POR UN GOBIERNO DE IZQUIERDAS:
NO AL PACTO CON C’S, NO A LA RENUNCIA AL PROGRAMA SOCIALISTA.
Durante las últimas horas el acuerdo de gobierno alcanzado con C’s ha sido objeto de debate en muchas agrupaciones socialistas. Incluso las opiniones favorables al pacto, lo defienden como “un mal menor” y el “único pacto posible aunque no el deseable, dada la actitud de Podemos”.
Los defensores del pacto sitúan el acuerdo como un “leve avance” respecto a la situación actual, si bien se reconoce la renuncia de gran parte del programa socialista, justificando dicha renuncia a que “en una negociación siempre se quedan cosas por el camino”. ¿Tantas?. Otras de las líneas argumentales que están cobrando más fuerza para defender el pacto con C’s es que “Podemos” ha hecho todo lo posible por excluirse de cualquier pacto con el PSOE, al imponer vetos y trazar líneas rojas como el referéndum en Catalunya, o que “apoyar este pacto es dar un voto de confianza a Pedro Sánchez porque si no Susana Díaz puede ser aún peor”.
Muchos militantes, en cambio, coincidentes con la línea editorial de Tribuna Socialista, defendemos que es necesario impulsar una nueva ronda de negociaciones con las fuerzas políticas de izquierdas hasta alcanzar un acuerdo que dé respuesta satisfactoria a las demandas de la mayoría social , puesto que el pacto alcanzado con C’s no solo no es útil para resolver los problemas de la mayoría social, sino porque, además, el acuerdo significa la renuncia formal a partes fundamentales del programa socialista, que queda excesivamente diluído,como bien señala la viceprimer secretaria del PSC Núria Parlón en declaraciones a la Agencia EFE, dejando al partido socialista en una posición de debilidad, y abriendo la puerta al pacto con el PP teniendo como fuerza de “enganche” a la formación de Albert Rivera. Yendo un paso más allá, en el caso de que no se pudiera realizar la investidura de Pedro como Presidente, el escenario de unas nuevas elecciones generales sitúa al PSOE en un punto de partida peor de que teníamos el 20-D.
El acuerdo resulta una temeridad al situar al PSOE en una posición de debilidad teniendo en cuenta que venimos de un mal resultado electoral por haber perdido gran parte de nuestra conexión con nuestro voto natural; el de la clase trabajadora, la mayoría social, precisamente por la renuncia paulatina a las políticas propias de nuestro Partido y nuestra historia.
Es una temeridad, máxime cuando desde la Comisión Europea se está instando al Gobierno español a que tome medidas de “mano dura con el déficit autonómico y con más ajustes laborales”.
Desde Tribuna Socialista hemos defendido hasta la saciedad la necesidad de un pacto de izquierdas, un cambio radical de rumbo en las políticas que hasta ahora ha aplicado el PP. Ese cambio de rumbo no se produce en los temas fundamentales que hemos llevado los socialistas en el programa. Por citar sólo 4 cuestiones básicas:
· La derogación de la ley Wert se ha convertido en una modificación “light” de la ley.
· La derogación de la Ley Mordaza se ha convertido en una modificación “light” de la ley mordaza.
· La derogación de la reforma laboral se ha convertido en algunas modificaciones de menor calado, pero introduce una versión “estéticamente mejorada” del contrato único propuesto por C’S a propuesta de la patronal, bajo el pseudónimo de “contrato estable con indemnizaciones crecientes”, que no pone coto a la precariedad laboral del mercado de trabajo, y que incluso precariza aún más los contratos temporales, cuya indemnización en caso de despido, aún baja más.
· Tampoco se repone el equilibrio previo a la reforma de 2012 en materia de negociación colectiva, pues continúa dándose la preponderancia a los convenios de empresa, salvo en salario base y jornada.
El texto, además, niega explícitamente la posibilidad, anhelada por muchos socialistas, de abrir la puerta a un proceso constituyente que por un lado sirva para garantizar los derechos básicos de las personas, y que por otro lado, aborde una reforma federal del Estado que pueda ofrecer una alternativa al actual y obsoleto marco de relaciones entre los pueblos de España, y que incluya el ejercicio real del derecho a decidir, garantizando, de esta manera, la libre relación entre los pueblos del estado español.
Las preguntas que muchos socialistas nos hacemos es si la aplicación de este acuerdo con C’s ¿va a significar un avance significativo para la gente más necesitada?. ¿Se van a crear más puestos de trabajo? ¿Va a posibilitar una reforma constitucional de verdad? ¿Va a posibilitar una mejora en las relaciones entre los pueblos? . La respuesta es claramente NO. Incluso los defensores más acérrimos del acuerdo sitúan su defensa, no en terreno del avance social (porque no existe), sino en la línea de que es un punto de partida para luego girar hacia la izquierda. ¿por qué no se explicita directamente en qué se basa ese supuesto e hipotético giro?.
En la carta remitida a Pedro Sánchez pedíamos que ningún pacto con la derecha, no por una cuestión ideológica o de principios (que también). No por una cuestión de vetos o líneas rojas, sino por una mera cuestión de responsabilidad hacia los electores que nos han depositado su confianza para aplicar un programa que ahora se diluye como un azucarillo en el agua.
No defendemos la actitud, en ocasiones altiva e impositiva de Podemos. Tampoco ayudan las declaraciones de la vieja guardia de nuestro partido, pero a pesar de todo ello, estamos firmemente convencidos de que prescindiendo de las particularidades personalistas, y de la excesiva mediatización de la política, los ejes programáticos de PSOE, Podemos, IU, Compromís y ERC pueden confluir en un pacto de izquierdas que permita un gobierno que lleve a cabo las políticas que la mayoría social necesita y que no signifique una renuncia al programa socialista.
El sábado 27 de febrero votando No al acuerdo con C’S votamos Sí a la defensa de un Programa socialista.
Comité de Redacción de Tribuna Socialista.