¡No al cierre de la fábrica de Schneider en Griñón!

Son más de dos años de lucha desde que en septiembre de 2021 la dirección de Schneider Electric nos comunicó, de manera sorpresiva, la “decisión estratégica” del grupo de deslocalizar. La decisión se ejecutaría a lo largo del año 2022. La decisión afecta a la principal línea de producción de nuestra factoría, esto es, la gama de nuestra solución de media tensión SM6-24 a otra fábrica del grupo, concretamente a Stezzano, en Italia, y que esto supondría el despido de un número de trabajadores que no nos concretaron en aquel momento.

Veníamos de una situación anterior de baja carga de trabajo, que supuso una serie de despidos, aplicados por la dirección, en los primeros cuatro meses de 2021. Contestamos con movilizaciones y huelgas en defensa de nuestros empleos.

Meses después, concretamente en la reunión trimestral de junio de 2021 con la dirección de la empresa, esta nos informó de una subida de producción que nos alejaba de los números negativos y nos garantizaba una carga de trabajo a largo plazo… Menos de tres meses después nos anunciaron la deslocalización de nuestro trabajo.

Desde entonces, hemos convocado más de una veintena de jornadas de huelga para defender nuestros empleos y por un plan industrial que garantizase el futuro de nuestra planta, además, de paralizar la producción ante la visita de los responsables de la deslocalización de nuestro trabajo. Nos hemos concentrado y manifestado frente a la Asamblea de la Comunidad de Madrid, ante el ministerio de industria y frente al congreso de los diputados, para exigir a las administraciones compromiso con el mantenimiento del empleo y la industria de nuestro país. Incluso llevamos nuestra lucha ante la Embajada Francesa en Madrid, donde conseguimos reunirnos con el embajador para explicarle cómo se comportan las empresas como Schneider, de capital francés, en nuestro país.

Desde el principio elaboramos una estrategia de movilización que no se circunscribiese al ámbito de la fábrica, buscando la solidaridad con otras luchas obreras, secciones sindicales, organizaciones políticas y ciudadanas, para sumar todos los apoyos posibles, además de la no colaboración con la empresa. Llevamos adelante una recogida de firmas en los pueblos de la zona sur de Madrid en defensa de la industria y el empleo, donde recabamos más de 4.500 firmas que luego dirigimos al presidente del gobierno, Pedro Sánchez, a la presidenta de la Comunidad de Madrid y a la dirección a nivel ibérica de la compañía. También hemos denunciado públicamente desde el primer minuto que la verdadera intención de Schneider Electric, no era otra que la de cerrar nuestra planta de trabajo, descapitalizándola poco a poco para justificar finalmente el cierre, aunque la multinacional francesa lo haya negado sistemáticamente; no solo a nosotros, sino también a las administraciones a las que hemos acudido para denunciar este acto de terrorismo patronal contra el empleo y la industria de nuestra región.

Y no nos quedamos cortos calificando la decisión de la multinacional de acto terrorista contra el empleo y la industria, porque con este cierre no sólo peligran los 200 puestos de trabajo de nuestra fabrica, sino los casi 400 empleos de la treintena de las industrias auxiliares que dependen de nuestra actividad. Es un acto terrorista contra la industria, porque se destruye una empresa estratégica y necesaria para la Comunidad de Madrid, situada en el sur del sur de nuestra región, en donde la desindustrialización y el paro campan por sus fueros.

En las reuniones que hemos mantenido con la secretaria de estado del ministerio de industria y con los responsables de industria y empleo de la Comunidad de Madrid hemos exigido una verdadera implicación y compromiso de ambas administraciones contra estas arbitrarias decisiones tomadas por compañías que, como Schneider Electric, solo buscan maximizar sus ya pingues beneficios, como la propia compañía reconoce.

Ha sido una movilización larga que ha conseguido retrasar las pretensiones de la multinacional durante más de dos años, pero que ha supuesto un duro desgaste para el conjunto de la plantilla, con muchos momentos en los que nos flaqueaban las fuerzas y cundía el desaliento, pero que superábamos con la solidaridad y el apoyo que hemos recibido en nuestra lucha y que, esto es lo más importante, nos ha hecho tomar conciencia de que la unidad en las reivindicaciones de la clase trabajadora es la única forma posible para defender nuestros derechos. Vamos a seguir combatiendo por nuestros empleos hasta el final. No sabemos hacerlo de otra manera. No hay otra manera de hacerlo.

Comité de Empresa de Schneider Electric Griñón.

Solidaridad con los trabajadores y trabajadoras de Schneider Electric en Griñón

Tras varios años de lucha de los trabajadores y las trabajadoras, la dirección de Schneider Electric ha anunciado el cese de actividad en la planta de Griñón en la Comunidad de Madrid, especializada en gestión de energía y transformación digital.

Una decisión que lleva dos años sobre la mesa de la dirección, pese a que los sindicatos defienden la viabilidad y rentabilidad del centro y denuncian la deslocalización de la producción a otras plantas del grupo en España e Italia. La medida afectará a unos 200 empleados directos y otros centenares de indirectos, según fuentes sindicales.

Desde CCOO han indicado que «están completamente en contra de la decisión de la empresa y no aceptan que se detenga la producción en la planta». Así mismo, CCOO se ha comprometido a revertir la situación y negociar con Schneider Electric una mayor inversión en la fábrica, ya que cuenta con una plantilla «altamente preparada» y es una planta «rentable y productiva».

El Comité de Redacción de Tribuna Socialista se solidariza con los trabajadores y trabajadoras de la planta de Griñón en su lucha por mantener los puestos de trabajo y el futuro de la planta. Con tal objetivo, el 10 de febrero hemos redactado una nota de rechazo a la decisión de la empresa.

Comité de redacción de TS