
La editorial del Tribuna Socialista de octubre (nº 159) llevaba por título «Tiempos convulsos» y describía brevemente los distintos focos bélicos en el mundo, y la relación de causa efecto entre las economías de guerra que la mayoría de estados adoptan, aumentando el gasto militar en detrimento del gasto dedicado a cubrir las necesidades de la mayoría social.
El aumento del gasto militar va en detrimento de las necesidades de la mayoría social en Europa
En 2019, el PSOE se convirtió en la principal fuerza de izquierdas integrada en el grupo socialdemócrata del Parlamento Europeo y promovió el nombramiento de Josep Borrell como Alto Representante de la UE, es decir el máximo responsable de la diplomacia europea y de defensa, aunque las decisiones en materia de PESC (Política Exterior y de Seguridad Común) deben ser adoptadas por unanimidad de los 27 estados miembros.
Cuando Borrell asumió en 2019 en cargo de Mr PESC, la agenda estaba marcada por la relación Rusia-Ucrania, la relación UE-EEUU y la situación en oriente próximo
Su «mandato» de cinco años se inició con una reunión de ministros de asuntos exteriores de la UE con trestemas importantes en el orden del día:
1.- La relación Ucrania-Rusia: una relación tensa, que desembocó hace 1000 días en la invasión de Rusia a Ucrania. La historia de este conflicto no nace en 2022, sino que viene precedida de una lucha entre oligarquías, con intereses en la energía, la agricultura y la salida al mar Negró. También es fundamental para entender el conflicto, la instalación de bases de la OTAN en los países de influencia rusa.
La respuesta de la UE a dicho conflicto ha sido la de apoyar económica y armamentísticamente a Ucrania, y como dice el propio Josep Borrell al final de su mandato, «En Ucrania las cosas van peor, no podemos estar satisfechos de cómo van las cosas», pero sin embargo marcha de la UE con el mensaje de que hay que seguir apoyando a Ucrania porque sino la guerra se acaba con la victoria de Rusia, sobre todo ahora que parece que Trump dejará de apoyar a Ucrania.
«En Ucrania las cosas van peor. No podemos estar satisfechos de cómo van las cosas».
Josep Borrell. Noviembre 2024
2.- La relación UE-EEUU: En 2019, gobernando Trump en EEUU, la UE se planteaba otro tipo de relación con los USA. Sin embargo, la respuesta de la UE ha sido la política de seguidismo de la OTAN, incluso aumentando el gasto militar de los estados miembros de la UE, tal como comenzó pidiendo Obama, continuó pidiendo Biden y ahora, de nuevo, también Trump. Así las cosas, Borrell ha defendido hasta la saciedad el aumento del gasto en defensa y los distintos estados de la UE han obedecido aplicando las economías de guerra en sus presupuestos con las consecuencias que apúntaba en el primer párrafo.
La sumisión de Europa a los intereses de la OTAN, y por ende de Estados Unidos ha sido clara durante el mandato de Borrell
3.- Oriente próximo: La intervención de Europa en Oriente próximo ha sido de tolerancia con la actuación de Israel. Incluso ante el genocidio de palestinos, y aunque Borrell haya mostrado su apoyo a la ruptura de relaciones de la UE con Israel, su propuesta no ha salido adelante, y la Unión Europea prefiere mantener las relaciones con Israel intactas. Es lo que en la práctica podemos calificar como una «omisión de ayuda a Palestina y la paz en oriente medio»
La Unión Europea ha rechazado la propuesta de Borrell de romper relaciones con el estado sionista de Israel
Por su parte, la nueva flamante «Alto Representante de la UE», la estonia y anti rusa Kaja Kallas, cargo que empezó a ejercer el pasado lunes dos de diciembre, no solo va a seguir una línea continuista de la seguida por Borrell, sino que va más allá: defiende el aumento del gasto de guerra que están aplicando y tendrán que aplicar de forma creciente todos los estados miembros, y defiende la guerra contra Rusia.
De hecho, la nueva Miss PESC, encargada de la diplomacia europea se ha despachado en sus primeras horas en el cargo con declaraciones tipo: «Los ciudadanos rusos deben pagar un precio por la guerra en Ucrania». ¡Los ciudadanos rusos!, ¡no Putin ni quienes mandan a sus pueblos a la guerra, sino los ciudadanos rusos!. ¡La nueva máxima diplomática de la UE arremete contra los ciudadanos rusos!.
«Los ciudadanos rusos deben pagar un precio por la guerra de Ucrania»
Kaja Kallas.
Nueva Alto representante de la diplomacia europea.
Diciembre 2024
Por su parte, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, ha calificado a la nueva Miss PESC como «la persona que hace falta para la diplomacia europea» a la que le espera un mandato de «Guerras, conflictos y sufrimiento» en Ucrania, Oriente Medio y África; una situación ante la que «Europa debe desempeñar un papel más importante». Por tanto, más guerra y más sufrimiento para los pueblos en guerra, y para todos los ciudadanos europeos que las sufragamos y soportamos.
Úrsula Von del Leyen ha anunciado que Europa afronta un mandato de Guerras, conflictos y sufrimiento

Política de confrontación y guerra es a la que nos aboca la Unión Europea. Nos anuncian más guerra contra Rusia, y ponerse de perfil ante el conflicto de oriente medio, dejando hacer a la ultraderecha sionista de Israel.
Mientras tanto, los ciudadanos europeos hacen frente al aumento del coste de la vida, la crisis industrial, y el deterioramiento de los servicios públicos, santo y seña de la Europa social, que se diluye a pasos agigantados. Y ante este escenario, la respuesta es «guerra, conflictos y sufrimiento».
Invertimos en guerra para proteger justo lo que estamos perdiendo por dedicar fondos a sufragar las guerras
¿Alguien se puede extrañar de que crezca el mal llamado antieuropeismo cuando la respuesta a las necesidadesde los trabajadores de la UE es la guerra? ¿Cómo no va a crecer la desconfianza en la UE?
Invertimos en guerra para proteger justo lo que estamos perdiendo por dedicar fondos a sufragar las guerras.
Las voces contra la guerra se alzan cada vez más fuertes en España, Europa, Rusia, EEUU y en el resto del mundo
Como explicaba Vicent Garcés en el número 160 de Tribuna Socialista:
«Las voces contra la guerra se alzan cada vez más fuertes en España, Europa, los EE.UU. y el resto del mundo. Esas voces y lo que representan han de crecer frente a las que están creando las condiciones para la guerra (…) La necesaria lucha contra el cambio climático, contra el hambre y la pobreza y contra las desigualdades es incompatible con el desplazamiento de las ingentes cantidades de recursos humanos y económicos hacia la guerra que se está produciendo». Sin embargo, lo que nos depara la UE es más de lo mismo, y en cantidad:
Poco a poco, los Gobiernos y los medios de comunicación nos van preparando para una guerra generalizada. Hace unos días el señor Biden, al que le quedan pocas semanas de presidencia, decide que Zelenski puede utilizar los misiles de largo alcance suministrados por los Estados Unidos contra la Federación Rusa. Pronto fue secundado por Starmer en Gran Bretaña y Macron en Francia. Putin responde amenazando con la posibilidad de utilizar armas nucleares tácticas. Alemania ha elaborado un plan de contingencias, de 1.000 páginas, para la guerra. Suecia, Finlandia y Noruega preparan a su población. Los tambores de guerra suenan por todo el mundo, incluyendo el Pacífico, donde Japón ha botado su primer portaaviones desde la II Guerra Mundial. Al mismo tiempo crece la indignación entre las poblaciones de todos los países. El 80% de la población alemana se opone a la guerra, tanto Zelenski como Putin se enfrentan a crecientes dificultades para reclutar jóvenes soldados y multiplican los mercenarios…
Y en materia de relaciones comerciales, además de la negativa de romper relaciones con Israel, la UE, por medio de la presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde anuncia comprar más a EEUU para evitar que Trump lance una guerra comercial con la UE.
Paralelamente, la UE firma el acuerdo de libre comercio con MERCOSUR, que implica la eliminación de aranceles, y la entrada en Europa de productos procedentes de países cuyas políticas medioambientales y de sostenibilidad de los recursos naturales es muy inferior a la europea, lo que en la práctica significa que la ganadería y agricultura europea juegan en desventaja.
Importar más productos de EEUU y el tratado de libre comercio con MERCOSUR es un nuevo lastre para el campo europeo por mucho que se defienda el papel geoestratégico de esas decisiones
De hecho, la UE defiende mayor autonomía respecto a Rusia, China y EEUU, pero en la práctica, todo apunta a que la economía europea será cada vez más dependiente de terceros.
La lucha contra la guerra, contra la guerra social y contra el genocidio está más que nunca relacionada con la lucha por las reivindicaciones sociales y políticas. El No a la guerra debe extenderse entre las filas socialistas, frente a los que defienden lo contrario, entre la mayoría social.





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