Un rayo de luz

Con la situación de las guerras en Sudán, Etiopía, Sagel, Palestina, Ucrania, donde niños, mujeres y ancianos son los que más sufren. Con el cambio
climático que nos tosta u ahoga. Con la Inteligencia Artificial que ya ocupa toda la tecnología actual y de futuro. Con la desesperada inmigración que nos desborda, donde niños, embarazadas y jóvenes se lanzan al mar desesperados jugándose la vida. Con una política global insolidaria y amenazadora y con
una política española, autonómica o local, en infinidad de casos, irresponsable y miope…llega un indicio de esperanza a nuestro horizonte para el
deporte: llámese fútbol, tenis, atletismo… Si, yo mismo abrumado, inquieto y
defraudado por los nefastos avatares de las tinieblas de las informaciones diarias, surge un rayo de luz que crea ilusión ante tanta sinrazón y barbarie.
Unos jovencísimos hijos de inmigrantes junto a murcianos, vascos, catalanes, castellanos, andaluces, gallegos, etc., nos trasladan al trivial que nos parece el deporte que se hace trascendente para una gran mayoría de personas de distintos países de Europa y el mundo.

En España aparecen enloquecidos jóvenes y mayores, mujeres y hombres, niños y abuelos ante los resultados de “su selección nacional” equipo compuesto por una amalgama de orígenes y caracteres, que como bálsamo social se mueven en
medios de televisión y prensa con tiempos amplios de empleo.

Yo cogí el hábito de iniciar la lectura de la prensa alejándome de la portada y sumergiéndome en la sección deportiva.

Cambiar la crueldad y la injusticia que nos inunda por la ilusión, por la esperanza del deporte, por todo lo que significan estas chicas y chicos, como Alcaraz, Yamil, Nico, Peleteiro, Aitana, etc, dibujantes de una gran sonrisa de amor que trazan el camino de la solidaridad y esperanza reconfortante
alegría para todos.

El mejor rayo de luz frente a la intolerancia y el egoísmo extremo y cruel de los Milei, Ayuso o Abascal, que fraguan a personajes como Carvajal que son capaces de despreciar la democracia y su gobierno.

Hoy estuve con una recién llegada de Ghana a Catalunya. Junto a mi compañera, la atendimos al verla en la calle y nos acompañó en la comida en la playa de Calafell, con su cara llena de lágrimas. No quería contarnos más allá de lo imprescindible entre expresiones con sus manos y algo de inglés y
castellano. Se veía la desesperación en su rostro.

Desesperación que le ha obligado a salir de su país y aventurarse a una vorágine de acontecimientos.

Yo no sé si encontrará la luz al final de ese túnel, pero seguro que entre muchos evitaremos que Feijó y sus aliados extremos y egoístas del PP le bloqueen el paso enviando a la Armada o tirándoles a matar en su desembarco.

Recordando las palabras de Ana Frank, en su diario…

“Nunca nadie se ha vuelto pobre por dar”

Pero debemos añadir…

“Quiénes no tienen corazón no pueden dar nada,
solo saben quitar la esperanza, y apagar la luz ”

No dejemos que en el brillo de sus ojos se borre ese hermoso rayo de luz del humanismo y la solidaridad.


Joan Celma
Militante PSC el Vendrell (Tarragona)