El acuerdo alcanzado entre PSOE y C’s ha sido sancionado en las agrupaciones socialistas. Los resultados reflejan una abstención cercana al 50% y un 23% de los votos en contra de este acuerdo. Muchos de los votantes a favor manifestaron en las asambleas un “sí crítico” o “un sí, como voto de confianza”, pero el acuerdo con C’s no ha convencido a la mayoría de militantes, y mucho menos en Catalunya (donde ya se conoce bien las políticas de C’s), y donde la participación de los militantes ha sido aún menor que en el resto de comunidades.
El pacto ha sido defendido como un “acuerdo de mínimos” en el que, fruto de la negociación, es “normal” que se hagan concesiones a C’s. Sin embargo, los 21823 militantes que hemos votado a favor de un acuerdo verdaderamente progresista, opinamos que el acuerdo con C’s no aborda los aspectos que pueden resolver los problemas de la mayoría social, y que han de comenzar por la recuperación de los derechos vetados por el gobierno del PP, entre otros:
- Derogación de la reforma laboral.
- Derogación de la ley Wert.
- Derogación de la ley mordaza.
Igualmente, el acuerdo pasa de puntillas por aspectos que son clave para poder hacer políticas sociales y de defensa de los servicios públicos, como por ejemplo los límites impuestos por el art 135 CE, que en su apartado 3 sigue constitucionalizando “Los créditos para satisfacer los intereses y el capital de la deuda pública de las Administraciones se entenderán siempre incluidos en el estado de gastos de sus presupuestos y su pago gozará de prioridad absoluta. Estos créditos no podrán ser objeto de enmienda o modificación, mientras se ajusten a las condiciones de la Ley de emisión.” Ello quiere decir, que primero el pago de la deuda como prioridad absoluta en detrimento de las políticas sociales que necesita la mayoría social.
El referéndum interno ya ha pasado, y por ello no entraremos en profundidad en el conjunto de medidas claramente insuficientes, y algunas incluso regresivas, pero no podemos dejar de mencionar la falta de sensibilidad para aceptar y defender el derecho a decidir, (claramente mayoritario en Cataluña en las elecciones del 20D) derecho que los socialistas defendemos se ejercite con el objetivo de conseguir una reforma federal, y por qué no decirlo, republicana. El acuerdo con C’s niega expresamente cualquier posibilidad de esperanza en ese sentido.
Ni el acuerdo con C’s ha tenido el respaldo esperado dentro del partido, ni sirve para garantizar la investidura pues no suma los votos suficientes, necesitándose del acuerdo tácito del PP mediante la abstención.
Desde Tribuna Socialista creemos que no solo es posible, sino también es necesario un gobierno de izquierdas, y para ello, la defensa de nuestro programa, concretado en los elementos que citamos anteriormente, pueden facilitar un acuerdo con Podemos, IU-UP y/o Compromís
Son muchas las leyes que han deteriorado los derechos y libertades, por eso la prioridad del debate debiera de ser el contenido del pacto de investidura, Gobierno y legislatura, y no tanto quién lo firma o en qué silla se sienta éste o aquél.
Como ya decíamos en el TS 65: “el acuerdo resulta una temeridad al situar al PSOE en una posición de debilidad teniendo en cuenta que venimos de un mal resultado electoral por haber perdido gran parte de nuestra conexión con nuestro voto natural; el de la clase trabajadora, la mayoría social, precisamente por la renuncia paulatina a las políticas propias de nuestro Partido y nuestra historia.”
Es una temeridad, máxime cuando desde la Comisión Europea se está instando al Gobierno español a que tome medidas de “mano dura con el déficit autonómico y con más ajustes laborales”.
Lo es porque continúa cediendo espacio, a través de la renuncia a posiciones propias del socialismo.
Por otra parte, las tensiones y presiones se van a acentuar en las próximas fechas; tanto dentro como fuera del PSOE.
Fuera, porque las instituciones del capital: Comisión Europea, FMI y Banco Central Europeo, ya están presionando sobre el exceso de déficit público que deja el Gobierno del PP, excusa para plantear un nuevo recorte en torno a los 10.000 millones de euros, y para que se les garantice el pago de la deuda y sus intereses, (recordemos que España tiene una deuda pública del 99% del PIB) bajo el chantaje de no renovación de la financiación y el encarecimiento de los créditos. En resumen, lo ya vivido en Grecia.
Dentro, porque los lobbies a los que Felipe González representa presionan para que la Dirección del PSOE garantice el respeto a los intereses del capital; por lo que necesitan desbancar al mismísimo Pedro Sánchez, nada sospechoso de izquierdista y a quién ellos mismos ayudaron a llegar Ferraz.
La lucha y la presión dentro del PSOE va a continuar en estos próximos meses y en caso de que Pedro Sánchez no llegue a la Moncloa se trasladará al XXXIX Congreso del PSOE, en una pugna entre los defensores del Partido y quienes lo quieren someter a ser una herramienta para la defensa de los intereses de la minoría.
Tribuna Socialista nos situamos, junto con Izquierda Socialista y los miles de militantes que se han manifestado en contra del acuerdo con C’s y por ello insistimos en la necesidad de reagrupación de un ala izquierda del PSOE para continuar luchando por la recuperación del PSOE para el Socialismo.
Comité de Redacción de Tribuna Socialista.