EEUU e Israel transmiten en directo sus crímenes en Palestina con el silencio mundial

El imperialismo norteamericano se ha remangado y se muestra sin ningún tipo de rubor como el carnicero humano que es. Lo hace de la mano del sionismo, que no del pueblo judío. Es imprescindible iniciar el relato con esta precisión porque el sionismo europeo se esconde detrás de los mitos religiosos de Israel para justificar las atrocidades que escandalizan a todas las personas del mundo comenzando por los propios judíos. Miles de ellos participan en las acampadas universitarias a lo largo de distintos países donde se dan estas respuestas al crimen atroz con que cada día despertamos.
Estas personas se movilizan con nosotros, sufren con nosotros, denuncian a EEUU e Israel junto a nosotros y abogan por la convivencia en palestina y cualquier otro lugar con nosotros.
Del otro lado está la jauría humana. Una parte de ella son las élites de EEUU e Inglaterra siempre asociadas al gran capital sionista que los Rothschild y otros como ellos representan.

No podemos identificar el pueblo judío que clama contra la barbarie en el mundo entero, y el sionismo encarnado en Netanyahu y la familia Rothschild

Son la voracidad acaparadora como enfermedad antisocial.
Han sido educados en el Supremacismo absoluto de su Dios superior a toda creencia y a toda la Humanidad. Su Dios por supuesto, es el dólar.
Diariamente corrompen políticos, organizan bandas armadas, establecen los objetivos y mandan allá a sus perros de guerra, eufemismo de asesinos a sueldo del gran capital mundial.
Están tan seguros de su poder destructivo que ya se han retirado la última de sus caretas amables para llamar y organizar el exterminio de todo el pueblo palestino, de sus jóvenes y ancianos, de sus hombres, mujeres y niños.
Lo vemos todos los días pero nadie hace nada a excepción de otros pueblos de la zona que también pagan la osadía de desafiar al mismo Diablo con ataques recibidos en sus territorios de la mano de los hasta ahora impunes ejército y aviación israelíes.
El resto del mundo se sumerge en el dolor y el horror del espectáculo obsceno de las consecuencias de los ataques terroristas de las bandas armadas sionistas a toda persona árabe en los pueblos y ciudades que soportan esta barbaridad.
Hay que organizar manifestaciones, actos de denuncia clamando para que los que dicen representar a la humanidad sancionen y aislen a los genocidas.
Mientras eso no suceda, los servidores del gran capital mundial se seguirán creyendo intocables porque hasta ahora así ha sucedido.
Sin embargo hay que estar atentos al ruido de la hierba al crecer.

Hacen falta manifestaciones y actos de denuncia exigiendo que se sanciones y se aísle a los genocidas

EEUU e Israel han demostrado a las claras y sin rubor alguno que las empresas occidentales de alta tecnología son parte del aparato militar occidental, ora en conflictos USA, ora en el genocidio palestino.
Han demostrado que lo han hecho muy bien creando esos entramados.
El problema surge el día después de las explosiones de película que todo el mundo ha podido ver.
La reflexión común a lo largo y ancho del planeta es que los aparatos que compramos con aparente uso comunicativo y doméstico, que no solo pueden dar detalles de nuestra vida para cualquier uso ilegal o chantajista sino que además, convenientemente elaborados con cargas explosivas en su interior, revientan la casa y a quienes se encuentren en ese momento en ella.
Eso ha sucedido en Beirut. Miles de personas han sido atacadas con decenas de muertes y cientos de amputaciones.
¡ Gran trabajo, el del Mossad !.
Solo que el mundo no ha acabado en ese día y quienes se muestran como claros desafectos de la causa del Tío Sam saben que los sistemas de control y escuchas presentes en nuestros aparatos ya han reportado nuestro perfil a sus correspondientes corresponsales de control de la ciudadanía.
A deshacerse de los aparatos yanquis, de inmediato. Los controles de seguridad fueron pasados y a saber de qué manera y cuánto dinero se ha invertido en sobornos en este desgraciado episodio.
Nada será como ayer. Los productos de países OTAN aparecen como una fuente de peligro para cualquier persona en los países que EEUU trata de entrar arrasando todo lo que se oponga a su exigencia de dominación y vasallaje.
Un caso extremo de vasallaje sin lugar a dudas es el increíble estado de postración de la Unión Europea respecto a todos los aspectos a pesar del encarecimiento prohibitivo de la vida y la demanda de envíos de tropas y material militar a los conflictos de especial interés estadounidense.
Sucede con Ucrania y ahora además lleva a los países de la UE a participar de los ataques de EEUU e Inglaterra a Yemen y de desplazar barcos de guerra y tripulación especializada al Mar Rojo con la intención de impedir los ataque hutíes a los barcos de los estados de la agresión dantesca y genocida a Gaza que Netanyahu extiende a Cisjordania y Líbano.

Un caso extremo de vasallaje es el increíble estado de postración de la Unión Europea ante las órdenes de EEUU

Hay una necesidad urgente de no comprar producto alguno a las empresas señeras de la OTAN y/o representativas de la identidad productiva de los países de la agresión al pueblo de Palestina.
Y esto no solo por la solidaridad encomiable con las víctimas de este crimen colectivo contra la Humanidad llevado adelante por EEUU y sus palmeros habituales si no por la necesidad inmediata e inminente de preservar nuestra propia seguridad personal y colectiva.
Todo el planeta ha comprobado que hay empresas preparadas para asesinar a algunos de sus clientes. A quien se le asigne el papel de víctima lo decide la élite de la Cosa Nostra norteamericana en sociedad con el estado de Netanyahu.
Ya nadie está a salvo. Y urge crear un cordón sanitario que frene la sed de sangre de los que han creído que el mundo y quienes lo integramos les pertenece.
Esta es la segunda conclusión de la matanza palestina con apoyo de la ONU y todos los elementos de representación creados por USA a imagen y semejanza de sus intereses más inconfesables.
Es necesario un pacto mundial de ruptura con este tipo de mafias de inmediato.
Es evidente que no se trata de una decisión fácil. Se nos ha inducido a creer que vivimos en el mejor de los mundos posibles con la metáfora de las metáforas establecida por Borrell.
Hemos sido los afortunados moradores del Jardín fuera del contacto con las chusmas que trepan por nuestras paredes para acabar con nuestro bienestar.
No es así. El precio del engaño es el silencio más miserable y la complicidad con la más criminal de las actuaciones contra la población palestina elevando la apuesta de estos últimos más de 70 años de represión a la categoría de Solución Final emulando la denominación que Hitler dio al exterminio del pueblo judío.

Tras 70 años de represión, el genocidio israelí al pueblo palestino emula la Solución Final con que Hiltler definió el exterminio del pueblo judío

El pequeño gran pueblo palestino con su resistencia ha señalado al asesino ante toda la población mundial. Netanyahu, Biden, Trump, Khamala Harrys, todos y todas son sirvientes leales de quien arranca vidas por todo el planeta para convertir en realidad los cambios demográficos y territoriales que lleven a entregar tierras fértiles, agua, litio, coltán, alimentos de inmediato a la propiedad de los Rothschild y demás elementos que arrastran la palabra Humanidad por el fango envuelta en fango, sangre y silencios cómplices obtenidos a golpe de sobornos y prebendas para esas élites con las que los pueblos, tenemos muchas cuentas por ajustar.

Joseba Izaga, militante obrero.

Los trabajadores británicos con Palestina

Los sindicatos británicos celebraron en la ciudad de Brighton, del 8 al 11 de septiembre su congreso anual. Un congreso marcado por las reivindicaciones para recuperar los derechos laborales recortados por el gobierno conservador. Destacamos, sin embargo, una de las mociones más importantes por su relación con la campaña internacional de Alto al genocidio palestino, a la que Tribuna Socialista está adherida.
En puertas de los congresos de todos los partidos que se reclaman de izquierda, así como el congreso confederal de UGT, creemos interesante dar a conocer la ejemplar moción aprobada por el congreso de las Trade Union

El Congreso observa que:


(i.) El ataque militar de Israel contra Gaza ha matado a más de 35.000 palestinos, herido a más de 70.000 y desplazado a más del 75 por ciento de la población de Gaza, destruyendo viviendas, hospitales, escuelas y universidades.


(ii.) la Corte Internacional de Justicia consideró plausible el argumento de Sudáfrica de que Israel está cometiendo genocidio en Gaza y el fiscal de la Corte Penal Internacional está solicitando órdenes de arresto contra altos miembros del gobierno israelí y contra los dirigentes de Hamás por crímenes contra la humanidad.


(iii.) el gobierno del Reino Unido, como parte de la Convención sobre el Genocidio, tiene la obligación de prevenir y castigar a los culpables de actos de genocidio.


(iv.) La ofensiva de Israel en Gaza sigue a décadas de violaciones de los derechos humanos palestinos, limpieza étnica e imposición de un sistema de opresión contra todos los palestinos, incluidos aquellos que viven bajo la ocupación militar y los palestinos que son ciudadanos de Israel, reconocidos internacionalmente bajo la definición legal de apartheid.


(v.) Los sindicatos palestinos han pedido a sus homólogos que pongan fin a su complicidad con los crímenes de Israel.

(vi.) La caída del Proyecto de Ley de Actividades Económicas de los Organismos Públicos es bienvenida y ha renovado el enfoque para avanzar en una estrategia de boicots, desinversiones y sanciones.
El Congreso reafirma su apoyo a los derechos palestinos y pide al gobierno que:
(a.) reconocer inmediatamente el Estado de Palestina, contribuyendo así a una solución de dos Estados
(b.) poner fin a todas las licencias para el comercio de armas con Israel, en cumplimiento del derecho internacional
(c.) exigir un alto el fuego permanente y la liberación de todos los rehenes y presos políticos palestinos
(d.) garantizar el acceso seguro a los servicios esenciales, como agua, electricidad y alimentos, y restablecer la financiación al OOPS
(e.) a raíz de las declaraciones de la CIJ y la CPI, imponer sanciones a las personas y entidades que hayan hecho declaraciones incitando al genocidio contra los palestinos.
(f.) revocar la Hoja de Ruta 2030 para las relaciones bilaterales entre el Reino Unido e Israel.
(g.) garantizar que el trabajo decente y los servicios públicos de calidad estén integrados en la reconstrucción de Gaza.

Propuesto por:
Sindicato Nacional de Educación
Secundado por: Unison
Apoyado por: Unite

Editorial: Inicio del curso político con los deberes por hacer

Iniciamos septiembre, e iniciamos un nuevo curso político marcado por los mismos problemas que abordábamos antes de agosto. Por un lado, continúa el genocidio de palestinos, alrededor de 40.000 muertes directas que se podría cuadruplicar según la revista británica “The Lancet” si consideramos los muertos indirectos a causa de enfermedades, falta de atención médica y otras causas. Situación, en cualquier caso, intolerable para la clase trabajadora mundial, pero ante la cual la mayoría de gobiernos no solo miran para otro lado, o condenan tímidamente, sino que incluso colaboran activamente con la venta de armas y la financiación del Estado sionista asesino de Israel.

«La mayoría de gobiernos no solo miran para otro lado sino que incluso colaboran activamente con la venta de armas y la financiación del estado sionista asesino de Israel»

El panorama bélico no se detiene y en el caso de la guerra de Ucrania, al que hasta ahora nos podíamos referir como la invasión rusa en Ucrania, ahora ya no es así, tras la invasión ucraniana de territorio ruso y el ataque con misiles estadounidenses.

Ambos conflictos, el genocidio palestino y la guerra de Ucrania tienden a agravarse y a extenderse, con las consecuencias de más muertes, más sufrimiento para la población civil, más destrucción y también, consecuencias económicas que afectan al conjunto de economías occidentales con efectos negativos para la clase trabajadora. Una economía de guerra que va en detrimento del coste de la energía, del transporte, de la alimentación, y de los servicios públicos y los salarios. El dinero que va a la compra de armas para alimentar la guerrano se dedica a lo que necesitala mayoría social.

«La economía de guerra va en detrimento de los intereses de la mayoría social»

En el panorama internacional, los protagonistas del mes han sido el conflicto electoral en Venezuela ante el que parece ser que todo el mundo puede intervenir siempre que sea en favor de la oposición y en contra de Maduro. Como Zapatero ha manifestado, la situación en Venezuela exige prudencia porque se trata de un asunto de gran complejidad. Si bien es cierto que Maduro tiene que publicar las actas, no es menos cierto que los intereses de la oposición son los de vender el país al mejor postor en contra de los intereses de la mayoría social venezolana. Así que como dijo el presidente mejicano Obrador “saquen sus narices de Venezuela”.

«Saquen sus narices de Venezuela»

La otra gran protagonista del verano ha sido Kamala Harris, bendecida por la convención demócrata del 19 de agosto, en un clima de protesta civil ante la posición de la administración Biden, de la que Kamala es parte, como principal financiador del gobierno Israelí para perpetrar el genocidio en Palestina. La señora Harris ha sido elegida como candidata a la presidencia de Estados Unidos en las elecciones de otoño frente al candidato republicano Donald Trump, pero para ello deberá revertir no solo la posición de la Administración Biden en relación a Israel, sino abordar los verdaderos problemas que afectan a la clase trabajadora estadounidense.

Manifestación ante la convención demócrata en la elección de Kamala Harris
«Acaben con la ayuda de EEUU a Israel!» «Basta a la financiación del genocidio»

En el panorama español, la guerra sucia de las derechas contra el gobierno presidido por Pedro Sánchez continua en auge, con la colaboración activa de los jueces franquistas, y de los medios de desinformación al servicio de los intereses de la derecha. La inmigración, la vivienda y el modelo de financiación autonómico parece que serán los caballos de batalla de la próxima conferencia de presidentes autonómicos que el PP exige convocar.

El desgaste al que la derecha somete al gobierno de coalición presidido por Pedro Sánchez (cuya investidura fue propiciada por todos los grupos antifranquistas) también se ha llevado al terreno de las negociaciones en Cataluña para la investidura del President Illa.

«La inmigración, la vivienda y el modelo de financiación catalán serán los caballos de batalla que el PP utilizará para continuar con su política de desgaste»

Tal y como adelantábamos en el número 156 de Tribuna Socialista en el mes de Julio, el pleno de investidura de Salvador Illa se celebró los primeros días de agosto. Concretamente, en la mañana del martes 7 de agosto la Diputació Permanent del Parlament se reunió para convocar la sesión de investidura del candidato socialista a la Presidencia de la Generalitat, Salvador Illa, que se llevó a cabo el jueves 8 de agosto.

Fue una sesión compleja precedida del lamentable e indigno espectáculo que nos brindó el efímero regreso y posterior huída de Puigdemont, adornado con una moción de Junts para aplazar la investidura debido a una presunta orden de detención de Turull que resultó ser falsa. Incluso los medios más afines a Junts criticaron abiertamente estas esperpénticas tretas que, lejos de conseguir su objetivo de aplazar la investidura, intentaban ridiculizar a los mossos de escuadra y convertir el pleno de investidura del Parlament de Catalunya en un espectáculo circense al servicio del puigdemontismo. No lo consiguieron y el Pleno de investidura se celebró con la normalidad democrática y protocolo que requería la investidura de Salvador Illa como 133º President de la Generalitat de Catalunya, con los votos favorables de los diputados y diputadas del PSC, ERC i Comuns que sumaban los 168 votos necesarios para su elección.

La consecución de esa mayoría para la investidura vino precedida de sendos acuerdos con ERC y los comuns. Acuerdos que significaban el desbloqueo a los socialistas y que permiten a Illa elegir un gobierno que gobierna en minoría y que tiene como objetivo cumplir con los compromisos electorales adoptados por el PSC y cumplir con lo acordado con los grupos que favorecieron la investidura, de los cuales, el que más ampollas ha levantado entre los de siempre es el de “la financiación singular”.

Dedicamos un artículo a la financiación singular en este mismo número de TS pero sirva como adelanto que lo pactado ni rompe con la solidaridad con el resto de comunidades ni se sale de la legalidad establecida en el Estatut de Autonomía de Catalunya. Lógicamente, es un modelo de financiación singular, porque Catalunya ejerce competencias que no tienen otras autonomías, pero nada quita que ese modelo singular no pueda pluralizarse de forma progresiva. El “café para todos” que supuso en un momento histórico complejo el estado de las autonomías debe evolucionar hacia un modelo de financiación federal que tenga en cuenta las singularidades y necesidades de los diferentes territorios, aunque para este comité de redacción, solo si avanzamos con un horizonte de república podremos hacer posible el encaje territorial de los pueblos y el progreso colectivo de la clase trabajadora.

«el Estado de las autonomías debe evolucionar hacia un modelo federal»

En relación al modelo de financiación singular, Salvador Illa ha expresado que “Catalunya puede ayudar a mejorar España y es uno de mis objetivos (…) . La mejor solidaridad con el resto de ciudadanos españoles es hacer políticas que mejoren la educación, la sanidad y la seguridad. Lo digo por algunos comentarios que se han hecho muy a la ligera en otros territorios de España. En un momento de discursos de extrema derecha que juegan al miedo, la manera de combatir eso es atacando el problema de la seguridad, la vivienda, los servicios públicos con políticas serias, solventes y los recursos adecuados”.

«La mejor manera de combatir a la extrema derecha es dedicar recursos a la seguridad, la vivienda y los servicios públicos»

Como decíamos antes, el acuerdo de investidura de Salvador Illa molesta a los de siempre. ¿Quiénes son los de siempre? Obviamente, la extrema derecha y la derecha que representa Feijoo (que, por cierto, vaticinó que el PSC haría presidente a Puigdemont). La derecha que, fiel a su estilo trumpista, sigue sin aceptar la legitimidad democrática del gobierno presidido por Pedro Sánchez gracias a los acuerdos de investidura de todos…excepto las derechas centralistas de corte nacional-católico del PP y VOX.

«La derecha, fiel a su estilo trumpista, sigue sin aceptar la legitimidad democrática del gobierno presidido por Pedro Sánchez»

Lamentablemente, “los de siempre” también incluye a los llamados barones: García-Page, Lambán…a los que se suma Borrell, que no tiene bastante con ser el portavoz de los intereses de la OTAN en la Unión Europea (y no al revés); y no tiene bastante con desmarcarse de la prudencia de Zapatero ante el conflicto en Venezuela, alineándose con las posiciones de la oposición venezolana….sino que también se atreve a contradecir a la ministra de hacienda Isabel Montero en relación a la financiación singular de Catalunya.

«Como siempre, los llamados barones se alinean con las posiciones de la derecha para intentar debilitar al gobierno progresista de Pedro Sánchez»

Eso “hombres de Estado” que se autodenominan socialistas, alineados con las posiciones de la derecha, como siempre, para intentar debilitar a un gobierno progresista que plantea vías que desencorsetan al Estado plural de la trasnochada “Una, Grande y Libre”.

García Page, uno de los barones siempre alineados con los intereses de la derecha

La izquierda plural de nuestro país debe cerrar filas a favor de las medidas legislativas orientadas a los intereses de la mayoría social, y en contra de quienes quieren dividirnos para acabar con el gobierno de Pedro Sánchez al que la derecha económica, política y social continúa negando la legitimidad democrática que la mayoría social le ha conferido; y el gobierno debe hacer sus deberes, sin dejan las decisiones a medias, como la derogación de las reformas laborales, por citar un ejemplo.

Comité de redacción.

Especial Genocidio en Gaza

Llámenlo por su nombre: GENOCIDIO

35.000 muertos, la mayoría mujeres y niños; más de 10.000 desaparecidos, probablemente muertos bajo los escombros; 1,4 millones de personas desplazadas; hospitales, escuelas y viviendas arrasadas a lo largo de toda la Franja de Gaza; la práctica totalidad de las infraestructuras han sido reventadas. Este es el balance cuando se acaban de cumplir 7 meses de asedio al pueblo palestino por parte de uno de los ejércitos mejor armados del planeta.

                Celebramos la respuesta que los pueblos vienen dando contra este Genocidio y que en estos últimos días ha prendido entre los y las jóvenes universitarias, comenzando en las universidades de los Estados Unidos y en las últimas horas también en varias universidades de Europa y del Estado español. La indignación recorre los pueblos, mientras los gobiernos están instalados en una contención vergonzante. Es evidente que si la inmensa mayoría de la sociedad no se ha echado a la calle aún es por la sordina que los grandes medios de comunicación le tienen puesta a la masacre que el Gobierno criminal que preside Netanyahu está perpetrando en Gaza.

                El doble rasero que las potencias occidentales están aplicando a la invasión del territorio ucraniano por parte de Putin y la impunidad con la que el Estado sionista de Israel está machacando Palestina, les pone en evidencia, en particular a los gobiernos de la UE, en connivencia clara con los intereses espurios de la Administración norteamericana.

                La aberración a la que estamos asistiendo es inaceptable, como lo es la usurpación planificada de un territorio que se viene produciendo desde hace más de 75 años. Un plan urdido tras la 1ª Guerra Mundial por Gran Bretaña y la Sociedad de Naciones.

                Es una salvajada a la que los gobiernos europeos, incluido el nuestro, se abstiene de llamar por su nombre: Genocidio. No bastan las palabras de condena. Resulta extemporáneo hablar en este momento de los dos Estados, misma martingala con la que vienen intentando engañar al mundo desde 1947. Israel es un Estado artificial, impuesto a sangre y fuego, contra el que el pueblo palestino tiene derecho a la defensa; una defensa que ha devenido en resistencia, dado que se trata de un pueblo desarmado, frente a un Estado militarizado.

                Es necesario que las grandes organizaciones, partidos y sindicatos que se dicen de izquierdas, estén al frente de la movilización. De lo contrario, continuarán instalados en la contradicción de hablar de respeto de los derechos humanos y ser a la vez cómplices de hecho, por no tomar ninguna medida contra el agresor e incluso mantener el mercadeo de armamento y tecnología para la guerra con el Estado israelí.

                Como ciudadanos de la pluralidad de pueblos que componen el Estado español, no nos sentimos identificados con el mantenimiento de la relaciones diplomáticas y comerciales de nuestro gobierno con el Estado sionista, por eso compartimos la exigencia de su ruptura. Aún menos coincidimos con el cinismo de los partidos franquistas, quienes se identifican con la matanza que Israel está cometiendo, llegando a la mezquina decisión política de otorgar medallas de “honor” al Estado israelí, como es el caso del Ayuntamiento de Madrid.

                Llamamos a participar en la Manifestación del sábado día 11 y apoyamos las acampadas decididas por las y los estudiantes universitarios en nuestro país.

El Comité de Redacción

ALTO AL GENOCIDIO

Alto el fuego inmediato e incondicional

La Casa del Pueblo de la UGT en Madrid albergó un acto, el pasado día 21 de marzo, por el Alto el Fuego inmediato y contra el Genocidio en Gaza.

Tuve el honor de compartir mesa con miembros pertenecientes a distintas organizaciones: la Secretaría de Relaciones Internacionales de UGT, IU, Compromiso por Getafe, Izquierda Socialista-PSOE, el Frente Popular para la Liberalización de Palestina, CCOO, el Comité para la Alianza de Trabajadores y Pueblos y la Asociación Trabajo y Democracia; estas dos últimas promotoras del acto, junto a Tribuna Socialista.

Al acto asistieron unas 50 personas, todas ellas militantes y activistas comprometidos con la democracia y los derechos de los pueblos. El evento fue importante por la pluralidad y por el contenido de las intervenciones, tanto desde la Mesa como desde los asistentes participantes en el debate.

En la práctica totalidad de las intervenciones se introdujo la necesaria Unidad para parar de inmediato la masacre que se está cometiendo contra el pueblo palestino, es decir, un Genocidio. El ejército israelí ocupa el puesto 18 entre las 145 fuerzas militares mejor dotadas del mundo -según el ranking de Global Fire Power- y lleva seis meses bombardeando indiscriminadamente a población civil, hospitales, escuelas y atacando a la población cuando esta acude a recoger la ínfima ayuda humanitaria que entre en la Franja de Gaza. Por qué lo llaman guerra cuando se trata de un exterminio, perpetrado por un ejército contra población indefensa.

El resultado de esta barbarie es que en estos seis meses han sido asesinadas más de 32.000 personas, el 70% de ellas, más de 20.000 mujeres, niños y niñas. Cuando se mata a las mujeres y a los menores de edad es que se quiere exterminar a un pueblo, cercenar su futuro. A estas cifras hay que añadir los más de 8.000 desaparecidos, muy probablemente fallecidos bajo los escombros y las decenas de muertes por hambre que ya se están produciendo. De los 2,3 millones de habitantes en la Franja de Gaza, 1,9 han sido desplazados hacia el sur; donde el Gobierno sionista les instó a refugiarse, pero donde también son atacados y bombardeados.

No debemos olvidar que la ocupación del territorio palestino data de las postrimerías de la I Guerra Mundial, cuando Gran Bretaña ocupó la Transjordania y Siria desde 1915 a 1922 y por mandato de la Sociedad de Naciones, desde 1922 a 1947. Churchill, Roosevelt y Stalin, tras la II Guerra Mundial, decidieron partir y repartir el territorio con nula ecuanimidad, entre israelíes (minoría que recibió la mayoría del territorio) y palestinos (mayoría que recibió la minoría del territorio). Desde entonces, la ocupación e invasión violenta de los territorios palestinos no ha cesado, a base de guerras y provocaciones para el conflicto armado. Las consecuencias no son solo los miles de muertos, desaparecidos y desplazados de estos últimos meses. Hay más de cinco millones de palestinos y palestinas que viven exiliados fuera de sus fronteras, en campos de refugiados en Líbano, Siria y Jordania, entre otros lugares.

En base a lo anterior, es erróneo decir que el ocupante ilegítimo de un territorio tiene derecho a la autodefensa, de ser así, ¿está Putin ejerciendo su derecho a defenderse, cuando es atacado en territorio ocupado? Israel lleva más de 50 años desoyendo las resoluciones de la ONU, por la ilegalidad de los territorios ocupados por su ejército y sus colonos.

Es necesaria la Unidad en nuestro país y a nivel internacional. En relación a esto último, es muy destacable el contacto que han iniciado desde la Sección Sindical de CCOO en John Deere de Getafe, según se indicó en el acto, con los sindicatos del automóvil norteamericano, punta de lanza del rechazo a la acción cómplice que está ejerciendo la Administración Biden en el Genocidio que Israel está perpetrando. Hay que decir que la pauta que todas las administraciones estadounidenses ha sido la misma: de apoyo incondicional, de guardaespaldas de Israel, aunque unas lo hayan expresado con mayor o menor intensidad. En diciembre de 2017, Trump reconoció a Jerusalén como la capital de Israel.

La sociedad no puede mirar para otro lado ni ser mera espectadora de esta injusticia ni de la masacre que se está produciendo. Para que no lo sea, corresponde a las organizaciones políticas y sindicales, como en 2003 contra la guerra de invasión de Irak, y a todas las organizaciones comprometidas con la defensa del pueblo palestino unirse para exigir al Gobierno que, además de buenas palabras, rompa relaciones económicas y diplomáticas con Israel. Es urgente. Mucho más urgente que reconocer a Palestina como Estado. Solo el aislamiento económico de Israel puede hacer que el Gobierno sionista de Netanyahu pare sus agresiones.

Los participantes en el acto mostraron ser conscientes de que la situación internacional es compleja, muy complicada, pero nadie tiene derecho a llevar a los pueblos a la confrontación. Hoy es masacrado el pueblo palestino ¿cuál será el siguiente? Esto nos lleva a no poder permanecer callados ante este crimen de lesa humanidad, y a no ser cómplices del mismo.

Solo la Unidad hará posible que la sociedad salga a las calles en masa, que se implique y en favor de una Palestina Libre.

Roberto Tornamira
Miembro de ASTRADE

Al finalizar el acto se dio lectura al siguiente Manifiesto:

¡Alto el fuego inmediato!
¡Alto al bombardeo y al bloqueo de Gaza!
¡Alto al genocidio del pueblo palestino!

En nuestra condición de organizaciones y ciudadanos de Madrid, que nos reclamamos de los derechos democráticos, manifestamos nuestra alarma por el genocidio que el Estado de Israel está cometiendo contra el pueblo palestino: a fecha de 26 de febrero y desde el pasado 7 de octubre ha asesinado a más de 30.000 personas palestinas en Gaza, incluidos más de 12.000 menores, a las que se debe añadir las más de 7.000 desaparecidas, probablemente sepultadas bajo los escombros de los edificios bombardeados. Esta cifra supone el 1,9% de la población gazatí, el equivalente a más de 820.000 personas de la población española, más que toda la población que habita la ciudad de Valencia, que es la tercera más poblada del Estado español. También la población palestina en Cisjordania es objeto de ataques criminales.

Hoy, se calcula que en la ciudad de Rafah, fronteriza con Egipto, se concentran más de un millón de personas a las que se niega lo más elemental: agua, comida, medicamentos, asistencia sanitaria.

La Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio de 1948 define a éste como “un acto cometido con la intención de destruir, total o parcialmente, a un grupo nacional, étnico, racial o religioso”. La Corte Internacional de Justicia ha resuelto que Israel tome medidas inmediatas para no violar dicha convención, ante la denuncia presentada por Sudáfrica el 11 de enero. Resolución desatendida por Israel sin que ningún gobierno europeo haya hecho ningún movimiento sustantivo en apoyo de su cumplimiento.

Ante todo ello, como organizaciones y ciudadanos comprometidos con el derecho de los pueblos a su existencia en condiciones dignas, en particular del palestino:

Exigimos el Alto el Fuego Inmediato, que se detenga la agresión del Estado de Israel constitutiva de intento de genocidio. Instando al gobierno español a que decrete el embargo de todo envío de armas y la Ruptura de relaciones diplomáticas y comerciales con el Gobierno israelí.

Editorial: Las calles se calientan.

Las calles se calientan, y no estamos hablando del cambio climático. Los ataques que vive la clase trabajadora por parte del capital financiero en todo el mundo están teniendo su eco en las crecientes movilizaciones que conforman la resistencia a un modelo de sociedad que oprime a la mayoría social.
A pesar del rol “silenciador” que están jugando los grandes medios de comunicación, la mayoría social está expresando en la calle su hartazgo con la pasividad y tibieza con la que se actúa ante el genocidio que está perpetrando el Estado sionista de Israel contra el pueblo palestino. ¡Basta ya de hipocresías! El Alto el fuego es una exigencia, así como la ruptura de relaciones con Israel ya es un clamor. Estamos hartos de la palabrería de los gobiernos y la Comisión Europea, cómplices por activa o por pasiva con el genocidio.

También el campo se moviliza; particularmente los autónomos y pequeños productores. Los grandes latifundistas y ganaderos, como los duques de Alba, durante años han capitalizado las ayudas de la PAC, recibiendo cada año sumas millonarias. Pero los pequeños agricultores apenas pueden sobrevivir.

Como explicamos en el artículo «separando el grano de la paja», que se publica en este número, miles de pequeños agricultores protestan ante la dificultad para poder vivir de la tierra que trabajan. Aunque las protestas se centran en la burocracia para acceder a las ayudas, y las exigencias medioambientales, un análisis un poco más profundo nos lleva a concluir que la causa del problema radica en el propio mercado. La especulación de la tierra por un lado, y el poder de las grandes corporaciones de la distribución y fabricación de alimentos procesados para imponer el precio que se paga en origen al campesino. Esto, tiene consecuencias desastrosas tanto para los profesionales del campo como para los consumidores en general, quienes pagamos la inflación especulativa que arruina a trabajadores y pensionistas en general. Entenderlo marca la diferencia entre las posiciones socialistas y las que dice defender la extrema derecha populista.

Los agricultores y ganaderos protestan contra la excesiva normativa “mediambiental” ¡falsa defensa del medioambiente y la salud de los consumidores! Pues, si la preocupación de los legisladores de la EU fuese de verdad proteger la Salud de las personas y la Naturaleza, no abrirían las puertas de par en par a los productos de terceros países, ajenos a la UE, que no garantizan ningún respeto al medioambiente ni a la salud, pero sí generan una competencia desleal en los precios, facilitando la aludida imposición de precios a los agricultores, por parte de las grandes corporaciones de la distribución alimenticia.

Se incrementan las movilizaciones en defensa de la sanidad pública al mismo tiempo que salen a la luz nuevas pruebas y testimonios del horror que las trabajadoras y los ancianos tuvieron que vivir en las residencias gestionadas por el gobierno de Ayuso durante la pandemia.

Se incrementa el hartazgo contra unos jueces que contaminan la política, que usurpan el CGPJ desde hace cinco años (9 desde que fueron elegidos), y que (valga el juego de palabras) tienen la «des-facha-tez» de pedir a los políticos que les «dejemos en paz», ante la mirada cómplice de una monarquía que no solo tolera, sino que anima a los jueces a seguir en la misma línea de «independencia judicial», aunque ésta se base en patéticas acusaciones de terrorismo a algunos líderes independentistas, y «conspiranoicos» argumentos sobre las relaciones de Puigdemont con Putin. Todo vale, para unos jueces que niegan el “lawfare” pero lo practican con el único objetivo de desestabilizar al gobierno y que se rompan los acuerdos de investidura alcanzados entre los partidos antifranquistas.

En este sentido, incluimos en este número un nuevo artículo de opinión que trata sobre el “lawfare”, es decir, el ataque de jueces contra las decisiones del legislativo, y que trata también sobre la importancia de la ley de amnistía para el conjunto de la mayoría social, así como la necesidad de apoyar al gobierno de Pedro Sánchez y sus acuerdos con todos aquellos grupos que sirvan para avanzar en derechos sociales y laborales, y mejorar la convivencia y la relación entre los diferentes pueblos de España.

Al ritmo del aumento de precios de la cesta de la compra, asistimos a una nueva oleada de cierres y deslocalizaciones de empresas: Schneider, Bimbo, Danone y varios proveedores de Ford anuncian cierres. Alcoa y Arcelor frenan inversiones. Michelin y Stellantis decretan parones. Pablosky y GE ejecutan despidos. Todo ello, en medio de una cascada de ERE con miles de afectados. No podemos permitir más cierres, más despidos. Además de solidarizarnos con los trabajadores afectados, es necesario legislar para evitarlo. Mientras, la clase trabajadora se defiende en la calle, las reformas laborales de 2010 y 2012 continúan en vigor.

Mientras en España se calienta la calle, en Europa las cosas no van mejor. Italia, Hungría, Finlandia, Holanda, Polonia…en todos estos países, la socialdemocracia no ha sabido ofrecer alternativas sociales al liberalismo, pues actúan en su misma lógica económica, y hoy están gobernadas por títeres del capital financiero, recortando derechos. Alemania puede ser el siguiente.

La socialdemocracia debe ofrecer alternativas ante el auge de los gobiernos liberales y de extrema derecha que utilizan el término libertad en el mismo sentido en el que lo hacen Ayuso en Madrid o Milei en Argentina. Libertad de mercado eliminando lo público.

La socialdemocracia debe marcar diferencias con respecto al libertinaje del mercado. Mientras que la fuerza de trabajo se debilita y la desigualdad de rentas aumenta, se sigue el dictado de la OTAN para aumentar los presupuestos de defensa.

La guerra, la destrucción, es el camino que tiene el capital financiero para imponer su nuevo orden mundial, y cuando la socialdemocracia le sigue el juego, la derecha lo aprovecha. Donald Trump va incluso un paso más allá que Biden, y amenaza a los países aliados de la OTAN que no cumplan con destinar un 2% de sus presupuestos a defensa, avisando que no solo no los defenderá de un eventual ataque ruso sino que además animará a Putin a intervenir.

El mundo está en manos de psicópatas económicos y la respuesta de la socialdemocracia europea no puede ser la subordinación sumisa a sus estructuras: OTAN, FMI… La escalada bélica con su reguero de muerte y destrucción.

La guerra, no solo es militar, también es social; la especulación de la tierra y de los recursos naturales lleva al encarecimiento de los costes de producción, a la pobreza energética y al encarecimiento de los alimentos y productos de primera necesidad, y al abuso del incremento de los precios para la maximización de los beneficios de unos pocos.

Si Europa sigue la senda imperialista, Europa, la vieja Europa, la de los derechos sociales, la del estado de bienestar, dejará de existir como tal. Para construir esa alternativa social, nuestras sociedades deben decir ¡no! a aquello que está generando el encarecimiento de los costes, el empobrecimiento energético, y el debilitamiento del campo.

Debemos decir no a la guerra y sí a los derechos, sí a la producción regulada de bienes y servicios, sí a los sistemas públicos sanitarios, educativos, energéticos, sí a las infraestructuras hidráulicas que permitan una gestión sostenible de los recursos hídricos, sí al empleo, sí a las pensiones y sí a defender en la calle los derechos colectivos de la mayoría social. Y los más urgente ¡No al Genocidio en Palestina!

Comité de Redacción de Tribuna Socialista

17 de Febrero. Alto a la masacre en Palestina

En unos días se cumplirán los 5 meses de la masacre sistemática que Israel está cometiendo en la Franja de Gaza, donde la cifra de muertos se acerca a los 30.000; de los cuales, el 70% son mujeres y niños.

                He escuchado bastante polémica en relación a que en los manifiestos y pancartas principales de la manifestación celebrada el sábado día 17 de febrero, no figuraba el término Genocidio. Solo cabe pensar que el hecho de no utilizar esta expresión, por parte de los convocantes, era para no molestar, ofender… al gobierno de Netanyahu, pues en castellano, según la RAE, Genocidio se define como: “Exterminio o eliminación sistemática de un grupo humano por motivo de raza, etnia, religión, política o nacionalidad.”

                Lo cierto es que más que discutir sobre si la palabra genocidio aparece o no escrita, no puede caber duda de que lo que se está cometiendo en Gaza desde el 7 de octubre es un Genocidio.Considero que tiene más lógica polemizar sobre si es importante que Israel se moleste o no, cuando lo que las manifestaciones masivas que está habiendo en muchas ciudades del mundo están pidiendo a sus gobiernos es que rompan relaciones diplomáticas con el Estado sionista israelí; ojo, con el Estado sionista y con el Gobierno de Netanyahu, no así con el pueblo de Israel.

                No puedo dejar de pensar en por qué nuestro Gobierno de coalición de izquierdas no da el paso de romper relaciones con Israel, ni se ha sumado a la demanda de Sudáfrica ante la Corte Internacional, y me hago hipótesis en la cabeza a este respecto. La que más solidez toma es la de que más que preocuparles, a nuestro Gobierno de coalición de izquierdas, que se pueda molestar el Gobierno de Netanyahu, les preocupa que se moleste la Administración de Biben, pues desde que estalló oficialmente la guerra en Ucrania, tras la entrada de las tropas de Putin en territorio ucraniano, somos percibidos como el alumno aventajado de la OTAN; título por el que pugnan Sunak, Sochlz, Macrón y Sánchez, junto a los demás presidentes y presidentas de los países miembros de esa estructura militar.

                Cuando se critica a los sindicatos, por lo que hacen y también por lo que no hacen, se suele decir que si no existiesen habría que inventarlos. Pues bien, no existe un movimiento contra la guerra, ¡habrá que inventarlo!, ya que la única manera de que los gobiernos cambien de rumbo es con las masas en la calle exigiendo y reivindicando, y esto vale contra la guerra y contra las políticas contrarias a los intereses de la mayoría de la sociedad.

                Las críticas a las formas verbales de los convocantes eran legítimas, incluso las comparto, pero de ahí a no acudir a la manifestación y boicotearla, me parece que hay una gran diferencia. Supongo que a los y las gazatíes que están rodeados de muerte les parecerá bienvenida toda ayuda, incluso el apoyo abstracto de un manifiesto y/o una movilización, la convoque quien la convoque. En este sentido, valoro muy positivamente que las confederaciones sindicales UGT y CCOO hayan convocado la manifestación del día 17, así como que el PSOE haya convocado a sus bases y que haya desfilado con una pancarta propia en esta manifestación.

                Lo cierto es que hubo pancartas, como la del Comité por la Alianza de Trabajadores y Pueblos (CATP), que sí denunciaban el Genocidio que Israel está cometiendo, y a nadie le molestó, ni desde la organización de la manifestación se instó a que se retirasen estas pancartas.

                La manifestación que tuvo lugar el 27 de enero si que fue muy masiva, pero a aquella no se sumaron las grandes organizaciones sindicales y partidos. Es una pena que la izquierda ande como en la película “La vida de Brian”. Es tan grotesco como triste que ante un crimen de masas como el que se está cometiendo, un crimen que dura ya más de 77 años, que las organizaciones que dicen defender los intereses de la mayoría social, las grandes, las medianas y las minúsculas, no sean capaces de buscar la unidad para rechazar semejante atrocidad.

                Rompamos relaciones con los países genocidas y con las satrapías. No podemos criticarles y acto seguido venderles armamento.

                Reconsideremos con quienes nos aliamos y a qué aventuras militares imperialistas nos llevan esos supuestos aliados, quienes en realidad buscan apoderarse de mercados y materias primas.

                Digamos no a la guerra, como lo dijimos en 2003 contra la guerra en la que nos metieron los criminales de las Azores.

                Unidad para parar el Genocidio, el Exterminio, la Matanza, el Crimen de lesa humanidad… Basta ya.

Rogelio Obrador
Socialista de Madrid no afiliado

8M: Apoyar la resistencia palestina es preservar el significado del Dia Internacional de la Mujer Trabajadora

El exterminio en Palestina tiene rostro de mujer. Con los datos de febrero de 2024 se han asesinado 12.000 niños y niñas y 8.190 mujeres. De las 7000 personas desaparecidas, el 70% son mujeres, niños y niñas.

Mujeres que pierden a sus familiares, que son detenidas y víctimas de todo tipo de violencia. Muchas enviudan o pierden a sus hijos e hijas. Absolutamente todas enfrentan esta situación con actitud de resistencia activa. Su sufrimiento suele ser ignorado o directamente silenciado. Son detenidas e interrogadas, sometidas a violencia, tortura y vejaciones, lo que ha provocado hasta la muerte de algunas de ellas, trabajadoras de todos los ámbitos y sectores: periodistas, poetas, escritoras, artistas, médicas, deportistas, docentes… Mujeres de cuatro generaciones han sido asesinadas junto a sus hijas e hijos.

Mujeres a las que han tenido que practicar cesáreas sin anestesia, curar heridas con vinagre doméstico, realizar operaciones sin luz al amparo de teléfonos móviles, criaturas que nacen prematuras y con bajo peso, y mujeres que contraen infecciones y mueren por complicaciones. 60.000 embarazadas darán a luz en estas condiciones en los próximos meses.

Ya sea como enfermeras, cuidadoras, madres, hijas, espías o combatientes activas, las mujeres han sido parte de los conflictos a lo largo de la historia. Además de tener que velar por la alimentación y la supervivencia de sus familias, encontrando el sustento y la atención médica necesarias en una situación de pobreza, pérdida de trabajo y destrucción del hogar. Hoy 14.000 unidades familiares dependen de las mujeres palestinas.

Después de haber bombardeado las ambulancias, las escuelas, las panaderías, los lugares de culto, los tanques de agua y los paneles de energía, y luego de haber aislado a Gaza del mundo exterior cortando Internet y los medios de comunicación, 30 hospitales y 53 centros de salud quedaron fuera de servicio, 150 instituciones de salud fueron parcialmente atacadas por Israel, hoy en día los vemos bombardeando cualquier recurso de vida en Gaza.

Por otra parte está siendo atacado el sistema educativo, otro sector feminizado, por pertenecer al rol de cuidado atribuidos culturalmente a las mujeres, en el que están siendo asesinadas trabajadoras y que ha sido especial objeto del genocidio mediante la destrucción de todas las universidades, bombardeo de las escuelas e institutos asesinando centenares de docentes.

Las que tomaron la decisión de reunirse en los centros sindicales cuando miles de trabajadores fueron detenidos y enviados a campos de trabajo o asesinados directamente, fueron detenidas, torturadas, vejadas y asesinadas.

El día 8 de marzo se celebra el DIA INTERNACIONAL DE LA MUJER TRABAJADORA porque en marzo de 1911 la II Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas así lo decidió, para honrar a las mujeres que lucharon y luchan por la emancipación de los trabajadores y por tanto por su propia liberación de la doble opresión y explotación. Explotadas como cualquier trabajador y oprimidas por el hecho de ser mujeres.

Nos indignamos frente al silencio o al cinismo de la dirección de las organizaciones que dicen defender los derechos de las mujeres y participan en la política de genocidio.

HOY NO HAY 8 DE MARZO SIN APOYAR A LAS MUJERES PALESTINAS
EXIGIMOS EL FIN DE LA MASACRE Y EL EXTERMINIO

EXIGIMOS EL ALTO EL FUEGO INMEDIATO Y PERMANENTE
Y LA RUPTURA DE TODAS LAS RELACIONES CON ISRAEL

¡Alto al Genocidio! ¡Alto el fuego inmediato!

Crónica de la movilización en Madrid, 27 de enero de 2024

A pesar del vergonzante silencio de los medios de comunicación, y de las trabas que la Manifestación del día 27 ha encontrado en su camino, ha sido un éxito rotundo. Decenas de miles de personas han salido a la calle para exigir que pare de una vez la matanza de palestinos en Gaza; se ha superado la cifra de 26.000 muertos, a los que en su momento habrá que añadir los miles de desaparecidos bajo los escombros.

Muchos y muchas manifestantes se han desplazado a Madrid desde Andalucía, País Valenciano, Cataluña, Castilla la Mancha, Castilla León, Euskadi…, había gente de distintos territorios del Estado español.

Se han coreado lemas señalando a Netanyahu como criminal, denunciando la complicidad de los Estados Unidos y Reino Unido con los crímenes de guerra que se comenten cada día en la Franja de Gaza, desde hace tres meses. También se ha aludido al Gobierno español, exigiendo que se ponga fin al mercado de armas entre España e Israel, pidiendo la ruptura de relaciones diplomáticas con el Estado israelí por su acción asesina contra mujeres, niños y niñas y civiles en general, por la destrucción de la red hospitalaria que, aunque precaria, había en Gaza, por el crimen de lesa humanidad que se está cometiendo al cercenar los suministros de alimentos, agua y medicamentos.

Este éxito de convocatoria se debe al esfuerzo que han puesto en la organización y difusión las 192 organizaciones convocantes, colectivos diversos como el Comité por la Alianza de Trabajadores y Pueblos (CATP), la Asociación Trabajo y Democracia (ASTRADE), el espacio Vecinas y Vecinos de Pueblos y Barrios de Madrid, colectivos en Defensa de la Sanidad Pública, partidos, sindicatos, etc. Todos han colaborado con las asociaciones y colectivos palestinos, verdadero motor de esta gran movilización y de otras que se han realizado desde el mes de octubre pasado.

Se ha echado de menos a las grandes organizaciones políticas y sindicales de nuestro país, sin que haya ningún género de duda de que entre los manifestantes había militantes sindicales y de partidos que no se han involucrado en la manifestación de hoy. Es necesario que, si la agresión continua, y nada apunta a que vaya a terminar en breve, las confederaciones sindicales mayoritarias y los partidos que componen el Gobierno, así como los que lo apoyan, llamen a una macro Manifestación estatal y unitaria. Son las organizaciones de referencia para millones de trabajadores y trabajadoras, para millones de ciudadanos y ciudadanas de todo el Estado español.

En los distintos cortejos se ha comentado la orden dictada por la Corte Internacional de Justicia (CI), máximo tribunal de la ONU, con sede en La Haya, en la que la CI pide a Israel que evite los ”actos de genocidio”, como si no los hubiese cometido ya, y olvida, este alto tribunal, ordenar el alto el fuego. En positivo, la CI ordena a Israel que permita la entrada de ayuda humanitaria a la Franja de Gaza. El sentir percibido es que se queda corta la decisión de la Corte Internacional de Justicia, a la vista de las muertes, la destrucción y el desplazamiento masivo que la reacción de Israel está teniendo.

Lo más importante, políticamente, es que es la primera vez que un alto tribunal de justicia internacional llama la atención a Israel, Estado que lleva demasiado tiempo ejerciendo de Estado terrorista, en los hechos, gracias al apoyo incondicional que hasta ahora le han venido prestando las distintas administraciones estadounidenses y los gobiernos de su “graciosa” majestad británica.

Es inaceptable que un Estado cometa los crímenes que a todas luces está cometiendo Israel y que los gobiernos de la Unión Europea estén inactivos y en silencio, más allá de balbucear, de vez en cuando, palabras que apelan genéricamente al respeto de los Derechos Humanos.

Pascual Sánchez
Para Tribuna Socialista

NO A LA VENTA DE ARMAS

El pasado 8 de diciembre, EEUU vetó una resolución en el Consejo de Seguridad de la ONU para pedir un alto el fuego en Gaza después de que el secretario general de la ONU,António Guterres, invocase el artículo 99 de la Carta Magna del organismo.

Días más tarde, la Asamblea General de la ONU aprobó,aún con el voto en contra de EEUU, una resolución, que aunque descafeinada, incluía la exigencia de un alto el fuego humanitario inmediato; la exigencia de que todas las partes cumplan con sus obligaciones en virtud del derecho internacional, especialmente en lo que respecta a la protección de los civiles; y la exigencia de la liberación inmediata e incondicional de todos los rehenes, así como la garantía de acceso humanitario.

La resolución de la Asamblea General de la ONU no ha tenido ninguna influencia sobre el Estado de Israel, que sabiendose amparada por el imperialismo estadounidense, prosigue en su guerra genocida y de limpieza étnica, tanto en Gaza como en Cisjordania.

¿Quién es responsable?

Está claro que el responsable máximo es el estado sionista de Israel que es quien decide y organiza una limpieza étnica, última fase del genocidio al pueblo palestino, antes en forma de Apartheid, y ahora mediante la masacre.

Pero es el gobierno de Joe Biden quien financia, arma y apoya diplomáticamente los crímenes del Estado de apartheid de Israel, y todos aquellos gobiernos tanto de países europeos como árabes, que bien por acción, bien por omisión son cómplices del genocidio.

Como socialista no puedo sino sentirme fielmente comprometido con quienes exigen

¡Alto a los bombardeos!

¡Levantamiento incondicional del bloqueo!

Aumento del dinero público en armamento

Mientras la industria armamentística obtiene cada día más beneficios, el aumento de los presupuestos militares está provocando recortes drásticos en los presupuestos sociales, como la sanidad, la educación, las pensiones, empobreciendo de esta forma al conjunto de la clase trabajadora en todas partes,en cada país a una velocidad diferente, pero igualmente feroz.

El gasto militar mundial en 2022 fue de 2,24 billones de dólares (2,02 billones de euros), casi el doble que hace 20 años. El 2% del PIB mundial. De ese gasto militar mundial, el de los EE.UU., de877.000millones dedólares, supone más del 40% del gasto total. El gasto militar de China, que ocupa el segundo lugar, con 292.000 millones, no llega a la tercera parte del de los EE.UU.. El de Rusia, a pesar de la guerra de Ucrania, no llega al 10%. Alemania llegará en 2024 a un gasto militar equivalente al 2 % del PIB. En Francia, la Asamblea Nacional aprobó en junio una nueva Ley de Programación Militar que aumenta enun40% el gasto militar de aquí a 2030. El país vecino destinará a su ejército unos 413.000 millones de euros durante los próximos siete años. Es decir, incrementará el gasto militar de los 49.000 millones del año pasado a unos 69.000 al final de esta década. 408 diputados han votado a favor (el bloque macronista, los representantes de Los Republicanos -afines al PP- y de la ultraderecha de Marine Le Pen), 53 se han abstenido(comunistas,socialistas y ecologistas)y los 87 diputados de la Francia Insumisa votaron en contra.

En España tampoco estamos exentos: en lo que va de 2023, el gasto militar extra aprobado en los Consejos de Ministros supera los 28.700 millones de euros. En 2022, el gasto público per cápita en defensa en España fue de 415euros por habitante.En 2021 había sido de 354 euros, luego se produjo un incremento del gasto público en defensa por habitante del 17,23%,61 euros por cada uno de los 47 millones de habitantes. En la actualidad, según su gasto público en defensa per cápita, España se encuentra en el puesto 35 de los 165 publicados.

Los fabricantes de armas se frotan las manos

Con sede en EEUU, Boeing, el quinto fabricante de armas del mundo, fabrica aviones y helicópteros de ataque utilizados por las fuerzas israelíes, así como “múltiples tipos de bombas no guiadas de pequeño diámetro (SDB) y bombas de ataque directo conjunto (JDAM)” que se han utilizado “extensamente” durante la guerra, también en un bombardeo del campo de refugiados de Jabalia en Gaza.

Caterpillar, también estadounidense, comercializa las excavadoras blindadas D9 que han sido utilizadas durante décadas por las fuerzas de ocupación israelí.

Otras empresas como General Dynamics, General Electric, L3 Harris Technologies, Leonardo, Lockheed Martin, Northrop Grumman y RTX (anteriormente Raytheon), así como empresas de vehículos AM General, Ford, Oshkosh, Toyota y fabricantes de drones: AeroVironment, Skydio y XTEND, también se frotan las manos con el negocio de la guerra.

Parar la Venta de armas de España a Israel

Tal y como señala La Sexta, Israel está entre los mayores comerciantes de armas del mundo. España le vende, sobre todo, bombas, torpedos y misiles, piezas y partes de aviones y helicópteros. Entre 2015 y 2022, las exportaciones superaron los 12 millones.

España exporta a Israel armas y material de doble uso que es utilizado para la fabricación de armas de mayor sofisticación e impacto militar, lo que contribuye a mejorar la competitividad de sus armas en los mercados internacionales. Israel presume del uso ilegal y contrario a derecho de sus armas en los territorios ocupados al venderlas con la etiqueta de “probadas en combate” como repugnante reclamo publicitario. El intercambio comercial de armas con Israel refuerza su militarización, el sustento fundamental de su estrategia de ocupación de Palestina y de la expulsión del pueblo palestino de su territorio histórico.

Según el Índice de Militarización Global, Israel es el país más militarizado del mundo,está gobernado por uno de los gobiernos más belicistas, ultra conservadores y supremacistas del mundo, cuyas declaraciones,decisiones y actos indican una intención inequívoca de expulsar a la fuerza a millones de palestinos de sus casas y de eliminar o someter a los que permanezcan en ellas. Sin un nivel de militarización tan elevado,Israel no sería capaz de llevar a cabo la ofensiva actual sobre la Franja de Gaza y mantener su peso militar en la región. La ocupación militar es muy cara para Israel y necesita apoyo militar, financiero y comercial, entre el que se encuentra el apoyo comercial armamentístico y militar español. El embargo de armas a Israel es una medida justa, necesaria y urgente, que el Gobierno español puede y debe tomar.

Por ello, varias decenas de representantes de más de 375 organizaciones sociales españolas se han concentrado el miércoles 20 de diciembre frente al Congreso para pedir al Gobierno poner fin al comercio de armas con Israel por la masacre en Gaza.

El marco legal español contempla el embargo militar. De hecho, Sánchez admitió durante su investidura que Israel no está respetando el Derecho Internacional Humanitario, uno de los preceptos que obliga al Estado español a prohibir las exportaciones. Las exportaciones de armas españolas y europeas a Israel, violan 7 de los 8 Criterios de la Posición Común 2008/944/PESC, por la que se definen las normas comunes que rigen el control de las exportaciones de tecnología y equipos militares.

Entre las organizaciones firmantes de esta campaña están las centrales sindicales como la Confederación Sindical de Comisiones Obreras, UGT de Cataluña y la Federación de Sindicatos de Periodistas (FeSP). Partidos políticos como Sumar, Podemos, Esquerra Republicana o EH Bildu también han apoyado la iniciativa.

Baltasar Santos
Tribuna Socialista en Cataluña