
El jueves 23 de marzo, en la Agrupación Socialista de Buenavista, en Madrid, el acto/ debate sobre la Guerra de Ucrania, con el lema » Alto a la Guerra «.
Comenzó interviniendo Jesús Jaén, de la Asociación Leodile Bera, quien fijó un punto común, aceptado por todos, en torno a la deseada y necesaria PAZ. «Nosotros, además, partimos de fijar quien es el responsable de la agresión, y quien el agredido, y aquí tanto en 2014 como 2022 es claramente Putin«, » Ansiamos la paz, pero comprendiendo quién es el agresor y quién se defiende«, dijo.
Durante su intervención, recalcó que entendía los argumentos de la responsabilidad de la OTAN, en las circunstancias previas, pero mantiene que quien causa la guerra, ahora, es Rusia. Igualmente observó que la inclusión del relato de la guerra del Donbás podía más que esclarecer los precedentes, justificar con argumentos historicistas posiciones que no establecen responsabilidad, y si justificaciones de uno u otro bando.
Asimismo, comentó que observar el conflicto como una guerra de potencias, guerra geoestratégica, nos puede llevar a abstraernos de la evidente destrucción física de Ucrania, y del genocidio de su población; para él tiene el mismo rango que la invasión norteamericana de Vietnam, y por tanto asiste a Ucrania, a su Gobierno, su derecho a la defensa, y en su opinión a recibir ayuda tanto militar como humanitaria… Así, se asemeja a las consecuencias funestas que tuvieron las políticas de «no intervención» respecto de Inglaterra y Francia para con España durante la Segunda República.
En cuanto a la propuesta de China considera que habla de paz, pero se escora hacia Rusia, al no establecer responsabilidad en la culpa, y no reconoce la agresión. Rusia, dice, es imperialista, y Putin debe ser frenado.
Tras esta intervención, tomó la palabra Roberto Tornamira por la Asociación Trabajo y Democracia (ASTRADE). Roberto es, además, miembro de la Coordinadora Estatal del Comité para la Alianza de los Trabajadores y los Pueblos (CATP), plataforma que en España está promoviendo el Manifiesto internacional ¡Alto a la Guerra! ¡Alto el fuego sin condiciones!
Roberto establece también un principio irrenunciable: la paz y considera que para ello lo más urgente es que pare la guerra. Ve contradictorio que se busque la paz alimentando la guerra con el envío de armas.
En primer lugar, da algunos datos sobre la figura de Putin, para despejar cualquier duda sobre qué este individuo nada tiene que ver con la revolución de 1917, ni con la extinta URSS, ni siquiera con la etapa más degenerada del estalinismo. Putin fue un abogado del KGB, un burócrata, que en 2001 dio el relevo a Yeltsin y que lidera un partido, Rusia Unida, que se declara conservador, nacionalista y que está en la derecha de la actual Duma.
Putin es el líder de un Estado oligárquico, que defiende los intereses de los que se apropiaron de los sectores estratégicos de la URSS. Pone de ejemplo a Roman Abramovich, presidente de SIBNEFT (más conocido por haber sido dueño del Chelsea), a Igor Sechin, presidente de ROSNEFT, a Alesey Miller, presidente de GAZPROM, Alisher Usmanov, presidente de METALLOINVESTE y Nicolai Tokarev, presidente TRANSNEFT, entre otros muchos propietarios de empresas gasistas, petroleras, mineras o metalúrgicas.
Estamos ante una guerra que, al igual que la IGM, tras el atentado de Sarajevo, tenía tras de sí la lucha entre imperialismos por las colonias, para apropiarse de las materias primas, esta guerra tiene una trastienda en la que se dirime, desde antes de que se iniciase el conflicto, la lucha por el mercado de la energía y los combustibles y sus rutas de distribución. Dio algunas cifras que retratan esta teoría: En 2012, antes de la llamada revolución del Maidan, la UE compraba energía a Rusia por valor de 157.000 millones de euros, en 2021, esa cifra había caído un 31,2%. En enero de 2020, el 43% del Gas que se consumía en Europa llegaba de Rusia, en noviembre de 2023, sólo el 12,9%.
En julio de 2018, la UE cerró un acuerdo con los EE.UU, denominado “Área de Energía”. Este acuerdo fue firmado en Washington por el presidente de la UE, el Sr. Junker y el presidente de los USA, el Sr. Trump. En los nueve meses que transcurrieron desde la firma de ese acuerdo, de julio de 2018 a marzo de 2019, los EE.UU., incrementaron sus exportaciones de Gas licuado (GNL) a la UE en un 181%.
Las inversiones que se están haciendo en construcción de infraestructuras para la exportación de GNL, como el puerto que CHENIERE está construyendo en Texas, son macro inversiones a largo plazo para aumentar más aun las exportaciones de GNL desde los EE.UU. Estas inversiones son coherentes con la postura de la Administración Biden de mantener la guerra el tiempo que sea necesario. También son coherentes con la aprobación del mayor presupuesto de guerra de los USA para 2023, 858.000 millones de dólares, una cifra que, según la ONG World Beyond War; “Sólo con el 3% del gasto militar de los EE.UU., se acabaría con el hambre en el planeta”. A lo que Putin ha respondido con que el presupuesto para la guerra será ilimitado.
Es por tanto, en su opinión, una lucha de sectores energéticos que protegen «su petróleo», “su gas”… donde Estados Unidos pretende sustituir a Rusia como máximo suministrador de Europa, configurando una guerra económica con el pretexto de ayuda a un pueblo masacrado incluido.
Concluyó diciendo que la mejor manera de defender al pueblo ucraniano es parando la guerra de inmediato. Y no solo al pueblo ucraniano, a todos los pueblos de Europa, pues en paralelo se está desarrollando una guerra social, con el Tsunami inflacionario que está saqueando salarios y pensiones y con los ataques a los sistemas de protección pública: pensiones, sanidad, educación y dependencia.

Tras las exposiciones, tomaron la palabra algunos de los presentes:
Gloria Campos. Comparte lo expuesto por Jesús y Roberto, ambos tienen razones de peso. La guerra es un negocio próspero donde Rusia invade otro país, y acaba siendo un negocio, con no sólo la masacre de un pueblo por bombas, sino además un continente, África, desolado por la falta de alimentos.
Rusia da miedo, Zelenski es un actor, y China…??? Pero cree que es necesario seguir enviando armas.
Miguel Sagües: Está de acuerdo con Gloria respecto a que la guerra debe parar; pero expresa que tanto miedo le produce Rusia como Estados Unidos por su tradicional militarismo, y cree que la propuesta China no debe desdeñarse a pesar de las justificadas dudas…y no queremos enviar más armas, aunque, ¿qué hubiese hecho Putin sin tener enfrente esas armas?
Juan Fernando Martínez: Comparte la visión de Roberto, y pone el acento en la influencia de los Medios de Comunicación, que trasladan una visión parcial, utilizando el sufrimiento de las personas. Es como la representación de una obra de teatro, un drama.
Manuel Cusó: Manifiesta que su visión coincide con Roberto, porque ¿quién sufre? los pueblos, ucraniano, ruso… mientras que son los gobiernos quienes quieren la guerra. Son los trabajadores quienes se manifiestan contra la guerra.
Los pueblos son masacrados o perseguidos, mientras se financia la guerra con un esfuerzo económico que solo beneficia a unos pocos y a determinada Industria. Paz, sí, pero para las personas. Y, para ello, deben movilizarse los obreros europeos.
Jesús Jaén, comenta enfadado, que un debate debe fijar responsabilidad, y no convertirse en su opinión en un simple antiamericanismo. Debemos ver la agresión que sufre Ucrania, defender la Paz, y ayudar a quien sufre, humanitariamente, y con armas.
Roberto Tornamira: Desear la Paz, y exigir Alto a la Guerra, no hace que perdamos de vista cuales son las circunstancias, y de quienes es la responsabilidad, y si, ayudemos, pero sin cerrar los ojos a las consecuencias de no ver el problema en su conjunto, en toda su dimensión. La solución pasa por la movilización de masas. La paz debe exigirse, de lo contrario los gobiernos se mantendrán sordos.