
Ante los procesos de investidura para el gobierno de España
EL CONTEXTO ELECTORAL ESPAÑOL
Tras las elecciones municipales y autonómicas del 28 de mayo, 13 autonomías de 19 son gobernadas por el PP (seis en coalición con VOX), 3 por el PSOE, el País Vasco por el PNV (en coalición con el PSOE), Cataluña por ERC y Canarias por Coalición Canaria (en coalición con el PP). El PP gobierna en 30 capi- tales de provincia (de un total de 50), en 5 de ellas en coalición con VOX. El PSOE gobierna en 10.
En las elecciones legislativas del 23 de julio el Partido Popular creció de 89 a 137 diputados. VOX pasó de 52 diputados a 33, con lo que la suma de ambos no logra la mayoría absoluta en el Congreso.
El PSOE, a pesar de haber obtenido 7.760.000 votos, un millón de votos más que en las anteriores elecciones (unos 300.000 menos que el PP) solo pasa de 120 a 121 diputados. La disminución en diputados de las otras izquierdas agrupadas en SUMAR (obtiene 31 escaños), produce que la suma de ambas fuerzas no obtenga la mayoría suficiente para formar Gobierno.
En Euskadi el PSOE obtiene 5 diputados, los mismos que obtienen BILDU y el PNV. El PP obtiene dos y SUMAR obtiene uno.
En Catalunya el PSC sube y gana las elecciones con 19 diputados, le siguen SUMAR, ERC y JUNTS con 7 escaños cada uno, el PP alcanza 6 y VOX se mantiene con 2.
Estos resultados obligan al PSOE y a SUMAR a buscar alianzas con otros grupos parlamentarios para alcanzar la mayoría suficiente y poder formar un nuevo Gobierno de progreso en España.
El Rey ha encomendado al presidente del PP la tarea, que parece imposible, de alcanzar en la sesión de investidura del 27 de septiembre una mayoría su- ficiente para formar Gobierno
EL PROXIMO GOBIERNO DE ESPAÑA
Este plural escenario post electoral, reflejo de la diversidad sociológica e ideológica española, configura, sucintamente, tres bloques políticos: uno con fuerzas de derechas (PP y VOX), otro con fuerzas de izquierdas (PSOE y SUMAR) y otro con fuerzas nacionalistas heterogéneas (ERC. JUNTS, PNV, BILDU). Han sido las variadas alianzas entre las fuerzas políticas de estos tres bloques las que han ido configurando, en el tiempo, las distintas modalidades del Gobierno en España. Ahora son las fuerzas de izquierdas españolas con las fuerzas nacionalista, las que pueden alcanzar las mayorías parlamentarias suficientes para formar un nuevo gobierno progresista en el Estado.
Las derechas españolas, ante la dificultad de desplazar del Gobierno de España a las fuerzas de izquierda y de progreso, han radicalizado sus posiciones y tratan de evitar, sin saber muy bien cómo, la formación de un nuevo Gobierno que, con un actualizado programa y correspondientes políticas, avance en respuestas democráticas, desde la libertad y la igualdad, a los graves conflictos presentes.
Las derechas tienen pavor a estos acuerdos y alianzas que, fracasada la investidura de Feijoo, pueden alumbrar un nuevo Gobierno de progreso en España, capaz de orientar al Estado español hacia una potente estructura federal en la que las nacionalidades que lo componen compartan su arquitectura. Un Gobierno capaz de consolidar y desarrollar políticas económicas y sociales que avancen decididamente por la senda de la igualdad, la memoria democrática, la justicia social y climática, el desarrollo sostenible y el feminismo. Un Gobierno que fortalezca la democracia, la participación ciudadana y los derechos humanos. Con un horizonte que deseamos republicano.
POSICIÓN DE LA CORRIENTE DE OPINIÓN IZQUIERDA SOCIALISTA-PSOE ANTE LA POSIBLE INVESTIDURA DE PEDRO SANCHEZ
En la actual coyuntura política, la corriente de opinión Izquierda Socialista-PSOE propugna la configuración de un gobierno de España, presidido por el compañero Pedro Sánchez, con un programa de izquierdas y de progreso, apoyado por una mayoría parlamentaria articulada con fuerzas políticas de ámbito estatal y autonómico.
Hay que abrir la vía a una sesión de investidura, cuanto antes mejor, de la que salga un presidente socialista, un programa y un gobierno que trabaje por la convivencia y que, de respuesta a las esperanzas y anhelos de millones de trabajadores, a las personas mayores, a los jóvenes en busca de porvenir, a las mujeres en busca de igualdad y, en particular un gobierno que luche decididamente contra la violencia machista y de género.
La cuestión catalana, que viene de lejos, requiere hoy de nuevos enfoques para seguir conviviendo pacífica y establemente. Nuevas políticas que no pasen por la represión, sino por el diálogo, la negociación, y el acuerdo entre las partes. El necesario reconocimiento de la identidad nacional de Cataluña, la reforma federal de la constitución y la del propio Estatuto de Autonomía de Cataluña, pueden permitir una votación del pueblo catalán para profundizar en su autogobierno. Ahora, se impone trabajar en soluciones políticas y legislativas, incluida alguna forma de amnistía, que logren avanzar en la solución de un conflicto que sigue vivo, así como restablecer la fraternidad y la colaboración entre los distintos pueblos de la “nación de naciones” que es España.
Tanto las alianzas a establecer para formar un Gobierno de Progreso y las posibles soluciones políticas/legislativas para los hechos acontecidos en
Cataluña, deberían ser consultadas por la dirección del PSOE, rápida e informadamente, a la militancia socialista.
La corriente de opinión Izquierda Socialista, ya con una larga historia de más de cuarenta años, muestra su leal compromiso para conseguir los objetivos planteados.
El pueblo español, con toda su diversidad plurinacional y pluricultural, necesita urgentemente un Gobierno que trabaje con ética, por la paz, la justicia social, la laicidad, la igualdad y la libertad, contra las desigualdades económicas y sociales, por la defensa del estado de Bienestar, y contra la involución de derechos preconizada por las derechas. Un gobierno capaz de encontrar y dar respuestas políticas a los múltiples problemas políticos existentes en el país.
Apelamos a la conciencia y a la inteligencia de los partidos de izquierda y progresistas, empezando por el nuestro, para transformar las ideas y deseos en realidad política de gobierno. Sectarismos, dogmatismos o personalismos diversos no deben empañar las justas reivindicaciones de la ciudadanía.
