban de cumplir 7 meses de asedio al pueblo palestino por parte de uno de los ejércitos mejor armados del planeta.

                Celebramos la respuesta que los pueblos vienen dando contra este Genocidio y que en estos últimos días ha prendido entre los y las jóvenes universitarias, comenzando en las universidades de los Estados Unidos y en las últimas horas también en varias universidades de Europa y del Estado español. La indignación recorre los pueblos, mientras los gobiernos están instalados en una contención vergonzante. Es evidente que si la inmensa mayoría de la sociedad no se ha echado a la calle aún es por la sordina que los grandes medios de comunicación le tienen puesta a la masacre que el Gobierno criminal que preside Netanyahu está perpetrando en Gaza.

                El doble rasero que las potencias occidentales están aplicando a la invasión del territorio ucraniano por parte de Putin y la impunidad con la que el Estado sionista de Israel está machacando Palestina, les pone en evidencia, en particular a los gobiernos de la UE, en connivencia clara con los intereses espurios de la Administración norteamericana.

                La aberración a la que estamos asistiendo es inaceptable, como lo es la usurpación planificada de un territorio que se viene produciendo desde hace más de 75 años. Un plan urdido tras la 1ª Guerra Mundial por Gran Bretaña y la Sociedad de Naciones.

                Es una salvajada a la que los gobiernos europeos, incluido el nuestro, se abstiene de llamar por su nombre: Genocidio. No bastan las palabras de condena. Resulta extemporáneo hablar en este momento de los dos Estados, misma martingala con la que vienen intentando engañar al mundo desde 1947. Israel es un Estado artificial, impuesto a sangre y fuego, contra el que el pueblo palestino tiene derecho a la defensa; una defensa que ha devenido en resistencia, dado que se trata de un pueblo desarmado, frente a un Estado militarizado.

                Es necesario que las grandes organizaciones, partidos y sindicatos que se dicen de izquierdas, estén al frente de la movilización. De lo contrario, continuarán instalados en la contradicción de hablar de respeto de los derechos humanos y ser a la vez cómplices de hecho, por no tomar ninguna medida contra el agresor e incluso mantener el mercadeo de armamento y tecnología para la guerra con el Estado israelí.

                Como ciudadanos de la pluralidad de pueblos que componen el Estado español, no nos sentimos identificados con el mantenimiento de la relaciones diplomáticas y comerciales de nuestro gobierno con el Estado sionista, por eso compartimos la exigencia de su ruptura. Aún menos coincidimos con el cinismo de los partidos franquistas, quienes se identifican con la matanza que Israel está cometiendo, llegando a la mezquina decisión política de otorgar medallas de “honor” al Estado israelí, como es el caso del Ayuntamiento de Madrid.

                Llamamos a participar en la Manifestación del sábado día 11 y apoyamos las acampadas decididas por las y los estudiantes universitarios en nuestro país.

El Comité de Redacción

17 de Febrero. Alto a la masacre en Palestina

En unos días se cumplirán los 5 meses de la masacre sistemática que Israel está cometiendo en la Franja de Gaza, donde la cifra de muertos se acerca a los 30.000; de los cuales, el 70% son mujeres y niños.

                He escuchado bastante polémica en relación a que en los manifiestos y pancartas principales de la manifestación celebrada el sábado día 17 de febrero, no figuraba el término Genocidio. Solo cabe pensar que el hecho de no utilizar esta expresión, por parte de los convocantes, era para no molestar, ofender… al gobierno de Netanyahu, pues en castellano, según la RAE, Genocidio se define como: “Exterminio o eliminación sistemática de un grupo humano por motivo de raza, etnia, religión, política o nacionalidad.”

                Lo cierto es que más que discutir sobre si la palabra genocidio aparece o no escrita, no puede caber duda de que lo que se está cometiendo en Gaza desde el 7 de octubre es un Genocidio.Considero que tiene más lógica polemizar sobre si es importante que Israel se moleste o no, cuando lo que las manifestaciones masivas que está habiendo en muchas ciudades del mundo están pidiendo a sus gobiernos es que rompan relaciones diplomáticas con el Estado sionista israelí; ojo, con el Estado sionista y con el Gobierno de Netanyahu, no así con el pueblo de Israel.

                No puedo dejar de pensar en por qué nuestro Gobierno de coalición de izquierdas no da el paso de romper relaciones con Israel, ni se ha sumado a la demanda de Sudáfrica ante la Corte Internacional, y me hago hipótesis en la cabeza a este respecto. La que más solidez toma es la de que más que preocuparles, a nuestro Gobierno de coalición de izquierdas, que se pueda molestar el Gobierno de Netanyahu, les preocupa que se moleste la Administración de Biben, pues desde que estalló oficialmente la guerra en Ucrania, tras la entrada de las tropas de Putin en territorio ucraniano, somos percibidos como el alumno aventajado de la OTAN; título por el que pugnan Sunak, Sochlz, Macrón y Sánchez, junto a los demás presidentes y presidentas de los países miembros de esa estructura militar.

                Cuando se critica a los sindicatos, por lo que hacen y también por lo que no hacen, se suele decir que si no existiesen habría que inventarlos. Pues bien, no existe un movimiento contra la guerra, ¡habrá que inventarlo!, ya que la única manera de que los gobiernos cambien de rumbo es con las masas en la calle exigiendo y reivindicando, y esto vale contra la guerra y contra las políticas contrarias a los intereses de la mayoría de la sociedad.

                Las críticas a las formas verbales de los convocantes eran legítimas, incluso las comparto, pero de ahí a no acudir a la manifestación y boicotearla, me parece que hay una gran diferencia. Supongo que a los y las gazatíes que están rodeados de muerte les parecerá bienvenida toda ayuda, incluso el apoyo abstracto de un manifiesto y/o una movilización, la convoque quien la convoque. En este sentido, valoro muy positivamente que las confederaciones sindicales UGT y CCOO hayan convocado la manifestación del día 17, así como que el PSOE haya convocado a sus bases y que haya desfilado con una pancarta propia en esta manifestación.

                Lo cierto es que hubo pancartas, como la del Comité por la Alianza de Trabajadores y Pueblos (CATP), que sí denunciaban el Genocidio que Israel está cometiendo, y a nadie le molestó, ni desde la organización de la manifestación se instó a que se retirasen estas pancartas.

                La manifestación que tuvo lugar el 27 de enero si que fue muy masiva, pero a aquella no se sumaron las grandes organizaciones sindicales y partidos. Es una pena que la izquierda ande como en la película “La vida de Brian”. Es tan grotesco como triste que ante un crimen de masas como el que se está cometiendo, un crimen que dura ya más de 77 años, que las organizaciones que dicen defender los intereses de la mayoría social, las grandes, las medianas y las minúsculas, no sean capaces de buscar la unidad para rechazar semejante atrocidad.

                Rompamos relaciones con los países genocidas y con las satrapías. No podemos criticarles y acto seguido venderles armamento.

                Reconsideremos con quienes nos aliamos y a qué aventuras militares imperialistas nos llevan esos supuestos aliados, quienes en realidad buscan apoderarse de mercados y materias primas.

                Digamos no a la guerra, como lo dijimos en 2003 contra la guerra en la que nos metieron los criminales de las Azores.

                Unidad para parar el Genocidio, el Exterminio, la Matanza, el Crimen de lesa humanidad… Basta ya.

Rogelio Obrador
Socialista de Madrid no afiliado

¡Alto al Genocidio! ¡Alto el fuego inmediato!

Crónica de la movilización en Madrid, 27 de enero de 2024

A pesar del vergonzante silencio de los medios de comunicación, y de las trabas que la Manifestación del día 27 ha encontrado en su camino, ha sido un éxito rotundo. Decenas de miles de personas han salido a la calle para exigir que pare de una vez la matanza de palestinos en Gaza; se ha superado la cifra de 26.000 muertos, a los que en su momento habrá que añadir los miles de desaparecidos bajo los escombros.

Muchos y muchas manifestantes se han desplazado a Madrid desde Andalucía, País Valenciano, Cataluña, Castilla la Mancha, Castilla León, Euskadi…, había gente de distintos territorios del Estado español.

Se han coreado lemas señalando a Netanyahu como criminal, denunciando la complicidad de los Estados Unidos y Reino Unido con los crímenes de guerra que se comenten cada día en la Franja de Gaza, desde hace tres meses. También se ha aludido al Gobierno español, exigiendo que se ponga fin al mercado de armas entre España e Israel, pidiendo la ruptura de relaciones diplomáticas con el Estado israelí por su acción asesina contra mujeres, niños y niñas y civiles en general, por la destrucción de la red hospitalaria que, aunque precaria, había en Gaza, por el crimen de lesa humanidad que se está cometiendo al cercenar los suministros de alimentos, agua y medicamentos.

Este éxito de convocatoria se debe al esfuerzo que han puesto en la organización y difusión las 192 organizaciones convocantes, colectivos diversos como el Comité por la Alianza de Trabajadores y Pueblos (CATP), la Asociación Trabajo y Democracia (ASTRADE), el espacio Vecinas y Vecinos de Pueblos y Barrios de Madrid, colectivos en Defensa de la Sanidad Pública, partidos, sindicatos, etc. Todos han colaborado con las asociaciones y colectivos palestinos, verdadero motor de esta gran movilización y de otras que se han realizado desde el mes de octubre pasado.

Se ha echado de menos a las grandes organizaciones políticas y sindicales de nuestro país, sin que haya ningún género de duda de que entre los manifestantes había militantes sindicales y de partidos que no se han involucrado en la manifestación de hoy. Es necesario que, si la agresión continua, y nada apunta a que vaya a terminar en breve, las confederaciones sindicales mayoritarias y los partidos que componen el Gobierno, así como los que lo apoyan, llamen a una macro Manifestación estatal y unitaria. Son las organizaciones de referencia para millones de trabajadores y trabajadoras, para millones de ciudadanos y ciudadanas de todo el Estado español.

En los distintos cortejos se ha comentado la orden dictada por la Corte Internacional de Justicia (CI), máximo tribunal de la ONU, con sede en La Haya, en la que la CI pide a Israel que evite los ”actos de genocidio”, como si no los hubiese cometido ya, y olvida, este alto tribunal, ordenar el alto el fuego. En positivo, la CI ordena a Israel que permita la entrada de ayuda humanitaria a la Franja de Gaza. El sentir percibido es que se queda corta la decisión de la Corte Internacional de Justicia, a la vista de las muertes, la destrucción y el desplazamiento masivo que la reacción de Israel está teniendo.

Lo más importante, políticamente, es que es la primera vez que un alto tribunal de justicia internacional llama la atención a Israel, Estado que lleva demasiado tiempo ejerciendo de Estado terrorista, en los hechos, gracias al apoyo incondicional que hasta ahora le han venido prestando las distintas administraciones estadounidenses y los gobiernos de su “graciosa” majestad británica.

Es inaceptable que un Estado cometa los crímenes que a todas luces está cometiendo Israel y que los gobiernos de la Unión Europea estén inactivos y en silencio, más allá de balbucear, de vez en cuando, palabras que apelan genéricamente al respeto de los Derechos Humanos.

Pascual Sánchez
Para Tribuna Socialista

¡Alto el fuego inmediato, levantamiento del bloqueo de Gaza!

Resolución del CATP desolidaridad y apoyo a los trabajadores y pueblos de Palestina

ras el ataque de milicianos de Hamas y otras organizaciones, lanzado desde Gaza el pasado 7 de octubre, que provocó la muerte de cientos de israelíes y numerosos heridos y rehenes, el Gobierno de Israel ha respondido con bombardeos indiscriminados, que han causado la muerte de miles de ciudadanos, incluyendo más de 800 niños. El Gobierno sionista ha declarado el Estado de guerra y anuncia una próxima ocupación militar de Gaza. Al mismo tiempo ha privado a los dos millones de habitantes de la Franja de Gaza de agua, luz, alimentos y combustible, una medida de represalia contra la población que es considerada como un crimen de guerra.

Esta declaración de guerra del Gobierno de Netanyahu, convertido en Gobierno de “unidad nacional” con la entrada de los que hasta ayer se oponían a él, forma parte, en realidad, de una política de limpieza étnica contra el pueblo palestino que comenzó hace más de 75 años. El apartheid y la ocupación sionista, así como la complicidad de los Estados Unidos y con el apoyo o silencio cómplice de sus aliados europeos están en el base de esta escalada genocida, justificada en nombre de la supremacía judía y, posteriormente, de la lucha contra el terrorismo, y que emplea con total impunidad las expulsiones violentas, encarcelamientos, demoliciones de viviendas, asesinatos en masa, redadas militares en campos de refugiados, asedio implacable y humillaciones diarias a la población de toda Palestina.

Varios factores han conducido a esta situación, en particular la partición de Palestina decidida en 1948 por la ONU bajo la égida de Churchill, Stalin y Truman, justificada con la falsa suposición de que el establecimiento de un Estado sionista era la solución para no volver a ver nunca más los exterminios perpetrados bajo la égida del nazismo. La partición de 1948, seguida de la expulsión del territorio israelita de cientos de miles de árabes palestinos, fue continuada con una nueva expulsión masiva en 1967, tras la “guerra de los seis días”, y, en 1993, con los Acuerdos de Oslo, que proponen la creación de dos Estados, judío y palestino, sobre el territorio de Palestina, así como por numerosas resoluciones de la ONU que, en el mejor de los casos, nunca pasaron de ser “papel mojado”.

Pero, más allá de la impotencia (o de la hipocresía) de las resoluciones internacionales, los hechos se impone: la partición de Palestina de 1948 y el acuerdo de nueva partición de Oslo, no aportan, no pueden aportar, ninguna solución a la situación de Palestina. Los hechos, después de 70 años, demuestran que sólo pueden traer violencia y destrucción.

Porque, nadie puede ignorar que las amenazas y bombas del ejército israelí, que hoy siguen cayendo sobre Gaza y otros territorios cercanos, forman parte de una guerra más amplia entre la OTAN y los trabajadores y pueblos que resisten la dominación y el expolio imperialista. Una guerra, como sucede en Ucrania, que no es solo militar, es de rapiña de los recursos básicos y también social, de recortes presupuestarios y supresión de derechos a los trabajadores y pueblos de los propios países. Una guerra en la que están involucrados los Gobiernos europeos directamente, aunque haya diferencias entre ellos y, entre ellos el Gobierno de Pedro Sánchez y Yolanda Díaz.

Los trabajadores de Palestina y de Israel no quieren más crímenes, apartheid, ni explotación. No quieren más guerra genocida. Al igual que la gran mayoría de las poblaciones de ambos territorios, quieren unas condiciones dignas de vida y un futuro de paz y fraternidad.

Para ello no hay más salida que construir un estado único, libre y democrático, con igualdad de derechos para toda raza o religión, sin injerencias ni imposiciones externas.

De inmediato, hay que parar la escalada militar en curso, poner fin a los bombardeos, permitir el acceso de la población de Gaza a bienes de primera necesidad. Los trabajadores y los pueblos del Estado español llamamos a la movilización exigiendo el fin del bloqueo a Gaza y acabar con esta espiral de violencia mortífera en Palestina.

En esta difícil y sombría situación hay un destello de esperanza, la de esos palestinos y esos judíos israelíes que, juntos, lanzaron un llamamiento e impulsaron una «campaña por un solo Estado» en el que puedan vivir judíos y árabes en igualdad. Es el único camino para no caer definitivamente en el abismo de la barbarie.

Comité por la Alianza de Trabajadores y Pueblos (CATP)
18deoctubrede2023
conferencia.catp@gmail.com

Alto al genocidio del pueblo palestino

La lucha y resistencia de los palestinos a ser expulsados de su tierra se expresa desde principios del siglo pasado donde la población, musulmana y cristiana, que era el 90% de la población Palestina rechazó la “Declaración Balfour” que el gobierno británico por medio de su ministro de asuntos exteriores, Arthur Balfour, hizo cediendo a las presiones del sionismo. Más tarde, en 1947 la ONU bajo presión de los EEUU, deciden la partición de Palestina el 29 de noviembre de 1947, se abre un enfrentamiento entre árabes y sionistas que empieza el 30 noviembre, es decir, al día siguiente de la partición de Palestina, el estado sionista expulsó a los árabes de más de 750 ciudades, pueblos y aldeas de Palestina y ocupó la mayor parte de Palestina dejando fuera del territorio ocupado por los judíos, solo a Cisjordania y a Gaza, 20% del territorio palestino, se calcula que más de un millón de palestinos fueron expulsados de sus tierras sin que nunca se les permitiera volver a ellas.

Desde el fatídico 7 de octubre miles de bombas han caído sobre la población de Gaza causando más de 14000 muertos hasta la fecha, un auténtico genocidio televisado, que no sería posible sin el apoyo del Imperialismo de EEUU, y la complicidad de los gobiernos de la UE, las tibias críticas o reproches que estos gobiernos hacen de la actuación del ejército israelí los hace culpables de la gran atrocidad que se está cometiendo, no es una guerra es un genocidio.

Cientos de miles de manifestantes recorren las calles de las principales ciudades del mundo, desde Londres a Berlín, Neuyork, El Quebec, Madrid o Paris y es que los trabajadores, los demócratas del mundo entero, saben que el pueblo palestino es símbolo de resistencia en defensa de la democracia, de la resistencia de un pueblo a vivir en su propia tierra en paz y libertad, es la lucha contra el imperialismo, aliado del sionismo que no se conforma ya con el genocidio si no que quiere el exterminio de la población Palestina. Es por eso que el Gobierno sionista de Netanyahu no admite criticas ni atiende discrepancias, exige apoyo incondicional, presiona a los gobiernos de occidente para que prohíban manifestaciones, huelgas o protestas de apoyo a los palestinos y se ha sentado a negociar una tregua por exigencia de los familiares de los secuestrados y cada vez más judíos en el mundo que no se ven representados por el sionismo.

Bienvenido sea el pequeño respiro del alto el fuego, pero no es suficiente, los que defendemos la democracia debemos exigir el alto el fuego indefinido, la apertura total de las fronteras, asistencia de médicos, personal sanitario y medicamentos, alimentos, suministro de agua, luz y todo lo necesario para salvar la vida de la población indefensa, es obligación de nuestro Gobierno situarse con la población palestina y exigir al resto de gobiernos occidentales que hagan lo mismo.

José Antonio Iniesta

Proxímas Manifestaciones Palestina

El pasado 22 de noviembre, 70 colectivos y organizaciones obreras y democrática se han reunido en Madrid.

  • para organizar una concentración el día 29, jornada internacional de luto por la partición de Palestina por la ONU. Proponen que se celebre en la Puerta del Sol a las 19,30. Con el lema: “no a la partición”, “Palestina única del río al mar”.
  • para organizar una gran manifestación el sábado día 2 por la mañana, que podría ser de Atocha-Cibeles-Plaza de España. Centralmente dirigido a resaltar la responsabilidad del Gobierno y exigir al Gobierno la ruptura de España con Israel.

Castigo para Netanyahu y todos sus cómplices