Reconectar con la mayoría social: una llamada a la militancia socialista

De izquierda a derecha: representantes de VOX, ERC, la periodista, y PSC.

Hace unos días, con ocasión de la aprobación de los presupuestos municipales del Vendrell, asistí a un debate en la televisión pública del Vendrell, con represenantes de VOX y ERC.

El debate en sí carece de interés para el objetivo de este artículo. Se pueden imaginar: en mi calidad de concejal de hacienda defendí la acción del gobierno municipal y las bonanzas de un presupuesto con impuestos congelados, con excepción del impuesto a los fondos buitre que especulan con la vivienda, y con un buen número de inversiones transformadoras en marcha, mientras VOX y ERC me atacaban con su demagogia.

Tras el debate, un asesor de VOX que estaba detrás de las cámaras me reconocía que su «caladero» electoral más importante son los barrios obreros, donde pregonar que la falta de empleo, el incivismo y la delincuencia es culpa de los inmigranes es fácil.

También les resulta fácil pregonar lo malos que somos los socialistas que damos ayudas sociales a los musulmanes, lo malos que somos los socialistas que bonificamos coches eléctricos y placas solares que solo pueden comprar la gente con más renta, y que solo nos encargamos de favorecer políticas a favor de los gays, los transexuales y las lesbianas. Ante tal hecatombe, ellos proponen la deportación masiva de inmigrantes (incluso los hijos que ya han nacido aqui),y quitar todos los impuestos para que la gente tenga el dinerito en sus bolsillos.

Todos esos argumentos demagógicos son fáciles de desmontar, pero lo que más me llamó la atención es que se pasan el día en la calle, yendo cada día a los institutos a hacer proselitismo de sus ideas, que poco a poco, van calando entre la juventud y las capas sociales más desfavorecidas.

Es claro que la demagogia de VOX se combate con políticas de izquierdas. En la editorial de este número de TS se hace alusión a la ilusión que despierta en EEUU, propuestas encaminadas a abaratar el precio de los alimentos, la sanidad, la vivienda… los verdaderos problemas de la mayoría de la sociedad.

La política española vive una paradoja inquietante: mientras la ultraderecha avanza con un discurso emocional, sencillo y omnipresente en los barrios obreros, el socialismo —históricamente la voz natural de esa mayoría trabajadora— parece haber perdido presencia, oído y pulso territorial.

En toda Europa y en EEUU se ha observado el fenómeno de una parte creciente de la clase trabajadora que ha virado hacia formaciones populistas de derecha, en un contexto de precariedad económica, transformaciones sociales y crisis de representación. España no es una excepción.

La lucha contra el cambio climático y por la igualdad no son suficientes para articular un discurso aglutinador e ilusionate para el proletariado, sobre todo cuando, en vez de ayudar, agravan los problemas de éste. Por ejemplo, las «zonas de bajas emisiones» que limitan el acceso a las ciudades a miles de trabajadores sin tener una red de transporte público alternativo; o por ejemplo, las nuevas políticas de gestión de los residuos, impulsadas desde Europa, y que encarecen la tasa de basura. No digo que no sean necesarias estas políticas, sino que no son suficientes si no existen políticas públicas que tengan efectos tangibles y reales en las vidas de las personas.

La insuficiencia de las propuestas que den respuesta a las necesidades de la mayoría, es terreno abonado para la rebeldía retrógrada de la ultraderecha. «Libertad» reclaman, igual que Ayuso en Madrid, o Milei en Argentina. «Fuera impuestos» prometen. «Fuera servicios públicos» que son «chiringuitos» para los políticos que viven del cuento mientras los trabajadores y jóvenes no llegan a fin de mes.

No es casualidad que Vox haya desplegado una estrategia meticulosa de proselitismo emocional: presencia constante en redes, en institutos y en barrios obreros, ni que utilicen una retórica de “hablar claro”, visitas a barrios vulnerables, y una narrativa de agravio que ofrece explicaciones fáciles a problemas complejos. Es propaganda, sí. Pero funciona. Y funciona porque dan respuestas (falsas y engañosas, pero respuesta) a las preocupaciones de la mayoría social más vulnerable.

Mientras tanto, demasiadas agrupaciones socialistas se han replegado a dinámicas internas, lejos del mercado, del casal, de la asociación de vecinos, del bar de siempre o del campo de fútbol del domingo. Hemos dejado de hacer política donde importa: en la calle, con la gente y para la gente. Y eso, para un partido que nació para transformar la vida de la mayoría social, es inadmisible.

La militancia socialista tiene un papel que ninguna estructura institucional puede sustituir: captar el pulso real de la ciudadanía, sin filtros ni gabinetes. Las preocupaciones son claras: empleo y salarios precarios, vivienda inaccesible, inseguridad cotidiana, soledad no deseada, barrios degradados, coste de los alimentos … La gente … nuestra gente, la clase trabajadora, no quiere discursos épicos: quiere soluciones alcanzables.

El socialismo siempre fue fuerte cuando escuchó primero y habló después. Cuando conectó la lucha por la igualdad con la mejora concreta de la vida diaria. Cuando no temió debatir cara a cara con quien piensa diferente. Cuando las agrupaciones eran escuelas de política y motores de comunidad. El futuro no se construye desde la comodidad; se construye desde el debate valiente y el territorio vivo.

Cuando los socialistas somos militantes activos, y recuperamos la vida de las agrupaciones, pegadas a los problemas reales de nuestros conciudadanos, no hay quien nos pare. No hay algoritmos ni bulos que sustituyan una conversación honesta en un rellano o en una plaza.

Nuestra actividad política es la de estar en los barrios con propuestas claras: empleo estable, salarios dignos, seguridad vecinal, vivienda asequible, servicios públicos de calidad.

Nuestro lenguaje y presencia en redes debe ser claro, directo y humano, y no recargado de mensajes institucionales que no llegan al corazón de la gente.

Vienen tiempos difíciles en los que los mensajes de individualismo y cargar contra lo público, contra la igualdad, contra la justicia social y contra la democracia… van calando… porque vamos dejando que calen.

Insisto: la demagogia se combate con pedagogía trabajo y esfuerzo; y a la ultraderecha se la vence con políticas de izquieda. El resto no vale para nada. La gente no es ni ignorante ni se vuelve facha, a la gente hay que escucharla y hacerles propuestas para mejorar nuestras vidas de forma colectiva.

La ultraderecha no está ganando porque tenga mejores soluciones, porque no las tienen. Su solución es la de excluir a otros y desinformar. Diversos estudios muestran que las fuerzas de extrema derecha explotan (y promueven) de manera sistemática la desinformación y los marcos emocionales simplificados para ganar apoyo, especialmente en contextos de malestar económico y desconfianza hacia las instituciones. No es que su electorado sea “más ignorante”, sino que se mueve en entornos informativos más polarizados, donde los bulos y los mensajes de odio circulan con mayor intensidad y menor contraste con datos verificables.

Nuestro reto como socialistas no es llamar ignorante o «facha» a nadie, sino disputar el sentido común: llevar datos, propuestas y presencia a los mismos espacios donde hoy solo se escucha ruido, discursos de odio y miedo.

Ese terreno lo podemos recuperar. Pero exige militancia activa, debates incómodos, calle, calle y más calle, y propuestas que mejoren de verdad la vida de la mayoría social.

Una invitación a la militancia

Compañeras y compañeros: es hora de desentumecer el músculo político. Ni nostalgia ni resignación. Acción. Debate. Escucha. Propuesta. Trabajo.

El socialismo no se defiende solo desde los despachos o las tribunas parlamentarias; se construye caminando junto a la gente, poniéndose en la cabecera de las reivindicaciones y no adoptando actitudes defensivas de la labor de las instituciones.

Si la extrema derecha, y los populismos venden humo con discursos rancios, odio y bulos, los socialistas tenemos la obligación de ventilar bien y recuperar el pulso de la vida activa de las agrupaciones y de nuestras calles y barrios.

Baltasar Santos
1er Sec PSC del Vendrell

Otoño de congresos: avancemos en las respuestas a las necesidades de la mayoría social

A pesar de tener la información, la que los medios de masas nos quieren dar, la mayoría de la sociedad parece no estar preocupada por la gravedad de lo que está ocurriendo en el mundo. No es culpa de la ciudadanía, poco puede hacer cada cual y por separado. El problema es que las organizaciones que debieran convocar y organizar la movilización social renuncian a hacerlo.

                La deriva criminal del gobierno de Israel no puede ser tratada de la manera que lo está siendo; con movilizaciones minoritarias y de modo fragmentado, con los grandes partidos y sindicatos de perfil o cuando menos contenidos: ni siquiera califican de Genocidio la muerte de más de 41.400 palestinos y palestinas, la inmensa mayoría población civil y de entre ellos decenas de miles de niños y niñas.

                No es solo una cuestión ética, cívica o ideológica. La UE y los USA no pueden estar pidiendo contención a los países vecinos de Israel, mientras es Israel quién bombardea indiscriminadamente sus capitales y ciudades, como Beirut, o lleva a cabo acciones terroristas en territorio sirio, libanés y/o iraní. Atrocidades que está cometiendo con el armamento que le suministran los Estados Unidos de América y los países de la UE, incluido el nuestro. Más claro aún ¡Los gobiernos europeos están siendo cómplices de este genocidio! Al mantener relaciones diplomáticas con el Estado sionista de Israel.

Las organizaciones deberían convocar a la movilización social ante lo que está sucediendo en el mundo

                El otro foco de guerra está en el este de Europa, donde se intensifica la escalada bélica ¿hasta cuándo será posible mantener que la UE/OTAN no forma parte de la guerra mientras están financiando y suministrando armamento para la guerra? ¿hasta cuándo va a continuar la UE con el seguidismo de las órdenes que los USA dictan a través de la OTAN? Los ingentes esfuerzos que se están haciendo para la guerra deberían hacerse para la paz, pero eso no da beneficios a la industria del armamento ni resuelve los problemas económicos de EE.UU.

Los países europeos están siendo cómplices de este genocidio al mantener relaciones diplomáticas con Israel

                Estos conflictos, junto a tantos otros -como el intervencionismo en Venezuela, una vez más comandados por las administraciones demócratas y republicanas de los USA- están esquilmando la capacidad adquisitiva de los trabajadores y pensionistas de todos los pueblos.

Estos conflictos están esquilmando la capacidad adquisitiva de los trabajadores y pensionistas de todos los pueblos

El alza de los precios no para de abrir brecha en la pérdida de poder de compra: la inflación se está moderando, lo que no significa que pensiones y salarios estén recuperando capacidad económica. A pesar de la moderación del IPC no se tiene en cuenta que, por ejemplo, el aceite de oliva lleva un incremento acumulado del 170,5% desde enero de 2021. Qué decir de los incrementos continuados de la vivienda, sea en alquiler sea en propiedad nueva o de segunda mano. Los oligopolios de los carburantes, la energía, la banca o las grandes superficies de alimentación, baten récord de beneficios cada año mientras la pobreza y la exclusión social se cronifican, como así le ocurre a más de 13 millones de personas en nuestro país, aunque muchas tengan un puesto de trabajo; consecuencia de la precarización que las reformas laborales de 2010 y 2012 instalaron en las condiciones laborales. Nos hacemos eco del dato contenido en el ultimo informe de Oxfam Intermón: “el 1% de la población (los ricos) acaparan el 63% de la riqueza que se ha generado en el mundo entre enero de 2020 y diciembre de 2021. Mientras millones de personas perdían la vida por el COVID-19 o perdían sus empleos por las restricciones, los ricos incrementaban sus beneficios.

Los olipolios baten record de beneficios cada año mientras la pobreza y la exclusión social se cronifican

                La industria europea sufre “anemia”, según los expertos en la materia. Pero no explican el efecto en la industria de las deslocalizaciones decididas por las multinacionales, llevando la producción a países donde la mano de obra se paga a precio de esclavo, países a los que la “comunidad internacional” exige, hipócritamente, respeto a los derechos humanos. Tampoco explican el impacto en la industria del alza de los carburantes desde que el petróleo o el gas licuado se lo compramos a Estados Unidos en lugar de Rusia -mercado que está en el verdadero motivo de la guerra en el este de Europa-.

La industria europea sufre «anemia» . El dumping social y el alza del precio de los carburantes son algunas de las causas

                Estas situaciones provocan desencanto. Y la no respuesta política facilita el avance de la extrema derecha. Lejos de dar respuestas políticas positivas para la mayoría, en los dos motores de la UE, Francia y Alemania, se opta por girar a la derecha para escorar a los neofascistas ¡Qué error! Que Macron pisotee la voluntad mayoritaria del pueblo francés de girar a la izquierda, nombrando un presidente del gobierno de derechas no va a hacer que Le Pen se modere, y lo que es peor, no va a resolver los problemas de los millones de franceses y francesas que piden soluciones y que dicen NO a la reforma de Pensiones entre otras cuestiones. Lo mismo ocurre en Alemania, con el agravante de que el que gira hacia la derecha es un gobierno supuestamente progresista, con un presidente socialdemócrata. Tomar medidas reaccionarias contra la inmigración no resolverá el problema de millones de alemanes y alemanas que lo que demandan son soluciones a sus problemas, agravados por el apoyo de su gobierno a que continúe la guerra en Ucrania.

Lejos de dar respuestas políticas positivas para la mayoría, los dos motores de la UE, Francia y Alemania viran a la derecha

                En España, muchos de los partidos de la izquierda y sindicatos están convocando sus congresos. Formalmente se hablará de todo en sus documentos y en las jornadas congresuales. Pero, ¿será para cumplir con la formalidad del congreso, o para verdaderamente planificar cómo cambiar la deriva enloquecida de esta sociedad que nos toca vivir? ¿seguirá siendo tabú tomar resoluciones en favor de un Estado republicano, frente al caduco modelo monárquico? Si combatimos en las calles contra la guerra genocida de invasión en Irak ¿por qué no están movilizando contra el genocidio en Gaza, por qué asumen la guerra de intereses económicos que han desatado Putin y los USA? Son muchas las cuestiones a responder y a resolver.

                Reconocemos que el Gobierno ha emprendido una lucha decidida por el avance democrático y el combate contra el enfrentamiento de los pueblos, al que insta permanentemente la derecha. Ley de Amnistía frente a barcos cargados de policías. Un camino que pone en evidencia que el Estado de las Autonomías está superado. Frente a esta actitud se resiste el nacionalismo españolista, católico y centralizador, nostálgico del franquismo, al mando de las instituciones ancladas en el pasado; judicatura, ejército e Iglesia, con La Corona como eje. Los que viven estupendamente con el régimen establecido no quieren cambiar, sino conservar sus privilegios; de ahí que se les denomine conservadores. Solo eres demócrata si obedeces, solo eres patriota si cantas su himno y solo eres español si ensalzas su bandera.

Los que viven estupendamente con el régimen establecido no quieren cambiar, sino conservar sus privilegios

                La firmeza del Gobierno, para resolver la crisis con Cataluña, contrasta con su indecisión en materia de derechos para la mayoría social de todo el Estado español; por ejemplo, en la no derogación de la “Ley Mordaza”, una ley dañina para el derecho de libertad de expresión y de movilización. O respecto al incumplimiento de la Ley 21/2021, al no haber encargado una Auditoría a las cuentas de la Seguridad Social que deje claro que las Pensiones son plenamente sostenibles, a condición de que no se utilice el dinero de las cotizaciones para gastos indebidos. O la derogación de las reformas laborales, a medias tintas, dejando intactos muchos de los elementos lesivos para los derechos de los trabajadores. O cuando se amplía más aún la capacidad de la Mutuas patronales para que presionen a los trabajadores y trabajadoras cuando están de baja. Esto último, con la aceptación de las direcciones sindicales. Etc, etc.

La firmeza del gobierno para resolver la crisis con Cataluña contrasta con su indecisión en materia de derechos sociales: (…) no derogación de la la ley mordaza, no se ha hecho la Auditoria a las cuentas de la seguridad social, o derogación a medias tintas de las reformas laborales

                Claro que las estadísticas de temporalidad han mejorado y que las cifras de desempleo han bajado, pero a costa de precarizar salarios y condiciones de trabajo. En otras palabras: a costa de explotar cada día más a la mayoría social, las trabajadoras y trabajadores.

La temporalidad y el desempleo han mejorado pero a costa de precarizar salarios y condiciones de trabajo

                Las organizaciones que representan política y sindicalmente a la mayoría social, perjudicada por el régimen establecido, tienen la responsabilidad de abrir estos debates en sus congresos, pero no formalmente para el día después del congreso continuar con el juego del posibilismo. Ser fiel a la naturaleza misma de las organizaciones de la izquierda es tomar la decisión de defender la Sanidad Pública frente a la privatización; es defender las Pensiones, en lugar de colaborar en reforma tras reforma a nombre de una falsa e indemostrada insostenibilidad; es abrir el debate de cuál es el papel de cada una de ellas en la construcción de la senda del federalismo.

Las organizaciones tienen la responsabilidad de abrir estos debates en sus congresos (…) y defender la sanidad pública (…) defender las pensiones en lugar de colaborar en reforma tras reforma en nombre de una falsa e indemostrada insostenibilidad

                Lo hemos dicho muchas veces y lo repetiremos muchas más: la mejor medida contra el avance de la derecha es tomar decisiones firmes en favor de la mayoría social, defendiendo sus derechos y escuchando sus reivindicaciones.

El Comité de Redacción

Crisis economía iniciada en 2008

Estimado compañero José Luis Rodríguez Zapatero:

Nos dirigimos a ti con motivo de la preocupación compartida entre muchos militantes socialistas sobre el desarrollo de la crisis internacional. Al comienzo de la misma, en el boletín Tribuna Socialista número 12, aplaudíamos tus comentarios del tipo “la crisis no la pagarán los más débiles”, pero ya entonces mostrábamos que los más débiles lo estaban pagando. Hoy la crisis azota, por supuesto, a los más débiles.

La OIT augura la pérdida de 51 millones de empleos y en Europa se llegan hasta 17,4 millones de parados, 1,6 millones más que hace un año. En 2008 la cifra de desempleados ha aumentado en 1.280.300 personas según el INE y el pasado mes de enero se traspasaron los 3,3 millones de parados con casi 200.000 nuevos parados en ese mes, como informa el Inem.

Con el tiempo, la crisis se agudiza y continuamos observando declaraciones muy positivas por parte del gobierno formado por ti y apoyado por nuestro Partido, como las expresadas en el Congreso el pasado día 10 de febrero, donde quedó claro la gran diferencia con el PP en descomposición, el PP destructor con sus decretazos y privatizaciones; pero las iniciativas que se han tomado en EE.UU., y Europa, seguido de todos los Estados miembro, no están dando frutos:

  • Miles de trabajadores se quedan en la calle cada día en nuestro país sin expectativas de volver a trabajar.
  • Se están inyectando cientos de miles de millones de euros a la banca en todo el mundo con dinero público. Pero los bancos cierran el grifo de los créditos, aun cuando declaran beneficios astronómicos. Los estados, como declara el Sr. Solbes, se quedan “sin margen”, y la crisis bancaria se sigue profundizando.
  • La patronal, renunciando ya a reclamar crédito a los bancos, exige una reforma laboral que abarate la mano de obra (con descaro solicitan reducir el coste del despido), a lo cual se suman los banqueros, el último el Gobernador del Banco de España.

Está crisis, que se inicia en el sector financiero, no proviene de la nada, no es un efecto climatológico incontrolable. Las pérdidas en el terreno de la Banca y las Bolsas se intentan suplir con los sectores de la actividad productiva; los resultados de tipo especulativo arrasan la industria, los servicios o el comercio dejando cada día en la calle a más trabajadores. Y la destrucción de la actividad productiva tardará en mostrar todos sus efectos y no será posible una recuperación en mucho tiempo, a no ser que cambiemos el rumbo.

La Mayoría Social, hace un año, decidió que el PSOE debía representar sus intereses, como la defensa del Estado de Bienestar, los derechos de los trabajadores, los inmigrantes y los más débiles. Pero hoy tenemos problemas para explicar a los ciudadanos, a nuestros votantes, en qué ha mejorado la situación la ayuda a los bancos. Está claro que los intereses de esta Mayoría Social son diametralmente opuestos al de los banqueros y empresarios que anteponen sus deudas, sus beneficios al interés de la sociedad. También está claro que el gobierno socialista quiere defender los intereses de la mayoría.

Nos preocupan las presiones para que se recorten las pensiones. Nos preocupa cómo está afectando la crisis a los servicios públicos, en particular a la sanidad y la enseñanza, que son esenciales para los trabajadores, Pero sobre todo pensamos que hay una cosa decisiva: ¿Podemos continuar conesta pérdida de empleos y la destrucción de la actividad productiva? Como socialistas, no podemos siquiera plantearnos qué cifra de parados se alcanzará en verano o a final de año, no podemos aceptar como si fuera algo inevitable llegar hasta los 4 millones de parados o que la cifra de producción industrial retroceda cada día.

Nosotros apoyamos al Gobierno en su búsqueda de una solución para la Mayoría Social y le pedimos que emprenda medidas para salvar empleo y crear empleo que estén a la altura de la gravedad de la situación, medidas que respondan a las expectativas de la mayoría, aunque a algunos les puedan parecer drásticas.

En consecuencia, pensamos que lo más importante es detener la sangría de trabajadores despedidos impidiendo los ERE. También es necesario salvar los sectores productivos estratégicos, como la industria del motor, haciendo uso de las formas pertinentes de nacionalización, además de renacionalizar el sector de la energía y no esperar a que el sector privado, que se llenó los bolsillos con la privatización, continúe con la falta de inversión, ahora con la excusa de la crisis.

Se podría objetar la falta de dinero con que realizar estas medidas, pero el dinero en ayudas a la banca nos indica que lo principal es la voluntad política, voluntad que tu gobierno demuestra día a día. Creemos que recuperar el dinero público entregado en ayudas a la banca, que emplea para tapar sus agujeros, puede ayudar a salvar los puestos de trabajo y la industria, y así poder crear una banca pública que permita garantizar el crédito a la industria, las PYME y a las familias trabajadoras.

Por otro lado, invertir masivamenteenlosServiciosPúblicos y eliminar las formas de parasitismo y privatización, como la concertación en la educación o la Ley 15/97 de formas de organización de la sanidad, renacionalizando la educación y la sanidad, así como dotar a nuestros municipios que continúan asfixiados, endeudados, con los fondos necesarios para cubrir las necesidades de los servicios públicos básicos, permitan desarrollar empleo de calidad y alivien la situación familiar de la Mayoría Social.

Creemos que también ayudaría a reactivar nuestra economía un plan de inversión en medios e infraestructuras de comunicación para las redes de cercanías, el metro, los autobuses públicos, las carreteras nacionales y los servicios de emergencias en las autovías, cortando los escandalosos superbeneficios de las constructoras y los bancos que encarecen hasta niveles insoportables el uso del transporte público.

El Gobierno tiene más información que nosotros, y sobre todo el Gobierno tiene medios para dar un vuelco a la situación, si da pasos decisivos para detener los despidos y el desempleo tendrás el apoyo de la mayoría, de las organizaciones socialistas y de todas las organizaciones que representan a esa mayoría.

Estamos totalmente de acuerdo con las declaraciones que realizaste en el Congreso el pasado 10 de febrero donde niegas el realizar “decretazos” como el PP y buscas el fortalecimiento de las políticas públicas y los derechos de los trabajadores (cosas que no hallamos en las proclamas del reciente Consejo Europeo). Hemos querido hacerte llegar la angustia que embarga a muchas familias, y sus demandas acuciantes. Creemos que en esta encrucijada en que tanto nos jugamos, medidas en el sentido que indicamos ilusionarían y recibirían el apoyo mayoritario de la sociedad, que está esperando nuestra ayuda para encontrar el camino de salida de esta crisis. Esperamos que nuestra aportación contribuya, usando tus palabras, a poner “rumbo a ese nuevo orden de progreso y de creación de empleo”, porque es nuestra responsabilidad con la Mayoría Social.

Redacción de Tribuna Socialista


Firmantes a título individual:

Euskadi: Daniel Arranz (concejal Ortuella-Vizcaya). José Manuel Toledo (Militante Leoia). Gumer Hornachos (concejal Astrasuria-Vizcaya). Koldo Méndez (concejal Bérriz). Joseba Marraida (concejal Barrika-Vizcaya). Navarra: José Luis Úriz (concejal PSN-PSOE-Villava). Madrid: Roberto Tornamira (PSM-PSOE-Arganzuela). Concepción Aguillaume Oliveros (PSM-PSOE-Va- llecas). Carmen Andonaegui Moreno (Concejala Grupo Socialista en Galapagar). Miguel Ángel Molina Pizarro (Secretario General Agrupación de Galapagar). Álvaro Peña (PSM-PSOE-Galapagar). Manuel Arroyo (PSM-PSOE-San Sebastián de los Reyes). Federico González Farelo (Sindicalista FeS-UGT). Fernando Mañueco López (FeS-UGT-Madrid). Luciano Pereda Valdemoro (PSM-El Álamo/FeS-UGT-Madrid). César Aceituno Moreno (PSM-PSOE-Arganzuela). Concepción García Moya (PSM-PSOE-Arganzuela). Rosa Pérez Acero (PSM-PSOE-Arganzuela). Diego Labrador Costela (PSM-PSOE-Galapagar). José Robles Robles (PSM-PSOE-Galapagar), Laura Serrador Toledano (PSM-PSOE-Galapagar). Noelia Arias Vara (PSM-PSOE-Galapagar). Alberto Gómez Martín (Secretario General de las Juventudes Socialistas de Galapagar), Erika Hernández López (Juventudes Socialistas de Galapagar), Juan Manuel Miranda Martínez (Militantes Socialista Galapagar), Ángel Arias Sánchez (Socialista no afiliado, Galapagar), María Cruz Vara Sánchez (Socialista no afiliada, Galapagar), María del Carmen Pacheco García (Socialista no afiliada, Galapagar), Alonso Cruz Pachón (Autónomo), Carmen Fuentes Ayuso (UGT).

Carta a José Luis Rodríguez Zapatero

Octubre 2007

Estimado compañero y presidente:

Nuevamente nos dirigimos a ti al objeto de trasladarte el sentir, sobre la política actual, de muchos socialistas y de ciudadanos votantes de nuestro Partido.

En fechas recientes hemos recibido, a través de los medios de comunicación, la idea de un posible giro hacia el “centro político”, con el fin de captar votos de ciudadanos y ciudadanas que el 27-M pudieran haber votado a la derecha ¿No nos deben preocupar más los votos que se quedaron en casa?

En primer lugar, ponemos mucha prudencia en la lectura de esas noticias, por si lo transmitido por los medios de comunicación de masas no se ajustase a la orientación fijada por la CEF y el Comité Federal. No obstante, y en el sentido de un giro al “centro político”, existen una serie de hechos que no compartimos y que lealmente queremos compartir contigo. Entendemos que la lealtad consiste en decir honestamente lo que un/a socialista opina sin estar determinados por lo que el “líder” pueda querer oír.

Entendemos que el proceso de paz tenía y tiene más recorrido del que se le dio. Pues partiendo de que el derecho a la Paz de la comunidad social es una obligación ineludible de los poderes públicos, vemos que se han puesto trabas a este proceso. Obstáculos que desde el Gobierno se podrían haber sorteado. Este es el caso de la “Ley de Partidos” y otras normas de excepción vigentes en materia penitenciaria y antiterrorista. Responsable de este fracaso son en todo caso, la organización ETA, con su política de violencia indiscriminada y el Partido Popular por su obstrucción, permanente y obstinada, al pro- ceso de paz.

Esta retroalimentación entre PP y los violentos no conduce a nada bueno, de la misma manera que no conduce a nada bueno caminar por la senda del recorte de derechos democráticos y del cuestionamiento de las organizaciones políticas, defiendan estas lo que defiendan, siempre que no se dediquen de hecho a la violencia, sea por la defensa de la autodeterminación de los pueblos, sea por la defensa del concepto República como concepto de Estado; en democracia, todos los ciudadanos y las organizaciones políticas deben tener derecho a opinar y a plantear posiciones por muy distantes que estas estén del actual marco constitucional.

Somos muy sensibles a tus palabras, en la carta de respuesta que nos enviaste el 15 de marzo del presente año, en las que hacías alusión a “las incomprensiones y el acoso implacable de algunos sectores de la sociedad”. Te comprendemos y es por ello que queremos animarte a no ceder ante ese acoso implacable que nosotros no tenemos el menor problema en calificar de proveniente de “la derecha de siempre” –término no restringido únicamente al PP-. En coherencia, consideramos que el camino no es el de buscar los votos de quienes se identifican con la derecha.

La Mayoría Social -los trabajadores, los jóvenes, los autónomos, los pensionistas, entre otros- tiene derecho a la Paz y sabe que no existe un final a ningún conflicto sin Diálogo. Es la intoxicación de “la derecha de siempre”, a través de sus medios de comunicación, la que, en ausencia de una acción contundente y decidida de la izquierda, consigue que elementos de dicha Mayoría Social termine votando a la derecha. La Mayoría Social no quiere la violencia ni en España ni en Iraq o Afganistán.

Junto al devenir del proceso de Paz, hemos asistido a la posibilidad de un pacto con CIU en Cataluña, negando al pueblo catalán la posibilidad del actual Gobierno de progreso. Esto que en Cataluña ha sido una posibilidad se ha convertido en un hecho lamentable en Navarra.

En primer lugar, se tendría que haber sido más prudente en el tiempo inmediato al 27-M, y si el compañero Blanco y la CEF teníais tan claro que no estábamos en posición de dar al pueblo navarro un Gobierno de progreso, haber zanjado esa posibilidad desde el primer momento.

Todo lo que ha ocurrido después, a pesar de todas las explicaciones, deja la sensación de habernos replegado ante no se sabe muy bien que razones de Estado, producto una vez más del acoso implacable de “la derecha de siempre”. El pueblo navarro nos dará su opinión en las generales de año próximo.

Si al devenir del proceso de Paz, le sumas la tentativa de “sociovergencia” en Cataluña, y el episodio de Navarra, entenderás que es razonable que nos preocupe el anuncio de un posible giro hacia un supuesto “centro político” por parte de nuestro Partido.

A pesar de la importancia de lo enunciado a la Mayoría Social lo que verdaderamente le importa, desgraciadamente, pues renuncian a una opinión fundamentada y significaría que tenemos una sociedad que mayoritariamente tiene criterio y actitud crítica, no es con quién gobernamos, o cómo conseguimos la Paz. Solo saben que quieren que termine la violencia, quizás por ello más del 70% de los encuestados, según una encuesta del 21 de enero realizada por La Vanguardia, seguía aportando por el proceso de Paz.

Quieren que la riqueza que se genera en nuestro país se reparta ecuánimemente. Es inadmisible que el empresariado español incremente sus beneficios tres veces más que la media del empresariado europeo, pero que los trabajadores españoles perdamos más poder adquisitivo que la media de los trabajadores europeos, quienes hemos perdido más de 10 puntos en la última década.

Quieren que escolarizar a sus hijos e hijas no sea un calvario por la falta de plazas escolares, viéndose en la obligación de pagar, lo que posiblemente no tienen, en la escuela privada.

Quieren no tener que pagar el 50% de su salario por tener que llevar a sus hijos menores de 3 años a guarderías privadas ante la ridícula oferta pública en materia de escuelas infantiles.

Quieren no tener que acudir hacinados a trabajar en el transporte público, cuando no llegar tarde.

Quieren una Sanidad pública que no les dé cita para meses cuando del diagnóstico para su enfermedad puede depender su vida. Y no encontrarse varados en el pasillo de un hospital si acuden a urgencias.

Quieren en definitiva que las rentas altas coticen más, pues resulta escandalosa la brecha que se viene abriendo desde hace años entre las rentas del capital y las rentas del trabajo.

Como puedes ver tenemos muchos motivos para estar preocupados por un posible, aunque sólo sea posible, giro hacia un supuesto “centro político”.

Tan sólo darte un dato, a modo de ejemplo. En la ciudad de Madrid, donde el 27-M propusimos un candidato de corte liberal, incluso dejó claro que no era del PSOE jactándose de no estar afiliado a ningún partido, la derecha gano 1307 votos sobre las elecciones de 2003. El problema fue los cientos de miles de votos que perdimos nosotros. Dicho de otro modo: no necesitamos ganar votos de la derecha, necesitamos fidelizar a los millones que nos votaron en marzo de 2004, los cuales nunca votarán al PP. Y a esos no les vamos a ganar con giros a un supuesto “centro político”. El problema puede estar en que empujemos al voto natural de izquierda hacia la abstención o hacia el voto de formaciones minoritarias.

En definitiva, la Mayoría Social necesita ser ilusionada con esas políticas sociales que necesitan en todas las comunidades autónomas, pues los problemas esbozados son comunes a todos los pueblos de España.

Esperamos te sea útil esta contribución de unos militantes socialistas.

Recibe un fraternal saludo.


Firmantes a título individual:

Asturias: José Manuel Martínez Ordóñez (Militante A.S.R. de A. Asturias S.E.-UPTA-Asturias) Madrid: Roberto Tornamira (Afiliado PSM-PSOE), Concepción García Moya (afiliada a UGT-PSOE), Concepción Aguillaume Oliveros, Álvaro Peña (Afiliado PSM- PSOE), Javier Pérez Santos, Felipe Merinero Ballesteros, José Luis Herranz Ruipérez (militante de la agrupación de Usera, PSM-PSOE), Fernando Mañueco López, Manuel Arroyo (Afiliado PSM-PSOE), Silvia Font (Afiliada PSM-PSOE), Mª Cruz Vara (socialista no afiliada), Noelia Arias (militante PSM-PSOE en Galapagar), Erika Hernández (militante JSM-JJSS, en Galapagar)
Euskadi: Koldo Méndez (Afiliado PSE-EE-PSOE), José Manuel Toledo (Afiliado PSE- EE-PSOE), Unai Ortúzar (Afiliado PSE-EE-PSOE), Carmen Alonso (PSE-EE- PSOE), Igor Hernández (PSE-EE-PSOE) Navarra: José Luis Uriz (Afiliado PSN-PSOE), Iosu Pardo (PSN-PSOE), Fernando Viedma (afiliado al PSN-PSOE) Cataluña: José Antonio Iniesta (Afiliado PSC-PSOE), Baltasar Santos (Afiliado PSC- PSOE), Jordi López Font (Afiliado PSC-PSOE), José Serrano Rodríguez (afiliado al PSC Baix Llobregat y a UGT)