Cuando se actúa al albur de la última ocurrencia que se viene a la cabeza o se articula una estrategia para poner en práctica una idea peregrina sin razonar y evaluar los efectos, solo para mantener el papel auto atribuido de histrión —en este caso planetario—, suele suceder que el resultado sea el contrario al que se pretende lo que obliga a recular y a replantear la actuación que siempre será circense, porque quién así actúa tiene un déficit claro de neuronas que propicien sinapsis con sentido: racionales y lógicas.
Este afán, el ansia viva, por ser el protagonista del acontecer mundial es el que lleva a Trump a encerrarse en su laberinto, con el efecto pernicioso, perverso, de poner patas arriba lo consuetudinario no para abrir puertas al conocimiento y al futuro, sino para cerrarlas; porque lo que busca es aumentar sus caudales sin importarle un comino a quien se lleve por delante o la destrucción que produce en el mínimo estado del bienestar o lo que les pueda ocurrir a las decenas de miles de despedidos de la administración pública. Por eso su mantra de <<America First>> es un engaña bobos que perderá su efecto en cuanto quienes le votaron sufran en sus carnes los efectos de su estrategia que se alimenta de ocurrencias de ida vuelta, como sucede con los famosos aranceles, para mantenerse en el centro de la pista central del circo global.
«El mantra de Donald Trump «American First» es un engaña bobos que perderá su efecto en cuanto sus votantes empiezen a sufrir los efectos de su estrategia»
En solo cuatro meses de gestión ya ha conseguido lo nunca visto en las últimas décadas en EEUU, las manifestaciones de protesta de centenares de miles de norteamericanos contra sus recortes en las principales ciudades del país (Washington, New York, Chicago, Los Ángeles, Boston, etc.), y cómo los superricos que formaron su escolta para llegar de nuevo al despacho Oval, han comenzado a darle la espalda al ver como se vacían a un ritmo vertiginoso sus cuentas milmillonarias, hasta el punto de romper su hasta hace nada relación fraternal con Elon Musk —otro histrión superlativo que ha salido escaldado—; sumado al aumento del paro y el coste de la vida para la clase media que ha tenido que reducir su consumo: piedra angular del estilo de vida los estadounidenses.
«Centenares de miles de norteamericanos se manifiestan en las calles de las principales ciudades, e incluso los superricos has comenzado a darle la espalda al comprobar cómo se vacían sus cuentas milmillonarias»
En el contexto internacional el matonismo amenazante con el que actúa solo le ha servido para que China y Europa, sus dos enemigos claros por su potencia económica, le hayan salido respondonas y no se hayan plegado a sus dictados de manera servil como esperaba; sino que han mostrado su disposición a responder con la misma moneda, lo que le ha obligado a estar dispuesto a negociar, aunque ya veremos si desde el chantaje que es su vitola en toda negociación. En todo caso, hasta ahora su política económica solo ha empobrecido a sus propios ciudadanos, ha devaluado el dólar un 4,5%, ha bajado el valor de los bonos USA y ha agitado el tablero financiero, que solo es un referente para los ricos con capacidad para invertir y no para el ciudadano medio.
«El matonismo amenazante de Trump solo le ha servido para que China y Europa, sus dos enemigos claros por su potencia económica, le hayan salido respondones y no se hayan plegado a sus dictados de manera servil como esperaba»
Precisamente el temor a que China ponga a la venta en el mercado financiero los 759.000 millones de dólares que tiene en bonos USA, supondría el hundimiento de su economía y la entrada en recesión por mucho tiempo. Este es el miedo que ha impulsado a Trump a modular la espiral de aumento, casi cada día, de los aranceles impuestos a China y a abrirse a una negociación. En todo caso, comienza a cuajar la idea de que, con su política errática, en lugar de mantener el poder económico e influencia cultural en el mundo, está devaluando la imagen de USA en el plano global y acelerando la que, para muchos economistas y politólogos, es el inapelable ascenso de China como nuevo referente mundial: económico, político y cultural.
«Si China pone a la venta en el mercado financiero los 759.000 millones de dólares que tiene en bonos USA, supondría el hundimiento económico de Estados Unidos y la entrada en recesión por mucho tiempo»
Por eso los bandazos de Trump a quién más sorprenden es a sus propios seguidores por la incerteza de no saber nunca que va a hacer o decir cada día, cada hora, cada minuto. De ahí que los países y gobiernos que le vienen defendiendo se mantienen —ellos y sus políticas— en situación de espera, atentos a lo que diga el sheriff que no tiene, ni tendrá nunca, un plan, un objetivo, una estrategia definida que apunte a otra cosa que no sea la de hacer negocio, mover y acaparar dinero, a costa de lo que sea.
Quién parece haber atisbado esta circunstancia es el Gobierno de España, el primero de la UE en tener un plan de contingencia dotado con 14.000 millones de euros para proteger a las empresas y sectores afectados por la pugna arancelaria desatada por Donald Trump; al que no ha gustado nada que el presidente Pedro Sánchez, haya visitado al líder chino Xi Yinping para ampliar el comercio entre España y China y mejorar las relaciones diplomáticas entre ambas naciones. Al final, como siempre pasa con los matones la fuerza se les va por la boca, a juzgar por el buen trato recibido por el ministro de economía, Carlos Cuerpo, por parte de su homólogo estadounidense, Scott Bessent, el que dijo que acercarse a China era como cortarse el cuello, al hilo de la entrevista del presidente Pedro Sánchez con el líder chino Xi Yinping.
«El Gobierno de España ha sido el primero de la UE en tener un plan de contingencia dotado con 14.000 millones de euros para proteger a las empresas y sectores afectados por la pugna arancelaria desatada por Donald Trump»
El positivo resultado del encuentro del Ministro y el Secretario del Tesoro estadounidense, de cara a la negociación de los aranceles, no solo desmiente que se hayan roto las relaciones históricas entre ambos países, y que Carlos Cuerpo viajara corriendo a Washington para restañar no se sabe qué heridas, y pedir perdón por la visita a China del Presidente, como afirma la portavoz del PP, Cuca Gamarra, en la línea constante de su partido de hacer daño al Ejecutivo como sea y por lo que sea; al punto de darle igual evidenciar un servilismo indecente ante la nueva administración USA.
«El PP, en su línea de hacer daño al Ejecutivo como sea y por lo que sea, evidencia un servilismo indecente ante la nueva administración USA»
Cuca Gamarra miente con saña, a sabiendas, cuando oculta que la visita de Cuerpo a Washington estaba programada hace tres meses, pero le da lo mismo, el caso es desviar el foco de la contradicción en que la guerra arancelaria de Trump ha colocado al PP, que se ve entre la espada y la pared, por tener que apoyar las medidas del Gobierno para amparar a las empresas afectadas por la imposición de aranceles, y la estrategia perenne que se ha auto impuesto de distanciarse y no apoyar nada que venga del Ejecutivo.
«El PP se debate entre apoyar las medidas del Gobierno para amparar las empresas afectadas por la imposición de aranceles o seguir en su estrategia de distanciamiento y no apoyar nada que venga del Ejecutivo»
Por eso los portavoces del PP, buscan y rebuscan a diario excusas para torpedear un plan que se ha negociado con ellos y saben que tendrán que apoyar, aunque sea a regañadientes, si o si, si no quieren cubrirse de gloria anti española y que los empresarios se les echen encima y les pinten la cara. En este si es no es, Feijóo, como siempre, sigue aislado en su papel de don Tancredo abducido en su mantra, que repite hasta la náusea, de quiero elecciones ya, que le sumerge en la irrealidad de pensar que el Gobierno está punto de caer porque él lo dice. Esta vez, debería tener claro que ésta es la ocasión para demostrar que el PP es un partido de estado como repite cada vez que tiene oportunidad. Veremos.
Vicente Mateos Sainz de Medrano.
Periodista, profesor universitario
y Doctor en Teoría de la Comunicación de Masas
Si estás de acuerdo, comparte.
Debe estar conectado para enviar un comentario.