¿Que nos está pasando?

A veces me pregunto ¿que nos está pasando?, los seres humanos pensantes cada vez somos menos pensantes, o es que yo me hago mayor y no acabo de entender lo que pasa, realmente es verdad que soy mayor, pues dentro de pocos días el digito “8” iniciara la cantidad de años que marcan mi existencia. Hasta esta década actual, jamás creí en ese dicho tan frecuente entre la gente mayor, “Cualquier tiempo pasado fue mejor”, es más, luche enérgicamente contra él, porque siempre me pareció y me sigue pareciendo falso, incluso contrario a la realidad, nunca existió un nivel intelectual mayor, salvo las excepciones que confirman la regla, tambien con las mismas excepciones, nunca hubo una juventud mejor preparada, sin embargo están ocurriendo cosas inverosímiles, muchas de ellas incluso contrarias a la idiosincrasia que se le supone al ser humano.

El numero de esos seres humanos a los que se les supone humanidad, que maltratan y asesinan vilmente a sus esposas, hijos, padres o a cualquiera de sus congéneres, es cada vez mayor, con una escalada realmente preocupante, ¿Qué ocurre en las cabezas de estos humanos?, será que un extraño virus nos está deshumanizando, en esta época en que la proliferación de ellos nunca nos habia castigado tanto, ¿somos realmente conscientes del escasísimo instante que permanecemos en el universo en la forma humana?

¿Que nos está pasando?, para que las cunas de la diplomacia, del respeto y de la democracia, como deberían ser las cámaras legislativas, algunas diputaciones, ayuntamientos asambleas sindicales y corporaciones diversas, se hayan convertido en verdaderos estercoleros donde la educación y el respeto han desaparecido empujados por el lenguaje más soez y el insulto barato se haya impuesto sobre el parlamentarismo político.

¿Que nos está pasando?, para que un numero cada vez mayor de niñas y niños disfruten peleándose y masacrándose entre sí, en esos escasos momentos en que dejan a un lado los, a veces, nefastos instrumentos informáticos que se suponen avances, pero que por el contrario convierten en bestias a muchos de nuestros jóvenes; jóvenes que disfrutan con el maltrato y abuso físico y psicológico a sus compañeros mas débiles de carácter, ¿qué les hace pensar que son superiores?, ¿por qué desean serlo? Quizás este sea un punto digno de estudio. Yo creo que nuestra generación con carencias de casi todo, pero abundancia de respeto y cariño, en lugar de transmitir a nuestra descendencia esos valores, les hemos exigido que sean más y más, en la escala profesional y social, eso al menos es lo que me parece adivinar en la clase política actual; Alta cualificación técnica, alto nivel social y económico, pero una ausencia total de valores éticos y morales.

Claro que como tengo la “mala costumbre de pensar”, poco a poco he llegado a la conclusión, de que la culpa que esto sea así realmente es mía, junto con el resto del electorado de las diversas convocatorias “democráticas” electorales, que demuestran una y otra vez, la falta absoluta de criterio, de esa mayoría social que nos acercamos a las urnas, las más de las veces sin hacer la comparativa de programas electorales, unas veces inexistentes y otras imposibles de cumplir, pero como mansas ovejitas acudimos una y otra vez a las urnas, empujados por la inercia de la locuacidad del representante de nuestro grupo político de cabecera, sin apreciar en ellos, que ya no existe aquella utopía de conseguir una sociedad justa, que en general, salvo honrosas excepciones que viven en soledad, callados por el pánico a sus colegas de escaño, la mayoría solo están en ese escaño para resistir una o quizás dos legislaturas que les da ese injusto, privilegio de tener su vida resuelta hasta el final de sus días, sin dignidad pero con su “paguita” asegurada, pues lo de una sociedad justa, ya la han conseguido para ellos, gracias a esa exagerada insolidaridad que poseen. Quizás no se den cuenta, porque están a lo suyo, que cada año que pasa son más los millonarios, aumentando sus fortunas, contribuyendo por debajo de sus obligaciones a la hacienda pública, mientras cada año son más los pobres, siendo cada vez más pobres, abrasados por los impuestos, para ellos ineludibles por la ausencia de ingenierías fiscales que mejoren su miseria.

¿Que nos está pasando?, cuando vemos que la inmensa mayoría de los medios que nos tendrían que informar, dedican solidariamente su tiempo a amarillentas frivolidades, escondiéndonos o deformando la realidad según su ideología. Es vergonzoso, como desaparecen programas de TV de contenido cultural, mientras proliferan escandalosamente los de cotilleo bastardo, grotesco y absurdo. Como es posible, que se machaque diariamente tan profundamente con obscuros y larguísimos debates diarios, desde hace meses, si a los fans les gusta o no, la tumba del gran cantante Camilo Sesto. Tan descompuesta esta esta sociedad, para que esté disfrutando día tras día de morbosos y obscenos monográficos, como la vida disoluta, chusca y cargada de morbo, de quien fue coronado máximo representante de este país, en lugar de profundizar en lo que realmente fue su gestión al frente de España, desde que nos fue impuesto como Rey por el dictador.

En fin, no sé realmente lo que nos pasa, pero prefiero pensar que cualquier tiempo futuro será mejor, nada ni nadie me privará de mi decisión firme de ser feliz, a pesar de los múltiples sufrimientos que conlleva vivir, ojalá esta decisión un día sea universal, otro gallo cantaría a la humanidad si lo hiciera. A pesar de todo y de todos, deseo, que esto solo sea un ciclo vital y que los seres humanos volvamos a ser también pensantes.

Nota: Quiero aclarar que todo lo que antecede es fruto únicamente de mi pensamiento filosófico, de mi experiencia y de mi observación, pido perdón a los que se sientan ofendidos, al tiempo que les ruego que reflexionen, sobre lo escrito.

Paco Ascón
Xares (Ourense)

La hipocresía de un abrazo

Por Paco Ascón

Llevo más de sesenta años de militancia activa en el PSOE, como la mayoría de socialistas jóvenes de entonces, comenzamos con las básicas pero ilusionantes tareas de propaganda pues la estructura de nuestro partido en España era clandestina. Muchos fueron los zurriagazos de los grises en nuestras nalgas cada vez que disolvían nuestras charlas en la calle.

Cuando pague mi primera cuota, aún este partido era Socialista, todavía Isidoro en Suresnes lo era también, todos los militantes lo éramos, dentro y fuera del país, todo empezó a cambiar cuando Isidoro dejo de serlo y pasó a llamarse Felipe González. Durante un tiempo parecía que mi querido PSOE, seguía manteniendo su carácter social por encima de todo, pero no tardó es ser tanto el entusiasmo de la sociedad, que nos abrumo con una cantidad de votos, que provocaron la impotencia de cubrir con gente socialista los cargos que las urnas nos adjudicaban. Lo que en principio era una oportunidad de realizar nuestra ansiada utopía de una sociedad Justa, se convirtió en el comienzo de un brutal travestismo político en los hasta entonces exiliados socialistas que tuvieron que dar paso a toda la morralla trepa existente en el país que, como auténticos carroñeros, esperaban el poder por el poder.

Incluso para dar cabida a esa gentuza con urgencia, fue anulada la básica norma que tanto yo como el resto de socialistas coetáneos cumplimos a rajatabla: ser presentados por un viejo socialista y permanecer sin cargo orgánico al menos dos años. Allí fue cuando el socialismo de Felipe comenzó a diluirse, luego ya vino la desaparición del Marxismo, otros muchos retrocesos que dieron paso a lo que irónicamente se dio en llamar la moderación del partido, que en mi opinión era simple y llanamente derechización.

Cada vez se hacía más frecuente en los discursos y proclamas la socialdemocracia, en lugar del socialismo, las contradicciones con el tema de la OTAN, donde dije digo, digo diego… En fin, cada vez nuestro socialismo era menor, cada vez nos parecíamos mas a la derecha, más tarde, cuando parecía que una generación más joven pretendía regenerar nuestra estructura, en el colmo de la mayor indignidad, incluso se promovió por los dinosaurios acomodados en confortables puertas giratorias, un golpe de estado en nuestro organismo, pues un peligroso Pedro Sánchez al parecer, pretendía devolvernos a la izquierda. Felipe junto con todos sus fieles dinosaurios, no podían permitirlo, las difamaciones e insultos proferidos contra aquel nuevo secretario general, que la militancia había elegido, fueron brutales. Se le pusieron todas las zancadillas imaginables.

Mi indignación mayor es ver como ahora en este reciente congreso del que fue PSOE, tiene lugar el más hipócrita de los abrazos que yo he presenciado en mi vida, los que querían la desaparición del odiado Pedro, ahora lo aman con fervor o es que ven la posibilidad de derechizarlo aún más si cabe y lo peor, es que Pedro con el mismo grado de hipocresía, admite los abrazos de los reptiles que deberían estar extinguidos políticamente, que le quisieron clavar los puñales por la espalda con sus besos de JUDAS, mientras es aplaudido a rabiar cuando sin pudor repite una y otra vez la cantinela de la SOCIALDEMOCRACIA, que no es mas que la ocultación de habernos convertido ridículamente en una derecha más en nuestro país.

Es una pena, pero es lo que hay. La esperanza de una sociedad justa desaparece una vez más. Solo queda la anciana UTOPÏA de los que seguimos siendo socialistas y soñamos para nuestros nietos, una sociedad justa que nunca fuimos capaces de alcanzar.