28M, sin alternancia, sin esperanzas

Hoy se publican dos noticias que leídas juntas dejan poca esperanza en que las cosas puedan ir a mejor en Bizkaia y en Euskadi tras el 28M.

El diario el “El Correo” nos cuenta como el 56% de los municipios bizkainos siguen gobernados por el mismo partido político desde 1979, y nos da la lista de municipios, entre ellos su capital Bilbao, donde las cosas nunca cambian. Otro Diario “Argia” confirma la culminación de la privatización de la gestión del agua en Bizkaia tras acabar con todos los consorcios del agua, el ultimo el de Busturialdea.

Vivo en Barakaldo, margen izquierda del Nevión, cuna del socialismo bizkaiano y capital de la zona minera, de lo que ya no queda más que el recuerdo, tanto de lo uno como de lo otro y algo del paisaje. Mi municipio es de los que se sale de ese 56% que menciona el correo, aunque por muy poco, estuvimos gobernados por el PSE/PSOE desde el 1983 hasta 2015, 32 años, desde entonces estamos en manos del PNV, partido que consiguió la primera alcaldía de la democracia de 1979 a 1983. Como se puede ver no hay una gran alternancia política en Barakaldo, menos si tenemos en cuenta el pacto de gobierno que une a estos dos partidos en las instituciones vascas y que suele llegar hasta las políticas municipales. Las políticas de unos y otros son muy difíciles de diferenciar, si buscamos políticas “Socialistas”, por ejemplo, resulta chocante que el PSE/PSOE, como aspirante a recuperar el ayuntamiento, en sus promesas electorales se incluyan mejoras en barrios degradados, que llevan más de 30 años degradados y por los que poco hicieron en su día.

El partido socialista en Bizkaia y en Euskadi tiene muy fácil el distanciarse del PNV y de sus políticas conservadoras sin tener que recurrir a grandes obras en las infraestructuras de nuestros barrios, bastaría con defender simples ideales “Socialistas” como la lucha por lo público y contra las privatizaciones o por una laicidad real empezando por los municipios y llegando al gobierno autonómico.

El pasado mes de abril las centrales sindicales vascas, ESK y ELA, denunciaban la privatización de los almacenes de Osakidetza, el objetivo real de Osakidetza no es otro que el de cerrar los diferentes almacenes con los que cuenta hoy en las diferentes Organizaciones de Servicios, gestionados con medios y personal propio, para centralizarlos en la futura plataforma logística, cuya gestión se va a subcontratar a una empresa externa y por lo tanto, a privatizar. No es el primer ataque de privatización que sufre el Servicios Vasco de Salud, como es práctica habitual en todos los servicios de Salud del Estado, empiezan con derivaciones de pacientes a centros privados “colaboradores” para ciertos procedimientos, siguen el engorde de las listas de espera que hasta para la atención primaria pasa de horas o dias a semanas. Y acaban con el cierre de servicios, como el módulo psicosocial de Cruces, en mi municipio, que este sí que llevaba funcionando desde 1979.

También en estos días, y cara a la actual campaña a las elecciones municipales para el 28M, desde la asociación “Langilen Informazioa” nos hemos dirigido a los candidatos para que incluyan en sus mítines y en sus discursos la discusión sobre el proyecto de ley que prepara Gobierno Vasco en el que se va un poco más allá del pacto que ha alcanzado el gobierno de Pedro Sánchez con diferentes religiones. La propuesta del gobierno vasco obliga a los municipios a reservar terreno público para cualquiera de las confesiones religiosas, esta carta ya la publicamos en el número 143 de TS ( https://tribunasocialista.com/2023/05/02/ley-de-culto-en-euskadi/ ), como bromeaba, y no sin razón, un periodista de La Cadena Ser, nos vamos a convertir en el paraíso para las STARTUP religiosas.

También hemos preparado una mesa redonda en Leioa, para el próximo día 25, a la que hemos invitado a los candidatos a estas municipales a significarse en favor de la Auditoria a las cuentas de la seguridad social, algo que por ley aprobada en el congreso se debería haberse llevado a cabo hace meses.

Estos son los ejemplos más cercanos y recientes del poco interés de los candidatos en Euskadi por políticas “Socialistas”, porque el problema que siempre queda patente del PSE/PSOE en Euskadi es el pacto con los conservadores que le ata de pies mi manos para poder hacer suyas cualquiera de estas políticas por lo público, contra las privatizaciones, por una laicidad real en nuestros municipios, un pacto que se hace notar hasta en Madrid cuando el Gobierno de Pedro Sánchez quiere sacar adelante los presupuestos generales del Estado con el apoyo de los abertzales.

Iñaki Merino
Comite de Redaccion de TS

Fuentes:

La ideología y el voto

Estamos de nuevo ante un proceso electoral. Dada la situación actual de la política en general en nuestro país, este, es uno de los mas preocupantes de los que yo he vivido en mi ya larga vida, como votante y como militante de nuestro veterano partido.

La descomposición sistemática en lo que se refiere a valores, principios éticos de honradez y decencia, que en mi opinión se le suponen a alguien que se quiera dedicar al noble arte de la política últimamente son escasos y en ocasiones inexistentes, se están dedicando a esta básica y fundamental actividad cada vez más, esos ciudadanos que sin ningunas ansias de mejorar la sociedad, se van introduciendo en los engranajes políticos, ante la ausencia de los militantes concienciados poseedores de ese espíritu solidario imprescindible a la hora de legislar y que al menos en nuestro partido yo sé que existen, aunque su alto grado de dignidad les frena, al intentar introducirse en ese estercolero en el que poco a poco se está convirtiendo la política a todos los niveles.

Es evidente que, a la hora de emitir mi voto, tengo muy en cuenta mi ideología de Izquierdas, en todas y cada una de las convocatorias electorales, pero no es menos evidente que en el caso de las Municipales la influencia sobre mi decisión es mayor la personalidad de los candidatos, su forma de trabajar demostrada y sus valores éticos y morales, mas aun al tratarse en mi caso, de una zona históricamente olvidada del rural, con un alto grado de depresión subsanada brillantemente por la actual corporación, y que por lo tanto tendrán mi voto aunque no sean militantes de mi partido por la valentía de ejercer como verdaderos artífices del bien social.

Distinto es cuando se trata de unos comicios mediante los cuales tenemos que decidir quien estará encargado de legislar para un futuro, pues en este caso sí que mi interés será siempre el que las leyes sean progresistas y busquen la igualdad de oportunidades, siendo vital para ello evitar por todos los medios posibles la derechización de las instituciones, animando para ello a nuestros políticos más honrados, decentes y solidarios que den un paso hacia adelante con valentía para impedir la derechización de nuestras estructuras organizativas internas.

Esto, que siempre ha sido muy difícil de entender por parte de algunos compañeros de Partido, que ahora se autodenominan Socialdemócratas, es muy sencillo para los que hemos vivido el socialismo real dentro del mismo, cuando sin dejar de ser demócratas, nos llamábamos Socialistas sin complejos.

Yo, en las Elecciones Municipales de mi pueblo, seguiré apoyando al mejor gestor, al que mejore la vida de sus vecinos, sin importarme de qué color político sea, evidentemente sería más fácil para mí que ese gestor tuviera una ideología similar a la mía, pero si lo hace bien tendrá mi voto.

De todas formas, el día 28 todos a votar, con fanatismo o sin él, pero ejerciendo nuestro derecho, si puede ser en conciencia mejor aún.

Paco Ascón
Militante socialista de Xares (Ourense)

Editorial: No somos neutrales

Una vez más, Tribuna Socialista toma posición ante un proceso electoral; inequívocamente llamamos a ir a votar y a votar a las candidaturas de los partidos que se reclaman de izquierdas.

No participamos de los eslóganes del tipo “todos son iguales”, “no nos representan”… Los partidos de la derecha representan en nuestro país la continuidad del franquismo, por mucho que hayan cambiado de siglas – de AP a PP- o hayan adoptado distintas tonalidades corporativas -cambiando el azul PP por el verde VOX o el naranja de Cs-. No hay derecha radical y derecha moderada, cambian las formas para conseguir los mismos objetivos: mantener los privilegios de la minoría social.

Como miembros de la clase trabajadora, no somos neutrales frente a quienes justifican y defienden la monarquía corrupta heredada del franquismo (ver editorial de TS 143). Los líderes de la derecha aún se permiten decir que se insulta al Rey, cuando la realidad es que es la institución monárquica la que ha faltado gravemente al respeto a los pueblos y trabajadores del Estado español.

No podemos poner en el mismo nivel a quienes se empeñan en preservar las viejas instituciones judiciales franquistas, por mucho que de la noche a la mañana cambiasen la nomenclatura del Tribunal de Orden Público por el de Audiencia Nacional. Ni a quienes mantienen la indecencia de un Consejo General del Poder Judicial sin renovar desde hace casi cinco años. Es cierto que no todos los jueces son de derechas, pero sí una importante mayoría; entre la que el PP en particular tiene una fracción militante.

Los trabajadores y trabajadoras no podemos votar a quienes siempre ponen obstáculos a la subida de las pensiones, se oponen al incremento del SMI y apoyan a la patronal para no subir los salarios ni tan siquiera en la misma cuantía que se incrementa el IPC. Son los mismos que salen en tromba a defender a los bancos, las eléctricas, las gasistas, las grandes superficies de la alimentación… ante cualquier insinuación de la izquierda de iniciativas para controlar los precios, por muy moderadas que sean estas iniciativas.

La mayoría de la sociedad no puede votar a los partidos que privatizan lo público: la sanidad, la educación, las residencias. Hospitales y centros de especialidades que se entregan a empresas privadas para que hagan negocio priorizando el beneficio sobre la salud de los pacientes; para que hagan beneficio a costa de la educación, la alimentación y demás servicios que prestan a los niños y niñas en los colegios concertados; para que escatimen en el personal y en la alimentación de los mayores residentes, con el objetivo de engordar sus cuentas de resultados y el reparto de dividendos.

Mención concreta merece el crimen, no juzgado aún, cometido en Madrid por el Gobierno del PP, presidido por Isabel Díaz Ayuso, que tubo como resultado de sus decisiones la muerte de 7.291 ancianos en pandemia, al negarles la atención hospitalaria.

A la hora de votar no se puede olvidar quienes, con sus políticas de gestión del suelo (Ley de liberalización del suelo de 1998. Gobierno de Aznar), nos llevaron a la mayor crisis económica de los últimos 100 años. Como no debemos olvidar quienes vendieron la poca vivienda pública de que disponíamos a Fondos Buitres. Políticas y decisiones que han generado un drama para la emancipación de nuestros jóvenes y un gran problema social con la vivienda.

No podemos avalar con nuestro voto el entramado de privilegios sociales e impunidad que la derecha viene disfrutando de manera ininterrumpida desde 1939.

Sin embargo, nuestra no neutralidad no nos impide ser críticos con los partidos de la izquierda.

Partimos de reconocer que este periodo de cuatro años ha sido un ciclo que se recordará históricamente como el de las crisis encadenadas, cuando aún millones de conciudadanos no habían salido de la crisis de 2008 entramos de lleno en la pandemia del COVID-19, y cuando aún coleaban las distintas cepas mutadas del virus estalló la guerra en Ucrania. Por si estos tres hechos fuesen insuficientes, la isla de La Palma ha sufrido la erupción del volcán de Tajogaite y todos los pueblos del Estado español sufrimos la mayor sequía desde tres décadas.

Nadie puede prever la expansión de un virus, aunque sí su contención y sus efectos. No se puede prevenir la erupción de un volcán, pero sí paliar sus consecuencias. Y no se puede combatir una pertinaz sequía de repente, pero se debería aprender y tomar medidas rigurosas para prevenir los efectos de la siguiente con una eficiente gestión del agua.

La crisis inmobiliaria de 2008 y la guerra de Ucrania no son achacables a fenómenos de la naturaleza. En nuestra opinión, son consecuencia directa de la dinámica del “libre” mercado y la competencia entre capitalistas. En el primero de los casos: la Ley de Liberalización del suelo que decretó el Gobierno de Aznar y su convicto ministro, el Sr. Rato, en 1998. En el segundo caso es la competencia entre oligarcas rusos defendidos por Putin, y los propietarios de multinacionales, fondos de inversión… defendidos por Biden.

La cuestión es qué pintamos la izquierda, aquí y en Europa, defendiendo a uno u otro bando ¿es mejor la propuesta social de Putin que la propuesta social de Biden, o viceversa? ¡NO! Como tampoco es defendible ni es mejor el modelo social de China. Lo que las tres grandes potencias actuales tienen en común es la explotación salvaje de sus propios pueblos y la necesidad imperiosa de ganar cuotas de mercado para sus sectores estratégicos, aunque sea mediante la guerra.

Es por esto que nos identificamos con la posición del presidente de Brasil, Lula da Silva “de la guerra se habla cuando hay paz, cuando hay guerra lo que hay que hacer es pararla”. Claro que la guerra sólo puede parar si el que ha invadido un territorio que no le corresponde saca sus tanques y tropas de dicho territorio, y si unos y otros aceptan un ¡Alto el fuego inmediato y sin condiciones! Pero la guerra también se para si no se alimenta con armas y si todas las partes se afanan en presionar a ambos contendientes a sentarse en la mesa de la negociación.

Parar la guerra debe ser la prioridad y se debería realizar el máximo esfuerzo, pero los tiros van por otro lado; los gobiernos atlantistas están destinando cantidades ingentes de los presupuestos para reponer los arsenales que se han vaciado en estos quince meses de guerra. Igual que Putin a anunciado presupuestos ilimitados para la guerra. Mientras, se escatima en contratar médicos y demás personal sanitario y, a los que hay, se les niegan unas condiciones dignas y acordes con su responsabilidad y aportación social, no incrementan los presupuestos para la guerra.

Insistimos, es cierto que ha sido un periodo muy difícil y extraordinariamente complicado, pero no pensemos que a la ciudadanía se la puede engañar. Nos pasó en 2011, con Zapatero. Ocurrió en Grecia, en 2019, con Alexis Tsipras, ha ocurrido en Chile con Gabriel Boric en las elecciones para consejeros constitucionales del 7 de este mismo mes de mayo. Ha ocurrido muchas veces, cuando la izquierda se pliega a los dictados de los organismos internacionales del capital, le abre las puertas de para en par a la derecha. Es un hecho probado que el incumplimiento de promesas electorales da alas a la derecha y desmoviliza a muchos sectores de trabajadores.

Vender humo está muy feo. No es de extrañar que la patronal aplauda la reforma laboral última; deja prácticamente intacta la que impuso Rajoy en 2012. Es lógico que el Rey reciba y se haga fotos con los líderes sindicales, y con el de la patronal, para celebrar el acuerdo intersindical que sólo garantiza la paz social hasta 2025, -aunque los sectores en lucha opinan otra cosa-, pues no garantiza que no se siga perdiendo poder adquisitivo y menos aún que se recupere el poder de compra perdido en 2021 y 2022. No sabemos si es la forma que ha tomado el deseado pacto de rentas, pero, si es así, los capitalistas firmarían esos pactos todos los días, máxime en un periodo en el que las grandes empresas baten récords de beneficios todos los trimestres.

No podemos entender por qué el Gobierno no cumple la Ley 21/2021 y no encarga una Auditoría a las cuentas de la Seguridad Social: en 2020, el Tribunal de Cuentas cifró en más de 103.000 millones de euros la deuda del estado con las Pensiones (sólo para el periodo 1989 a 2013. La Ley 21/2021 obliga al Gobierno a encargar una Auditoría para el periodo 1967 a 2021). Recientemente, el ministro Escrivá, hablaba de una deuda de 140.000 millones de euros– no decía en qué periodo se había generado, ni informaba de en qué estudio se basaba-. Pero, a pesar de estas ingentes cantidades de dinero de las Pensiones públicas que el Estado ha gastado indebidamente, se continúan aplicando reformas al Sistema Público de Pensiones y manteniendo el falso mantra de la insostenibilidad del sistema.

En última instancia, para sectores crecientes de trabajadores y jóvenes el hecho de que ninguna fuerza de izquierda responsa a reivindicaciones esenciales: contra la OTAN, contra su guerra, contra los planes de austeridad de la UE, que no cuestionen a la Monarquía… provoca una sensación de orfandad electoral y política que genera la sensación de acudir a votar sin ningún entusiasmo.

Analizaremos los resultados del 28 de mayo, esperemos que sean positivos para la izquierda. Aún quedan meses para las generales, todavía hay tiempo de legislar y de ganar credibilidad entre la mayoría social.

Comite Redaccion Tribuna Socialista.

En política no vale todo

Cada vez es más escasa la dignidad entre los políticos del momento, realmente ¿creéis que vale todo con tal de ganar las elecciones?

Y en el caso de que se ganen ¿para qué?, ¿legislaremos siempre de la mano de la derecha?

¿Por qué esas personas maduras, con valores, con principios, con un índice de solidaridad imprescindible, con ideas propias, con el ansia e ímpetu necesario para luchar por una sociedad justa, que me consta porque los conozco, no lideran esos ideales haciéndose cargo del futuro?

La contestación es muy sencilla, por su propia decencia, honorabilidad, autorrespeto, ya que a día de hoy la política en nuestro país se ha convertido en un estercolero, siendo escasos los sufridores que ocupan su escaño con dignidad, y no como un medio de vida personal, rentable y cómodo, como hace la mayoría de nuestros representantes, a los que lo único que les importa es permanecer en la poltrona, hasta que eso les garantice una renta vitalicia.

Cada día que pasa, me da más pena el proceso de descomposición de la izquierda en nuestro país, es muy triste que se haga necesario para realizar una corrección de una ley, acudir a esta derecha que se frota las manos, cada vez que le ponemos en bandeja nuestra incompetencia.

Es muy difícil comprender, desde mi desconocimiento de las leyes y de su aplicación, lo que hemos sido capaces de hacer con lo del “sí es sí”. Es difícil de entender como es posible que, entre 23 ministros que forman el gabinete, nadie de los que se les supone una formación haya sido capaz de ver antes de su aprobación los fallos que dieron lugar al efecto contrario al que debería buscar esa ley, dejando en la calle a delincuentes antes de su teórica rehabilitación.

Es difícil comprender como ni esos ministros ni la legión de asesores que cada uno de ellos tiene, hayan sido capaces de detectar esos fallos al leer la proposición de ley, si es que la leyeron, lo cual ya dudo. Tampoco entiendo como el presidente, sabiendo como sabe de la escasa capacidad de la mayoría de “Jesuseros” que le rodean, tampoco parece habérsela leído.

Es evidente, que los diseñadores de esta ley han descuidado algunos términos de la misma en su afán de la protección real de las víctimas, pero seguramente les está preocupando más mantenerse en unas poltronas en las que no hubieran soñado estar si no fuera por el actual deterioro de nuestro partido.

Todo esto es inconcebible pero aun lo es más que no seamos capaces de unir a los progresistas para corregir los errores que lógicamente todos somos capaces de cometer, y tengamos que rogarle a la derecha más retrograda, ansiosa de protagonismo, que nos saquen de este fango en el que estamos metidos ante un proceso electoral que a la vista de los acontecimientos nos hundirá aún más.

Encima, nuestro portavoz, para disculpar la humillación, comenta que sólo son cuestiones semánticas las acordadas con el PP, que sólo se trata de un cambio en la “Fe de erratas” lo que me indigna más si cabe pues si sólo son eso ¿Por qué no se pacta con el progresismo?, siempre me molestó mucho que me tomen por imbécil.

Reconozco que no debe ser fácil para las ministras que redactaron la nueva ley supeditadas aunque lo nieguen a un “Macho Alfa”, llegar a acuerdos con quien las envía a negociar en un forzado feminismo, cerril e infantil, que sólo se desarrolla semánticamente, pero con sus poderes claramente recortados con lo cual una vez más nos encontramos con el hecho histórico de que la izquierda no nos ponemos de acuerdo “ni pa apañar pesetas”. Ya lo estamos viendo con la vicepresidenta del gobierno nombrada por el Macho Alfa, como sucesora pero que curiosamente resulta que piensa, y eso no estaba dentro de los cálculos del dirigente en la sombra, por eso ahora tocan los palos en las ruedas en lugar de unir fuerzas contra ese fascismo que cada vez está más cerca.

Yo, desde mi tierna juventud he sido utópico de convicción, por eso ahora ya con casi 78 años, ni sé ni quiero dejar de serlo y sigo esperando y ansiando, que las organizaciones progresistas se unan y trabajen en la consecución de un mundo mejor para todos, sin extorsiones partidistas sin la exigencia de reivindicaciones personales, ni de gremio, si eso se consigue alguna vez lo conseguiremos y quizás nuestros nietos, puedan por fin vivir en una sociedad justa, ya va siendo hora.

Paco Ascón
Militante socialista de Xares (Ourense)

¿Que nos pasa?

A las gentes que tenemos ciertas ideologías progresistas, nos debe de estar atacando un virus, que nos impide alcanzar acuerdos con el fin de acumular esfuerzos que nos conduzcan a nuestro meta, que no es otra que conseguir una sociedad justa, hace siglos que lo venimos intentando, pero no acabo de entender porque es tan difícil de conseguir.

Realmente, ¿nos importa a todos el bienestar y la igualdad de oportunidades sociales, de educación, de trabajo, de cultura, etc.?, o lo que realmente queremos, es conseguir que nuestro proyecto individual sea el que gane, independientemente de si es el mejor o no, al margen de si el de los otros que piensan como yo, que se parece mucho al nuestro pero claro, no es el nuestro y si gana el mío, el grado de (ego)admiración que tengan por mi será superior al del colega, aunque en nuestro fuero interno sepamos que el suyo es mejor.

Yo, empiezo a estar harto de machos Alfa, que piensan que son los más solidarios y de féminas que se creen en posesión de la verdad absoluta, es que nunca vamos a ser capaces de sentarnos y contrastar ideas y adoptar la mas eficaz para nuestro fin, que es o debería de ser el mismo.

También estoy harto, de lideres que ostentan incluso en el nombre de su partido la palabra IZQUIERDA, verles negar su voto a leyes progresistas, votando con la derecha más retrograda, por el simple hecho de que no se cede a sus pretensiones nacionalistas trasnochadas.

Estoy harto así mismo, de esos lideres que esconden su machismo desmesurado, detrás del nombramiento democrático de su sucesora y cuando esta demuestra su carácter democrático y su valía considerablemente superior, le pone palos en las ruedas y bombas en su línea de flotación.

Estoy harto también, de esas ministras que creen que solo ellas son feministas, pero no tienen el grado de humildad necesario para reconocer cuando se equivocan, como nos equivocamos todos, ejerciendo la gran virtud de rectificar a tiempo, pero su orgullo mal entendido no se lo permite, consiguiendo siempre el efecto contrario al feminismo.

Para colmo, gentes que en su día fueron iconos del progresismo, parecen haber perdido toda capacidad cognitiva de sus en su día brillantes cerebros, para en un último afán de protagonismo inútil, intentar de la mano del fascismo disfrazado, destruir los pocos logros sociales que se han venido consiguiendo, promoviendo un intento grotesco y absurdo de acoso y derribo de este gobierno, pero desde el lado de la extrema derecha mas retrograda de todos los tiempos, consiguiendo solamente la destrucción de la poca dignidad que le quedaba, al protagonista de este circo, que quizás carecía de la capacidad de decidir con lucidez, pero que al parecer nadie de su entorno, tuvo la suficiente como para aconsejarle impedir ese ridículo .

Sera verdad, que existe ese virus que nos ataca solamente a los que tenemos ideologías progresistas, o es que este país necesita que recordemos lo que pasa, con un proceso de gobiernos de derechas apoyados o mejor dicho dirigidos por la extrema derecha, será que los españolitos necesitamos atravesar por un cáncer para poder prevenir un resfriado.

Señoras y señores de nuestro querido PSOE, de Podemos, de PNV, Más País, Compromís, Nueva Canarias, Teruel Existe y BNG y las abstenciones de ERC y EH Bildu., de verdad piensan que me puedo creer, que nuestras ideologías ¿están tan alejadas, que impiden el acuerdo en los temas básicos que mejoren la vida a los mas necesitados?. Dejen sus egos y sus exigencias particulares colgadas en la puerta de la sala de reuniones y trabajen por la sociedad en común, no solo por su parcela, eso no es progresista eso es profundamente clasista y elitista.

Paco Ascón
23 de marzo de 2023

Editorial: La clase trabajadora no deja de sorprender, gratamente.

En Tribuna Socialista nº 137 dedicamos la editorial a la inflación y la respuesta que la clase trabajadora le está dando en otros países, “La inflación también es un arma”. En el anterior número de TS también valoramos muy positivamente las manifestaciones de pensionistas, el 15 de octubre, y en defensa de la sanidad pública en Madrid, el 22 del mismo mes.

Tenemos que reconocer que la clase trabajadora no deja de sorprendernos gratamente: si bien las dos manifestaciones mencionadas fueron importantes, en lo que al número de manifestantes se refiere, la que tuvo lugar el domingo día 13 de noviembre, para mostrar el rechazo del pueblo de Madrid a la privatización de la sanidad pública, ha sorprendido a los más optimistas.

Echábamos de menos movilizaciones de masas para afrontar problemas generales y fundamentales, como lo son la defensa del Sistema Público de Pensiones y la Sanidad Pública. Y en cuestión de treinta días se han producido tres grandes manifestaciones, la última con más de 600.000 manifestantes.

Quienes acudimos a estas movilizaciones somos clase trabajadora, aunque muchos hayan aceptado considerarse clase media. Somos ese 65% de personas que dependen de un salario, cuyo sueldo no supera los 1.715 € brutos mensuales, que es el salario medio en la España de hoy. Nos movilizamos para exigir que nuestro salario diferido, la pensión, se revalorice como mínimo en el mismo porcentaje que los precios. De la misma manera, participamos en las manifestaciones para defender que no nos quiten nuestro salario indirecto; el que recibimos en forma de servicio público cuando acudimos al médico, en el hospital o en el centro de Atención Primaria, o cuando educan a nuestros hijos e hijas en un colegio público.

Otro de los aspectos sorprendentes de estas movilizaciones es que tienen en común que no han sido convocadas por las dos grandes centrales sindicales de nuestro país, si bien en las de la sanidad participan minoritariamente. La Manifestación del 15 de octubre, con más de 40.000 asistentes, fue convocada por las organizaciones de pensionistas, como COESPE, sin que los grandes sindicatos quisiesen apoyar, siquiera. La del 22 de octubre, en defensa de la Sanidad Pública madrileña fue convocada por la mesa sectorial de la Atención Primara, y la del 13 de noviembre fue convocada por asociaciones vecinales de Madrid, apoyándose en la perseverancia del sindicato corporativo de médicos Amyts.

Hay motivos para que se produzcan muchas movilizaciones masivas: por el deterioro de la Educación Pública, contra la privatización de las residencias (hubo una manifestación multitudinaria el 17 de septiembre, convocada por las plataformas de familiares de víctimas en las residencias), contra la Guerra… pero falta una movilización de masas en defensa de los salarios directos, los que nos abonan en nómina. Alguien podrá decir que el día 3 de noviembre miles de delegados sindicales llenaron la Plaza Mayor de Madrid, bajo el lema “Salario o Conflicto”. Sí, pero además de los delegados y delegadas de personal y miembros de comités hay que dar cauce a la movilización de los trabajadores y trabajadoras, que han salido a la calle a reivindicar la defensa de las pensiones o de la sanidad, demostrando que el problema no es que no se quieran movilizar.

Se está terminando el año y ni hay conflicto ni los salarios dejan de perder poder adquisitivo. La subida salarial media en convenio colectivo, a cierre de octubre, es del 2,64%, frente al 7,3% del IPC interanual, lo que equivale a una pérdida de 4,66% que hay que sumar al 4,95% de pérdida del año 2021, año en el que el incremento promedio de los salarios se quedó en el 1,55% frente al 6,5 del IPC. Es decir, que los asalariados más “afortunados” llevan una pérdida de valor en sus sueldos del 9,6%. No hablemos de los cientos de convenios sectoriales o los miles de convenios de empresa en los que el sueldo no ha subido nada o el incremento está incluso por debajo de la media.

La devaluación de los salarios en España se viene dando a lo largo de lo que llevamos de siglo: comenzamos con el redondeo de los precios con la entrada del euro, pero no se redondearon los salarios; continuamos con la devaluación provocada por las reformas laborales de 2010 y 2012, no derogadas en todos sus aspectos más lesivos; se han devaluado en los dos años de pandemia; y se están devaluando nuevamente, a nombre de la guerra, con esta ola inflacionaria.

Garantizar que los salarios no pierden valor que los trabajadores y trabajadoras, que no se empobrecen, es competencia de las organizaciones sindicales, pero dejar que los trabajadores, empresa por empresa, intenten mejorar sus salarios, o sea de forma aislada, solo sirve para facilitar las exigencias de la patronal. De hecho, sin firmarlo, es poner en práctica el llamado “Pacto de Rentas”, cuyo objetivo, recordémoslo, no era otros que el de hacer caer la carga de la crisis sobre los salarios.

Veremos si alguien no convoca por este motivo y la clase trabajadora vuelve a sorprendernos.

Comite de Redacion Tribuna Socialista

Dependencia Política, ¿Por qué?

¿Por qué, no hemos sabido mantener nuestros ideales?, yo solo os daré mi opinión; porque seguimos siendo reticentes en tomar las medidas, que sabemos que tenemos que tomar, pero claro, unas veces no queremos desairar al gran capital, las otras tenemos que contentar a los que os cobran tan caro su apoyo.

Sabemos, que en la segunda legislatura, cuando tomamos las riendas de este país, al venir prácticamente del exilio, con nuestros ideales a flor de piel, intactos, alguien pensó que no estábamos preparados para gobernar, que habíamos conseguido ilusionar a tanto votante, que el resultado electoral fue tan abrumador e inesperado, que a nuestros inexpertos dirigentes, que solo habían soñado con el poder desde el exilio, se les ocurrió la brillante idea de abrir las puertas a cuantos buitres vividores sin principios pululaban en nuestro país, con ansia desmesurada de poltrona, pero ninguna de trabajar por una sociedad justa. Se les abrieron las puertas de nuestro partido, tras eliminar las básicas condiciones existentes para la pertenencia a él, que siempre habían sido imprescindibles, para todos los que ya militábamos entonces.

Eso supuso que se fueron cubriendo cargos de enorme responsabilidad política, con una serie de personajes indeseables, sin moral y sin principios, que consiguieron torcer los más básicos principios socialistas, que habíamos conservado fielmente en el exilio, desde nuestro Pablo Iglesias, hasta entonces.

Todo desde aquel momento, se fue deteriorando en nuestro seno, se fueron eliminando como bien sabéis, todos nuestros principios básicos socialistas y con ellos, se fueron perdiendo también militantes, que se iban, doloridos por la deriva, sintiéndose profundamente engañados.

Hoy gobernamos, si es que a esto se le puede llamar así, con una considerable carga hipotecaria, con unos socios, pertenecientes a una supuesta izquierda, que también ha perdido completamente su norte, que no ha sido capaz de unirse en unos ideales sociales, que solo les importa mantener su estatus personal y les interesa poco o nada el bien general, vendiendo su apoyo a nuestro partido, de forma torticera, sobornándolo miserablemente, para conseguir sus propias prebendas.

Por otra parte, el pasotismo, la falta de criterio y de capacidad de análisis de la ciudadanía, francamente asusta. Asume cada vez con mas resignación la voraz derechización de nuestros gobernantes, con la consiguiente pérdida de derechos conseguidos y la práctica imposibilidad de conseguir nuevas metas progresistas.

Nuestro gobierno llamado de coalición, tampoco parece disponer de ese criterio y de esa capacidad de análisis, tan necesaria para no seguir destruyendo a los más desprotegidos, dan la impresión de estar empeñados en descalificarse unos a los otros, en lugar de tomar las decisiones, sean las que sean, con la coherencia que se les debe exigir a los miembros de un gobierno, en vez de eso y en lugar de defenderse, se ponen en evidencia unos a los otros, resaltando sus fallos más que sus aciertos, atacándose unos ministros a otros, como si fueran algunos de nuestros varones más destacados por su derechización, da la impresión, de que están deseando mostrar a la oposición, esa evidente y manifiesta debilidad, consiguiendo que nuestro electorado cada vez más desmotivado no sea capaz de orientarse y de entender lo que hacen aquellos a los que les entregaron su confianza

¿Volveremos algún día a nuestra senda?, ¿sabremos ganarnos la confianza, de aquellos que de verdad desean una sociedad sin abismos sociales?, ¿seremos capaces de nuevo de trabajar unidos por una sociedad justa?, ¿recuperaremos la cordura?, ¿seremos capaces de volver a ser socialistas?

Yo, a mi edad, creo que no tendré tiempo de verlo, pero espero al menos que mis nietos puedan vivir en una sociedad, donde las distancias sociales, vitales y económicas, entre unos y otros, sean cada vez menores.

Como veis, sigo siendo considerablemente utópico, pero pobres de nosotros cuando no disfrutemos ni siquiera de una utopía a la que agarrarnos.

Paco Ascón
Militante socialista de Ourense

En ausencia de socialismo: Barbarie

De Ucrania a la valla de Melilla. El mundo está interconectado y las decisiones que se toman en un despacho de la Casa Blanca en EEUU o del Kremlim en Rusia tienen sus repercusiones en forma de hambrunas, guerra y muerte. El auge de la extrema derecha y las oligarquías en sus múltiples formatos provoca miseria y genocidios. La cumbre de la OTAN en Madrid echa más leña al fuego: incrementar los presupuestos para armamento. En ausencia de socialismo, todo es barbarie.
Mientras observamos atónitos como la ultraderecha se apodera de mundo y los derechos y conquistas sociales retroceden en el mundo occidental, la guerra de Ucrania está arrasando África con hambrunas provocando millones de muertos. la mayoría niños.
En Etiopía, Kenia y Somalia, y más de 10 países africanos tienen más de 1,7 millones de niños que necesitan tratamiento. Las vidas de los niños del noreste africano y otros países como Níger o Chad están en peligro tras la crisis alimentaria y energética provocada por la guerra de Ucrania. Países en guerra como Sudán están causando millones de desplazados, y la subida de los precios de los combustibles, la crisis energética y el encarecimiento de alimentos básicos, generada en parte por el bloqueo comercial de las exportaciones de trigo ucraniano, sustento fundamental para la alimentación de un puñado de países, han generado una tormenta perfecta que derivará en un «huracán de hambrunas».
Un tercio de las calorías que se consumen en gran parte de África provienen del trigo cultivado por dos países: Ucrania y Rusia. Las sanciones internacionales a Rusia provoca que Rusia no pueda exportar trigo, mientras que el trigo ucraniano no puede salir como consecuencia de la invasión y cerca de un 35% de las plantaciones ni siquiera se han podido llevar a cabo.
Somalia importaba un 92% del trigo de Rusia y Ucrania, pero ahora mismo las líneas de suministro internacionales están hechas añicos. La situación es dramática. Esa carencia, sumada a las sequías, a los conflictos étnicos y a las enfermedades provocadas por el virus del sarampión o el cólera, entre otras catástrofes, está recrudeciendo los problemas de desnutrición infantil y defunciones por falta de comida en territorio somalí.
Chad ha decretado ya la «emergencia alimentaria». De sus casi 6 millones de habitantes, un tercio se encuentra en peligro de muerte y necesita «ayuda humanitaria urgente». Casi el 50% de los habitantes chadianos viven en pobreza extrema, situación que se recrudecerá en los próximos meses ante la crisis alimentaria despertada por la invasión rusa de Ucrania.
Mientras que Europa y Estados Unidos sufren las consecuencias de la guerra de Ucrania mediante un incremento general de los precios de los alimentos y la energía, en África la crisis alimentaria se suma a las guerras en la región, el expolio de sus recursos naturales por parte de occidente y una sequía sin precedentes está culminando en malnutrición, enfermedad y muerte.
Y mientras la comunidad internacional se ha volcado para atender las necesidades de la población que huye de la guerra de Ucrania, los fondos necesarios para abordar la ayuda humanitaria de los conflictos en África decrecen, y el número de refugiados y desplazados aumenta vertiginosamente.
Muchos de esos desplazados subsaharianos intentan llegar a Europa para salvar sus vidas. El calvario para llegar a Europa incluye la travesía del desierto, sin comida y sin agua, y una vez llegan a Marruecos, la ocultación de la policía marroquí en bosques cercanos a la frontera y finalmente el salto a una valla que señala la frontera entre la muerte y la esperanza de un futuro mejor, y cuya vigilancia el gobierno español la ha cedido a la policía marroquí, como parte del acuerdo mediante el que España retiraba el soporte al pueblo Saharaui y Marruecos se comprometía a evitar las oleadas migratorias a Europa por esta vía.
Mientras se decide la apertura de una comisión de investigación que arroje luz sobre la masacre de al menos 23 muertos en la valla de Melilla, todo apunta a que los casi 2000 migrantes que intentaron saltar la valla eran de origen Sudanés. que huían de la guerra en busca de asilo político. Sin embargo, lo que encontraron fue a una policía marroquí que actuó con toda contudencia, incluso en territorio español para evitar la entrada a Europa.
Como comprenderán, el asunto es lo suficientemente complejo como para abordarlo en unas pocas líneas. No hablo de las políticas de los países europeos (sobre todo Francia) en África, o el papel de los omnipresentes EEUU y ONU en todos los conflictos bélicos que se mantienen (de forma silenciosa) en nuestro vecino continente.
Pero lo que sí quiero manifestar es la necesidad de invertir en desarrollo en los países africanos, en invertir en suficiencia alimentaria y médica y en la necesidad de establecer un corredor humanitario para los desplazados y refugiados que huyen del hambre y la guerra.
Mientras tanto, la cumbre de la OTAN que se celebra estos días en Madrid no establece ninguna de estas prioridades. Al contrario, la OTAN aprobará esta semana en Madrid un aumento sin precedentes de sus capacidades militares. La fuerza conjunta de muy alta disponibilidad (VJTF) pasará a tener de 40.000 a 300.000 soldados, listas para ser desplegados en cuestión de días en caso de necesidad, sobretodo en el flanco este.
La respuesta a la hambruna y la guerra no puede ser más guerra. Para cerrar el paso a la ultraderecha no nos
podemos parecer a la ultraderecha.
El Gobierno de Pedro Sánchez quiere aprovechar la cumbre para reforzar militarmente la defensa del flanco sur ante la inestabilidad del Sahel y por las dudas sobre el paraguas de Defensa que cubre a Ceuta y Melilla. El Tratado de Washington recoge la protección para territorios en Europa o América, lo que en teoría deja fuera a los enclaves que se encuentran en el continente africano. Sea como fuere, los compromisos de la OTAN son de rearme, y para financiar el despliegue en el Este, la protección del sur, las misiones, la ayuda a Ucrania y sostener los niveles de defensa pactados, hace falta mucho más dinero. Desde 2014, los aliados han invertido
350.000 millones de dólares, y van ocho años consecutivos con aumentos en Seguridad y Defensa. España es el país que menos invierte (1,02 % del PIB, la mitad de lo comprometido) a pesar de las dificultades económicas y las sucesivas crisis. Ahora, a partir del 2022, Stoltenberg ya ha avisado que el 2% del PIB se considera “el suelo y no el techo” de los presupuestos de que cada país ha de invertir en defensa. Si nada cambia, cambiaremos pan por misiles o lo que es lo mismo, un pacto de rentas para contener la inflación y financiar la guerra desde occidente, mientras la gente que huye de las mismas mueren en vallas como la de Melilla.

¡Socialismo o barbarie!

Baltasar Santos
Tribuna Socialista

En casa del herrero cuchillo de palo

A día de hoy, las personas trabajadoras asalariadas de la UGT no podemos negociar nuestro Convenio Colectivo que ya fue denunciado por la empleadora (UGT) en septiembre de 2020, y no podemos hacerlo porque han eliminado, de forma unilateral, nuestro ámbito negociador; al mejor estilo de las peores patronales. Han eliminado en los Estatutos y reglamentos internos, que no en la ley, la Sección Sindical Estatal, así como las secciones sindicales de las comunidades autónomas. Lo que viene a suponer la desorganización sindical de las personas trabajadoras asalariadas. Ahora, para negociar nuestros convenios tenemos que tratar con el organismo y la comunidad autónoma que correspondan, rompiendo así la unidad del colectivo, dificultando y haciendo casi imposible negociar las mismas condiciones laborales y salariales para todo el conjunto de las trabajadoras y trabajadores de UGT en todo el Estado.

Este problema arranca con el último Congreso Confederal de la UGT que se celebró del 18 al 20 de mayo de 2021, donde se intentó modificar la normativa Confederal con la finalidad de eliminar la norma que establece la existencia de una Sección Sindical Estatal para negociar un Convenio Colectivo Marco para todos los trabajadores y trabajadoras al servicio de UGT y sus organismos, la cual no fue finalmente aprobada, ya que, debido a la intervención de los compañeros de la Sección Sindical Estatal, se retiró la enmienda que lo pretendía.

Al finalizar el Congreso Confederal, y a la vista de que este no aprobó la modificación pretendida, la normativa sobre la existencia del Convenio Colectivo Marco, que se pretendía motivar por la adecuación de la representación de las trabajadoras y trabajadores de UGT, FeSMC-UGT, por escrito, de 24-05-2021, del Secretario de Organización Federal, decidió unilateralmente, reinterpretar los Estatutos Federales y disolver la Sección Sindical Estatal de los Trabajadores de UGT.

La Audiencia Nacional admitió a trámite la demanda contra la disolución de la Sección Sindical Estatal y de todas las secciones sindicales regionales, recientemente, el 07/06/2022 ha salido la sentencia sobre este juicio, el juez desestima nuestra reclamación y nos viene a decir que somos una organización sindical y que como tal nuestros dirigentes pueden redactar sus estatutos y reglamentos u organizar su administración interna como crean conveniente.

Ahora mismo hemos emplazado a la ejecutiva confederal a que tome partido y busque solución, a la fecha de la publicación de este artículo no ha habido respuesta alguna.

No descartamos movilizaciones de todos los trabajadores y trabajadoras asalariados de la UGT, si no se busca una solución a esta situación cuanto antes.

Los y las sindicalistas debemos combatir las actitudes antisindicales, por mucho que los jueces interpreten que los dirigentes pueden hacer lo que les dé la gana con las organizaciones y con más fuerza cuando se produce dentro de nuestras propias organizaciones.

¡¡Viva la lucha obrera!!

Trabajadoras y trabajadores asalariados de la Unión General de trabajadores.

EL EMPLEO Y LOS SALARIOS DESPUÉS DE LA REFORMA LABORAL

Por Toni Ferrer

La reforma laboral está vigente desde el 31 de diciembre de 2021, excepto algunos supuestos que entraron en vigor a partir del 30 de marzo de 2022, como los cambios en los contratos temporales y los formativos. La aplicación de la reforma laboral se está produciendo en un momento de complejidad y de dificultades para la sociedad y la economía española por los efectos de la pandemia de la Covid-19 y su desarrollo coincide con el descontrol de los precios iniciado el pasado año y agravado por la invasión de la Rusia de Putin a Ucrania.

Durante la crisis de la pandemia el Gobierno PSOE-UP ha puesto en marcha un conjunto de medidas, acordadas a través del diálogo social, para proteger la salud, mantener el sistema productivo y el empleo y extender la protección social: Los ERTE y las prestaciones por desempleo y la prestación extraordinaria para los autónomos, las ayudas a las empresas mediante créditos del ICO o el IMV para las personas más vulnerables. Con el apoyo del plan europeo de respuesta a la crisis Netx Generetion que ha posibilitado el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia que contiene las inversiones y las reformas, entre las que se encuentran la Reforma Laboral, la reforma de la Formación Profesional y también las reformas de las Políticas Activas de Empleo o la futura la ley de Empleo.

Ante los efectos de la guerra de Ucrania el Gobierno de Coalición ha aprobado un plan de choque, por el que se adoptan medidas urgentes económicas y sociales para apoyar a los colectivos más vulnerables (se aumentan las cuantías del IMV) y a los sectores productivos más afectados (mediante los ERTE y el mantenimiento del empleo), garantizar los suministros y bajar los precios de los combustibles y la electricidad. Se prevé movilizar 16.000 millones de euros de recursos públicos, 6.000 millones de ellos en ayudas directas y rebajas de impuestos, y 10.000 a través de una nueva línea de avales gestionados a través del ICO.

Los primeros resultados de la reforma laboral se corresponden con los primeros meses de su entrada en vigor, aun parcial, y coinciden con la publicación de la Encuesta de Población Activa (EPA) del INE, del primer trimestre de este año. Son de reseñar, entre otras, los siguientes datos: el total de personas ocupadas alcanza los 20.084.700 y el de desempleadas, situada en 3.174.700, la tasa de desempleo es del 13,65%, lo que supone 32 centésimas más que en el trimestre anterior. La tasa de paro actual es menor a la registrada antes de la pandemia de la COVID, en los últimos 12 meses el empleo ha crecido en 878.000 personas (406.300 hombres y 471.700 mujeres), a un ritmo del 4,57% y aceleró respecto al cierre de 2021 (en el cuarto trimestre de 2021 era del 4,4%). Destaca el aumento del trabajo indefinido frente al temporal, que hace caer la tasa de temporalidad por debajo del 25%, a un 24,2%.

La Seguridad Social, en el mes de abril, ha superado los 20 millones de afiliados, y según el registro de contratos del SEPE desde primeros de año el número de contratos indefinidos ha venido aumentando progresivamente y superando las cifras históricas del registro. En enero se alcanzaron el 15% del total de los contratos, antes de la reforma la media mensual era de alrededor de un 10%, febrero subió al 22%, marzo llegó al 31% y en abril, primer mes de vigencia plena de la reforma laboral, se alcanzó un 48,7%.

En abril se puede observar como la nueva cultura de la contratación laboral basada en la estabilidad y la reducción de la temporalidad injustificada se va asentando y es llamativo como en las actividades que inicialmente manifestaron más dudas sobre la idoneidad de la reforma para sus sectores es donde más se está impulsando la contratación indefinida, ya sea tanto a tiempo completo como a través de los fijos discontinuos o a tiempo parcial. En la agricultura la contracción indefinida se extiende hasta el 50%, en la construcción al 74%, en los servicios llega a un 48% y en la industria representa un 34%.

Del total de los 698,6 mil de los contratos indefinidos registrados en el mes de abril, lo que supone el 48% del total de los contratos registrados en ese mes, de ellos 413,9 mil fueron contratos indefinidos a tiempo parcial o de fijo discontinuo, representan el 60% del total de los indefinidos. También disminuyen los contratos de menos de una semana, antes de la reforma laboral estos contratos de corta duración llegaron a ser las 3/4 partes del total la contratación mensual ahora se han reducido a uno de cada cuatro contratos registrados, es un resultado directo de la cotización adicional de 27 euros por cada baja de contrato de duración inferior a un mes. Todo apunta que los contratos temporales se están sustituyendo por contratos indefinidos a tiempo parcial o de fijos discontinuos. Aún es pronto para anticipar conclusiones, pero la tendencia de incrementos importantes de la contratación indefinida se va consolidando de forma potente con las anteriores características.

Simultáneamente a este favorable comportamiento del empleo y la contratación la evolución de la negociación colectiva en 2002 está caracterizada por la alta inflación y por el fracaso actual en las negociaciones del V Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva (V AENC) que debía de orientar la negociación salarial. Los datos de los Convenios Colectivos, registrados por el Ministerio de Trabajo y Economía Social, hasta abril recogen un incremento salarial pactado del 2,4% con una inflación general del 8,3%, a estas fechas se recogen 2037 convenios colectivos que afectan a medio millón de empresas y a 5,44 millones de personas trabajadoras. Los incrementos sectoriales son los siguientes: en la construcción un 3,15%, en la industria un 3,1%, en los servicios un 2,1% y en la agricultura un 1,8%.

El acuerdo salarial bipartito era la condición necesaria para una negociación posterior con el Gobierno de un posible pacto de rentas. Los sindicatos y las patronales han dado por rotas las negociaciones salariales para 2022 del V AENC, que está pendiente de renovar desde 2020. La diferencia relacionada con la cláusula de revisión salarial a resultado insalvable. Para los sindicatos las cláusulas de revisión son la garantía del mantenimiento de poder de adquisitivo de los salarios y deberían ser un contenido esencial de los convenios colectivos. El actual repunte de los precios está afectando muy negativamente a los hogares con bajos ingresos, la inflación subyacente del 4,4% bate récords en abril y ya es superior a la subida del 3,6% acordada entre el Gobierno y los sindicatos para el Salario Mínimo Interprofesional de 2022 (SMI).

CEOE y CEPYME han hecho públicas sus recomendaciones para la negociación colectiva de este año sin cifras de incrementos salariales concretas, sin cláusulas de revisión ante las desviaciones de los precios. Planean recuperar el PIB o EBITA como referencias para la “moderación salarial” que preconizan para garantizar la competitividad, y potenciar la negociación en base al salario variable y la productividad. A su vez hacen un llamamiento a utilizar las medidas previstas desde la reforma del PP de 2012 para la devaluación salarial, que dan poder a los empresarios para modificar las condiciones sustanciales de trabajo y para las inaplicaciones de los convenios, medidas que no han sido modificadas por la actual reforma laboral.

CCOO y UGT van a impulsar las negociaciones en los ámbitos sectoriales y en las empresas con el objetivo de acordar las cláusulas de revisión para proteger el poder adquisitivo ante la inflación. Ambos sindicatos anuncian que van desplegar con gran intensidad el desarrollo de la negociación colectiva, donde plantearán las propuestas realizadas en materia salarial efectuadas en las negociaciones del V AENC. Ante las situaciones de bloqueo prevén que la conflictividad laboral pueda aumentar mediante huelgas y otras movilizaciones. Para los empleados de las administraciones públicas el Gobierno anticipa en el Programa de Estabilidad, remitido a la Comisión Europea, mantener para este año la moderación salarial con una subida del 2% y para 2023 la revalorización se haría con la previsión de inflación para ese año.

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