No todo está perdido

Por Martin Lozano

Cuando parece que no hay solución, cuando ves que todo está perdido, cuando estás a punto de tirar la toalla porque no hay ninguna salida y desfallecido sientes que no hay ninguna esperanza. Cuando piensas que no tiene objeto la lucha y miras dentro de ti y solo ves el vacío. Cuando buscas y rebuscas sin encontrar nada que te traiga la luz, de repente en el horizonte un destello te hace que te detengas y que mires en aquella dirección. Escuchas con atención y oyes un murmullo que poco a poco va aumentando de volumen y distingues las palabras, sigues observando y el fogonazo de luz se amplía y distingues las formas.

Reflexionas y preguntas. Miras en internet y, como siempre, la máquina te da respuestas: vídeos de entrevistas, canciones; explicaciones de la ‘Wiki’ sobre su vida; observas pequeños retazos inconexos de definiciones sobre su ideología y sobre su género, si los tiene, o si los que tenía entonces son los mismos que ahora; grabaciones de su participación en sesudos y profundos concursos gastronómicos de la televisión pública, teniendo que aguantar a su repelente tocaya y nieta del descubridor del ‘gen rojo’. Inquieres a tus cercanos más jóvenes y recibes todo tipo de opiniones; a los más mayores no te atreves ni a preguntar.

Me alegra que una persona como Samantha o Iván, pues atiende a los dos nombres gracias a su no binarismo militante haya evolucionado, a sus 22 años, desde aquel trabajo de su asignatura de ‘Cultura Audiovisual’ por el que recibió una controvertida nota de 9, titulado ‘Maricón’, hasta este último ‘Por España’. Aquel, con rimas sencillas y fáciles, marcadas por un machacón ritmo tecno-máquina, imagino que exprimiendo sus posibilidades técnicas y musicales del momento, seguramente escasas. Este con un despliegue de producción audiovisual con todo lujo de medios a su alcance, escenografía, elenco de actores y escenarios, pasando por distintos géneros musicales, pasodoble electrónico, acid bacalaero, para terminar rapeando y con un final por sevillanas. En cuanto a la letra no tiene desperdicio, pidiendo que le den caña por España y circulando por todos los tópicos típicos ultraderechistas, fascistas y franquistas, con lucimiento de signos, banderas y Caudillo incluido, finalmente atacado, el Generalísimo, por una bandera tricolor.

Acaba de salir su último trabajo y además este mes de noviembre es perfecto para escribir sobre Samantha Hudson o Iván González Ranedo, una persona que ha evolucionado de adolescente maricón a joven patriota, dispuesto a sufrir todo por España. Me llena de esperanza que una ‘petarda’ loca y desquiciada pueda hacer un audiovisual como este ‘Por España’. Me hace no perder la esperanza sobre los jóvenes de mi país. Noviembre y su maravillosa luz otoñal se abre con las festividades de recuerdo a los muertos, a todos los muertos, los nuestros, los de los demás. Que continúa con la conmemoración del comienzo del asedio de la ciudad de Madrid, bombardeada, masacrada y no rendida hasta marzo del año 39, ciudad mártir no reivindicada ni por los propios madrileños, me refiero a la mayoría de ellos, los que votan a la liberticida Ayuso, esa que mata todo lo que nombra, al alcalde portavoz de los descendientes de los que cañoneaban y arrojaban las bombas sobre nuestros barrios. Y que acaba con el aniversario de la muerte de tres figuras señeras (¿se dice así?) de nuestra historia: Durruti, de cuya figura no cabe ninguna duda sobre su virilidad, apodado ‘el gorila’, líder de un movimiento, el libertario, en el que históricamente ha tenido cabida, entre otros, los sectores más marginales de la población, homosexuales y lesbianas, transexuales, prostitutas, ecologistas, nudistas, esperantistas, vegetarianos, presos, etc; Francisco Franco, ‘Paquita, la culona’, que siempre fue objeto de burlas sobre su masculinidad, por su voz, por sus ademanes, su fragilidad física, sus heridas de guerra, que han llevado a cuestionar hasta su posible paternidad; y José Antonio Primo de Rivera, ‘el Ausente’, de un atractivo sexual incuestionable, como la ambigüedad sobre sus preferencias amatorias con las hipótesis lorquianas, pendientes sus escuadras de la Revolución falangista, mirando los camaradas de la camisa azul en la soledad de la noche a los luceros, figura literaria esta un poquito gay. Revolución traicionada desde el principio por la temprana virilización de sus huestes y el apego al machismo más rancio de sus seguidores, al mismo tiempo que perdían su republicanismo, su laicismo, su socialismo de salón, relegando a la mujer al hogar, a la crianza de los hijos, a su Sección Femenina. Depredadores en sus incursiones nocturnas de rojos y maricones, para ellos tan cercanos unos y otros. Pobres fascistas, en estos tiempos deben estar pasándolo muy mal, su querida patria en manos de quien está. Samantha, ten cuidado con los del brazo en alto, hay cosas sobre las que no admiten bromas y el culo y su uso es una de ellas.

Gracias Samantha. Salud Compañeros.

Epílogo: no es que yo sea muy moderno (¡qué palabra más antigua!), es que tengo una hija Generación Z, qué no sé ni lo que significa (si se refiere a que es la última generación, es verdad, es mi última hija) y me tiene informado siempre de lo que se lleva (como se decía en los años sesenta).

Autor: Tribuna Socialista

Tribuna libre de expresión. Fomentando el debate y las propuestas entre socialistas.

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