“Bella Ciao” es una canción popular, anónima, que evoca la resistencia de aquellos que luchan contra un opresor. Es anterior a la segunda guerra mundial, aunque se universalizó y se hizo mundialmente conocida durante la Segunda Guerra Mundial, cuando el movimiento partisano italiano luchaba contra el régimen de Benito Mussolini, en el periodo de 1943 a 1945. Desde entonces, esta canción ha sido utilizada y coreada por muchos movimientos de lucha.
Ha vuelto ponerse de moda tras ser el tema principal de una serie televisiva. Pero lo que me ha motivado a traer esta canción a la sección de Cultura de Tribuna Socialista, en su espacio Canciones con Poder, es la utilización ignorante y malsana que hizo VOX, en el acto que celebró, en marzo de 2019, el partido ultraderechista en el Teatro Barceló de Madrid. Es necesario situar esta canción y su sentir pues, tras la polémica utilización de la canción por parte de dicho partido fascista, hubo quién se atrevió a decir que “no hay que politizar la música”. En fin, siempre hay un apolítico/a para “aclarar las cosas”.
Respecto al origen de la canción, no se conoce quién la compuso. Se sabe, como he dicho al principio, que la popularizó la Resistencia partisana al utilizarla como himno frente al fascismo italiano y al nazismo alemán. Cuando colapsó el Estado italiano y empezaron a colaborar con los aliados en una guerra de guerrillas para desgastar al maltrecho Gobierno de Mussolini.
Existen dos hipótesis sobre el origen del “Bella Ciao”. La primera dice que proviene de una canción judía llamada “Oi oi di koilen”, registrada en Nueva York, en 1919, por el acordeonista ucraniano Mishka Ziganoff. Se trata de una canción de los asquenazís, (judíos que se asentaron en la edad media en Europa central), quienes hablaban yiddish. Los estudiosos de la música dicen que al escuchar esta melodía en yiddish pueden reconocerse varias similitudes con el «Bella Ciao» de la resistencia italiana.
La otra hipótesis sobre el origen del popular himno antifascista es que vendría
del canto popular de las “mondinas” o trabajadoras de los campos de arroz del valle del río Po, al norte de Italia, en el siglo XIX. Canciones populares como «Picchia alla porticella» y «Fior di tomba» tienen fragmentos que recuerdan mucho al «Bella Ciao».
Cualquiera de las dos hipótesis sobre el origen y la utilización de los partisanos
antifascistas como himno dejan claro que es una canción que nada tiene en común con los fascistas de ayer y de hoy.
Roberto Tornamira
Miembro del Comité de Redacción de TS

Debe estar conectado para enviar un comentario.