Un genocidio sostenido en el tiempo

Lo que está ocurriendo en Gaza provoca planteamientos profundos en cómo percibimos nuestro contexto vital y político. Me explico.

La intoxicación mediática impide que las masas salgan a la calle a exigir la ruptura de relaciones diplomáticas, y de todo tipo, con el Estado de Israel -la ausencia de información también intoxica a la opinión pública-. Además, lo impide que las grandes organizaciones políticas y sindicales tengan una posición clara y contundente frente al exterminio de gazatíes que está cometiendo Israel, pero que no decidan ponerse al frente de esa exigencia. Las dos cosas juntas, combinadas: intoxicación mediática e indecisión de las direcciones de las organizaciones de la izquierda, es la única explicación que encuentro a que la sociedad no esté movilizada contra el genocidio en Gaza.

La BBC informaba el 23 de marzo que ya eran más de 50.000 los muertos en Gaza -hace dos meses- y que los ataques en el sur de la franja se estaban intensificando tras la ruptura de la última tregua, por parte de Israel. Más de una cuarta parte de esos 50.000 muertos son niños y niñas, no menos de 15.000.

Aunque resulte una obviedad, no me resisto a no comentar la actitud asesina de la derecha española, al apoyar abiertamente a Netanyahu, en el caso de VOX, y el cínico balbuceo del PP para no condenar este genocidio. No cabe esperar otra cosa de los añorantes del franquismo y la División Azul.

La situación me lleva al sentimiento de que cada día me cuesta más apoyar al gobierno de coalición, pues siento que mantiene un doble lenguaje, en tanto que, por un lado, dice ser solidario y reconocer el Estado palestino; cosa cierta, pues ha sido un gobierno pionero en Europa en el reconocimiento del Estado palestino, pero por otro lado mantiene lazos comerciales, incluso de armamento y munición, con el gobierno sionista de Netanyahu. Este crimen de masas, este exterminio de un pueblo que se está cometiendo, no puede justificarse con diplomacias ni con atenerse a consensos en Europa, ni por intereses comerciales ¡es una cuestión de principios! Un genocidio no puede consentirse ni abordarse con paños calientes.

Ya sé que el criminal es el gobierno de Israel y las instituciones de ese Estado que merece cualquier calificativo excepto el de democrático. Ya sé que la prepotencia asesina de Israel sería imposible sin el apoyo que viene recibiendo de Washignton, tanto de la actual Administración con Trump como de la anterior con Biden. Pero me causa asco el cinismo que llevan implícitas las buenas palabras de los gobiernos europeos y que nadie plantee la ruptura con esos criminales genocidas, con ese estado fascista-sionista.

Estas reflexiones me llevan a la cuestión de a quienes estamos considerando nuestros aliados: ¿es EE.UU., nuestro aliado? ¿es correcto continuar en una estructura militar como la OTAN, comandada por los cómplices de una atrocidad del tamaño de lo que Israel está cometiendo? ¿Es esta Europa la que los pueblos europeos necesitan, cuando sus instituciones miran para otro lado o incluso, a la mínima oportunidad justifica el sionismo?

Resulta triste pensar que si estuviese gobernando la derecha las grandes organizaciones políticas y sindicales de este país estarían movilizando a la sociedad, como correctísimamente hicieron en 2003 para mostrar el rechazo de la sociedad española a la guerra de Irak en la que nos involucró el PP de Aznar, con consecuencias trágicas.

La brutalidad de lo que está ocurriendo en Gaza hizo posible que miles de personas, llagadas de distintos lugares, se manifestasen el día 10 de mayo por las calles de Madrid y que llenasen hasta rebosar la Puerta del Sol.

Miles de personas que viajaron a Madrid desde distintas comunidades autónomas: Euskadi, País Valenciano…, y por supuesto muchas y muchos madrileños. Convocados por partidos minoritarios, asociaciones y colectivos que, a falta de los grandes partidos y sindicatos de la izquierda, convocaron por redes sociales y en sus círculos próximos en un contexto de bochornoso silencio de los medios de comunicación de masas; más ocupados por dar aire a la concentración filofascista que el mismo día y a la misma hora se había convocado a poca distancia, en la Plaza de Colón. Concentración que se saldó con un estruendoso fracaso, silenciado también.

Como conclusión he de decir que me embarga un sentimiento de orfandad política. Una ausencia de organizaciones que no están a la altura de lo que representan ante las cuestiones de principios; revindicar el embargo de armas y bienes de un Estado ocupante que está exterminando a la población del territorio ocupado lo es. El hecho de que en el gobierno estén los partidos de la izquierda tradicional (PSOE, IU y Sumar) debería favorecer la movilización social desde estos partidos, y si me apuras desde las instituciones del Estado, pues estas no pueden ser ajenas a esta cuestión, salvo que La Corona, los jueces… se inscriban abiertamente entre los fascistas que apoyan el sionismo y la matanza de inocentes que está cometiendo Israel.

En todo esto no cabe argumentar ignorancia, pues este es un crimen sostenido en el tiempo: desde que la Sociedad de Naciones avaló la ocupación de Palestina, por parte de Gran Bretaña, a principios del s. XX, pasando por la vulneración de las resoluciones de la ONU, del derecho internacional y de todas las normas de defensa de los derechos humanos.

El pueblo palestino lleva décadas resistiendo opresión, asesinatos, exilio, así como los gazatíes llevan 20 meses resistiendo la lluvia de bombas, drones e incursiones de un ejército armado hasta los dientes y la hambruna que está provocando la negativa de Israel a que entre ayuda humanitaria en Gaza. Su resistencia es un aval para la libertad de todos los pueblos del mundo, por eso todos los pueblos del mundo tienen que salir a las calles a exigir a su gobiernos el embargo de armas y la ruptura de relaciones diplomáticas con Israel.

Pascual Sánchez
Militante Socialista no afiliado
Dos planos diferentes de la Manifestación del 10 de mayo a su llegada a la Puerta del Sol (Madrid)

El gobierno tiene las manos manchadas de sangre

“Triste, atroz e inaceptable” es que el Gobierno aún tenga relaciones militares con Israel

El pasado 20 de marzo, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, publicó un mensaje en la red social X (antes Twitter) donde compartía un artículo de El País sobre la ruptura del alto al fuego y el asesinato, en un solo día, de 400 personas palestinas por parte de Israel. El Presidente añadía: “Triste. Atroz. Inaceptable.”

Al poco, la Relatora especial de las Naciones Unidas sobre los Territorios Palestinos Francesca Albanese le respondió: “Es un genocidio, Presidente. Atroz, triste, inaceptable y CRIMINAL. Por eso debe detenerse, llevarse ante la justicia y castigarse.”

Además ese día salieron a la luz unos datos deleznables. Según el portal oficial DataComex, en el mes de enero de 2025 España exportó a Israel material de defensa por valor de 22.730 euros, concretamente en partes y accesorios militares. En el mismo mes, el Gobierno importó desde Israel armamento por un valor de 2.150.000 euros, de la categoría de bombas, granadas y proyectiles. Estos datos desmienten el relato oficial y demuestran que, lejos de suspenderse, las relaciones bilaterales en materia militar siguen plenamente activas en plena ofensiva israelí sobre la Franja de Gaza.

Lo que es “Triste, atroz e inaceptable” es que el gobierno aún tenga relaciones militares con Israel. Porque mientras Sánchez tuitea sobre el asesinato de personas palestinas, España sigue vendiendo, comprando y permitiendo el tránsito de armamento con destino a Israel. Y lo hace mintiendo a la población.

Las contradicciones del gobierno: decir una cosa y hacer otra

Según datos recogidos por Centre Delàs, en los últimos años España ha formalizado acuerdos con empresas israelíes por más de 1.000 millones de euros, destinados a adquirir tecnología militar utilizada en territorio palestino.

El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, afirmó en el pleno del Congreso de los Diputados, el 5 de diciembre de 2023, que desde el 7 de octubre “no se habían producido operaciones de exportación de armas españolas a Israel”. Fue la primera vez que lo dijo, pero han sido múltiples las veces desde entonces que representantes del gobierno han declarado no tener relaciones militares con Israel desde el 7 de octubre. Mienten.

España nunca ha dejado de comprar armamento a Israel, ni de permitir el tránsito de armas en su territorio, ni siquiera después del anuncio gubernamental de suspensión tras el 7 de octubre. Las cifras recogidas en registros oficiales demuestran que las importaciones desde Israel continúan activas y que numerosos buques sospechosos de transportar material militar han hecho escala en puertos españoles o han cruzado nuestro espacio marítimo. El comercio y la colaboración militar con Israel no se han detenido en ningún momento, pese a las declaraciones del Gobierno.

El ejemplo más reciente de esta participación en el tránsito de armas hacia Israel es el del buque Nexoe Maersk, que pasó por los puertos de Barcelona, Valencia y Algeciras los días 14, 16 y 23 de abril, respectivamente (las movilizaciones populares y de trabajadores han retrasado su calendario inicial). Su objetivo es encontrarse en el puerto de Tánger con el Maersk Detroit —buque vinculado al programa militar estadounidense Maritime Security Program—, donde tiene previsto cargar componentes de aviones de combate F-35. Estos serán recogidos por el Nexoe Maersk, con destino final en la base aérea israelí de Nevatim. Aunque el puerto de Haifa figura como destino final, esta escala no aparece en el itinerario público del buque, en una práctica habitual de ocultamiento y opacidad por parte de Maersk, que ha llegado a apagar sus sistemas de identificación automática (AIS) y a ocultar al menos cuatro visitas previas a Israel durante 2024. Tanto el Gobierno español como el sistema judicial han rechazado las peticiones de inspección y retención del buque, alimentando así la cadena de complicidad con el genocidio.

Mientras el Gobierno proclama su solidaridad con el pueblo palestino, buques cargados con armas han seguido haciendo escala en puertos españoles o cruzando el espacio aéreo bajo control del Estado. En marzo de 2024, tras la presión popular ejercida por la sociedad civil organizada, se denegó el atraque en Cartagena al barco Marianne Danica, que transportaba armas con destino a Israel. Tras esta decisión, el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, declaró: “Es la primera vez que lo hacemos, porque es la primera vez que detectamos un barco que lleva un cargamento de armas a Israel y que quiere hacer escala en un puerto español. Les adelanto que esta va a ser una política consistente con cualquier barco que lleve armas (…) a Israel y quiera hacer escala en puertos españoles. Desde el Ministerio de Exteriores rechazaremos sistemáticamente esas escalas por un motivo que es evidente: Oriente Medio no necesita más armas, necesita más paz”. En noviembre de 2024 se denegó el atraco a dos barcos más.

Pero esta decisión —tardía y motivada por la presión de la sociedad civil— no oculta la realidad: el Marianne Danica, Borkum, Overseas Santorini (a estos dos segundos no se les denegó atraco pero los barcos no pararon gracias a la presión popular), Maersk Denver y el buque Maersk Seletar son solo la punta del iceberg. La mayoría de los buques con cargamento militar rumbo a Israel no han sido detectados o simplemente han pasado sin restricciones. Como afirma el investigador Alejandro Pozo del Centre Delàs d’Estudis per la Pau “El tránsito por España de envíos de armas a Israel es la norma y no la excepción”. España forma parte de una cadena logística global que sigue permitiendo, directa o indirectamente, el tránsito de armas hacia un genocidio donde se están cometiendo crímenes atroces. Lo que el Gobierno ha hecho hasta ahora es una ínfima parte frente a la magnitud del problema.

La presión popular funciona. Debemos aumentarla.

Durante estos meses, la sociedad civil organizada ha conseguido que el Gobierno haya dado pasos. La campaña Fin al Comercio de Armas Con Israel, liderada por la Red Solidaria Contra la Ocupación de Palestina (RESCOP), e integrada por más de 600 organizaciones de la sociedad civil, han conseguido hitos impensables desde hace poco más de un año: la negativa del Gobierno a permitir la escala de tres barcos sospechosos de llevar armamento a Israel, la exclusión oficial de Israel como expositor en FEINDEF, la feria de armamento más grande del Estado español, el anuncio de la Secretaría de Estado de Comercio asegurando que rechazó en el primer semestre de 2024 hasta 47 solicitudes de exportaciones a Israel formuladas por empresas españolas y el anuncio de la puesta en marcha para rescindir una compra millonaria de balas para la Guardia Civil de la filial de Elbit Systems, IMI Systems, de la cual la empresa Guardian Defence & Homeland Security hizo representante de la adjudicataria (aunque el 23 de abril el Gobierno se contradijo y cerró el contrato con la empresa).

Estos logros demuestran que la presión popular funciona y que lo que hacemos, importa y puede marcar la diferencia. Que cuando miles de personas se movilizan, el gobierno no puede seguir ignorando la complicidad española con el genocidio. Pero también indican que esto no es suficiente.

Porque mientras se dan estos pequeños pasos —muchos de ellos reversibles, como demuestra la reanudación de exportaciones en enero— las relaciones militares con Israel siguen intactas en su mayoría. Se siguen comprando sistemas de vigilancia, se siguen manteniendo convenios de colaboración tecnológica, se siguen autorizando transferencias bajo el paraguas del “doble uso” o el “material no letal”.

¿Y qué significa esto en la práctica? Significa que mientras Pedro Sánchez condena públicamente los ataques israelíes en la Franja de Gaza, su gobierno sigue participando activamente en el sostenimiento del aparato militar israelí.

Lo que se financia, se apoya

Los datos oficiales dicen que desde octubre de 2023, más de 60.000 personas palestinas han sido asesinadas en la Franja de Gaza. En Cisjordania aumentan los derribos de viviendas, el control de la población y más de 40.000 desplazamientos forzosos. La prestigiosa revista médica The Lancet advirtió en julio de 2024 que el número de muertos podría alcanzar los 200.000 si se tienen en cuenta las personas fallecidas por hambre, falta de atención médica, enfermedades y condiciones de vida inhumanas. Ningún lugar es seguro en la Franja de Gaza. Los hospitales han sido destruidos o inutilizados. Las universidades, arrasadas. Las viviendas, convertidas en polvo. Es una destrucción sistemática de la vida.

Esta no es una guerra. Es un genocidio. Y como tal, obliga a todos los Estados del mundo a actuar. No solo a denunciar. A actuar.

La poeta y activista palestina Rafeef Ziadah lo resume así: “Lo básico, si realmente los gobiernos se opusieran al genocidio, es suspender su comercio de armas hasta que Israel deje de hacer lo que está haciendo en Gaza.”

España tiene el poder de cortar la complicidad. Puede hacerlo mañana mismo. Puede decretar un embargo total de armas a Israel, tal como piden desde hace décadas desde Palestina, reclaman las organizaciones de derechos humanos, y más de 50 países que ya han exigido un embargo desde foros como el Consejo de Derechos Humanos de la ONU.

No hay excusas legales que lo impidan. El derecho internacional y la legislación española obligan a suspender la venta y cooperación en materia de defensa cuando existe un riesgo de que esas armas se usen para cometer crímenes de guerra.

Además, el pasado mes de julio más de 500 organizaciones sociales registramos una propuesta de ley ante el Congreso de los Diputados para imponer un embargo de armas a Israel. El texto está sustentado jurídicamente y es apoyado por una amplia mayoría social. Solo falta voluntad política.

Si de verdad está con Palestina, deje de financiar su exterminio

Si el gobierno español quiere estar, como dice, con el pueblo palestino, tiene que actuar en consecuencia. No basta con palabras. No basta con tuits.

Porque lo verdaderamente triste, lo atroz y lo inaceptable es que el Estado español siga financiando, directa o indirectamente, a quien perpretra el genocidio contra el pueblo palestino.

No hay neutralidad posible. Las armas no son neutras. Lo que se financia, se apoya. Y España, a día de hoy, sigue apoyando —económica, tecnológica y políticamente— al aparato militar israelí.

España puede y debe decretar mañana mismo un embargo de armas a Israel. No es un gesto radical. Es lo mínimo.

Si España quiere estar al lado correcto de la historia, debe dejar de ser parte del engranaje del genocidio. Y debe hacerlo ya.

Alys Samson Estapé
Campaña Fin al Comercio de Armas con Israel

Replica: https://tribunasocialista.com/2025/04/28/no-el-gobierno-no-tiene-las-manosmanchadas-de-sangre/

Campaña por la liberación del Dr. Abu Safiya

Entrevista exclusiva de la publicación Informations Ouvrieres con Gheed Kassem, abogada del Dr. Hussam Abu Safiya tras su última visita en prisión, el jueves 20 de marzo. Hay que recordar que fue encarcelado el pasado 27 de diciembre, al igual que todo el personal del hospital Kamal Adwan (norte de la Franja de Gaza) que él dirigía.

Gheed Kassem, abogada, nos ha dicho: «El doctor Abu Safiya ha sido severamente golpeado en seis ocasiones por sus carceleros desde nuestra última visita hace 10 días. Le han roto cuatro costillas y sus ojos están claramente amoratados por las palizas».

Gheed Kassem informa que a pesar de lo que está sufriendo, el doctor Abu Safiya procura conservar la moral. Y añade: «Sabe que hay una masiva campaña internacional para liberarlo. Le preocupa la reanudación de la guerra. Hace muchas preguntas sobre el hospital, sobre el personal del hospital, sobre los pacientes del hospital, sobre su hijo que fue asesinado por el ejército israelí y está enterrado en el patio del hospital… Pregunta si el cuerpo fue trasladado fuera del hospital, si fue trasladado de la tumba a un cementerio de Gaza».

En cuanto a las condiciones de detención, Gheed Kassem dice: «Apenas hay alimentos para él y los demás detenidos, y el baño solo está disponible una hora a la semana y solo durante un minuto. Solo hay una toalla por cada cinco internos».

Añade que ya ha visitado a 121 ex detenidos gazatíes y explica: «Todos los detenidos de Gaza que han sido liberados y todos los que he conocido dijeron que los carceleros les habían introducido un bastón por el ano, que habían sido atacados por perros que les habían infligido mordeduras en sus cuerpos».

En cuanto al doctor Abu Safiya, su abogada explica que «su estatuto jurídico es el de “combatiente ilegal”, lo que significa que podría pasar años encarcelado sin juicio».

Al finalizar la entrevista, Gheed Kassem llama a la intensificación de la campaña internacional por la liberación del doctor Abu Safiya, así como de todos los presos gazatíes encarcelados sin pruebas ni juicio.

Comite de Redacción de Tribuna Socialista

¡Liberación inmediata para el Dr. Hussam Abu Safiya!


ASTRADE nos hemos sumado a la campaña internacional que exige la puesta en libertad del Dr. Hussam Abu Safiya, por parte del Gobierno de Netanyahu. Es nuestra aportación a esta campaña que ha puesto en marcha el Comité por la Alianza de Trabajadores y Pueblos (CATP), sumándose de esta manera a otras iniciativas internacionales. Publicamos aquí las primeras 201 firmas de apoyo y pedimos la adhesión para continuar con la campaña, enviando vuestros datos: nombre y apellidos, nº de DNI, lugar de residencia a
astrayde@gmail.com

El Dr. Hussam Abu Safiya, director del Hospital Kamal Adwan, último hospital que quedaba en pie en el norte de Gaza, fue detenido por el ejército de Israel el 28 de diciembre de 2024, cuando el hospital fue invadido por fuerzas israelíes. Fue detenido junto con más de 240 personas, incluidos pacientes y personal médico. Según ha declarado un palestino que ha sido liberado tras compartir con él el lugar de detención, ha sido fuertemente torturado.

El Dr. Abu Safiya permaneció en el Hospital hasta la expulsión forzada de su personal y pacientes, para garantizar la atención a los últimos pacientes. Tiene un pasaporte de Kazajstán y podría haber salido de Gaza hace mucho tiempo, pero se negó a dejar atrás a los heridos. A pesar de los constantes bombardeos y del vengativo asesinato de su hijo de 15 años a finales de octubre por parte de Israel, el Dr. Abu Safiya estaba comprometido con sus pacientes. Soportó más de 448 días de bombardeos, incursiones y condiciones inhabitables porque se preocupaba por el pueblo de Gaza.

Desde principios de octubre, el Dr. Abu Safiya hizo repetidos y desesperados llamamientos a la comunidad internacional, casi a diario, detallando las condiciones inhumanas que Israel ha creado y suplicando ayuda. Durante 15 meses, Israel a atacado a trabajadores de la salud y hospitales. El derecho internacional prohíbe los ataques deliberados contra las instalaciones y el personal médico, así como contra los heridos y los enfermos.

La detención del Dr. Abu Safiya representa una grave violación de los derechos humanos y del derecho internacional humanitario.

Estamos siendo testigos de esto y de la destrucción total de la atención a los palestinos. Nos enfrentamos al silencio de los líderes políticos o a su complicidad. Esta es la realidad deshumanizante del genocidio.

Demandamos al Gobierno de España que exija la liberación inmediata e incondicional del Dr. Hussam Abu Safiya. Reafirmamos la absoluta necesidad de un alto el fuego, el cese de la entrega de armas y el respeto del derecho internacional humanitario, con todo lo que ello implica en términos de respeto de las instalaciones de atención de la salud y la entrega de equipos básicos y de medicamentos.


Firman esta exigencia, a título individual:
Nombre y ApellidosHabitante de:
Roberto Tornamira SánchezMadrid
Miguel Sagüés NavarroMadrid
Juan Fernando Díaz-Mayordomo MartínezMadrid
Isabel Cerdá MartínCercedilla-Madrid
Ascensión Lago ChumillasMadrid
Manuel Colinas SalaLeón
Enriqueta Martín ArancibiaLeón
María del Carmen Vizcaino LópezBarcelona
María Isabel Chao BlancoLugo
Antonio Ferrer SaisMadrid
María Luisa Garvia SánchezMadrid
Nicasio Malde FernándezFerrol (A Coruña)
Aitor Pazos GonzálezMadrid
Eduardo Hernández OñateMadrid
Ester Guerrero NistalMadrid
Máximo Fernández GómezOurense
Julia Serrano MiguelMadrid
Miguel Sagüés SerranoMadrid
Mª. Antonia Prego PregoBilbao (Bizkaia)
José Ignacio Rodríguez BlancoBilbao (Bizkaia)
Aida Rodríguez PregoBilbao (Bizkaia)
Enrique Dargallo Dargallo GuerraMadrid
Gloria Mora CamposMadrid
Ana María del Carmen Rubio EncinasMadrid
Jesús Vara CastrodezaValladolid
José Vela GuzmánMadrid
Ángela Díaz DuqueMadrid
Silvia Font JuradoMadrid
José Ignacio MerinoBarakaldo (Bizkaia)
José Antonio Fernández GuerrasMadrid
Baltasar Santos FernándezEl Vendrell (Tarragona)
Vicente Mateos Sainz de MedranoMajadahonda (Madrid)
Raquel Escudero OrtizMajadahonda (Madrid)
Pilar Fernández RufoSevilla
Olga Bravo LosadaMadrid
Alba Pons BravoMadrid
Emilio María RigottiMadrid
Violeta Conteras BravoMadrid
Maricarmen Muñoz DonosoComarca de la Vera (Cáceres)
Dolores Nosti MartínezGijón (Asturias)
Rafael Hernández MoralesTenerife
Luis Miguel Páramo CorralesMadrid
Santiago Reyes RuizDurango (Bizkaia)
Mauricio García MartínDurango (Bizkaia)
María Jesús Vivar AlonsoMadrid
Antonio Villa AntoñanaMadrid
Margarita Barnese GarcíaRivas (Madrid)
Pilar Condado RomeroRivas (Madrid)
Ángel Nieto MoralesRivas (Madrid)
Miguel Castañeda LópezRivas (Madrid)
Manuel CusóMadrid
Paloma de la Fuente de la CalRivas (Madrid)
Luis Vega DomingoRivas (Madrid)
Javier Tabarés Rui-HenestrosaRivas (Madrid)
José Luis Darriba GómezRivas (Madrid)
María Cristina Alonso RupérezRivas (Madrid)
Yolanda Velázquez MartínezRivas (Madrid)
Carmen Gomara TellezRivas (Madrid)
Miguel de Miguel ZayasRivas (Madrid)
Mª. Ángeles Martínez MartínRivas (Madrid)
Ángeles Martín TejadaRivas (Madrid)
Pilar Martínez MedianoRivas (Madrid)
Mª. Araceli Nebreda RodrigoRivas (Madrid)
Inés María Díez HernándezRivas (Madrid)
Irene García LanchoRivas (Madrid)
Daniel Nieto BarneseRivas (Madrid)
Francisco Escobar LópezMadrid
María Reyes García AvilésMadrid
Esteban Barnese GarcíaMadrid
Avelina Nieto MoralesMadrid
Caridad Baeza GarcíaRivas (Madrid)
José Manuel Martín HernándezRivas (Madrid)
Encarna Espinosa RamírezMálaga
Benito Agudo HiguerasMálaga
Paula Barnese GarcíaMadrid
Javier Núñez de Arenas GilMadrid
Nuria Ortega PedrosaRivas (Madrid)
Félix Eugenio Martín de la ViudaCáceres
Ángela Delgado GonzálezCáceres
Amparo Aguilar AguirreRivas (Madrid)
Pilar Monserrat Burgos EspinosaRivas (Madrid)
Luisa López RamírezRivas (Madrid)
Isabel Santos MartínezRivas (Madrid)
Jorge Santos CaoRivas (Madrid)
Antonia Moreno MorenoRivas (Madrid)
Venancio Sánchez MorenoRivas (Madrid)
José Miguel Villa AntoñanaCollado Villalba (Madrid)
Andrés Villa Fernández-MayoralasCollado Villalba (Madrid)
José Cañadilla GonzálezCollado Villalba (Madrid)
Alejandro Rodríguez GonzálezCollado Villalba (Madrid)
Jesús García del BurgoCollado Villalba (Madrid)
Felisa ValderramaCollado Villalba (Madrid)
Carmen Mozas CaizCollado Villalba (Madrid)
Mª. Zekozas LoizCollado Villalba (Madrid)
José María López HurtadoCollado Villalba (Madrid)
Juan Colmenero EncarnaciónCollado Villalba (Madrid)
Juan Andrés Villa LujánCollado Villalba (Madrid)
Clara González MeléndezCollado Villalba (Madrid)
Mª. Teresa MeléndezMadrid
Cristina ReinosoMadrid
Ángela ZuritaMadrid
Antonio CaballeroMadrid
Eva LorenteMadrid
Rosa Mª. Robledano GómezMadrid
Ángel Martínez MartínezMadrid
Cristina Menéndez AmorMadrid
Soledad Ávila RibadaMadrid
José Gaitas ParesaMadrid
Marcelino Lapido BalandínMadrid
Ainhoa Lapido RobledanoMadrid
Carmen Morales MartínezMadrid
Alberto Gómez MartínGalapagar
Daniel Rubio CaballeroMadrid
Athir Quannouni El MoumuuhiCollado Villalba (Madrid)
María Llanos ColmeneroMadrid
Nicolás DelgadoMadrid
Mayte Orguero DíazMadrid
Cristina de GraciaCollado Villalba (Madrid)
Fernando de GraciaCollado Villalba (Madrid)
Consuelo QuintanaCollado Villalba (Madrid)
Eduardo Sabina BlascoMadrid
Javier Andrés de CastroMadrid
Juan Carlos González RedondoFuenlabrada (Madrid)
Carlos Antonio Pérez RodríguezTorrejón de Ardoz (Madrid)
Antonio López GómezMadrid
Marcelina Martín GonzálezMadrid
Monserrat Bravo LosadaMadrid
Manuel Ruiz RoblesMadrid
Enrique Ramírez CarriedoMadrid
Rosa Sánchez RodríguezMadrid
Pilar Alcaide HidalgoMálaga
Antonio Cano ArandaMálaga
Paula Balzi RamírezMadrid
Gabriel Amat PareraMadrid
Caterina FranchiMadrid
ZaiNakhudaMadrid
Arsela RuizMadrid
Abril TejedaMadrid
Sara Ruth González de la AlejaMadrid
René Sepúlveda GarcíaMadrid
Elisa Liébana FernándezMadrid
Jennifer del Hoyo FerresMadrid
Miguel A. Álvarez JerezMadrid
Isabel Cuevas MonteroMadrid
Inmaculada Lahoz GimenoRivas (Madrid)
María Antonia Morera SánchezRivas (Madrid)
Teresa Pita MorenoRivas (Madrid)
Fernando Arias Fernández-PérezRivas (Madrid)
Juan Manuel del Castillo DomingoRivas (Madrid)
José Luis García SerranoRivas (Madrid)
Concepción Lancho TorresRivas (Madrid)
María Reyes velilla FernándezRivas (Madrid)
Mª. Dolores Fernández CarmonaRivas (Madrid)
Pablo Antonio Romero RodríguezRivas (Madrid)
José Luis TaberneroRivas (Madrid)
Alfonso Muro DíazRivas (Madrid)
Fernando Montes GarcíaMadrid
Juan Carlos Merino CarreñoMadrid
Ángel L. QuirogaMadrid
Alicia PascualMóstoles (Madrid)
José Manuel BlázquezMadrid
Mar Díez MonteroMadrid
Nieves Palomo AlcarazMadrid
Mª. Gimena Camino AlcónMadrid
Marta Lois RequejoMadrid
Aurora Serrano SerranoMadrid
lidia Domingo EmbidMadrid
Orlando Atrio ÁlvarezMadrid
Carmen Gil AraqueMadrid
Ana I. González RamiroMadrid
Carolina Corrales AndrésMadrid
Ana Beatriz Fernández RodríguezEl Escorial (Madrid)
Verónica Ortiz SalcedoMadrid
Salvador de Antonio GutiérrezMadrid
Aroa Ortega PoderosoMadrid
Juan José Fuentetaja OlmosMadrid
Raúl Pérez CerdáMóstoles (Madrid)
Ángel López CerdáGuadalajara
Paula Sánchez CerdáCercedilla-Madrid
Julia María García PalmaGranada
Virginia Rodríguez CerdáCercedilla-Madrid
Montserrat Toll del CachoBecerril de la Sierra (Madrid)
Olivia Domínguez del AmoBecerril de la Sierra (Madrid)
Said AmoucheBecerril de la Sierra (Madrid)­‑­
Mhamed AmoucheMadrid
Dunia VizueteMadrid
Mohamed Amouche El HadouhfiBecerril de la Sierra (Madrid)
José Mª. Pérez CrespoBecerril de la Sierra (Madrid)
Ángel González MovellánGuadarrama (Madrid)
José Manuel Hernández GallardoLas Rozas (Madrid)
Domingo Delgado RiveraVillalba (Madrid)
Vicente Gallego GonzálezVillalba (Madrid)
Juan HernándezMoralzarzal (Madrid)
Cristina González EusebiVillalba (Madrid)
Carmen MolineroVillalba (Madrid)
Tomás AlberichMoralzarzal (Madrid)
Pedro Nguema Oyono MadjaTorrejón de Ardoz (Madrid)
Susana Aires GarcíaMadrid
María Luisa Martínez LópezMadrid
Eva Sobrado PeláezSan Sebastián de los Reyes (Madrid)
Leandro SierraMadrid

Manifestación contra el Genocidio en Gaza: 15D


La última del año, pero no será la última

Con un recorrido muy coherente; desde la Embajada de los Estados Unidos hasta el Ministerio de Defensa, miles de personas nos manifestamos en la mañana del domingo 15 de diciembre, convocados por la Asamblea de Madrid con Palestina, en la que el CATP participa.

Desgraciadamente, no será la última vez que tengamos que salir a las calles a decir que en nuestro nombre no se tienen que mantener relaciones diplomáticas con un Estado que está llevando a cabo el exterminio de un pueblo, que es lo que el Estado sionista de Israel está cometiendo con la población palestina de Gaza.

Ya son más de 45.000 los asesinatos que el Gobierno de Netanyahu ha cometido en los últimos quince meses, a los que hay que sumar las decenas de miles de personas que yacen bajo los escombros de los hospitales, las escuelas y las viviendas derribadas por las bombas. Muertes que han afectado particularmente a niñas y niños, además de a mujeres y civiles en general.

Avergüenza conocer que nuestro Gobierno vende y/o autoriza la venta de armas para países que vulneran los Derechos Humanos, pero ya se sabe que, según la “ley del embudo”, única ley que se aplica en plenitud en este mundo, depende de quién sea el malhechor se le aplican sanciones o no.

El Centro Delás de Estudios para la paz informó, en julio de 2024, que España vendió armas a Israel en noviembre de 2023, a pesar de que el Gobierno decía ya en aquellas fechas que se había suspendido la venta de armas a Israel desde octubre del mismo año. Las armas son fabricadas en Palencia, en la empresa noruega Nammo AS, que suministra: bombas, granadas, torpedos, minas, misiles y otras municiones y proyectiles.

El problema es que tampoco hemos dejado de comparar armas y tecnología a Israel. Ante la masacre que llevamos viendo desde hace meses, habría que romper todo tipo de relaciones con un Estado criminal.

Lo que Israel está haciendo en Palestina es la continuidad de la ocupación de un territorio a sangre y fuego, desde hace 76 años. Cuando Israel apela a su derecho a defenderse, “olvida” que es Israel el atacante, el agresor, el ocupante. Si acaso será el pueblo palestino quién tenga derecho a la autodefensa. Con esto no justifico las muertes de judíos indefensos el 7 de octubre del pasado año, ni la muerte de ningún judío inocente, pero como dijo Antonio Guterres: los del 7 de octubre no viene de la nada.

Tampoco se debe confundir el rechazo del sionismo con el antisemitismo. En primer lugar, porque tan semita es un judío como un árabe, y en segundo lugar porque el crimen que el Gobierno de Israel está cometiendo la hace en contra de la voluntad de su propio pueblo; en particular de las familias de los rehenes judíos en poder de Hamás, de los que continúan vivos y de los que han muerto bajo las bombas de su propio Gobierno.

Los gobiernos no miraron hacia otro lado ante los crímenes masivos de Hitler, resulta repugnante la actitud cínica de los gobiernos de la UE, y aún más la actitud colaboracionista de la presidenta de la Comisión Europea, a la que viene a sumarse Kaja Kallas, quien ha sustituido a Borrell al frente de la Diplomacia Europa, nombramiento que ha sido aplaudido en la prensa israelita.

Todo esto no sería posible sin la complicidad indisimulada de la Administración Biden, complicidad que, sustancialmente no va a cambiar con Trump, al menos no para el pueblo palestino.

Que los gobernantes nos lleven al abismo de la guerra y la locura no significa que guardemos silencio y consintamos.

Roberto Tornamira
Militante Socialista

Entrevista: Vicent M. Garcés Ramón


Vicent Garcés en el Parlamento Europeo (Bruselas)


Nacido en Llíria (Valencia), es ingeniero agrónomo por la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Agrónomos de Valencia, especializándose en Economía y Sociología Agraria. Cursó estudios de posgrado en Francia, en el Instituto Agronómico Mediterráneo de Montpellier, en la especialidad Planificación y Desarrollo Rural; estudió el Doctorado en el Instituto Nacional Agronómico de París y se especializó en Desarrollo Económico y Social en el Instituto de Estudios de Desarrollo Económico y Social de la misma ciudad. Fue miembro del Sindicato Democrático de Estudiantes de la Universidad de Valencia. En 1972 y 1973. trabajo en la Oficina de Planificación Agraria del Ministerio de Agricultura de Chile en el gobierno de Unidad Popular de Salvador Allende. Regresó a España en 1974 participando en la reconstrucción organizativa y política del socialismo en el País Valenciano y en España, a través del PSPV, la FPS y el PSOE. Concejal del ayuntamiento de Valencia entre 1979 y 1987. Diputado de las Cortes Valencianas, de 1987 a 1999. Eurodiputado desde octubre de 2007 a julio de 2009 y desde diciembre de 2011 a julio de 2014. Miembro y fundador de la corriente de opinión Izquierda Socialista-PSOE.

Pregunta. – Eres firmante del Llamamiento europeo que pide parar la guerra, como fruto de la reunión que tuvo lugar en París el 4 de mayo del presente año, en la que participasteis militantes de 16 países, ¿qué experiencia te supuso este evento?

Esa reunión en París fue una iniciativa del Comité de Enlace Europeo contra la Guerra, del que formo parte. Allí se acordó el “Llamamiento” pidiendo el alto el fuego en Ucrania y Palestina, el cese de la intervención de la OTAN en Ucrania, el cese del genocidio contra el pueblo palestino y el final del envío de armas a los dos escenarios. Ese “Llamamiento”, firmado ya por miles de ciudadanos y ciudadanas de 20 países europeos, recoge las aspiraciones por la paz y la justicia social sentidas por los pueblos europeos, por los trabajadores y los sectores populares, que observan como día a día se está imponiendo la barbarie frente a la vida, la paz y al derecho internacional.

Pregunta. – Cada día son más las voces que, desde las bases de la izquierda, se posicionan contra la acción de la OTAN de alimentar la guerra en Ucrania y no solo en Ucrania, en lugar de dedicar esos esfuerzos a buscar la paz, ¿piensas que la guerra en Ucrania tiene algún trasfondo, más allá de la ocupación de territorio ucraniano por el ejército de Putin?

En la guerra de Ucrania se están enfrentando dos potencias. Una es el imperio económico y militar dominante desde la segunda guerra mundial, los EE.UU., con sus intereses geoestratégicos. La otra es una potencia nuclear, Rusia, que no olvida que además de imperio fue la gran potencia articuladora de la exURSS, también con sus propios intereses. La primera no quiere aceptar el mundo multipolar que ha aparecido tras el fin de la guerra fría, el desmorone de la URSS y la presencia de China como potencia emergente del siglo XXI. La segunda que no acepta el cerco económico y militar, a través de la OTAN, al que la someten los EE.UU., y sus aliados “occidentales”. En realidad, está en desarrollo una neoguerra fría, bien caliente en territorio europeo, con carrera armamentística incluida, y el establecimiento de alianzas defensivas y ofensiva por ambas partes.

Desde el inicio del enfrentamiento hasta ahora se estima que la OTAN en su conjunto ha gastado más de 1,26 billones de euros en la guerra de Ucrania. Por su parte la UE ha proporcionado apoyo económico, humanitario y militar a Ucrania por un valor de más de 88 000 millones de euros.

Pregunta. – La guerra en Ucrania cumplirá su tercer año dentro de cuatro meses, ¿qué efecto está teniendo en la vida de los pueblos de Europa?

Esa guerra está arrastrando a los pueblos europeos y del mundo hacia una economía de guerra, hacia el fortalecimiento del principal instrumento de guerra que es la OTAN y hacia grandes riesgos de confrontación bélica abierta. Algunos afirman que estamos cerca, sino dentro, de la tercera guerra mundial. Esperemos que no.

El Parlamento Europeo acaba de aprobar estos días un nuevo préstamo a Ucrania de hasta 35.000 millones, que Kiev dice pagará con los beneficios de activos rusos congelados.
Hay que considerar que, como producto de las sanciones impuestas, unos 210.000 millones de euros rusos permanecen paralizados en la UE. que pretende utilizarlos para apoyar tanto los esfuerzos militares como la futura reconstrucción de Ucrania. Con esta decisión, los pueblos europeos se ven cada vez más involucrados en una guerra no deseada, además de ver con estupor como ingentes cantidades de recursos humanos, materiales y económicos se consumen en la guerra y sus complejidades en vez de destinarse a fortalecer la justicia social, la lucha contra el cambio climático, la mejora de la sanidad, la educación, la cultura, los servicios sociales y la vivienda.

Pregunta. – Se ha cumplido un año de la reacción del Gobierno de Netanyahu al ataque de Hamas del 7 de octubre, reacción que se ha cobrado más de 42.000 muertos, a los que habrá que sumar los miles de desaparecidos ¿Estamos ante el derecho de Israel a defenderse o estamos ante un genocidio, como denunció el Estado sudafricano ante la Corte Penal Internacional?

La posición del Gobierno de Sudáfrica es compartida por muchos países de los cinco continentes. Israel tiene derecho a la autodefensa, como todos los pueblos del mundo, pero no a aplicar políticas genocidas como las denunciadas. El Derecho Internacional, los DD.HH., y las resoluciones de las Naciones Unidas así lo dicen. Las decenas de miles de muertos y heridos en Gaza, Cisjordania y el Líbano, la destrucción inmensa allí producida, merecen justicia y el inmediato alto el fuego. La coincidencia en el tiempo de la guerra en Ucrania y en Palestina no hace sino multiplicar los riesgos de una confrontación bélica de mayor alcance.

Las guerras de Ucrania y de Palestina con todos sus efectos colaterales se están dando en un cuadro más global de mutación del capitalismo neoliberal hacia regímenes políticamente autoritarios y socialmente conservadores.

Pregunta. – Israel ha extendido sus ataques al Líbano, Siria, Irán, incluso ha atacado emplazamientos de los Cascos Azules de la ONU. Desde tu punto de vista, ¿por qué nadie pone freno al Estado de Israel?

El Estado de Israel cuenta con el apoyo del gobierno de los EE.UU., y sus aliados, entre ellos la Unión Europea y sus zonas de influencia. El Consejo de Seguridad de la ONU está bloqueado, las resoluciones de la entidad no son aceptadas por Israel que ha llegado a declarar persona “non grata” a su Secretario General. Mientras esta situación continúe nada bueno es esperable. Al contrario, la violencia, la muerte y la destrucción continuarán, con riesgo cada vez mayor de ampliación e intensificación del conflicto. En la región y fuera de ella.

Las políticas neocoloniales y genocidas practicadas por Israel en Gaza y Cisjordania, la invasión militar del Líbano y las múltiples injerencias violentas en Irán, parecen conducir a la extensión del conflicto armado en toda la región con consecuencias imprevisibles y terribles.

Pregunta. – Israel señala y acusa de antisemita a todo aquel que no le da la razón, ¿crees que se está levantando una ola de antisemitismo o se trata más bien de antisionismo?

El antisemitismo tiene siglos de existencia. Contra él se levantan hoy el muro de la civilización, de los DD.HH., de la memoria histórica y de la conciencia humana. Después de la barbarie nazi/fascista europea del siglo XX nadie puede ser antisemita. De otra parte, el sionismo es un movimiento político judío que ha buscado en sus inicios la formación del Estado de Israel, conseguido en 1948, y que ahora defiende las políticas colonizadoras y expansivas de ese Estado por todos los medios. El sionismo extremo actual evidencia un irrespeto de los DD.HH., del derecho internacional, de la ONU y, sobre todo, de los derechos del pueblo palestino a la tierra, al agua, a los recursos naturales, a su soberanía y a su vida.

Pregunta. – ¿Qué puede hacer España en este contexto?

Desde mi punto de vista el actual gobierno español debería apoyar en todos los ámbitos políticas en defensa de los derechos humanos, la justicia social y la paz. Además de reconocer al Estado de Palestina y prestarle la ayuda humanitaria necesaria, debería embargar el comercio de armas con Israel y preconizar en todas partes con su diplomacia internacional el alto el fuego inmediato en Palestina y Ucrania.

Por otro lado, los BRICS acaban de hacer un llamamiento a un alto el fuego inmediato en Palestina y el Líbano, a evitar una escalada en la región y apoyando el ingreso de Palestina a la ONU como miembro de pleno derecho. Habrá que estar muy atentos a los posicionamientos políticos y económicos de los BRICS, bloque emergente del Sur global con el que se tendrá que contar cada vez más para fortalecer los caminos de la paz y el desarrollo.

Pregunta. – Si no estoy mal informado, participarás en la conferencia de Berlín convocada para el 2-3 de noviembre, ¿cuál es el objetivo de esta y que esperas que salga de ella?

Si, en efecto, asistiré a esa Conferencia, llevando una voz de los sectores sociales que en España están contra la guerra, por el alto el fuego inmediato en Ucrania y en Palestina/Líbano. Por la paz y la solidaridad entre los pueblos. Esos días en Berlín, ciudadanos y ciudadanas de toda Europa, organizaciones políticas, sindicales y asociaciones cívicas por la paz y de todo tipo unirán sus manos y sus voces pidiendo “Nunca más la guerra. Alto el fuego inmediato. Palestina Libre.

No a la carrera armamentística. Paz y solidaridad internacional”. Desde Berlín se lanzará un claro y potente mensaje dirigido a las instituciones políticas y hacia los pueblos del mundo, contra la barbarie y a favor de la justicia social y el desarrollo en paz de la humanidad. También se definirán algunas iniciativas dirigidas a cambiar la actual trágica pendiente hacia el abismo.


Vicent Garcés en un acto contra la Guerra. Sede de CCOO “Abogados de Atocha”. Madrid, 26/09/2024
Valencia, 24 de octubre de 2024.
Roberto Tornamira para Tribuna Socialista

Especial Genocidio en Gaza

Llámenlo por su nombre: GENOCIDIO

35.000 muertos, la mayoría mujeres y niños; más de 10.000 desaparecidos, probablemente muertos bajo los escombros; 1,4 millones de personas desplazadas; hospitales, escuelas y viviendas arrasadas a lo largo de toda la Franja de Gaza; la práctica totalidad de las infraestructuras han sido reventadas. Este es el balance cuando se acaban de cumplir 7 meses de asedio al pueblo palestino por parte de uno de los ejércitos mejor armados del planeta.

                Celebramos la respuesta que los pueblos vienen dando contra este Genocidio y que en estos últimos días ha prendido entre los y las jóvenes universitarias, comenzando en las universidades de los Estados Unidos y en las últimas horas también en varias universidades de Europa y del Estado español. La indignación recorre los pueblos, mientras los gobiernos están instalados en una contención vergonzante. Es evidente que si la inmensa mayoría de la sociedad no se ha echado a la calle aún es por la sordina que los grandes medios de comunicación le tienen puesta a la masacre que el Gobierno criminal que preside Netanyahu está perpetrando en Gaza.

                El doble rasero que las potencias occidentales están aplicando a la invasión del territorio ucraniano por parte de Putin y la impunidad con la que el Estado sionista de Israel está machacando Palestina, les pone en evidencia, en particular a los gobiernos de la UE, en connivencia clara con los intereses espurios de la Administración norteamericana.

                La aberración a la que estamos asistiendo es inaceptable, como lo es la usurpación planificada de un territorio que se viene produciendo desde hace más de 75 años. Un plan urdido tras la 1ª Guerra Mundial por Gran Bretaña y la Sociedad de Naciones.

                Es una salvajada a la que los gobiernos europeos, incluido el nuestro, se abstiene de llamar por su nombre: Genocidio. No bastan las palabras de condena. Resulta extemporáneo hablar en este momento de los dos Estados, misma martingala con la que vienen intentando engañar al mundo desde 1947. Israel es un Estado artificial, impuesto a sangre y fuego, contra el que el pueblo palestino tiene derecho a la defensa; una defensa que ha devenido en resistencia, dado que se trata de un pueblo desarmado, frente a un Estado militarizado.

                Es necesario que las grandes organizaciones, partidos y sindicatos que se dicen de izquierdas, estén al frente de la movilización. De lo contrario, continuarán instalados en la contradicción de hablar de respeto de los derechos humanos y ser a la vez cómplices de hecho, por no tomar ninguna medida contra el agresor e incluso mantener el mercadeo de armamento y tecnología para la guerra con el Estado israelí.

                Como ciudadanos de la pluralidad de pueblos que componen el Estado español, no nos sentimos identificados con el mantenimiento de la relaciones diplomáticas y comerciales de nuestro gobierno con el Estado sionista, por eso compartimos la exigencia de su ruptura. Aún menos coincidimos con el cinismo de los partidos franquistas, quienes se identifican con la matanza que Israel está cometiendo, llegando a la mezquina decisión política de otorgar medallas de “honor” al Estado israelí, como es el caso del Ayuntamiento de Madrid.

                Llamamos a participar en la Manifestación del sábado día 11 y apoyamos las acampadas decididas por las y los estudiantes universitarios en nuestro país.

El Comité de Redacción

ALTO AL GENOCIDIO

Alto el fuego inmediato e incondicional

La Casa del Pueblo de la UGT en Madrid albergó un acto, el pasado día 21 de marzo, por el Alto el Fuego inmediato y contra el Genocidio en Gaza.

Tuve el honor de compartir mesa con miembros pertenecientes a distintas organizaciones: la Secretaría de Relaciones Internacionales de UGT, IU, Compromiso por Getafe, Izquierda Socialista-PSOE, el Frente Popular para la Liberalización de Palestina, CCOO, el Comité para la Alianza de Trabajadores y Pueblos y la Asociación Trabajo y Democracia; estas dos últimas promotoras del acto, junto a Tribuna Socialista.

Al acto asistieron unas 50 personas, todas ellas militantes y activistas comprometidos con la democracia y los derechos de los pueblos. El evento fue importante por la pluralidad y por el contenido de las intervenciones, tanto desde la Mesa como desde los asistentes participantes en el debate.

En la práctica totalidad de las intervenciones se introdujo la necesaria Unidad para parar de inmediato la masacre que se está cometiendo contra el pueblo palestino, es decir, un Genocidio. El ejército israelí ocupa el puesto 18 entre las 145 fuerzas militares mejor dotadas del mundo -según el ranking de Global Fire Power- y lleva seis meses bombardeando indiscriminadamente a población civil, hospitales, escuelas y atacando a la población cuando esta acude a recoger la ínfima ayuda humanitaria que entre en la Franja de Gaza. Por qué lo llaman guerra cuando se trata de un exterminio, perpetrado por un ejército contra población indefensa.

El resultado de esta barbarie es que en estos seis meses han sido asesinadas más de 32.000 personas, el 70% de ellas, más de 20.000 mujeres, niños y niñas. Cuando se mata a las mujeres y a los menores de edad es que se quiere exterminar a un pueblo, cercenar su futuro. A estas cifras hay que añadir los más de 8.000 desaparecidos, muy probablemente fallecidos bajo los escombros y las decenas de muertes por hambre que ya se están produciendo. De los 2,3 millones de habitantes en la Franja de Gaza, 1,9 han sido desplazados hacia el sur; donde el Gobierno sionista les instó a refugiarse, pero donde también son atacados y bombardeados.

No debemos olvidar que la ocupación del territorio palestino data de las postrimerías de la I Guerra Mundial, cuando Gran Bretaña ocupó la Transjordania y Siria desde 1915 a 1922 y por mandato de la Sociedad de Naciones, desde 1922 a 1947. Churchill, Roosevelt y Stalin, tras la II Guerra Mundial, decidieron partir y repartir el territorio con nula ecuanimidad, entre israelíes (minoría que recibió la mayoría del territorio) y palestinos (mayoría que recibió la minoría del territorio). Desde entonces, la ocupación e invasión violenta de los territorios palestinos no ha cesado, a base de guerras y provocaciones para el conflicto armado. Las consecuencias no son solo los miles de muertos, desaparecidos y desplazados de estos últimos meses. Hay más de cinco millones de palestinos y palestinas que viven exiliados fuera de sus fronteras, en campos de refugiados en Líbano, Siria y Jordania, entre otros lugares.

En base a lo anterior, es erróneo decir que el ocupante ilegítimo de un territorio tiene derecho a la autodefensa, de ser así, ¿está Putin ejerciendo su derecho a defenderse, cuando es atacado en territorio ocupado? Israel lleva más de 50 años desoyendo las resoluciones de la ONU, por la ilegalidad de los territorios ocupados por su ejército y sus colonos.

Es necesaria la Unidad en nuestro país y a nivel internacional. En relación a esto último, es muy destacable el contacto que han iniciado desde la Sección Sindical de CCOO en John Deere de Getafe, según se indicó en el acto, con los sindicatos del automóvil norteamericano, punta de lanza del rechazo a la acción cómplice que está ejerciendo la Administración Biden en el Genocidio que Israel está perpetrando. Hay que decir que la pauta que todas las administraciones estadounidenses ha sido la misma: de apoyo incondicional, de guardaespaldas de Israel, aunque unas lo hayan expresado con mayor o menor intensidad. En diciembre de 2017, Trump reconoció a Jerusalén como la capital de Israel.

La sociedad no puede mirar para otro lado ni ser mera espectadora de esta injusticia ni de la masacre que se está produciendo. Para que no lo sea, corresponde a las organizaciones políticas y sindicales, como en 2003 contra la guerra de invasión de Irak, y a todas las organizaciones comprometidas con la defensa del pueblo palestino unirse para exigir al Gobierno que, además de buenas palabras, rompa relaciones económicas y diplomáticas con Israel. Es urgente. Mucho más urgente que reconocer a Palestina como Estado. Solo el aislamiento económico de Israel puede hacer que el Gobierno sionista de Netanyahu pare sus agresiones.

Los participantes en el acto mostraron ser conscientes de que la situación internacional es compleja, muy complicada, pero nadie tiene derecho a llevar a los pueblos a la confrontación. Hoy es masacrado el pueblo palestino ¿cuál será el siguiente? Esto nos lleva a no poder permanecer callados ante este crimen de lesa humanidad, y a no ser cómplices del mismo.

Solo la Unidad hará posible que la sociedad salga a las calles en masa, que se implique y en favor de una Palestina Libre.

Roberto Tornamira
Miembro de ASTRADE

Al finalizar el acto se dio lectura al siguiente Manifiesto:

¡Alto el fuego inmediato!
¡Alto al bombardeo y al bloqueo de Gaza!
¡Alto al genocidio del pueblo palestino!

En nuestra condición de organizaciones y ciudadanos de Madrid, que nos reclamamos de los derechos democráticos, manifestamos nuestra alarma por el genocidio que el Estado de Israel está cometiendo contra el pueblo palestino: a fecha de 26 de febrero y desde el pasado 7 de octubre ha asesinado a más de 30.000 personas palestinas en Gaza, incluidos más de 12.000 menores, a las que se debe añadir las más de 7.000 desaparecidas, probablemente sepultadas bajo los escombros de los edificios bombardeados. Esta cifra supone el 1,9% de la población gazatí, el equivalente a más de 820.000 personas de la población española, más que toda la población que habita la ciudad de Valencia, que es la tercera más poblada del Estado español. También la población palestina en Cisjordania es objeto de ataques criminales.

Hoy, se calcula que en la ciudad de Rafah, fronteriza con Egipto, se concentran más de un millón de personas a las que se niega lo más elemental: agua, comida, medicamentos, asistencia sanitaria.

La Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio de 1948 define a éste como “un acto cometido con la intención de destruir, total o parcialmente, a un grupo nacional, étnico, racial o religioso”. La Corte Internacional de Justicia ha resuelto que Israel tome medidas inmediatas para no violar dicha convención, ante la denuncia presentada por Sudáfrica el 11 de enero. Resolución desatendida por Israel sin que ningún gobierno europeo haya hecho ningún movimiento sustantivo en apoyo de su cumplimiento.

Ante todo ello, como organizaciones y ciudadanos comprometidos con el derecho de los pueblos a su existencia en condiciones dignas, en particular del palestino:

Exigimos el Alto el Fuego Inmediato, que se detenga la agresión del Estado de Israel constitutiva de intento de genocidio. Instando al gobierno español a que decrete el embargo de todo envío de armas y la Ruptura de relaciones diplomáticas y comerciales con el Gobierno israelí.