Recuperar los valores de la izquierda

La tradicional reticencia, con un punto de apatía, de un sector de votantes de la izquierda para movilizarse e ir a votar, no cambia por el mero cumplimiento de un proyecto progresista que pone en marcha medidas que benefician a las clases populares y medias y reducen las desigualdades; pues requiere de un discurso que acabe con esa sensación derrotista de que la izquierda siempre está a la greña, mediante el recurso al componente simbólico, olvidado de manera incomprensible, que refuerce el sentimiento de pertenencia entorno a los valores de transformación social que son la seña de identidad histórica de la izquierda. Un relato más necesario que nunca, cuando la derecha, sin complejos ni vergüenza, se apropia de ellos con descaro por dejación de la propia izquierda política y cultural, que ha caído en la trampa de que con una buena gestión ya está todo ganado.

                Que ha olvidado qué en política, y más en una sociedad que se mueve ala velocidad de la luz, nada está consolidado para siempre: ni el propio sistema democrático ni la adscripción de valores como el de libertad a la izquierda, siendo ésta, en sus múltiples facetas, la principal vitola de su ser político junto a los de igualdad y justicia social. La fijación del discurso progresista en las medidas positivas que se llevan a cabo, no es suficiente para movilizar a una parte esencial de su electorado, que ve con pasmo como los adalides más significados de la derecha sin complejos, por ejemplo, la Presidenta de la Comunidad de Madrid, se apropia y hace bandera de esos valores, sin que nadie desde la izquierda la replique con contundencia y descubra la malignidad falsa de sus afirmaciones, con datos concretos que evidencien la perversidad de su concepto de libertad que beneficia a los ricos.

                Desde la floración del discurso populista, fascista, parece que a los políticos e intelectuales de izquierda les produce reparo, repelús, meterse en ese jardín ideológico no vaya a ser que se arme la de San Quintín por recordar, con datos históricos —materia que los voceros del populismo desconocen casi por completo y por eso se la inventan con desparpajo torero—, que la libertad, igualdad y justicia social son esencia y patrimonio de la izquierda. Valores que siempre ha querido sojuzgar la derecha y la extrema derecha. Cierto que ese posible temor o dejación, pueda estar relacionado con la furia desatada por todas las fuerzas de la caverna ante la sensación de que les están cambiando su España, con medidas como la Ley de Memoria Democrática, sacar el cadáver del dictador del Valle de Cuelgamuros, el Impuesto Mínimo Vital, la subida del Salario Mínimo Interprofesional y las pensiones conforme al IPC, la reforma laboral, la Ley del solo Sí es Sí, o el impuesto a la banca y grandes energéticas por sus beneficios extraordinarios. Medidas que, entre otras, han supuesto un reconocimiento y ampliación de derechos para la ciudadanía que recortan zonas de privilegio y confort de los poderosos de siempre.

                Pero, todo eso no basta sino va acompañado de un discurso, de un relato, del valor simbólico que inspira las medidas aprobadas, y las que vendrán, que las aúne y dé sentido colectivo, de izquierda, a la razón última por la que se adoptan. Sentido que no puede remitirse en exclusiva a los datos y las cifras; sino al efecto concreto que tienen en la vida de las personas y el beneficio que les procura, en línea con los valores clásicos de la izquierda: repartir y distribuir el poder y la riqueza que todavía acaparan determinados sectores y grupos sociales poderosos, en pos de una sociedad más justa.

                En estos meses asistimos, como ejemplo palmario del cabreo de esos sectores, a la rebelión de los jueces y fiscales más conservadores del poder judicial, convertidos en una especie de Partido Judicial, que con desfachatez labora en favor de la estrategia del PP de acoso y derribo del presidente del Gobierno, amparados en el poder omnímodo del que gozan en sus juzgados. Ose encastillan contra la Constitución—como hace todo dictador— en las poltronas del CGPJ, para defender la mayoría conservadora que les permite seguir nombrando jueces conservadores en los más altos escalafones del poder judicial. El ultimátum del Presidente para que el PP se avenga en el plazo de un mes a la renovación o, de lo contrario, procederá a aprobar vía parlamentaria un recorte de su capacidad para seguir nombrando jueces en el Tribunal Supremo, es el recurso que queda ante la contumacia del PP a renovarlo con la connivencia de los vocales: incluidos los progresistas.

                Pugna de sustancial calado democrático que, después de cinco años, no ha sido explicada, en su sentido y alcance público, al punto de que un sector de la izquierda la percibe como un foco más de ruido en el debate político, sin atisbar el valor trascendente que se esconde detrás, en cuanto a la mejora de la justicia y el propio sistema democrático, conforme a los valores de la izquierda. Igual sucede cuando el discurso progresista permanece inerme ante la estrategia de la derecha de acusar a la izquierda de los errores políticos que ella misma comete. Por ejemplo, nadie desde el Ejecutivo o los partidos que lo conforman, ha salido a rebatir, a desmentir, el mensaje genérico, sin pruebas y perverso, de la existencia de un foco de corrupción en el Gobierno y el entorno del Presidente, asentado en falsedades y sin pruebas. Resulta incomprensible que se pasen por alto estos mensajes, que dan verosimilitud a la máxima Goebeliana de que toda mentira repetida se convierte en verdad.

                Establecer una relación regular de los partidos y organizaciones de izquierda con intelectuales, sindicatos, agrupaciones sociales, culturales y artistas progresistas con influencia social—como la hubo en los primeros años de la transición—, sin duda permitirá forjar un mensaje más sólido y nítidamente de izquierda. Igual de necesario es reforzar y coordinar los departamentos comunicación, en las distintas esferas de poder, para que los mensajes que se lanzan a la ciudadanía tengan un poso de pedagogía de izquierda, imprescindible, para aumentar el sentimiento de comunión fática entre la ciudadanía progresista que acabe con su orfandad discursiva, cuando se ven inmersos en debates políticos o sociales en su vida cotidiana. Solo así se sentirán integrados como agentes imprescindibles en la brega por una sociedad mejor que es necesario defender a diario y, en especial, los días señalados de elección de representantes políticos.

Vicente Mateos Sainz de Medrano.
Periodista, Profesor Universitario y Doctor en Comunicación de Masas.

Hacer sindicalismo no es delito

En junio de 2023, una gran manifestación (más de 10.000 personas), recorría las calles de Madrid, desde San Bernardo hasta Atocha, (convocada por la CNT), al grito de «HACER SINDICALISMO NO ES DELITO».

                El Juez de Instrucción Número 1 de Gijón había condenado a 6 sindicalistas de CNT (5 mujeres y 1 hombre) a 3,5 años de cárcel cada uno y al pago de 125.000€ de multa a su sindicato, la CNT. El Juez aplica estás condenas en base a dos delitos del Código Penal (obstrucción a la justicia y coacciones).

                Condena a los sindicalistas a 3,5 años de cárcel, tratándoles como delincuentes comunes, desligando los hechos del ejercicio sindical a la vez que condena al sindicato al pago de 125.000€ de multa.

                Hoy, el TRIBUNAL SUPREMO, ratifica la condena del Juez de Gijón y seis personas jóvenes verán truncadas sus vidas con un encarcelamiento de 3,5 años de prisión, porque son trabajadores que han tenido la osadía de defender los derechos de una compañera trabajadora de la pastelería «La Suiza» de Gijón, a la que se debían salarios a la vez que sufría acoso laboral por parte del jefe.

                Con esta indignante noticia, pretendo zarandear las conciencias de toda la clase obrera de este país y de todas las organizaciones obreras, políticas y sindicales, para que se den cuenta de que en esta llamada democracia no hay ni Constitución ni leyes que nos protejan, siempre que cualquier juez conservador pueda retorcer los hechos para acomodarlos a su ideología.


                Está sentencia es contra la clase trabajadora de este país y como tal debe entenderlo la clase trabajadora y sus organizaciones.

                Ahora, los que pueden y deben hacer algo contra está ignominia, que hagan.

Yo me adhiero.

Carmen Alonso
Militante socialista (Trujillo-Cáceres)

Lo denuncia en su TikTok CGT Metal Madrid

Combatir el lawfare construyendo democracia desde la educación

En los últimos tiempos, la desinformación y las fakenews se han convertido en un problema importante para las democracias en el mundo. La situación se ha agravado particularmente desde la pandemia que vivimos por COVID-19, que supuso un cambio radical en la forma de entender y usar las redes sociales y los medios digitales.Todo ello ha dado lugar a que en la actualidad se hable cada vez más de fenómenos,no reconocidos masivamente hasta hace unos años, como el “lawfare”. El término está conformado por “law” (ley) y “warfare” (guerra) empezando a usarse a finales del siglo XX, y teniendo tintes claramente militaristas. Según recoge la FundéuRAE, el término lawfare en el ámbito político hace referencia al uso de procedimientos judiciales «con fines de persecución política, desacreditación o destrucción de la imagen pública e inhabilitación de un adversario político».

En los tiempos actuales está teniendo una gran repercusión para la visibilización dellawfarela situación vivida porel presidente del gobierno, Pedro Sánchez, orquestada a través de múltiples medios de comunicación que han difundido informaciones poco contrastadas e incluso intencionadamente falsas. Sin embargo, esta situación no es excepcional ni tampoco limitada al contexto español. Han sido numerosos los líderes y formaciones políticas progresistas que han sido vilipendiadas por parte de los organismos judiciales y determinados medios digitales, con el posterior archivo de las causas en todos los casos. Mónica Oltra, Ada Colau, Victoria Rosell, Isabel Serra, Alberto Rodríguez, Juan Carlos Monedero, Pablo Iglesias, Gerardo Pisarello, Jaume Asens, Antonio Rodrigo Torrijos yÓscar Reina. Son solo algunos de los nombresque han sufrido lawfare, probablemente por el único motivo de formar parte de fuerzas como Compromís, Comuns, Podemos, Izquierda Unidao el Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT).

Las democracias liberales vivieron su auge desde los años 60 del pasado siglo XX, sorteando múltiples crisis y sufriendo un deterioro notable en los últimos años en toda Europa. El Estado del Bienestar se tambalea, muchos derechos básicos recogidos en la Constitución no se cumplen, el empleo para los más jóvenes no es de una calidad suficiente ni merecida y los mecanismos de justicia social de los Estados cada vez tienen menos margen en el ámbito redistributivo. En este contexto, los discursos de extrema derecha se han sentido cada vez más legitimados cambiando el sentido común en torno a los valores democráticos.

En este momento y en base al contexto descrito, es imprescindible que comencemos a reivindicar el valor de la educación en dos de sus vertientes: como arma para combatir las fakenews y la desinformación, pero también como principal mecanismo para la construcción y el fortalecimiento de las democracias en el siglo XXI. La educación debe ser uno de los pilares másrelevantes para la formación mediática de la infancia y de los jóveneshacia el desarrollo de un pensamiento crítico y la detección de las informaciones falsas. Es imprescindible el desarrollo de competencias digitales entre los más jóvenes, pero también de compromiso cívico y democrático. Las generaciones de “nativos digitales” (personas que han nacido en la era digital, en lugar de haber adquirido familiaridad con los sistemas digitales como adultos) acceden cotidianamente a informaciones con apariencia de “neutralidad” y que como sabemos siempre tienen detrás importantes intereses económicos y/o políticos.Los sistemas educativos han de fortalecer sus centros públicos y comprender que además de transmitir conocimientos académicos, está en juego que lasfuturas generaciones adquieran competencias para convivir en un entorno de consumo volátil de la información que les empuja a pensar rápido, sin diálogo y sin reflexión.

Para afrontar este gran desafío, la educación para el siglo XXI deberá transformarse de forma íntegra. Por un lado, el profesorado ha de formarse al respecto y los planes formativos iniciales y permanentes deben incluir esta temática como un eje docente central. Por otro lado, las familias también deberán formarse, a través de la propia educación pública, para comprender el alcance del desafío que estamos afrontando. Para todo ello es imprescindible dotar de recursos humanos y materiales a las instituciones educativas públicas.En este sentido, ya existen herramientas y profesionales que están trabajando en esta dirección: “Educar en el aula sobre fakenews” o “Con las fakenews no se juega”. Se trata de dos títulos diseñados por Jacqueline Sánchez y Enrique Martínez, que han editado sendos manuales con los que acercan a menores y docentes el concepto de las fakenews, su identificación y como defenderse de ellas.

Cada día que pasa se hace más prioritario que la educación pueda contribuira construir un nuevo modelo social para el futuro, en el cual se ponga en valor el papel de la ciudadanía para reivindicar y sostener los valores democráticos, de progreso y justicia social.Todo ello es incompatible con ciertas prácticas y dinámicas que han ido penetrando en el ámbito político, mediático y judicial, afectando a la convivencia, la opinión y el ejercicio de la ciudadanía en toda su plenitud. El lawfare ejercido sobre grandes líderes pertenecientes a ciertas formaciones políticas es un síntoma grave, pero que solo representa la “punta del iceberg” de un gran deterioro de las democracias liberales.Recientemente,tras las elecciones al Parlamento Europeo hemos acudido a otro alarmante hecho, evidenciándose que un “grupo elector” puede obtener 800.000 votos en nuestro país basando su discurso en la desinformación y el populismo ultraderechista más conspiranoico (valiéndose de unos aparentemente inofensivos canales de Telegram, Youtube y perfiles en otras redes sociales). Precisamente son estos canales de transmisión de contenidos, aparentemente independientes, los que más repercusión tienen en la socialización y adquisición de ideas por parte de los más jóvenes. Los nuevos y cada vez mayores desafíos y amenazas a la democracia, requieren de una educación pública que promueva en las futuras generaciones competencias cívicas para el ejercicio pleno de los derechos políticos, sociales, económicos y culturales.

Miguel Ángel Albalá Genol.
Doctor en Educación y profesor de Universidad.

Razones para entender la desafección por las elecciones europeas

A partir del próximo 6 de junio están convocadas elecciones al Parlamento Europeo. En España votaremos el próximo domingo 9 de junio. La participación en las Elecciones Europeas no ha parado de descender desde la primera convocatoria en 1972. Desde 1994 menos de la mitad de los votantes europeos acude a las urnas en cada convocatoria. Solo unos pocos paises registran participaciones altas, pero la razón es que en Bélgica, Bulgaria, Chipre, Grecia y Luxemburgo el voto es obligado. La desafección es clara, pero ¿cuáles son las razones?

Una primera razón es el carácter de «elección de segundo orden» de estos comícios. Mientras en la mayoría de elecciones, el pueblo elige sus representantes para que a su vez elijan un gobierno, en el caso de las elecciones al parlamento europeo no es así. Elegimos representantes, pero éstos no eligen ningún gobierno. El Gobierno de Europa es la «Comisión Europea» que ostenta el poder legislativo y el poder ejecutivo y cuya composición es de un miembro (comisario) por cada Estado.

De hecho, la iniciativa legislativa de los representantes elegidos por el pueblo se reduce a la posibilidad de proponer a la Comisión Europea la adopción de medidas legislativas, pero su proposición no tiene carácter vinculante. Por otro lado, no tiene ninguna facultad para controlar o decidir sobre la política económica y monetaria que es competencia exclusiva del Banco Central.

Una segunda razón, es la percepción de que cuando se trata de recortes o de fiscalizar las políticas de los países miembros, la Unión Europea tiene competencias. Cuando se trata de homogeneizar derechos en toda la Unión Europea, entonces la UE no tiene competencias, ya que las mismas residen en los estados miembros. Es decir, la misma Unión Europea que impone el cierre de los astilleros, el cierre de las minas, la libre deslocalización de industrias o que pone trabas al sector agrario y ganadero, en nombre de la “libre competencia» y la lucha contra el cambio climático, rechaza la posibilidad de establecer iguales derechos sociales para todos los europeos.

La tercera de las razones es la subordinación a los Estados Unidos. Desde su fundación, la subordinación a los intereses norteamericanos ha sido una constante. Por poner solo un ejemplo que diversos artículos de Tribuna Socialista han analizado en profundidad durante los últimos años: el papel de Europa en la guerra de Putin. ¿quién además del propio Putin está alimentando esta guerra sino EEUU? Desde el inicio de la guerra de Ucrania, ¿qué pais ha aumentado exponencialmente su cuota de mercado de gas licuado en Europa sino EEUU?

Como cuarta razón para explicar la desafección por las elecciones europeas, podemos hablar de la propia desmovilización de los partidos, especialmente los de izquierda. Por poner solo un ejemplo. ¿En cuántas agrupaciones socialistas se han organizado grupos para pegar carteles o hacer campaña electoral?. Respuesta: en muy pocas, y con un material muy exíguo: solo un 10% de los carteles de farola, ni un solo folleto explicando el programa electoral, sin carteles de papel, El resultado: menos interventores y apoderados para las mesas electorales y reducción de la militancia a ser meros espectadores de los actos en que interviene Pedro Sánchez.

Iré a votar, pero sin ilusión ni esperanza de cambio. Habría que ir pensando en constituir una nueva Europa que sea una verdadera alianza democrática de trabajadores y pueblos.

Carlos Fernández

EUROPA, MÁS EUROPA FRENTE A LA BARBARIE


Por Manolo Romero

Coordinador RUGE-UGT en Sevilla

Este 9 de junio se celebran las elecciones europeas y, probablemente, significarán el inicio de la ruptura del proceso integrador o, esperemos, de una nueva fase de profundización de las relaciones e integración entre los Estados miembros. Afirmaciones como estas pueden parecer manidas, pero esta vez no sólo está en juego el futuro del mayor proyecto de unión entre naciones de la Historia, sino el riesgo de que volvamos 70 años atrás, el riesgo de volver a esa concepción nacionalista excluyente entre pueblos, el riesgo de levantar muros entre vecinos y el riesgo de la pérdida de derechos y libertades.

Siguiendo el pensamiento de Robert Schuman, uno de los padres fundadores del proyecto comunitario, Europa está en riesgo constante, no se construye de una sola vez; sino de manera prolongada en el tiempo, con vaivenes y amenazas que hacen vital el compromiso de la ciudadanía y, en especial, de la clase trabajadora, para su supervivencia.

Hoy, de nuevo, la barbarie llama a las puertas de Europa. Algo que creíamos extinguido tras el último gran conflicto de Los Balcanes, vuelve a suceder casi treinta años después. Al margen de la amenaza en sí misma que la guerra constituye, es importante reflexionar sobre la capacidad de la Unión Europea para revolver estos conflictos y, llegado el extremo, participar de ellos para asegurar el respeto a los derechos humanos y garantizar las libertades. Si en Europa radica el origen del conflicto (no olvidemos, tanto Ucrania como Rusia son Europa), también de Europa debe partir la solución. Son muchos los intereses que giran en torno a las guerras y si en el mundo hay una institución que de verdad vele por los derechos y el progreso de las personas, esta es la Unión Europea. Por tanto, necesitamos unas instituciones comunitarias comprometidas, fuertes, solventes, ajenas a presiones de otras potencias, y que reivindiquen los valores y el acervo comunitario.

Por ello, es hoy más importante que nunca apostar por más Europa, votar con sentimiento comunitario para que quienes pretenden destruir la Unión desde dentro no se valgan de ella. Esta amenaza es la que hoy día representa la ultraderecha y el nacionalismo populista excluyente, ese que creímos superado hace tantas décadas y que hoy vuelve al albur de la desinformación y financiada, a menudo, por quienes no representan ni el 1% de la ciudadanía.

Precisamente por eso comentaba la importancia de la clase trabajadora y también las clases medias, como músculo demográfico para proteger nuestras instituciones. Porque que el progreso y la justicia social sigan siendo principios inspiradores de este proyecto transnacional nos beneficia, ante todo, a las mayorías sociales; y somos nosotros quienes tenemos el deber de protegerla.

Por ello es más importante que nunca la movilización. La paz, la convivencia, las libertades y la redistribución de la riqueza son premisas que han beneficiado a la sociedad en su conjunto, sí, pero en especial a la clase trabajadora. Quienes antes sufrían las guerras ahora disfrutan de la paz; quienes antes se veían desprotegidos y en la pobreza ante las crisis ahora reciben un sistema de protección social; o quienes eran perseguidos por su origen o religión ahora ven respetada su identidad. Todo esto es una realidad mayoritaria para los pueblos y ciudadanía de Europa. Sólo nuestra voluntad y compromiso cívico puede salvar un modelo que, pese a sus muchas carencias, nos han convertido en el lugar del mundo con mayor calidad de vida y esperanza en el futuro.

Desde las instituciones comunitarias, gracias a las fuerzas políticas mayoritarias europeas resultantes tras cada comicios, se han impulsado a lo largo del tiempo medidas que han mejorado sustancialmente la vida de la gente. Muchas de ellas, que repercuten en las mayorías sociales, que han fortalecido el salario mínimo, regulación de las plataformas digitales o el teletrabajo, aportado nuevos derechos por la conciliación, la exigencia de modificar la regulación del despido porque sale demasiado barato, medidas para mejorar la vida de la juventud, etc.

En definitiva, en estos momentos de crispación en los que recorre Europa la amenaza de la polarización social, basada en los bulos y en la guerra del último contra el penúltimo, frente al extremismo, apostemos por más Europa. Como dijo Altiero Spinelli, otro de los padres fundadores del proyecto europeo, “sólo el europeísmo de verdad y una soberanía propiamente europea permitirá que sean los europeos los que resuelvan sus problemas”.

Sevilla, a 31 de mayo de 2024.

Europa, España y las Repúblicas necesarias

«Es ineludible (…) un proceso constituyente en el continente, impulsado por una alianza entre trabajadores y pueblos, que alumbre una Unión Europa federal o confederal. Una unión que habría de incluir a la Federación de Rusia -el Estado más extenso del planeta- junto al conjunto de pueblos europeos; solo así podrá alcanzarse un futuro de paz estable y de prosperidad en la región»

Ante las inminentes elecciones al Parlamento Europeo, expongo algunas reflexiones urgentes sobre lo que entiendo como Repúblicas necesarias.

Las izquierdas soberanistas de las naciones sin Estado que actualmente forman parte del Reino de España -es decir, Catalunya, Euskadi y Galicia-, constituyen de hecho la principal fuerza republicana, pues el republicanismo español, fuertemente nacionalista, no alcanza por ahora a tener la coherencia ni la unidad necesarias para hacer caer la monarquía, sin las cuales jamás podrá proclamarse una República federal o confederal.

El nacionalismo españolista contribuye, en todo caso, a la continuidad del Estado borbónico impuesto por la dictadura, validado por la Transición, y, por tanto, a su proceso de descomposición. Un proceso histórico que conduce inexorablemente a su desmembración, con el consiguiente riesgo, a medio plazo, de una nueva confrontación civil.

Es obvio que estas naciones hermanas son mayoritariamente republicanas, y reivindican, por tanto, su derecho a decidir.

Muestran con cierta recurrencia su indignación de naciones oprimidas, ocupadas por un ejército franquista, que hirió de muerte a la II República española en el siglo pasado, e impuso una dictadura genocida.

Por ello, los pueblos soberanistas del Estado español, representan una opción netamente patriótica de ruptura democrática, al oponerse de forma efectiva a la forma de Estado impuesta durante la llamada Transición.

Una Transición dirigida por un rey Borbón, franquista e inviolable, fugado a Abu Dabi; sucedido por su hijo, también un rey Borbón, franquista e inviolable; es decir, impune, aunque delinca.

Por si fuese poco, detenta una jefatura del Estado y de las Fuerzas Armadas sustentada en las leyes fascistas de sucesión decretadas por Franco.

La alianza electoral de ERC, BNG y EH Bildu al Parlamento Europeo prueban su coherencia republicana y federalista, trasladando un potente mensaje democratizador, desde el Sur de Europa, al corazón de la Unión.

El nacionalismo no es algo intrínsecamente malvado, en tanto se constituye como expresión de la cultura, de la literatura, del arte, de la lengua de un pueblo. Sin embargo, es preciso distinguir entre sus aspectos culturales y sus aspectos políticos.

En efecto, respecto a lo primero, hay mucho que admirar en los nacionalismos, pues preservan la diversidad: diferentes modos de ver el mundo y de expresar el pensamiento que enriquecen el patrimonio cultural de la humanidad. Sin embargo, en política, el nacionalismo puede derivar en el mal absoluto.

Los movimientos de extrema derecha son una reacción a la ruina, cuando las capas populares se sienten abandonadas a su suerte. En el siglo pasado dio lugar al nazi-fascismo: una forma de nacionalismo intrínsecamente malvado; el mal en estado puro.

El nacionalismo, cuando oprime a otros pueblos, e inculca el odio proclamando su supremacía racial, religiosa, económica, militar o política, acaba imponiendo regímenes totalitarios.

Es el caso, actualmente, del Estado Israelí que, al oprimir sanguinariamente al pueblo palestino, ha derivado en un estado de características neonazis, causando un auténtico genocidio. La solución a este conflicto solo puede provenir de la imposición por parte de la comunidad internacional de una solución análoga a la que se alcanzó en Sudáfrica. Es decir, un Estado democrático único, laico, de ciudadanos libres, con los mismos derechos y deberes ante la ley, que acoja en paz y harmonía a ambos pueblos.

El nacionalismo español -que se materializó tras la llegada de los Borbones a España en 1700- tiene una componente fuertemente reaccionaria y ridículamente imperialista.

Así lo prueba el himno de la Armada española: “El imperio a España vendrá por los caminos del mar. Hay que morir o triunfar…” cuya letra fue escrita por José María Pemán, ferviente escritor monárquico, distinguido en 1981 con el Toisón de Oro, que ocupó en septiembre de 1936 la presidencia de la Comisión de Cultura y Enseñanza de la incipiente dictadura.

Historiadores como Paul Preston afirman que este personaje celebraba la represión, alentando así la matanzaque llenó de fosas comunes cunetas y cementerios de España. Un horror aún impune.

El imperio a España vendrá… Afirmación cuando menos ridícula, pues el Reino de España es un Estado sometido al yugo imperialista, al igual que el resto de la Unión Europea, cuyas bases militares sobre nuestro suelo ponen en grave riesgo a los pueblos del Estado y a la paz mundial, al formar parte de una alianza militar compulsivamente agresiva, puesta al servicio del complejo militar-industrial de los USA.

Como es bien sabido, la OTAN, no es ni mucho menos una organización pacifista, pues constituye el instrumento principal de dominio político-militar sobre los pueblos de la Unión Europea, y de agresión directa a otros pueblos. Así es en el caso de Ucrania, utilizada, junto al resto de la Europa occidental, como ariete contra Rusia. Una guerra imperialista entre dos potencias, motivada por intereses económicos y geoestratégicos de los dos bloques realmente enfrentados: USA y Rusia.

Se trata de una guerra por el dominio de los mercados, de las fuentes de energía y de los minerales especiales. Es una guerra iniciada, de hecho, en 2014 por el llamado “golpe del Maidán” en Kiev, propiciado por el gobierno de los Estados Unidos de América.

Guerra imperialista que está provocando una auténtica guerra civil en el corazón de Europa, de forma análoga a lo que ocurrió en 1914, con el riesgo de extenderse al resto del continente; a fin de cuentas, una pequeña península del gran continente euroasiático.

Solo una Europa federada, sobre la base de una alianza entre trabajadores y pueblos, de Tarifa a los Urales, podrá asegurar una paz estable en el continente, pues Rusia es parte esencial de nuestro futuro y prosperidad, y no es ni ha sido nuestro enemigo, sino parte primordial de la cultura y de la ciencia europeas.

Por el contrario, los USA sí estuvieron en guerra contra España a finales del siglo XIX y, posteriormente, en la segunda mitad del siglo pasado, instalaron bases militares extranjeras en nuestro suelo. Una humillación impuesta al pueblo español por el gobierno norteamericano, como tributo imperial en pago a su apoyo al dictador genocida Francisco Franco, hipotecando de este modo la soberanía de nuestros pueblos; odiosa humillación ratificada una vez más por el régimen borbónico del 78.

Las instituciones de la Unión Europea padecen un grave déficit democrático; tan solo su Parlamento goza de cierta legitimidad, pues es la única institución cuya composición emana directamente de la voluntad popular; aunque sus poderes son muy limitados y no representa, en absoluto, la soberanía de sus pueblos.

Europa debe emanciparse del dictado de los USA y de los grupos de presión financieros, creando una defensa propia unificada, a las órdenes de un gobierno federal, o confederal, emanado de la voluntad popular.

Es ineludible, por tanto, en un futuro no lejano, un proceso constituyente en el continente, impulsado por una alianza entre trabajadores y pueblos, que alumbre una Unión Europa federal o confederal. Una unión que habría de incluir a la Federación de Rusia -el Estado más extenso del planeta- junto al conjunto de pueblos europeos; solo así podrá alcanzarse un futuro de paz estable y de prosperidad en la región.

Manuel Ruiz Robles
Capitán de navío retirado, ex miembro de la disuelta UMD
Portavoz de militares demócratas (Anemoi).

La U.E exigirá a España recortes en las pensiones

En vísperas de las elecciones al parlamento europeo del próximo 9 de Junio, el informe «Envejecimiento 2024» de la Comisión Europea que preside Úrsula Von der Leyen (Partido Popular Europeo) tumba la reforma de las pensiones del Gobierno de Pedro Sánchez y exige recortes en nuestro sistema de pensiones de unos 12 mil millones de euros.

El documento revela que España será el país de la UE donde se prevé un mayor aumento del gasto en pensiones debido al plan de reformar el sistema sin reducir en ningún momento el gasto y encomendándose sólo a subir los impuestos a los trabajadores vía cotizaciones sociales. De hecho, Bruselas pronostica un desajuste entre ingresos y gastos que generarán un déficit del 3,1% en 2053 frente al 0,2%, por ejemplo, de 2022 así como una «tendencia ascendente hasta 2050 debido a la progresiva jubilación de los trabajadores de la generación del baby boom». Una vez que la presión demográfica disminuya en la década de 2050, creen que «el gasto público en pensiones caerá ligeramente y se estabilizará en torno al 17% del PIB». Según la Unión Europea, el aumento de los impuestos al trabajo que se aplica mediante el Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI), no será suficiente para cuadrar las cuentas del sistema como quiere Bruselas y el Gobierno se verá obligado a seguir subiendo las cotizaciones o reducir el gasto para ajustar un 0,8% del PIB. Para Bruselas, vincular la subida de las pensiones al IPC hará todavía hace más grande el agujero del sistema.

Unas previsiones de la UE sesgadas y tendenciosas.

El marcado sesgo liberal de la Unión Europea se deja entrever en este informe sobre pensiones y envejecimiento que no pretende otra cosa que empobrecer a los pensionistas actuales y futuros, cargar contra las políticas sociales del gobierno de Pedro Sánchez y fomentar los planes de pensiones privadas, haciendo que las pensiones públicas se incrementen solo un 0,25% independientemente del IPC, tal y como habían propuesto y aplicado en su día los gobiernos del PP. Afirmo que las previsiones de la UE son sesgadas y tendenciosas porque se basan en una bajada de población desde ahora hasta el 2070, cuando en realidad, gracias a la inmigración España aumenta población; y un menor número de cotizantes, cuando en realidad el número de cotizantes aumenta, así como el salario mínimo interprofesional que sirve entre otras cosas para aumentar los ingresos del Estado. Por tanto, si la población crece, y el empleo y los salarios aumentan, no habrá riesgo alguno para las pensiones. Razón de más para defender los derechos laborales y sociales del conjunto de la clase trabajadora en España.

Es necesaria la auditoría pública a las cuentas de las pensiones
Por último, ante el continuo ataque a las pensiones vía argumentos de insostenibilidad del sistema de pensiones, hay que reafirmarse en que nuestro sistema de pensiones es absolutamente viable y sostenible. Sólo el expolio de nuestra caja única para otros fines que no son las pensiones contributivas, han puesto en peligro nuestro sistema.

Es por ello, que es necesario realizar la auditoría pública a las cuentas de nuestra hucha común de las pensiones, a la que se comprometió Pedro Sánchez.

Montse Salvatierra
Militante del PSC-El Vendrell

En Euskadi, las urnas confirmaron el análisis que Tribuna Socialista adelantó

Las urnas han hablado y han vuelto a confirmar la tendencia habitual del voto vasco en la Comunidad Autónoma de Euskadi que esta publicación adelantó,en la Editorial del nº 152 de TS “El tablero de la política”, antes de la cita con las urnas. Vuelve a ganar el PNV, sin su vieja guardia, con 21.000 votos de diferencia sobre su enconado rival. Tras ellos un PSOE centrado en hacer valer sus escaños con el PNV de Pradales, objetivo plenamente logrado con sus flamantes 12 parlamentarios que suponen el baluarte del nuevo gobierno peneuvista.

                Las dos primeras fuerzas se disputaban el desempate en los 8.197 votos emitidos por la diáspora vasca, quienesviven de manera permanente en el extranjero y están inscritos en el Censo Electoral de Residentes Ausentes (CERA), y que han participado un 3,5% más que en los anteriores comicios, pero el resultado del día 21 no ha cambiado.

                En Gipuzkoa el último escaño está en manos del PSE-EE y el siguiente partido, EH Bildu, habría necesitado 1.360 votos más para arrebatárselo. En este territorio se han emitido 3.540 votos de personas inscritas en el CERA.

                En Bizkaia el último escaño también está adjudicado a los socialistas y el siguiente partido, Sumar, necesitaba 738 votos más para conseguirlo. Se han registrado 3.703 votos CERA.

                En Álava, el escaño 25 está en manos de EH Bildu y el siguiente partido, el PNV, necesitaba 3.714 votos más para conseguirlo. En este territorio se han emitido 954 votos desde el extranjero.

Las espadas siguen en alto, pues.

                Sin embargo, esta es una discusión sin alcance alguno ya que en el supuesto de una improbable falta de la mayoría absoluta para los socios habituales de gobierno PNV y PSOE el PP no dudará en afianzar un gobierno contra Bildu.

                Para el PP, pregonar a los cuatro vientos que sus votos son los responsables de dejar a los de Otegi sin gobierno constituyen una enorme satisfacción¡Misión Cumplida! Las personas que votan al PP se verán sumamente felices por este motivo.

                Hay un dato sumamente relevante en esta campaña;es el enorme interés de los medios de propaganda del capital a los que habitualmente solemos llamar «medios de comunicación».

                Todos ellos han presentado la campaña de Otxandiano, candidato del PNV de la forma más favorable posible a los intereses de la coalición de la hoy moderada Izquierda Abertzale. Las encuestas se han preparado para glorificar al candidato abertzale.

                En estas elecciones el Partido Nacionalista Vasco (PNV) obtuvo un 35.22% de los votos por el 32,48 de Otxandiano, un buen resultado al que la desaparición de Podemos de la cámara vasca y la reducción de Sumar a un exiguo único parlamentario en Gasteiz deja sin posibilidad alguna de gobierno ya que ni PSOE ni PNV van a pactar absolutamente nada con Bildu.

                Decía la Editorial de Tribuna Socialista antes citada, que EH Bildu carece de compañeros de viaje hoy en la política vasca para lograr la Lehendakaritza.

                Y así es. A día de hoy, EH Bildu, quizá, podría contar con el voto de SUMAR, pero su rival, Pradales, suma en este instante a sus 27 parlamentarios los 12 del PSE-PSOE superando de esta forma los 38 apoyos necesarios para la fumata blanca de la mayoría absoluta y en la recámara aún descansan otros 7 escaños furibundamente anti Bildu logrados por el candidato del PP, De Andrés.

                El valor de EH Bildu para el sistema es hoy extraordinario.

                Con su abstención, Bildu avaló en el Congreso de los Diputados las funestas Entidades de Previsión Social Voluntarias, abstención de Bildu, para avanzar en la privatización de la Seguridad Social.Quedó retratada nítidamente cuando votaron una Ley con el PNV y el PSOE que permite invadir los puntos altos de los montes vascos con los molinos de viento que hasta ahora rechazó.Presenta una moción acerca de Palestina, emanada de la pro sionista Cámara Europea, junto con Podemos, PP, PSOE algo impensable en las antiguas Herri Batasuna y Batasuna respectivamente.

                Su voto favorable permite al sistema pasar acuerdos como la Financiación de los Centros Privados de Enseñanza sin respuesta social alguna dado que ELA, LAB, EILAS (sindicato de la Enseñanza Vasca) apoyan esa línea de intervención mereciendo todos los parabienes de los medios de propaganda del sistema sin coste político alguno para el capital vasco.

                Las píldoras siempre entran mejor si te anima a tomarlas tu propia fuerza política, algo que vuelve las políticas posibilistas de EH Bildu en un elemento de enorme interés estratégico para el capital vasco.

                Decía Karl Liebneck que no estaba tranquilo ante los aplausos de la derecha que más tarde le asesinó, ya que esta solo aplaude a la izquierda cuando actúa de pieza política clave para sus intereses económicos.

                Aunque el electorado de la opción abertzale crea estar votando la más radical y transparente de las opciones políticas vascas, la realidad es otra ya que Bildu en esta campaña ha defendido directamente la creación de un Fondo Privado de Pensiones sumando los activos de las EPSV de las empresas vascas hoy concentradas en Kutxabank, algo que ningún militante de la izquierda vasca podemos permitir ya que atenta directamente contra la Defensa de la Seguridad Social Pública que defendemos solidariamente todas las trabajadoras y trabajadores del Estado, de forma solidaria, igual que defendemos la Auditoria a las cuentas de la Seguridad Social, porque no podemos permitir que entre 103 y 500 mil millones de euros desaparezcan de las cuentas de nuestras cotizaciones y ni se devuelvanni se justifiquen.

                Algo en lo que los trabajadores y trabajadoras estamos empeñados, en aclarar y recuperar ese dinero de las pensiones, pero que al Movimiento de Pensionistas de Euskal Herria parece no interesarle gran cosa, dada su apuesta por los 1.080 euros de pensión mínima y la transferencia de unos fondos que supondría un golpe mortal a las pensiones públicas para navegar por las ciénagas de los Fondos Privados de Pensiones que indefectiblemente se van a subordinar a los Fondos Buitre.

                Apelamos a todo el Movimiento de Pensionistas del Estado a redoblar los esfuerzos por la transparencia de las cuentas de quienes gestionan nuestros fondos de manera absolutamente opaca y podría decirse que ante el balance económico nefasto que nos presentan rozaría lo ilegal.

Joseba Izaga
Militante obrero y lector de Tribuna Socialista, Bilbao

Apoyo a Sanchez

UGT ante el anuncio efectuado por el Presidente del Gobierno de la nación, en el que manifiesta abrir un periodo de reflexión sobre su continuidad al frente del ejecutivo sin apenas un año de legislatura quiere manifestar lo siguiente:

Entendemos el lado humano que recoge Pedro Sánchez en su carta a la ciudadanía, por lo que queremos trasladar nuestra solidaridad personal. Los ataques injustificados que desbordan el ámbito político y tratan de aniquilar al hombre y a su familia, llevan demasiado tiempo anclados en el panorama político. Es necesario erradicar este tipo de comportamientos que han convertido el debate entre diferentes en una ciénaga, con un aire absolutamente irrespirable que puede terminar dinamitando la propia democracia. Hay límites que no se deberían franquear. En beneficio de la propia sociedad española, debemos recuperar el lado humano de las relaciones personales en la política. Las campañas de acoso basadas en datos que ni la propia denunciante reconoce deben desaparecer de inmediato.

Mostramosnuestra preocupación porque maniobras fraudulentas e ilegitimas puedan subvertir el veredicto democrático de los ciudadanos y ciudadanas. Los Gobiernos democráticos son elegidos por la ciudadanía. Debemos impedir confabulaciones que son demasiado parecidas a la que consiguió hacer caer al primer ministro socialista portugués, y que ponen en juego la pervivencia de nuestra democracia.

Reivindicamos la agenda social de los gobiernos de coalición, que están mejorando la vida de la gente, especialmente de las clases trabajadoras, de nuestro país. Las importantes conquistas alcanzadas durante la gestión de Pedro Sánchez nos obligan a defender su conservación y mejora, manteniendo el gobierno sustentado por la mayoría parlamentaria que lo posibilitó. Pensamos que estas conquistas sociales han sido el germen de este ataque a la arquitectura básica del Estado Social y Democrático de Derecho.

Por último, consideramosque se ha tornado imprescindible la renovación del Consejo General del Poder Judicial, con el mandato caducado durante más de 5 años, y cuyo actual sistema de elección fue promulgado en tiempos de mayoría absoluta de los que ahora, con la excusa de su cambio, impiden el cumplimiento de nuestro texto Constitucional.

Conscientes de que muchos cuadros y afiliados y afiliadas a nuestra organización, han traslado su deseo de trasladar al presidente su apoyo y solidaridad habilitamos el correo electrónico animopedrosanchez@colabora.ugt.org

Unión General de Trabajadoras y Trabajadores

Avda. de América, 25 – 28002 Madrid – Tel.: +34 915 897 100

www.ugt.es