República sí, pero con derechos.

“No hay salvadores supremos: ¡Ni Dios, ni César, ni tribuno,productores, salvémonos nosotros mismos!
¡Decretemos el bien común!”

(Estrofa de la letra original de La Internacional, escrita por Eugène Pottier, junio de 1871)

Las efemérides tienen un lado positivo, el recuerdo, el no olvido, pero a la vez presentan un lado terriblemente negativo, el carácter repetitivo que convierte la celebración en un llamamiento sin contenido político y social. Desde Tribuna Socialista huimos de posicionamientos rutinarios, simbólicos, etc. Declaramos que nuestros principios se basan en el convencimiento de que la Democracia, para ser merecedora de tal nombre, solo se puede desarrollar en una República, laica y democrática, fiel defensora de la libertad y el respeto a la voluntad de los pueblos que componen el Estado.

                En coherencia con lo anterior, cada momento en que expresamos nuestras opiniones en los foros de intervención en los que participamos lo hacemos dotando de contenido ese sentir republicano, como lo hemos hecho participando en la gestación del Acuerdo Europeo contra la Guerra y la Explotación, bajo el lema ¡Ni Putin ni OTAN!, ante el silencio sepulcral de las izquierdas europeas, incluidas las organizaciones que en el Estado español se reclaman de la izquierda.

                De la misma forma que lo estamos haciendo desde el inicio del Genocidio de Gaza, situándonos, de acuerdo con otras organizaciones, bajo las banderas de ¡Alto el Fuego! y ¡Por la ruptura relaciones diplomáticas y comerciales con el Estado sionista de Israel! Exigiendo el fin de la discriminación racista que el Estado supremacista israelita viene ejerciendo contra el pueblo palestino en los territorios ocupados y usurpados, Gaza y Cisjordania, desde hace décadas.Nos cabe el enorme orgullo de recorrer este camino con organizaciones hermanas que tienen en su haber el logro político de celebrar, con un indudable éxito, el 1ER Congreso Judío anti-sionista presidido solidariamente por la bandera palestina, con comunidades judías de Inglaterra, Francia, Alemania, entre otros países.

                Trabajamos cada día por hacer realidad una República para la pluralidad de pueblos del Estado español,que rompa con la política militarista de la Unión Europea, subordinada a la OTAN. Una República que garantice el uso de los recursos económicos del Estado en los avances sociales que necesitamos las trabajadoras y los trabajadores y las clases populares y que evite que las generaciones jóvenes de hoy sean utilizadas en guerras interminables, usadas como carne de cañón. Una juventud a la que paralelamente se le niega un futuro de vida digna.

                Convencidos de que no hay República sin derechos, trabajamos por la Auditoria a las cuentas de la Seguridad Social, comprometida en la Ley 21/2021, pero que el Gobierno incumple, para que se devuelvan los fondos económicos utilizados indebidamente por todos los gobiernos desde 1967: según el Tribunal de Cuentas, en su informe de 2020, la cifra ascendía a más de 103.000 millones de euros; el Ministro de Seguridad Social de la legislatura anterior admitió que la deuda del Estado con la Seguridad Social ascendía a más de 140.000 millones de euros; y según proyecciones realizadas por CCOO, la cifra detraída a las pensiones puede superar los 500.000 millones de euros. El dinero que pagaron los trabajadores con sus cotizaciones tiene que regresar a la caja común, patrimonio indivisible de todas y todos los trabajadores del Estado durante décadas. Basta de poner en duda las Pensiones, mientras se saquean las cotizaciones.

                Una sociedad no puede considerarse democrática mientras esté impune la gestión política causante de miles de muerte, de personas abandonadas, a las que se les negó su derecho a la asistencia sanitaria, como fue el caso de las y los mayores en las Residencias de Madrid, y de aquellas comunidades en las que hubiera casos iguales o similares. República para que la libertad prevalezca sobre el consumo y las cañas. Libertad para que las personas vivan con dignidad y no en la pobreza, en tanto que se enriquecen las Ayuso y otros como ella.

                Participamos activamente de la defensa de los derechos de la Mujer Trabajadora y declaramos que sin la Liberación de la Mujer Trabajadora no es posible la construcción de la sociedad igualitaria.

                El mejor antídoto, en tiempos de regreso de la extrema derecha en Europa, es la República con derechos, en la que se protejan los servicios públicos, como la Sanidad, la Educación, la Dependencia y las Pensiones, en lugar de entregarlos a parásitos y comisionistas.

                Una República igualitaria y defensora de las personas inmigrantes que conviven cada día con nosotras y nosotros en los barrios. El discurso de la xenofobia es una falsa solución de los problemas de la clase trabajadora. La derecha sí quiere inmigrantes, pero sin ningún tipo de derechos; quiere esclavas y esclavos. El sistema económico hegemónico es el responsable de la destrucción de los pueblos en todos los confines del planeta ¿Acaso los y las somalíes, nigerianos…que se echar al océano Atlántico y al mar Mediterráneo, donde pierden la vida por miles cada año, no huyen de la guerra por la competencia imperialista en disputa por las materias primas en el África subsahariana?

                Es porque queremos caminar hacia la República por lo que defendemos la Amnistía, para quienes participaron en el Referéndum catalán de 1 de octubre de 2017,no para salvarle la cara al pro sionista Puigdemont, sino para liberara las 3.000 personas anónimas, la inmensa mayoría de ellas trabajadoras, que están encausadas y que tendrían que acatar sanciones producto de la política represiva desencadenada por el Gobierno de Rajoy y sus fracciones mediáticas y judiciales. Negar el derecho a decidir, como cortapisar el derecho de libertad de expresión o movilización, es impropio de un Estado que alardea de democrático; que es lo que ocurrió con el “procès” y lo que ocurre cada día bajo los efectos de la “Ley Mordaza”, aun no derogada.

                Nos declaramos republicanos convencidos, y por lógica antagónicos con la monarquía, por lo que rechazamos las pretensiones de los gobiernos de PP y VOX de equiparar la etapa democrática de la II República con los 40 años de terror franquista. Defendemos las leyes de la Memoria Histórica y Democrática, aunque haya todavía mucho camino por recorrer para una justa reparación de nuestros muertos a manos del franquismo tras la guerra civil, desatada por el Golpe de Estado del 18 de Julio de 1936. Son decenas de miles de víctimas, aun hoy abandonadas en fosas comunes a lo largo de toda la geografía de los pueblos de España.

                Honor a los caídos que combatieron al fascismo español e internacional. El mejor recuerdo y el mejor homenaje es continuar trabajando por la República Social que garantice Trabajo, Libertad, Igualdad entre Géneros y oportunidades de vida para la juventud, para las generaciones de hoy y las venideras.

                Tribuna Socialista apuesta de forma clara por la República social y democrática, que no sea la continuidad del ADN de la monarquía heredada con cambios simbólicos de Himno y Bandera para que las élites que abogan por el lema “cambiar algo, para que nada cambie” no sigan viviendo de una estafa en forma de Democracia tutelada y bajo chantaje permanente de golpe de estado.

                El 14 de abril y el resto del año, continuaremos contribuyendo al Movimiento Republicano bajo estos principios y por supuesto te invitamos a marchar juntas y juntos.

¡Viva el 14 de Abril!

¡Viva la libertad y la democracia!

¡Viva la República!

Comité de Redacción

14 de abril, ¿Somos realmente republicanos?

El día 14 de abril de 2022, se cumplieron 91 años de la instauración en nuestro país, de una ilusionante forma de gobernarnos que era la República, que apenas duró nueve años, porque el capricho y las ansias despóticas de poder de un miserable dictador, nos arrebató esa ilusión. Los socialistas, éramos entonces republicanos por convencimiento, porque pensábamos que ese sistema de gobierno, era el más adecuado para crear una sociedad justa, estábamos dispuestos a defender con todas nuestras fuerzas un sistema democrático que protegería a los trabajadores, elaborando leyes justas, que nos llevaran a equipararnos con los países más avanzados en las libertades publicas e individuales, pero pronto toda aquella ilusión se vio abruptamente frustrada, en 1936 todo se derrumbó, por el golpe de estado perpetrado por el dictador general Franco, apoyado como siempre en el ejercito al que poco le gustan las libertades, también como siempre contó con la inestimable ayuda de clero, que evidentemente veía peligrar sus prebendas con una república que como es lógico, crearía un sistema de convivencia laico, con plena libertad religiosa.

Aquel golpe de estado, trajo como consecuencia una cruenta y sanguinaria Guerra Civil que terminó con una feroz y más cruenta si cabe dictadura, que durante cuarenta años reprimió sin piedad a miles y miles de demócratas, muchos de ellos socialistas de los de verdad, que se vieron avocados a persecuciones, juicios sumarísimos ilegales, fusilamientos, penas de muerte, cadenas perpetuas y en el mejor de los casos, a un exilio que inexorablemente les condujo a luchar en los campos de batalla europeos, de la Segunda Guerra Mundial, siempre salvaguardando los valores democráticos.

Tras los difíciles de olvidar cuarenta años de férrea dictadura, en los cuales no se observó por parte de nadie el más mínimo atisbo de Republicanismo, el dictador fue elaborando un sistema hereditario para la continuidad de su régimen, que incluyó el sometimiento a su capricho del entonces príncipe Juan Carlos de Borbón, restaurando una monarquía ya olvidada, que mantuviera firmemente atados y bien atados los principios fascistas del movimiento, para lo cual lo nombró su sucesor cuando ya la muerte acechaba su lecho, en una solemne sesión de las cortes saturada de hipocresía, con lo cual quedaba de nuevo instaurada la monarquía en nuestro país, por mucho que se quisiera edulcorar su nombre con el aditivo “Parlamentaria”, De nuevo increíblemente en España dominaba la dinastía de los borbones, con el recochineo además, del cobarde asentimiento de todos los partidos llamados democráticos, incluido el nuestro.

Es por eso, que no soy capaz de asimilar con un mínimo de cordura, que ahora nuestros dirigentes sin el más mínimo pudor, con un nivel de hipocresía incomprensible en un socialista, el pasado día 14 de Abril de 2022, una vez más, con una desfachatez insólita, celebran en la mayoría de las ciudades con un enorme boato, el 90 aniversario de la institución de la República Española, esa república que no supimos mantener y de la que ahora deberíamos tener la humildad de estar callados, si tampoco somos capaces ni siquiera de manifestarnos en contra de un monarca impuesto por el dictador, no solo un monarca sino dos, no solo no somos capaces de manifestarnos en contra, sino que le rendimos pleitesía.

Como podemos tener la poca vergüenza, de celebrar algo que no somos capaces de ensalzar y de tratar por todos los medios de recuperar.

Compañeros, ¿Dónde está nuestra dignidad?, ¿Dónde esta nuestro socialismo?, ¿Dónde está nuestra República?

Con reunir con pomposa parafernalia, en las ciudades más importantes de nuestro país, a unos cuantos militantes, que, tras unas palabras vacías de algunos de nuestros destacados cargos políticos, evidentemente no creen lo que dicen, gritemos todos a coro cuantas veces queráis ¡¡¡¡VIVA LA REPUBLICA!!!!, esta no resucitará.

Cuando hayamos recuperado para nuestro país, ese sistema justo y democrático de gobierno, cuando hayamos instaurado nuestra, robada Republica Española, entonces y solo entonces con legitimo orgullo, celebremos todos los aniversarios que queráis, pero mientras tengamos la dignidad suficiente para reconocer que no estamos a la altura.

Paco Ascón,

Xares (Ourense) 21 de abril de 2022