Por Roberto Tornamira
para Tribuna Socialista

Ana Usero es Secretaria General de la Sección Sindical de la UGT en CaixaBank en Madrid. Es representante de los trabajadores y trabajadoras desde 2012. Trabajadora del sector financiero desde enero de 1997.Licenciada en Administración y Dirección de Empresas por la Universidad Carlos III.
Pregunta:Hace muchos años que los sindicatos del sector financiero no convocaban movilizaciones sectoriales ¿qué motiva que comencéis hoy día 8 de febrero con esta Manifestación y anunciéis huelga de 24 horas para el 22 de marzo?
La plantilla del Sector financiero lleva desde el 2008, el comienzo de la crisis, asumiendo con gran responsabilidad cambios en los modelos de gestión del negocio y relación con el cliente. Estos cambios han sido impuestos por las direcciones de las entidades sin contar ni con el cliente ni escuchar a los empleados. Hemos sufrido no solo el rechazo social por una gestión política que en muchos casos no compartimos, sino una persecución laboral interna para cambiar el modelo de negocio y conseguir los beneficios que el modelo anterior no conseguía. Cuando hablamos de persecución, no exageramos. La vigilancia de producciones individualizadas casi cada hora es habitual. Nos solo hablo de producción en el sentido de ventas, sino también en imponer un autoservicio al cliente y una digitalización obligada sin tener en cuenta la sensibilidad de cada cliente. Los seguimientos de autoservicio y de operaciones por ventanilla han establecido también una calificación de tu rendimiento laboral. Esto ha generado un clima laboral insostenible para cualquier empresa saludable y socialmente responsable. Además, escudados en esta “crisis”, han metido la tijera en cada uno de los convenios negociados. Los convenios del sector financiero eran probablemente de los mejores convenios de este país. Esto no nos lo ha regalado nadie. Son fruto de años de lucha, de negociaciones y de un excelente trabajo de la representación sindical.
Cuando ha tocado apretarse el cinturón, nosotros lo hemos hecho. En los últimos 5 años hemos perdido un enorme poder adquisitivo directo en tablas, pero además el sector ha establecido de forma unilateral complementos salariales absorbibles con las subidas en salario base, que provocan que la subida salarial real sea muy inferior a la pactada en convenio.
Toda esta situación ha generado una gran frustración en las plantillas que ve como año tras año se duplican los beneficios, los salarios de los consejos y los dividendos a los accionistas. Mientras sus salarios son congelados y la presión laboral crece de forma exponencial.
Sinceramente, no podemos más. Tenemos la sensación de que en cada presentación de resultados se ríen de nosotros.No nos han dejado ninguna otra salida que comenzar con movilizaciones.
Pregunta: Las entidades financieras en nuestro país, se han concentrado en las últimas dos décadas hasta conformar un oligopolio financiero ¿Qué porcentaje del volumen de activos se reparten las cinco entidades más grandes? ¿Piensas que esta concentración financiera va a continuar incrementándose?
Santander, BBVA, CaixaBank, Sabadell y Bankinter concentran casi el 95% de los activos financieros de este país, pero solo entre las tres primeras se agrupa más del 85%.
Cuando hablaban de mejorar la productividad del sector financiero vía fusiones, en realidad hablaban de un mayor control no solo del aspecto económico, sino de la capacidad de intervenir en las políticas económicas más profundas de un país. Si controlas las políticas de financiación a empresas y particulares, los flujos de inversión que se destinan a unos sectores u otros, o los proyectos privados de inversión, consigues un poder político y económico muy importante.
Imaginemos que los tres bancos no apuestan por financiar parques solares, mucho más atomizado en pequeños inversores y solo apuestan por eólicos o energías no renovables, controladas por empresas del Ibex, empresas que dominan el sector y que tienen más intereses económicos. El Ibex, vía cruce de accionariado, puede controlar sectores estratégicos de este país controlando los flujos de capital hacia determinadas inversiones. Aunque parezca ciencia ficción puede pasar. Quien domina el capital domina un país. Por eso la intervención de Bankia fue una oportunidad perdida para crear un Banco Público de calidad y con capacidad no solo para dar servicio a colectivos que no son rentables desde el punto de vista económico, sino para evitar de alguna forma el exceso de control sobre la economía de este país del sector privado.
Cuando desaparecieron las antiguas Cajas de Ahorro, se las acusaron de estar “politizadas” y tomar este tipo de decisiones en base no a criterios económicos, sino en base a factores sociales importantes. Pues eso es justo lo que acaban de conseguir con el oligopolio financiero: eliminar la intervención pública y la decisión democrática vía elecciones de proyectos de inversión socialmente rentables.
La concentración financiera hoy por hoy es imparable. Seguirán engullendo a los pequeños que aún sobreviven en España y después, si nada cambia, veremos fusiones de bancos fuera de nuestras fronteras.
Pregunta: El sector ha perdido mucho empleo, desde la crisis de 2008, y paralelamente se han cerrado miles de oficinas ¿en cuanto cifras esta contracción de plantilla y de sucursales? Aunque no lo perciba la opinión pública, la carga de trabajo está llevando a los trabajadores y trabajadoras del sector financiero a situaciones de presión, estrés y ansiedad ¿puedes describir cómo se está viviendo internamente en las oficinas?
Las cifras aproximadas desde el 2008 sitúan esta pérdida en más de 128.000 empleos, lo que supone un 47% de la plantilla total.
Como el número de clientes no ha disminuido podemos afirmar que la carga de trabajo a los trabajadores del sector se ha incrementado al menos en ese porcentaje. Esto unido a que la diversificación del negocio ha llevado al sector a un intrusismo en comercializar productos de otros sectores como el de seguros y el del pequeño electrodoméstico hacen que la carga de trabajo impuesta sea muy superior a la de épocas anteriores. Donde antes atendías las necesidades financieras de un cliente, ahora tienes que sumarle atender y provocar artificialmente una necesidad de coberturas de seguros y de móviles, colchones, televisores….
La presión comercial que sufren los empleados es difícilmente imaginable. Hay reportes de actividad casi cada hora, reuniones para priorizar los 20 productos del día. Seguimientos individualizados y rankings públicos.
El número de bajas laborales por la presión comercial es el secreto mejor guardado del sector.Las empresas se niegan a analizar y hacer público este dato, porque nos encontraríamos con una sorpresa de magnitudes socialmente inasumibles.
Cada día recibimos llamadas de ataques de ansiedad, depresiones y enfermedades derivadas del exceso de estrés laboral y la carga de trabajo.Muchos compañeros están al borde del colapso y ese pesimismo es contagioso.
La ciudadanía además nos percibe como cómplices de unas decisiones políticas y empresariales que ni hemos provocado ni compartimos, con lo que a la sobrecarga de trabajo y el exceso de presión comercial se une una relación con tus clientes complicada. El resultado es un polvorín que siempre explota del lado del empleado.
Otro gran secreto de la banca es el número de horas trabajadas fuera de horario laboral no recogidas ni reguladas. Un gran porcentaje de los compañeros amplían sistemáticamente su jornada laboral para suplir esa reducción de plantilla y el aumento de carga de trabajo. La presión para que “cumplas tus objetivos” es tremenda. Esto solo se consigue ampliando jornada.
Tenemos un control horario ficticio donde al empleado que teclea la jornada real se le recrimina y se le hostiga para que confirme el horario establecido y evite poner la jornada real.
El cierre de oficinas se sitúa en 28.000 oficinas en todo el sector, un 61% aproximadamente.
Hay una concentración oficinas que aleja al cliente, especialmente en las plazas más pequeñas.
La exclusión financiera se agranda especialmente por dos vías. Una la geográfica: pueblos sin oficinas ni acceso a servicios financieros y otra por una digitalización impuesta especialmente a raíz de la pandemia que la sociedad no ha sido capaz de seguir.

Pregunta: Las entidades financieras llevan tres años consecutivos batiendo récord de beneficios ¿repercuten esos beneficios en los salarios de los trabajadores y trabajadoras del sector?
Los beneficios del sector que hemos visto anunciados a bombo y platillo estas semanas, son lo esperado con un escenario de subidas de tipos de interés. En muchos casos se ha duplicado la cuenta de resultados conseguida como he comentado a costa de la salud de sus empleados.
La diversificación del negocio que supone una sobrecarga de trabajo al empleado revierte beneficios millonarios a los bancos. Donde antes se suponía que eran ingresos extraordinarios, ahora son recurrentes, gracias a su plantilla. Esto hace que, con tipos de interés altos, los beneficios aumenten de forma exponencial.
Los empleados esperábamos que la misma responsabilidad que hemos tenido nosotros en épocas difíciles, la tuvieran nuestros directivos ahora que todo sonríe.
Pues esa responsabilidad que deberían tener con la plantilla y con la sociedad se les ha olvidado enterrada por la codicia de sus altos directivos.

El acuerdo para el empleo y la negociación colectiva firmado por la CEOE, UGT y CCOO en 2023 recogía subidas salariales marco del 4%, 3% y 3% en los siguientes años. Este acuerdo marco está pensado para una red de empresas muy diverso y a él han hecho referencia empresas con estructuras mucho más precarias que la banca. Nuestras patronales se han descolgado de este acuerdo y las subidas salariales que proponen son un insulto a los trabajadores del sector.
Mientras sus consejos de administración y sus directivos se aprueban subidas para 2024 del 5% como es el caso de Goirigolzarri y Gortázar de Caixabank. Entre 2021 y 2022 estos mismos directivos han tenido subidas totales del 28% en el caso de Gorigolzarri y del 11% en el caso de Gortázar según la CNMV.
Pregunta: Por terminar por donde comenzamos ¿Qué pedís en las mesas de negociación?
Lo que pedimos es básicamente dos cosas:
- La posibilidad de recuperar el poder adquisitivo perdido durante estos años y tener revalorizaciones acordes a la inflación actual y a los beneficios obtenidos por nuestras empresas. Nuestra propuesta es una recuperación salarial en tablas del 9% el primer año más 1% en función del beneficio de la entidad y ¡% en función de la subida del IPC, y para el segundo y tercer año un 4% más 1% en función del beneficio de la entidad y ¡% en función de la subida del IPC respectivamente. Con estas subidas recuperaríamos el poder adquisitivo perdido en los últimos dos convenios y cubriríamos las posibles subidas de inflación de los siguientes.
- Reducir la presión comercial existente en oficinas para conseguir un clima laboral digno y saludable.


En una reciente reunión en la que han participado activamente militantes socialistas, entre ellos muchos miembros de IS-PSOE, se ha constituido una Comisión Internacional en defensa de los 300 sindicalistas encausados por ejercer el derecho de huelga en España.
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