ALTO AL GENOCIDIO

Alto el fuego inmediato e incondicional

La Casa del Pueblo de la UGT en Madrid albergó un acto, el pasado día 21 de marzo, por el Alto el Fuego inmediato y contra el Genocidio en Gaza.

Tuve el honor de compartir mesa con miembros pertenecientes a distintas organizaciones: la Secretaría de Relaciones Internacionales de UGT, IU, Compromiso por Getafe, Izquierda Socialista-PSOE, el Frente Popular para la Liberalización de Palestina, CCOO, el Comité para la Alianza de Trabajadores y Pueblos y la Asociación Trabajo y Democracia; estas dos últimas promotoras del acto, junto a Tribuna Socialista.

Al acto asistieron unas 50 personas, todas ellas militantes y activistas comprometidos con la democracia y los derechos de los pueblos. El evento fue importante por la pluralidad y por el contenido de las intervenciones, tanto desde la Mesa como desde los asistentes participantes en el debate.

En la práctica totalidad de las intervenciones se introdujo la necesaria Unidad para parar de inmediato la masacre que se está cometiendo contra el pueblo palestino, es decir, un Genocidio. El ejército israelí ocupa el puesto 18 entre las 145 fuerzas militares mejor dotadas del mundo -según el ranking de Global Fire Power- y lleva seis meses bombardeando indiscriminadamente a población civil, hospitales, escuelas y atacando a la población cuando esta acude a recoger la ínfima ayuda humanitaria que entre en la Franja de Gaza. Por qué lo llaman guerra cuando se trata de un exterminio, perpetrado por un ejército contra población indefensa.

El resultado de esta barbarie es que en estos seis meses han sido asesinadas más de 32.000 personas, el 70% de ellas, más de 20.000 mujeres, niños y niñas. Cuando se mata a las mujeres y a los menores de edad es que se quiere exterminar a un pueblo, cercenar su futuro. A estas cifras hay que añadir los más de 8.000 desaparecidos, muy probablemente fallecidos bajo los escombros y las decenas de muertes por hambre que ya se están produciendo. De los 2,3 millones de habitantes en la Franja de Gaza, 1,9 han sido desplazados hacia el sur; donde el Gobierno sionista les instó a refugiarse, pero donde también son atacados y bombardeados.

No debemos olvidar que la ocupación del territorio palestino data de las postrimerías de la I Guerra Mundial, cuando Gran Bretaña ocupó la Transjordania y Siria desde 1915 a 1922 y por mandato de la Sociedad de Naciones, desde 1922 a 1947. Churchill, Roosevelt y Stalin, tras la II Guerra Mundial, decidieron partir y repartir el territorio con nula ecuanimidad, entre israelíes (minoría que recibió la mayoría del territorio) y palestinos (mayoría que recibió la minoría del territorio). Desde entonces, la ocupación e invasión violenta de los territorios palestinos no ha cesado, a base de guerras y provocaciones para el conflicto armado. Las consecuencias no son solo los miles de muertos, desaparecidos y desplazados de estos últimos meses. Hay más de cinco millones de palestinos y palestinas que viven exiliados fuera de sus fronteras, en campos de refugiados en Líbano, Siria y Jordania, entre otros lugares.

En base a lo anterior, es erróneo decir que el ocupante ilegítimo de un territorio tiene derecho a la autodefensa, de ser así, ¿está Putin ejerciendo su derecho a defenderse, cuando es atacado en territorio ocupado? Israel lleva más de 50 años desoyendo las resoluciones de la ONU, por la ilegalidad de los territorios ocupados por su ejército y sus colonos.

Es necesaria la Unidad en nuestro país y a nivel internacional. En relación a esto último, es muy destacable el contacto que han iniciado desde la Sección Sindical de CCOO en John Deere de Getafe, según se indicó en el acto, con los sindicatos del automóvil norteamericano, punta de lanza del rechazo a la acción cómplice que está ejerciendo la Administración Biden en el Genocidio que Israel está perpetrando. Hay que decir que la pauta que todas las administraciones estadounidenses ha sido la misma: de apoyo incondicional, de guardaespaldas de Israel, aunque unas lo hayan expresado con mayor o menor intensidad. En diciembre de 2017, Trump reconoció a Jerusalén como la capital de Israel.

La sociedad no puede mirar para otro lado ni ser mera espectadora de esta injusticia ni de la masacre que se está produciendo. Para que no lo sea, corresponde a las organizaciones políticas y sindicales, como en 2003 contra la guerra de invasión de Irak, y a todas las organizaciones comprometidas con la defensa del pueblo palestino unirse para exigir al Gobierno que, además de buenas palabras, rompa relaciones económicas y diplomáticas con Israel. Es urgente. Mucho más urgente que reconocer a Palestina como Estado. Solo el aislamiento económico de Israel puede hacer que el Gobierno sionista de Netanyahu pare sus agresiones.

Los participantes en el acto mostraron ser conscientes de que la situación internacional es compleja, muy complicada, pero nadie tiene derecho a llevar a los pueblos a la confrontación. Hoy es masacrado el pueblo palestino ¿cuál será el siguiente? Esto nos lleva a no poder permanecer callados ante este crimen de lesa humanidad, y a no ser cómplices del mismo.

Solo la Unidad hará posible que la sociedad salga a las calles en masa, que se implique y en favor de una Palestina Libre.

Roberto Tornamira
Miembro de ASTRADE

Al finalizar el acto se dio lectura al siguiente Manifiesto:

¡Alto el fuego inmediato!
¡Alto al bombardeo y al bloqueo de Gaza!
¡Alto al genocidio del pueblo palestino!

En nuestra condición de organizaciones y ciudadanos de Madrid, que nos reclamamos de los derechos democráticos, manifestamos nuestra alarma por el genocidio que el Estado de Israel está cometiendo contra el pueblo palestino: a fecha de 26 de febrero y desde el pasado 7 de octubre ha asesinado a más de 30.000 personas palestinas en Gaza, incluidos más de 12.000 menores, a las que se debe añadir las más de 7.000 desaparecidas, probablemente sepultadas bajo los escombros de los edificios bombardeados. Esta cifra supone el 1,9% de la población gazatí, el equivalente a más de 820.000 personas de la población española, más que toda la población que habita la ciudad de Valencia, que es la tercera más poblada del Estado español. También la población palestina en Cisjordania es objeto de ataques criminales.

Hoy, se calcula que en la ciudad de Rafah, fronteriza con Egipto, se concentran más de un millón de personas a las que se niega lo más elemental: agua, comida, medicamentos, asistencia sanitaria.

La Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio de 1948 define a éste como “un acto cometido con la intención de destruir, total o parcialmente, a un grupo nacional, étnico, racial o religioso”. La Corte Internacional de Justicia ha resuelto que Israel tome medidas inmediatas para no violar dicha convención, ante la denuncia presentada por Sudáfrica el 11 de enero. Resolución desatendida por Israel sin que ningún gobierno europeo haya hecho ningún movimiento sustantivo en apoyo de su cumplimiento.

Ante todo ello, como organizaciones y ciudadanos comprometidos con el derecho de los pueblos a su existencia en condiciones dignas, en particular del palestino:

Exigimos el Alto el Fuego Inmediato, que se detenga la agresión del Estado de Israel constitutiva de intento de genocidio. Instando al gobierno español a que decrete el embargo de todo envío de armas y la Ruptura de relaciones diplomáticas y comerciales con el Gobierno israelí.

¡Alto al Genocidio! ¡Alto el fuego inmediato!

Crónica de la movilización en Madrid, 27 de enero de 2024

A pesar del vergonzante silencio de los medios de comunicación, y de las trabas que la Manifestación del día 27 ha encontrado en su camino, ha sido un éxito rotundo. Decenas de miles de personas han salido a la calle para exigir que pare de una vez la matanza de palestinos en Gaza; se ha superado la cifra de 26.000 muertos, a los que en su momento habrá que añadir los miles de desaparecidos bajo los escombros.

Muchos y muchas manifestantes se han desplazado a Madrid desde Andalucía, País Valenciano, Cataluña, Castilla la Mancha, Castilla León, Euskadi…, había gente de distintos territorios del Estado español.

Se han coreado lemas señalando a Netanyahu como criminal, denunciando la complicidad de los Estados Unidos y Reino Unido con los crímenes de guerra que se comenten cada día en la Franja de Gaza, desde hace tres meses. También se ha aludido al Gobierno español, exigiendo que se ponga fin al mercado de armas entre España e Israel, pidiendo la ruptura de relaciones diplomáticas con el Estado israelí por su acción asesina contra mujeres, niños y niñas y civiles en general, por la destrucción de la red hospitalaria que, aunque precaria, había en Gaza, por el crimen de lesa humanidad que se está cometiendo al cercenar los suministros de alimentos, agua y medicamentos.

Este éxito de convocatoria se debe al esfuerzo que han puesto en la organización y difusión las 192 organizaciones convocantes, colectivos diversos como el Comité por la Alianza de Trabajadores y Pueblos (CATP), la Asociación Trabajo y Democracia (ASTRADE), el espacio Vecinas y Vecinos de Pueblos y Barrios de Madrid, colectivos en Defensa de la Sanidad Pública, partidos, sindicatos, etc. Todos han colaborado con las asociaciones y colectivos palestinos, verdadero motor de esta gran movilización y de otras que se han realizado desde el mes de octubre pasado.

Se ha echado de menos a las grandes organizaciones políticas y sindicales de nuestro país, sin que haya ningún género de duda de que entre los manifestantes había militantes sindicales y de partidos que no se han involucrado en la manifestación de hoy. Es necesario que, si la agresión continua, y nada apunta a que vaya a terminar en breve, las confederaciones sindicales mayoritarias y los partidos que componen el Gobierno, así como los que lo apoyan, llamen a una macro Manifestación estatal y unitaria. Son las organizaciones de referencia para millones de trabajadores y trabajadoras, para millones de ciudadanos y ciudadanas de todo el Estado español.

En los distintos cortejos se ha comentado la orden dictada por la Corte Internacional de Justicia (CI), máximo tribunal de la ONU, con sede en La Haya, en la que la CI pide a Israel que evite los ”actos de genocidio”, como si no los hubiese cometido ya, y olvida, este alto tribunal, ordenar el alto el fuego. En positivo, la CI ordena a Israel que permita la entrada de ayuda humanitaria a la Franja de Gaza. El sentir percibido es que se queda corta la decisión de la Corte Internacional de Justicia, a la vista de las muertes, la destrucción y el desplazamiento masivo que la reacción de Israel está teniendo.

Lo más importante, políticamente, es que es la primera vez que un alto tribunal de justicia internacional llama la atención a Israel, Estado que lleva demasiado tiempo ejerciendo de Estado terrorista, en los hechos, gracias al apoyo incondicional que hasta ahora le han venido prestando las distintas administraciones estadounidenses y los gobiernos de su “graciosa” majestad británica.

Es inaceptable que un Estado cometa los crímenes que a todas luces está cometiendo Israel y que los gobiernos de la Unión Europea estén inactivos y en silencio, más allá de balbucear, de vez en cuando, palabras que apelan genéricamente al respeto de los Derechos Humanos.

Pascual Sánchez
Para Tribuna Socialista

Editorial: Salvar la economía hundiendo la humanidad

Esta última Editorial que despide 2023, no es un balance del año que termina, es una reflexión sobre lo absurdo de un sistema económico que destruye la humanidad.

El 24 de febrero se cumplió el primer año de guerra en Ucrania; en un par de meses se cumplirá el segundo aniversario. En agosto pasado, The New York Times daba la cifra de 500.000 víctimas rusas y ucranianas, entre muertos y heridos, datos facilitados por funcionarios estadounidenses anónimos. A esas víctimas hay que sumar los más de 5 millones de ucranianos desplazados más los 6,3 millones de refugiados, repartidos por el mundo, procedentes de Ucrania (datos de ACNUR de mediados de este año).

El 7 de octubre se desató el conflicto en Palestina. Más de 1200 muertos en los asentamientos y kibutz y más de un centenar de rehenes aún hoy en manos de Hamás. De manera inmediata, la reacción del Gobierno de Netanyahu ha tomado la forma de exterminio del pueblo palestino, con más de 20.000 muertos en la franja de Gaza, incontables heridos, la destrucción total de los hospitales en el norte de la franja y el sometimiento de la población a la hambruna en el sur. Además, de los cerca de 400 palestinos muertos en Cisjordania, a manos de colonos judíos y el ejército israelí. Las víctimas están siendo, principalmente mujeres y niños.

Estos son los datos de que disponemos. Pero, ¿Cuáles son los motivos?

En Ucrania, lo fácil, obvio e indiscutible es decir que Rusia ha invadido territorio ucraniano. Sin embargo, esta guerra, como la práctica totalidad de las guerras habidas en la historia y como en los más de 30 conflictos abiertos en el mundo actualmente, hay un trasfondo que no es tan evidente.

Lo que se dirime en Ucrania es el control del abastecimiento energético a Europa: nos suministran los oligarcas rusos protegidos de Putin o nos abastecen las multinacionales estadounidenses escudadas tras la OTAN. Esta es la disyuntiva que se disputa en territorio ucraniano; principalmente en el Este del país, donde antes de la invasión de las tropas de Putin ya había una guerra civil entre el Estado ucraniano y la población ucraniana ruso parlante del Donbass. Este conflicto fue provocado a su vez por la lucha de intereses entre la oligarquía rusa, en alianza con una parte de la oligarquía ucraniana, y las multinacionales occidentales en alianza con la otra parte de oligarcas ucranianos, a los que representa Zelensky. Estados Unidos, con la OTAN como punta de lanza, decidió hace ya tiempo colonizar todos los mercados mundiales, de ahí el avance de la OTAN hacia el Este de Europa; el problema es que ha llegado a la frontera con Rusia.

Lo de Palestina es distinto, sí. Pero con un trasfondo similar. No es necesario retrotraernos al Tratado de Versalles (1920), tras la primera Guerra Mundial, por el que se establecieron los protectorados que diseccionaron Palestina: gestión realizada por la entonces Sociedad de Naciones. Tampoco es preciso que profundicemos en el plan de partición de Palestina propuesto por la ONU, en 1947, apoyado por el trío: Churchill, Roosevelt y Stalin para dividir Palestina en dos Estados, uno judío y otro árabe. Si se profundiza un poco en esas decisiones impuestas al pueblo palestino se entenderán a la perfección las palabras de António Guterres, secretario general de la ONU, “los ataques de Hamás no vienen de la nada”. Siendo cierto, es curioso que lo diga el representante del organismo internacional que participó y tomo decisiones que han derivado en la situación actual. Como también llama poderosamente la atención que se insista en que la solución pasa por dos estados, cuando esta fórmula ha llevado al pueblo palestino al exilio, a ser preso en su propia tierra, y ahora masacrado.

La pregunta que cabe hacerse es ¿por qué actúa así el Estado de Israel? Porque es la forma en la que el imperialismo estadounidense se garantiza el control de una zona que tiene el petróleo por castigo, entiéndase la ironía. De ahí el apoyo incondicional de la Administración Biden a este crimen de lesa humanidad contra la población civil palestina, frente a lo que los gobiernos de las naciones occidentales, subordinadas a los USA, solo están oponiendo palabrería en el mejor de los casos -es el caso del gobierno de coalición, progresista, del Estado español-. El derecho a la legítima defensa no legitima, en ningún caso, la masacre de un pueblo.

Las consecuencias aún no han aparecido completamente. De momento se amplía el conflicto al Mar Rojo, donde las fuerzas hutíes de Yemen han decidido tomar partido por Palestina atacando los barcos que transiten por sus aguas, con bandera de países aliados de Israel. Hay que recordar que en Yemen se libra un conflicto desde 2015, en el que están implicados y confrontados Arabia Saudí e Irán: una monarquía sátrapa y un Estado teológico criminal que ocupan el 2º y 3er puesto, respectivamente, en el rankig de países con mayores reservas de petróleo.

En paralelo a los conflictos armados se desarrolla una “guerra” cuya munición son las decisiones políticas y económicas que toman las instituciones económicas internacionales, como el FMI, el BCE y la Comisión Europea, los gobiernos y las grandes corporaciones empresariales. En esta guerra las víctimas también son civiles; víctimas que sufren empobrecimiento, explotación… De esta guerra no escapa ninguna sociedad, ningún pueblo.

Uno de los casos más extremos lo sufre el pueblo argentino. Todos los gobiernos, tanto radicales como peronistas, han defendido el mercado libre y han dejado Argentina en una situación lamentable. Ahora, para “arreglarlo”, llega Milei, quién a nombre de la “libertad carajo” va a privatizar Argentina. De momento, para tener las manos libres, carajo, quiere arrasar con todas las leyes laborales y con los derechos de los trabajadores, como la seguridad social, el derecho a huelga y manifestación…

Milei se inspira en los Estados Unidos, está incluso decidido a sustituir el peso argentino por el dólar estadounidense -dolarizar la economía-. Su inspiración es ese país en el que caer enfermo es una ruina, en el que “4 millones de niños no tienen cobertura sanitaria, en el que un vial de insulina costaba hace ocho años 140 dólares y en el que muchas personas se medican con antibióticos para peces porque son los únicos que pueden pagar” (cita del libro “Esclavos Unidos, la otra cara del dream”, de Helena Villar).

El caso argentino es el más extremo en sus formas, pero nada tiene que envidiar al ultraliberalismo privatizador de la señora Ayuso en Madrid, a las decisiones de mister Sunak en Gran Bretaña o a las últimas decisiones anti inmigración de Monsieur Macrón en Francia.

La resistencia del pueblo palestino es vital para todos los pueblos del planeta, para toda la clase trabajadora. Si Israel aplasta al pueblo palestino cualquier gobierno se sentirá legitimado a reprimir salvajemente, incluso a su propio pueblo. Es por ello que cientos de miles de personas se han echado a las calles de las ciudades del mundo a decir «Alto al Genocidio”, “Palestina vencerá”. Movilizaciones que no han contado con el empuje de las grandes organizaciones de los trabajadores: políticas y sindicales, que han hecho tímidos gestos de apoyo, pero que en realidad están guardando un vergonzoso silencio.

De la misma manera, estamos expectantes a la respuesta que la clase obrera organizada del Argentina comienza a dar a las tropelías que prepara el Gobierno de Milei, a quién se abrazaron con entusiasmo los Abascal, Bolsonaro, Zelensky y otros invitados de “honor” en su toma de posesión.

Todo vale para salvar la economía, aunque se hunda la humanidad. Prueba de ello, por si lo dicho hasta aquí no es suficiente muestra de barbarie, es cómo el modelo de producción está destruyendo el planeta, por mucho que nos quieran convencer de que todos, la humanidad, somos culpables. No, los culpables son esa minoría social a la que pertenecen los que viajan a las “cumbres del clima” en sus jets privados y toman decisiones que les hacen aún más millonarios de lo que ya son.

Invitamos a reflexionar si verdaderamente merece la pena tanto sufrimiento y si es esto lo que deseamos dejar en herencia a las generaciones venideras.

La mayoría de la sociedad tiene la posibilidad de cambiar el rumbo, solo tiene que organizarse y tomar las riendas de su legítimo destino.

El Comité de Redacción

Ucrania: alcanzar la paz y el desarme nuclear

El 31 de mayo tuve el gusto de participar en el acto “Ucrania: alcanzar la paz y el desarme nuclear”, en formato de charla-coloquio, organizado por el Club de Amigos de la Unesco de Madrid (CAUM). Fui invitado por el doctor en Psicología (UNED) y licenciado en Ciencias Políticas y Sociología (UCM). Ambos somos firmantes del Manifiesto ¡Alto a la Guerra! ¡Alto el fuego inmediato, sin condiciones! El acto estuvo presentado por la periodista, Teresa Aranguren.

Se abordó el problema de la guerra desde el punto de vista histórico, así lo enfocó Rafael Fraguas, Periodista y doctor en Sociología, recodando los antecedentes desde la disolución de la URSS y los compromisos adquiridos por occidente de no expandirse hacia el Este, más allá de Alemania, y a cambio la URSS cedía en la adhesión a la OTAN de la Alemania unificada. El acuerdo se fraguó, en febrero de 1990, entre el canciller de la Alemania Federal, Helmut Kohl, el secretario de Estado de los USA, James Baker III y el jefe de Estado de la URSS, Mijaíl Gorbachov, en los siguientes términos:

La OTAN es el mecanismo para asegurar la presencia estadounidense en Europa. Si la OTAN se liquida, no habrá tal mecanismo en Europa. Entendemos que no sólo para la Unión Soviética sino también para otros países europeos es importante tener garantías de que, si Estados Unidos mantiene su presencia en Alemania en el marco de la OTAN, ni un centímetro de la actual jurisdicción militar de la OTAN se extenderá en dirección al este

El acuerdo se cerraría en julio de 1991, cuando el secretario General de la OTAN Manfred Woerner aseguró a Boris Yeltsin que “con el apoyo de 13 de los 16 países miembros de la OTAN se comprometían a no expansionar hacia el Este la OTAN”.

Es evidente que “hombre blanco volvía a hablar con lengua de serpiente”.

En marzo de 1999, República Checa, Hungría y Polonia se incorporaron a la OTAN. Entre 2004 y 2020, se han incorporado: Bulgaria, Estonia, Letonia, Lituania, Rumanía, Eslovaquia, Eslovenia, Albania, Croacia y Montenegro. Desde antes de 2014 se lleva fraguando la incorporación de Ucrania. Y por la vía urgente se ha aprovechado para la adhesión de Suecia y Finlandia.

Es como si China o Rusia conformasen una estructura militar similar a la OTAN y a esta se adhiriesen Méjico y Canadá ¿Cuál sería la reacción de los EE.UU.?

En mi intervención, como miembro del CATP, estuve de acuerdo con que todo este devenir histórico es así y prueba que las distintas administraciones de los Estados Unidos, desde la que presidió George H.W. Bush, hasta la actual con Joe Biden, han incumplido sistemáticamente sus compromisos. Pero qué se puede esperar de una nación que ha mentido tantas veces a lo largo de la historia para justificar guerras en pro de los intereses económicos de su minoría social: el 15 de febrero de 1898 hundieron el Maine en el puerto de La Habana, matando a sus propios marineros; el 4 de agosto de 1964 provocaron el incidente naval del golfo de Tonkín, para justificar su implicación total en la guerra de Vietnam; y en 2003, se inventaron las “armas de destrucción masiva en Irak”, a pesar de las inspecciones de Naciones Unidas sobre el terreno, para invadir y destruir aquella nación. Sin embargo, todos estos antecedentes y evidencias no justifican la invasión del territorio ucraniano por parte de las tropas de Putin.

Tras estos movimientos diplomáticos, políticos y bélicos siempre se ha escondido un interés económico acompañado del geoestratégico. Detrás del avance de la OTAN hacia el Este, lo que hay es una lucha encarnizada por el mercado de la energía. Hay que saber que, en 2012, la UE compraba a Rusia gas y petróleo por valor de 157.000 millones de euros anuales. Antes de comenzar 2022, esa cifra había caído un 31,2%. Mientras que en 2020 el 43% del gas provenía de Rusia, en noviembre de 2022 han descendido al 12,9%. El gran beneficiado de este trasvase de suministro energético está siendo Estados Unidos.

El plan de reemplazar a Rusia como suministrador de energía se elaboró antes de la invasión. El 25 de julio de 2018, en Washington D.C., Jean-Claude Juncker, presidente de la Comisión Europea, y Donald Trump, presidente de los USA, acordaron un “Área de la energía”. Desde aquel momento, la venta de Gas Natural Licuado (GNL), desde los USA a Europa, se incrementó en un 181%, hasta marzo de 2019. En los cuatro primeros meses de 2022, las exportaciones de GNL estadounidense se incrementaron en un 117%.

Estados Unidos está teniendo dificultades para suministrar todo el GNL que se le demanda, tanto es así que la compañía de GNL Cheniere, la mayor de los USA, se ha embarcado en la construcción de un macro puerto en Corpus Christi (Texas), para atender la demanda futura. Si a la ingente cantidad de millones de dólares que supone la construcción de un puerto de estas características le añadimos el presupuesto para gasto militar que el Senado de los EE.U., ha aprobado para 2023: 858.000 millones de dólares, entenderemos que esta guerra va para largo y por qué cualquier propuesta de alto el fuego y negociación de paz es rechazada desde el lado atlantista, ya proceda la propuesta de China o de Brasil. Putin no se ha quedado atrás, ha comprometido “todo el dinero que haga falta para hacer frente a estas maniobras militares especiales (Guerra)”.

Unos y otros defienden el negocio: unos, los USA, el de sus multinacionales del armamento y la energía; otros, Putin, los intereses de los oligarcas que se apropiaron de los sectores estratégicos de la extinta Unión Soviética. En medio de esta lucha de por el control de los suministros está el pueblo ucraniano y todos los pueblos de Europa que sufrimos, de distintos modos y gravedad, las consecuencias desastrosas del conflicto armado.

Como conclusión, solo cabe que los pueblos en masa se alcen contra la guerra y contra los gobiernos que la sustentan y alimentan.

Roberto Tornamira Sánchez
Miembros de la Coordinadora estatal del CATP

Noticias de la campaña internacional

¡Alto a la Guerra! ¡Alto el fuego inmediato, sin condiciones!

Próximos actos:
  • 31 de mayo, en Madrid, el Club de Amigos de la Unesco (CAUM) organiza una Mesa Redonda sobre la necesidad de alcanzar la paz y el desarme nuclear, en relación con la guerra de Ucrania. A las 19:00 en C/ San Bernardo, 20 – 2ª planta (Puerta 5). Habrá una participación de Tribuna Socialista. Acto pendiente de concretar.
  • 8 de junio, el CATP de Madrid y la Asociación de Vecinos de Carabanchel Alto, organizamos un acto de presentación del Manifiesto internacional ¡Alto a la Guerra! Acto pendiente de concretar.

Otras noticias:

El manifiesto por la paz lanzada por Sahra Wagenknecht y Alice Schwarcer, publicado en el Boletín Informativo de la campaña internacional ¡Alto a la Guerra!, ha superado las 800.000 adhesiones.

La realidad social dista mucho de la que nos presentan

La realidad social, económica y política de nuestro país es compleja, contradictoria y cargada de promesas incumplidas, con peligros de derrotas o retrocesos.

Los pensionistas, en nombre de toda la clase obrera, han impuesto al gobierno un retroceso importante. En octubre del pasado año, forzaron el incremento del 8,5% para 2023. Después, a pesar de la exigencia del capital financiero y las instituciones, el Gobierno se ha visto obligado a frenar en los contenidos de la nueva reforma de pensiones, aunque somos conscientes de que han dejado los caminos allanados para continuar mutilando el Sistema Público de Pensiones. Escrivá se ha visto obligado a ocultar la existencia del pago de decenas de miles de millones de gastos impropios de la Seguridad Social con dinero de las Pensiones, por tanto, poniendo a la orden del día la exigencia de una VERDADERA AUDITORÍA a las cuentas de la Seguridad Social, incumplida hasta hoy.

La brutalidad del capital financiero no se ha modificado, exige al gobierno, a todos los gobiernos europeos, llevar a cabo una «economía de guerra», o sea:

  • Negar aumentos de salarios y pensiones, ni siquiera en función de la inflación.
  • Negar cualquier acción para bloquear los precios, facilitando los beneficios multimillonarios de las grandes empresas.
  • Seguir con la privatización de la Sanidad y la Enseñanza.
  • Mantener las leyes represivas y la negativa a los pueblos a decidir.
  • Multiplicar los gastos militares en detrimento de los gastos sociales.

La voluntad de la mayoría social para defender la Sanidad Pública ha quedado plasmada en las multitudinarias manifestaciones que se han venido produciendo en los últimos meses, de manera muy destacada las de los días 13 de noviembre de 2022 y la del 12 de febrero de este año en Madrid. Sin embargo, son las asociaciones de vecinos y barrios las que tienen que ponerse al frente de la reivindicación.

¿Por qué? No se trata de la buena voluntad de unos y otros. El hecho fundamental es que las instituciones del Estado heredadas del franquismo, con el Rey a la cabeza, son un OBSTÁCULO central para conseguir las reivindicaciones. Estas instituciones operan para enfrentar unos pueblos contra otros, para mantener los privilegios de La Corona, del aparato judicial represivo y la alta administración del Estado. En este contexto, el Gobierno de coalición cede en lo fundamental ante las instituciones.

En el año electoral se plantea el falso dilema de votar por el mal menor. Muchos trabajadores, jóvenes, pensionistas van a votar con los dedos en la nariz, otros se van a abstener, porque están hartos de las promesas incumplidas, cansados del chantaje de “nosotros o la derecha”, mientras nos endosan sucedáneos de soluciones para dejar to- tal o parcialmente incumplidos los compromisos.

En realidad, la mayoría social NECESITA UN REFERENTE político fiel a sus intereses, que no ceda ante el capital, la monarquía, las instituciones o la Europa supuestamente social, que no se presten a ejercer de “dique de contención” de las aspiraciones de la mayoría.

El CATP surgió para agrupar fuerzas en favor de las reivindicaciones, para apoyar la independencia del movimiento obrero frente al capital y el imperialismo, como hacemos ahora contra la política de guerra.

La UE está embarcada en una política de guerra, al servicio de los intereses del capital financiero y en particular de las necesidades económicas de la EE.UU.

Por ello, consideramos que, más que nunca, es necesario continuar con la lucha por el ¡Alto a la guerra! ¡Cese el fuego inmediato y sin condiciones!

Ni un euro para la guerra, No a la OTAN, fuera las bases, ¡
Ni OTAN, ni Putin!
Defensa de las pensiones AUDITORÍA cumpliendo la Ley 21/2021.
Contra la privatización de la Sanidad y la Educación públicas.

¡Alto a la Guerra!

¿Es posible un apocalipsis nuclear? ¿No es acaso prueba de ello la demencial estrategia militar llamada Destrucción Mutua Asegurada? ¿Renunciaría la Federación de Rusia, o cualquier otro Estado, a utilizar su poder de aniquilación total en cualquier circunstancia?

Estas reflexiones elementales me han llevado al convencimiento de que existen desequilibrios fundamentales en el cerebro de nuestra especie. Prueba de ello es su incapacidad para eliminar de la faz de la Tierra el peligro de aniquilación total, arrastrándonos ineluctablemente hacia una catástrofe mundial de proporciones definitivas.

El origen de las especies

Sabemos que la evolución biológica no busca un fin, no tiene un propósito. El origen y evolución de las especies es un proceso natural que no obedece a ninguna voluntad externa o causa divina que lo conduzca. El azar en las mutaciones del DNA, y la supervivencia de aquellas especies cuyas mutaciones estén más adaptadas al medio, son la causa que explican su origen y evolución, genialmente anticipado por el naturalista Charles Darwin (1809-1882).

El religioso jesuita Teilhard de Chardin (1881-1955), eminente paleontólogo, intentó conciliar su fe de creyente -un dudoso sentimiento- con su actividad investigadora, resultado de la aplicación del método científico. Para ello desarrolló una línea de pensamiento fundamentada en una hipótesis idealista -es decir, sin base material en la que apoyarse- que se concreta en lo que él denominó Cristogénesis.

Su afirmación -imposible de verificar- se basa en la constatación del proceso de evolución biológica sobre la Tierra, que hizo posible la aparición de la especie humana y, según él, la posibilidad de que Dios se hiciese hombre, encarnándose en Cristo, pues ese sería el propósito de todo el movimiento evolutivo.

La pulsión de vida y la pulsión de muerte

La evolución de los seres pluricelulares generó el fenómeno de la apoptosis; es decir, el “suicidio programado” de las células del organismo pluricelular; una ventaja evolutiva, pues reduce la probabilidad de que el organismo pluricelular muera como consecuencia de que una célula devenga cancerosa, por mutaciones malignas en su DNA, ya sea por causas internas o externas.

La apoptosis es, por tanto, un “suicidio” programado de la célula, tras un periodo de vida en el que es probable que se hayan producido mutaciones sucesivas no autocorregidas, peligrosas para el conjunto de células que constituyen el organismo.

Análogos procesos evolutivos dotaron a los seres vivos de mecanismos de ataque y defensa; los menos eficaces tenían menos posibilidades de supervivencia, siendo eliminados por el filtro del tiempo. Estos mecanismos de la conducta animal, impresos indeleblemente en el sustrato profundo del cerebro de los vertebrados, se transmitieron a lo largo de la evolución biológica hasta llegar a nuestra especie: la raza humana.

Albert Einstein (1879-1955), acosado por el nazismo en Alemania por su origen judío, mantuvo correspondencia con el también científico de origen judío Sigmund Freud (1856-1939), fundador de las teorías psicoanalíticas, asimismo huido del nazismo, cuyos libros fueron públicamente quemados por el III Reich. Esta correspondencia dio lugar a dos históricas cartas respectivas, en las que analizaron la implicación del instinto de vida y el instinto de muerte, teorizados por Freud, en el desencadenamiento de la guerra.

El grito necrófilo ¡Viva la muerte! ¡Muera la inteligencia! del fundador de la Legión española, general Millán Astray (1879-1953), es prueba evidente de la existencia de dicho instinto de muerte, sobre el que opera el fascismo y otros totalitarismos blanqueados por la propaganda, como es el caso de la OTAN; gigantesca organización terrorista, a la que el rey de España, Felipe VI, nos ata con entusiasmo criminal. Un rey que goza de una inviolabilidad feudal absolutista además de ser jefe del Estado español y jefe supremo de sus Fuerzas Armadas.

La Destrucción Mutua Asegurada

Al no estar guiado el proceso evolutivo por ninguna voluntad inteligente externa al Universo, nuestro cerebro, el cerebro humano, procedente de etapas evolutivas anteriores, está estructuralmente dotado de impulsos irracionales agresivos, resultado de los mecanismos de ataque y defensa desarrollados en la lucha por la supervivencia, a lo largo de la Historia Natural, que constituyen el instinto de muerte.

Hiroshima y Nagasaki, innecesariamente destruidas por un ataque nuclear el 6 y el 9 de agosto de 1945, respectivamente, son a mi juicio prueba evidente del citado instinto de muerte.

Las armas convencionales, pese a su potencia y a la ferocidad desplegada en los combates, no pusieron en riesgo la continuidad de nuestra especie. Aun así, provocaron decenas de millones de víctimas, incluidas las del único ataque nuclear efectuado hasta la fecha en la historia de la humanidad, ya citado. Sin embargo, la investigación y desarrollo de armas nucleares modernas, posibilita la Destrucción Mutua Asegurada, cuyo daño colateral sería la extinción de la humanidad y de todo ser vivo existente sobre el planeta.

La incitación a la guerra

Las noticias que inundan en estos días nuestros hogares, presentan la Guerra como si fuera un juego de ordenador, donde se matan seres ficticios; de modo que no parezca real. Así ocurrió con Irak, Libia… y ahora con Ucrania: esconden los ataúdes. La Guerra no es una película de Hollywood. La propaganda belicista la proyecta como si fuese un escenario de realidad virtual, con el abominable fin de adormecer conciencias.

La política criminal de incitación a la guerra, banalizando al mismo tiempo el evidente riesgo de escalada nuclear, es una grave responsabilidad de la que tendrán que responder algún día los dirigentes de uno y otro bando: la OTAN y el gobierno de la Federación de Rusia. La siniestra máquina de despedazar seres humanos, que es la Guerra, no puede dejarnos indiferentes. Puede que algún día, políticos, generales y almirantes sin escrúpulos, tengan su Juicio de Núremberg.

Frente al grito fascista ¡Viva la muerte! ¡Muera la inteligencia! opongamos el ¡Viva la vida! ¡Abajo la muerte!

Este es el grave dilema ante el que se encuentra la Humanidad: socialismo o barbarie.

Recomiendo la lectura y adhesión al Llamamiento Europeo contra la Guerra

Manuel Ruiz Robles es militar retirado, portavoz del Colectivo Anemoi, fue miembro de la disuelta Unión Militar Democrática.

MANIFIESTO ¡¡ALTO A LA GUERRA!!

Si aún no eres firmante, súmate

Envía un mensaje con tu adhesión a:
manifiesto.altoalaguerra@gmail.com

Exito de la conferencia europea contra la guerra y la guerra social del 8 de julio.

CONSULTA NUESTRO BOLETIN NUMERO 13


Firmas de militantes políticos y sindicales de 17
países de Europa: Alemania, Austria, Bélgica,
Bulgaria, Dinamarca, España, Francia, Gran Bretaña,
Grecia, Irlanda, Italia, Moldavia, Portugal, Rumanía,
Serbia, Suecia y Suiza


También hay firmantes de otros 18 países de
diferentes continentes: Argelia, Azania-Sudáfrica,
Brasil, Burkina Faso, Chile, Colombia, Costa de Marfil,
Ecuador, Estados Unidos, Ghana, Guadalupe, Líbano,
Mali, Méjixo, Niger, Togo, Senegal y Uruguay.

Apoya el Manifiesto 30 colectivos y organizaciones de
distintos países:

Estado español
  • Promueve: Comité para la Alianza de Trabajadores y Pueblos (CATP)
  • Asociación Civil, Milicia y Republica (ACMYR)
  • Asociación Trabajo y Democracia (ASTRADE)
  • Butroi Bizirik en Transición
  • Colectivo de militares demócratas “ANEMOI”
  • Colectivo de Mujeres Republicanas
  • Comissió Gent Gran 15M
  • III Congreso de la Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos (UPTA-Euskadi)
  • Hemen, salida por la izquierda.
  • Herriak Bizirik. Plataforma ciudadana en lucha contra las empresas altamente contaminantes en
  • el Polígono Industrial de Goiain (Álava)
  • Información Obrera
  • Munizipalistok Gasteiz
  • Orquesta y Coro “La Solfónica 15m”
  • Plataforma Galega por la Tercera República
  • Reunir Canarias
  • Reunir la Laguna
  • Reunir Santa Cruz de Tenerife
  • Tribuna Socialista
  • Unidad Cívica por la República
Colombia
  • Coalición de Movimientos y Organizaciones Sociales de Colombia (COMOSOC)
  • Grupo de investigación GIDPAD – UNIVERSIDAD DE SAN BUENAVENTURA Medellín
  • Grupo de Investigación y Editorial Kavilando
  • Fondo de Empleados Universidad de San Buenaventura Medellín
  • Mesa por el Derecho a la Salud y la Seguridad Social de Antioquia (MESSSA)
  • Mesa Ecuménica por la Paz (MEP)
  • Red Interuniversitaria por la Paz REDIPAZ
Italia
  • Collecttivo Autónomo del Porto di Génova
  • Unione di Base del Porto di Génova (USB).
Portugal
  • Colectivo Andorinha (Frente democrática brasileira em Lisboa)
  • Diáspora Sem Fronteiras

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Ultima actualización: Manifiesto
Boletines:

Editorial: ¡Alto a la Guerra social y militar!

La segunda quincena de abril está enmarcada por dos fechas muy simbólicas, si bien ese simbolismo no las quita ni un ápice de actualidad: 14 de abril y 1º de mayo.

Hemos celebrado el 92º aniversario de la proclamación de la II República, recordando que aquel breve espacio de tiempo fue una de las etapas más fecundas en derechos en la historia de nuestro país, hasta que los que no soportan que la mayoría de la sociedad avance en igualdad y bienestar dieron un golpe de Estado militar. Recordar la II República no como acto romántico o meramente conmemorativo, sino para aportar razones para trabajar por la tercera.

La monarquía, como otras instituciones, es herencia del franquismo. Lo afirmamos y lo razonamos, partiendo de los hechos:

Como bien establece Ángel Viñas en su libro “¿Quién quiso la Guerra Civil? Historia de una conspiración” (Ed. Critica), los monárquicos conspiraron contra la II República desde su proclamación el 14 de abril de 1931. Fue el entorno de Alfonso XIII quién buscó la alianza con el fascismo italiano de Mussolini y quienes adquirieron aviones y material militar para preparar el golpe del 18 de julio. Otra cosa distinta es que Franco traicionase, como traicionó, a la Casa Borbón y a los monárquicos españoles; traición que ejecutó en la Ley de sucesión de julio de 1947, en la que decretó que “el Estado se constituye en Reino” (Artº 1), y condicionó “la proclamación de un Rey al fallecimiento del jefe del Estado” (Artº 7), es decir que en el Reino no habría Rey hasta la muerte del dictador(1).

Uno de los refrendos forzosos que Franco decretó fue para vestir la Ley de sucesión de julio de 1969, en cuyo artículo primero “instaura La Corona en la persona de (el hoy Emérito), Juan Carlos de Borbón(2), dejando claro en el mismo artículo que será Rey “cuando quede vacante la jefatura del Estado”, lo que no ocurriría hasta el 20 de noviembre de 1975. Ese mismo día, el 20-N, el Decreto Ley 16/1975(3) establece en su artículo primero:

Se promueve al empleo de Capitán General de los Ejércitos de Tierra, Mar y Aire a S. A. R. Don JUAN CARLOS DE BORBÓN Y BORBÓN, Príncipe de España, con todos los honores, privilegios y prerrogativas que a tan alta jerarquía corresponden.”

A la vista de esto, decir que el Rey heredó la gorra de plato antes que la Corona no es una exageración. Del mismo modo, los privilegios y prerrogativas que recibía de Franco se trasladarían tres años después al Título II de la actual Constitución.

Los compromisos adquiridos con los monárquicos, por parte del generalato franquista, no se cumplirían plenamente hasta 48 horas después de la muerte del dictador.

La secuencia es clara y no deja lugar a la duda del atado y bien atado. Otros nudos, como el referido a la constitución de la Audiencia Nacional y el Tribunal Supremo; sucesión directa del Tribunal de Orden Público (TOP), ya han sido abordados en otras editoriales y artículos publicados en Tribuna Socialista.

Dentro de la minoría social privilegiada hay fracciones: monárquicos, militares, empresarios, clero… que se mezclan e interactúan para garantizar que la mayor parte de la riqueza y el control del país queda dentro de sus dominios. Por ello, cuando los hechos históricos sitúan a la cabeza del poder a un grupo ajeno a su corral no lo soportan, aunque los partidos acaten sus normas y leyes, y garanticen que se limitarán a ser gestores del sistema que les es favorable, aun así, los privilegiados y sus representantes apelan a lo que haya que apelar para recuperar el poder. Es lo que está ocurriendo con el Gobierno de coalición de partidos que se reclaman de la izquierda, que acatan las condiciones que las instituciones europeas le ponen en materia de Pensiones, que es timorato y comedido a la hora de atajar el saqueo de salarios y pensiones por la hemorragia de la inflación, que se disciplina a la OTAN en sus estrategias bélicas… y a pesar de ello, la fracción judicial de la derecha instalada en el CGPJ, la patronal y, por supuesto desde la derecha política y mediática, se le considera ilegítimo y lo atacan hasta más allá de los límites de su propia de democracia; este fue el caso el pasado mes de diciembre, cuando el Tribunal Constitucional vetó el trámite legislativo para la reforma del propio TC. Y el Gobierno acató lo que debería haber desacatado.

Dicen los institucionalistas que la institución monárquica es la clave de bóveda de la arquitectura constitucional. El problema es que esa clave de bóveda y muchas de las dovelas de la cúpula están podridas y de su “enfermedad de la piedra” solo ellos son responsables. Muchas veces es más eficiente derribar y construir de nuevo que parchear sobre lo deteriorado.

La institución monárquica es por ende el palo mayor de la nave en la que navegan los privilegiados, y a la misma vez es el obstáculo principal para las aspiraciones de la mayoría social. Siendo conscientes de que cambiar al rey por un presidente de la República no resuelve los problemas automáticamente, estamos convencidos de que abre el camino a la solución. Al menos no estaría instalado en la impunidad que las instituciones heredadas del pasado parecen estar instaladas; véanse las fechorías cometidas por el Emérito a lo largo de su reinado, el secuestro del CGPJ (8 años desde su última renovación) o la colaboración del presidente de la Audiencia Nacional con los investigados en la trama “Kitchen”, se podrían poner muchos más ejemplos de impunidad.

El 1º de mayo concentra la lucha de los trabajadores y trabajadoras por sus reivindicaciones. A lo largo de la historia, los logros conseguidos por las organizaciones obreras han sido a costa de luchar y plantar cara a la minoría privilegiada; clase social minoritaria que sólo ha cedido ante el temor al estallido social. El 1º de mayo, como el 14 de abril, es un día de celebración y de reivindicación. Reivindicaciones que durante todo el año se concentran en la acción de los colectivos sociales que reclaman sus derechos: pensionistas en defensa del Sistema Público de Pensiones, asociaciones vecinales y de barrios, y sanitarios en huelga, en Defensa de la Sanidad Pública, sectores de trabajadores sindicalizados que reclaman subidas salariales, como mínimo IPC, para prevenir la pobreza en sus familias…hombres, mujeres y jóvenes que pelean por recuperar lo perdido y/o por mantener los derechos que son atacados cada día a nombre de los distintas crisis: inmobiliaria, económica, pandemia, guerra…

La clase privilegiada siempre encuentra una excusa, y si no la inventa, para hacer prevalecer sus intereses, en detrimento de los intereses mayoritarios: España es el país europeo en el que mayor porcentaje de poder adquisitivo han perdido los salarios: un 5,3% en promedio, frente al 0,5% en Francia. Somos, entre las grandes economías de Europa, de los países que menos porcentaje del PIB destinan a Sanidad, un 7,8%, frente al 10,9 de Alemania o el 10,3 de Francia (datos de 2020). España ocupa el puesto 18 en el ranking de viviendas sociales, con un 2,5% frente al 9,5% de media en la UE (Fuente: observatorio de la vivienda y el suelo 2020). Sin embargo, no se escatima en incrementar los presupuestos para gastos militares.

Son parámetros que nos ponen frente al espejo. Malos datos que no se dan por causalidad. Son la consecuencia de las decisiones, muchas veces impuestas o, al menos, sin haber consultado al pueblo que dicen que es soberano, como el hecho de estar participando en una guerra -sea directa o indirectamente. Son las decisiones de los que permanentemente se niegan a la subida del SMI, los que niegan la subida de los salarios, mientras año tras año baten récords de beneficios, haya o no haya crisis. Y lo hacen porque tienen a su disposición esa arquitectura constitucional que los ampara y vela por sus intereses, los de esa minoría privilegiada.

Es por todo ello que reivindicar la República es la vía para cambiar una sociedad desigual e injusta. Es por eso que el pueblo trabajador tiene muchas reivindicaciones para sacar a la calle el 1º de mayo: Parar la guerra, la bélica y la social; defender la Sanidad Pública, parando la privatización y dotando a la Sanidad de los medios necesarios; o reivindicando la Auditoria a las cuentas de la Seguridad Social, para que el Estado devuelva todo el dinero de las Pensiones públicas que ha utilizado para pagas gastos ajenos a las pensiones.

2ª reunión de firmantes del Manifiesto

El 17 de abril se ha celebrado la segunda reunión de firmantes del Manifiesto ¡Alto a la Guerra!, en la que han participado casi 50 militantes y activistas del Estado español. También participó el compañero Joaquín Pagarete, coordinador de los firmantes de Portugal.

Se hizo balance de los actos realizados desde que el 11 de enero se hiciese público el Manifiesto, ante el Congreso de los Diputados: más de 1.822 firmantes de 35 países del mundo -de ellos, 839 del Estado español- 16 actos para presentar el Manifiesto, en distintos territorios del Estado; hemos participado en al menos 6 movilizaciones contra la guerra; y se han editado 9 boletines, informando de toda esta actividad.

Los participantes de la reunión debatieron sobre el horizonte temporal más próximo, en el que dar continuidad al trabajo contra la guerra. En este sentido, es muy importante la reunión abierta que el CATP prepara para el día 6 de mayo, en la que la campaña ¡Alto a la Guerra! ocupará un lugar prioritario en el orden del día, junto a la defensa de la Sanidad Pública y a dar continuidad a todo el trabajo realizado en defensa del Sistema Público de Pensiones, destacando la exigencia de la Auditoría a la Cuentas de la Seguridad Social. Estas reivindicaciones son necesarias para combatir los efectos de la guerra social contra los derechos de los trabajadores, guerra que se despliega en paralelo a la barbarie desatada en Ucrania desde la invasión llevada a cabo por las tropas de Putin hace 14 meses y por la obstinación de los USA en que la guerra no pare.

Todos los intervinientes coincidieron en la importancia de la propuesta que se hace desde Alemania para realizar un Encuentro internacional de militantes y colectivos contra la guerra, y seguir en la línea de trabajo emprendida en el Encuentro Europeo que se realizó en Madrid el 24 de junio del pasado año, coincidiendo con la cumbre de la OTAN en nuestro país, para profundizar y avanzar en la necesaria coordinación entre militantes en aras de fomentar un movimiento europeo contra la guerra, pues sólo los pueblos, organizados, tiene la capacidad de exigir que pare la guerra.

En la reunión se informó del trabajo que se está llevan a cabo para continuar realizando acto de presentación del Manifiesto. Se instó a que el Equipo de Coordinación de la campaña se dirija a las 33 organizaciones y colectivos que apoyan el Manifiesto para que de forma coordinada y ofreciendo todo el apoyo desde este Equipo, estas asociaciones organicen actos.

Por último, se recalcó la necesidad de que el movimiento sindical participe de la campaña contra la Guerra. El 1º de mayo será un buen momento para hacer que nuestra campaña se visibilice, repartiendo información y participando de las manifestaciones.

Corresponsal