
Los días 25 y 26 de enero, la UGT FICA organizó en Algeciras unas jornadas sobre la transformación del sistema productivo. En las mismas, el Secretario General de UGT, Pepe Álvarez, manifestó que los fondos de recuperación son una oportunidad para transformar la industria de nuestro país, pero es necesario un consenso social y político para establecer una estrategia industrial. Ha valorado el anteproyecto de la ley de industria, porque será bueno para la clase trabajadoras, pero se necesita que esta ley además de ser una realidad, cuanto antes, se mantenga en el tiempo y no se cambie en función del color político del gobierno de turno.
Pepe Álvarez señaló que el PIB industrial en España en 2021 fue del 15,3% y hay que llegar al 30% y que la industria emplea a más de dos millones de trabajadores y trabajadoras. Asimismo, apeló a potenciar la industria desde la colaboración público-privada, contando con las empresas matrices y con las pymes de nuestro país
El cambio de modelo productivo es un mantra que se lleva escuchando desde hace más de 40 años, y nadie sabe a ciencia cierta qué quiere decir exactamente. Por el camino hemos cerrado astilleros, gama blanca, siderurgias, minas, y se han sufragado cientos de expedientes de cierre con fondos públicos, y durante todo ese tiempo se ha ido perdiendo, diluyendo una concepción del modelo industrial liderado desde lo público, no con ayudas para destruir empleo sino para crearlo.
Nuestro país es el país de la Unión Europea con más kilómetros de costa y el país de la Unión Europea con más horas de sol. Parece claro que la apuesta pública por explotar industrialmente estos privilegios naturales sería una apuesta ganadora.
Desde la generación energética hasta la fabricación de vehículos con cero emisiones (hoy se apuesta por el vehículo eléctrico pero se piensa que el futuro pasa por el hidrogeno), necesitamos un proyecto industrial de país. ¿que hay dinero proviniente de los planes de transformación y resiliencia?. Bienvenidos sean, pero no esperemos que sean las multinacionales ni las Pimes las que agoten estos fondos porque caerán en un pozo sin fondo.
Se ha demostrado que cuando se trata de proteger bienes esenciales, el sector privado no es el más adecuado puesto que prioriza el beneficio económico a corto plazo al beneficio social y colectivo. Por tanto, un pacto por la industria debe ser liderado desde los gobiernos para garantizar la producción de aquellos bienes necesarios para nuestra sociedad.
Y alerta: producir tanques y bombas también es industria, y desde luego, no es el modelo industrial que la mayoría de socialistas deseamos para nuestro país.