Canciones con Poder: Vientos del pueblo me llevan

Miguel Hernández escribe este poema en 1937, en la etapa en la que pasa a la acción en todos los frentes: el intelectual, pues continua la obra poética que había comenzado en su Orihuela natal, siendo pastor; el bélico, formando parte del 5º Regimiento de Milicias Populares y en otros destinos, participando en los frentes de Teruel, Andalucía y Extremadura; y en el político, dando el paso de afiliarse al Partido Comunista en 1936, cuando se inició la guerra, a la edad de 25 años.

El poema “Vientos del pueblo me llevan” forma parte de su libro más combativo, con poemas dedicados a Federico García Lorca, al poeta y brigadista cubano Pablo de la Torriente y, por supuesto, a los sufrimientos del pueblo, como lo hace en “El Niño Yuntero”.

“Vientos del Pueblo me llevan” es un poema que el poeta convierte en arma contra la clase social privilegiada: “yugos os quieren poner, gentes de la hierba mala”. Esa minoría social que apoya al ejército que dio un golpe de Estado contra la República y la Constitución que habían prometido proteger.

Miguel Hernández fue una de las decenas de miles de víctimas del franquismo, con la guerra ya terminada. El 30 de abril de 1939, intentó viajar a Méjico o a Chile cruzando la frontera de Portugal, pero fue detenido en Moura por la policía del régimen fascista de Salazar Oliveira, quienes lo entregarían días después a las autoridades franquistas. El periplo, de represión, de Miguel Hernández lo relata muy documentadamente el periodista Rafael Moreno en su libro “Perseguidos”, hasta su muerte, a los 31 años de edad, el 28 de marzo de 1942, víctima de las enfermedades contraídas en las inmundas cárceles de Franco.

El poema ha sido interpretado y versionado por muchos artistas, grupos y cantantes. Os facilitamos el enlace(1) a la versión realizada por el grupo catalán de folk punk, Ebri Knight.

Roberto Tornamira
Tribuna Socialista de Madrid

Canciones con Poder

El pueblo unido jamás será vencido (otra vez)

Por Martín Lozano

Himno de la resistencia, de la revolución, de la esperanza, de la decepción, de la desesperación, de la protesta. El título y el estribillo de la canción están inspirados por una frase del líder colombiano Jorge Elecér Galtán y popularizada en los 70 por los manifestantes de la Unidad Popular y los seguidores del Presidente Salvador Allende, durante su gobierno desde noviembre de 1970 hasta el fatídico 11 de septiembre de 1973. Otro día 11 para marcar en negro en los calendarios. Fue grabada por primera vez en un concierto en la Alameda de Santiago, unos meses antes del golpe de estado de Pinochet. Compuesta por Sergio Ortega, Embajador de la Cultura, junto con Victor Jara, del gobierno de Unidad Popular, y por el propio grupo Quilapayún, cuyo nombre significa en mapuche araucano ‘Tres barbas’ pues ese era el número inicial de sus componentes e imagino que no eran lampiños. Cantada y versionada hasta el infinito por multitud de grupos y solistas, quizá una de las más conocidos sea la del grupo, también chileno, Inti Ilimani. Aún cincuenta años después en cualquier manifestación se oye el lema de la canción en boca de cualquier colectivo que quiera pelear por sus derechos y reivindique la justicia de la lucha popular. Se merece estar en los primeros puestos de cualquier lista de las Canciones con Poder.

Canciones con Poder

“Grandola vila morena”

Esta es la canción que sirvió de contraseña para la revolución de los claveles de Portugal, el 25 de abril de 1974. La compuso José Manuel Cerqueira Afonso dos Santos, conocido por José Afonso.

“Grândola, villa morena,
tierra de fraternidad,
el pueblo es quien más
ordena dentro de ti, oh,
ciudad”

Grândola, es un municipio portugués del Distrito de Setúbal, en la región del Alentejo. José Afonso, compuso esta canción como homenaje a la “Sociedad Musical Fraternidad Operaria grandolense”. El tema fue incluido en el álbum Cantigas de Maio, grabado en Francia entre el 11 de octubre y el 4 de noviembre de 1971.
La canción estuvo prohibida por el régimen salazarista, quien la consideraba como una música del partido comunista de Moscú. Este dato nos confirma que todos los fascismos y sus seguidores sufren una especie de manía persecutoria contra todo aquello que les suene perjudicial para sus intereses de clase.
El pasado mes de abril se han cumplido 48 años del inicio de la Revolución de los Calveles en Portugal, concretamente a las 2:00 del día 25 de abril de 1974, en el programa radiofónico Limite, se emitió Grândola, Vila Morena, que era la segunda y última señal para dar comienzo al movimiento revolucionario que derrotaría a la dictadura de Salazar. El Movimiento de Fuerzas Armadas (MFA), organizaba a lo más progresista de los oficiales del ejército y a una amplia
base, fue el joven capitán Fernando José Salgueiro Maia (1944-1992) quien, tras destituir a sus superiores del Regimiento de Caballería Mecanizada de la ciudad de Santarém, encabezó una columna de carros de combate, recorrió más de 100 kilómetros hasta Lisboa. El apoyo de las masas sería el encargado de conseguir la libertad, cuando recibieron a las tropas colocando claveles rojos en las bocas de los cañones de los tanques y los fusiles de los soldados.
Desde la Revolución de los claveles, la canción es un símbolo para los pueblos que anhelan el avance social y la verdadera democracia para la mayoría social. El pueblo portugués la tiene muy presente en sus reivindicaciones; en las protestas de septiembre de 2012, contra los recortes del gobierno de Pedro Passos Coelho, los manifestantes entonaron Grândola vila morena como himno de las protestas. Meses después, cuando el primer ministro Passos Coelho empezaba su intervención en una sesión de control al Go- bierno, fue interrumpido por ciudadanos que conformaban el movimiento Que se lixe a Troika (Al diablo con la troika) que, apostados en las tribunas del público de la cámara del Congreso, volvió a cantarla, añadiéndola el siguiente estribillo:

“Que se lixe a troika
Al diablo con la troika
Que se foda a troika
Que se joda la troika
Que se lixe a troika
Al diablo con la troika
Que se foda a troika
Al diablo con la troika”

Roberto Tornamira
Miembro del Comité de Redacción

Canciones con poder: Bella Ciao

“Bella Ciao” es una canción popular, anónima, que evoca la resistencia de aquellos que luchan contra un opresor. Es anterior a la segunda guerra mundial, aunque se universalizó y se hizo mundialmente conocida durante la Segunda Guerra Mundial, cuando el movimiento partisano italiano luchaba contra el régimen de Benito Mussolini, en el periodo de 1943 a 1945. Desde entonces, esta canción ha sido utilizada y coreada por muchos movimientos de lucha.


Ha vuelto ponerse de moda tras ser el tema principal de una serie televisiva. Pero lo que me ha motivado a traer esta canción a la sección de Cultura de Tribuna Socialista, en su espacio Canciones con Poder, es la utilización ignorante y malsana que hizo VOX, en el acto que celebró, en marzo de 2019, el partido ultraderechista en el Teatro Barceló de Madrid. Es necesario situar esta canción y su sentir pues, tras la polémica utilización de la canción por parte de dicho partido fascista, hubo quién se atrevió a decir que “no hay que politizar la música”. En fin, siempre hay un apolítico/a para “aclarar las cosas”.


Respecto al origen de la canción, no se conoce quién la compuso. Se sabe, como he dicho al principio, que la popularizó la Resistencia partisana al utilizarla como himno frente al fascismo italiano y al nazismo alemán. Cuando colapsó el Estado italiano y empezaron a colaborar con los aliados en una guerra de guerrillas para desgastar al maltrecho Gobierno de Mussolini.


Existen dos hipótesis sobre el origen del “Bella Ciao”. La primera dice que proviene de una canción judía llamada “Oi oi di koilen”, registrada en Nueva York, en 1919, por el acordeonista ucraniano Mishka Ziganoff. Se trata de una canción de los asquenazís, (judíos que se asentaron en la edad media en Europa central), quienes hablaban yiddish. Los estudiosos de la música dicen que al escuchar esta melodía en yiddish pueden reconocerse varias similitudes con el «Bella Ciao» de la resistencia italiana.


La otra hipótesis sobre el origen del popular himno antifascista es que vendría
del canto popular de las “mondinas” o trabajadoras de los campos de arroz del valle del río Po, al norte de Italia, en el siglo XIX. Canciones populares como «Picchia alla porticella» y «Fior di tomba» tienen fragmentos que recuerdan mucho al «Bella Ciao».


Cualquiera de las dos hipótesis sobre el origen y la utilización de los partisanos
antifascistas como himno dejan claro que es una canción que nada tiene en común con los fascistas de ayer y de hoy.

Roberto Tornamira
Miembro del Comité de Redacción de TS

Al alba

Por Martín Lozano

Una canción de los años de la protesta, en los que muchos, pero no la inmensa mayoría nos rebelamos contra la dictadura y sus últimos coletazos. La compuso Luis Eduardo Aute contra la pena de muerte y la cantó por primera vez Rosa León, que la incluyó en un disco del mismo nombre publicado en 1975. En una actuación la cantante se la dedicó a los que días después serían los últimos fusilados del franquismo, por lo que desde entonces se convirtió en un himno y una de esas Canciones con Poder. En ningún momento se hace de manera explícita mención a tema político alguno, para la censura de la época debió pasar como una macabra canción de amor. Me atrevo a ir un paso más allá y extenderla (como los buitres sus alas, que considero una alegoría de las aviaciones fascistas y nazis durante la retirada republicana) a las madrugadas en las que los que partían al exilio por las fronteras con Francia sentían que las estrellas, que veían por última vez desde España, les herían y cómo la luna sangraba, además presentían que tras la noche vendría la noche más larga de la historia de la democracia en nuestro país y comenzaría un día con hambre atrasada, tan atrasada que aún devoraría miles de muertos más en España por la represión franquista y millones en todo el mundo a consecuencia de la II Guerra Mundial.

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