En estos días de confinamiento, donde tanta atención prestamos a las noticias y a los comentarios, videos y memes que nos llegan mediante los diferentes círculos de Redes Sociales en los que nos movemos, me llamó la atención uno que venía a decir algo así como que era curioso que las asignaturas y enseñanzas académicas más denostadas por la derecha y el mundo del pensamiento liberal y capitalista, eran precisamente las que nos podían salvar durante este confinamiento en el hogar; me estoy refiriendo, como ya se habrá intuido a las asignaturas y enseñanzas como el Dibujo, la Música, la Educación Física, las Artísticas, las Pretecnologías y Manualidades, e incluso la Filosofía, las Humanidades o la Historia. Ese tipo de asignaturas siempre fueron denostadas y despreciadas por el poder; en un estadio más primitivo por la autoridad y posteriormente por el capitalismo, ¿por qué? es obvio, son enseñanzas que nos permiten tener conciencia de lo individual a la vez que entronca nuestro papel y responsabilidad en lo colectivo; además para un pensamiento productivo ofrecen nula o poca rentabilidad teniendo en cuenta el coste en su enseñanza y el beneficio monetario que de ellas se obtiene bajo un paradigma capitalista.
De modo que etas asignaturas y enseñanzas solo han sido defendidas, protegidas y perpetuadas por aquellos pensamientos filosóficos o políticos que sitúan al ser humano como centro de todo y que defienden la educación y el enriquecimiento intelectual como camino hacia la realización personal y como herramienta para la transformación de la sociedad en una colectividad más humana, más justa y más igualitaria. Fue el pensamiento republicano el que obligó a los Estados a procurar una educación mínima en estos valores a todos sus ciudadanos; bajo el paraguas de la formación en valores republicanos se le dota así al ser humano de un conocimiento que le otorga la capacidad para reconocerse a sí mismo en igualdad con todos los demás, a ser libre, con los mismos derechos civiles, con la misma capacidad que cualquier otro de actuar como actor político y frente a la política, con la misma fuerza, por tanto, y el mismo derecho para configurar la sociedad y aspirar a modelarla y cambiarla. Los pensadores republicanos, entiéndase República como concepto filosófico, lo comprendían bien, se entregaron en cuerpo y alma a difundir este pensamiento al mismo tiempo que intentaban proporcionar una educación para toda la ciudadanía, especialmente para aquellos que menos medios o posibilidad de acceder a ella tenían. La Institución Libre de Enseñanza y la compañía de teatro La Barraca puesta en marcha por el mismo García Lorca (animo al lector a informarse y leer sobre ellas más detenidamente) son dos claros ejemplos de cómo durante la 2ª República se hicieron grandes esfuerzos no ya solo para educar, sino también para llevar el arte, la música, la poesía, la pintura, el teatro, etc… a aquellos sitios y lugares donde menos posibilidades tenían las personas de acceder a todo esto. En un país desestructurado y con un mala y deficiente red de carreteras, caminos o de redes ferroviarias, de comunicación en definitiva, la España rural, aún hoy arrastramos este problema, pero no es el objeto de este artículo valorar eso ahora, como decía la España Rural que además representaba un alto porcentaje de toda la población en su conjunto, era una España aislada, confinada en sí misma.
La 2ª República intentó romper ese confinamiento llevando la Cultura y la Educación al mayor número de personas posibles, la figura del Maestro o Maestra, cobraron una relevancia tan inesperada como necesaria, fruto y prueba de ello fue la dura represión que sufrieron por los sublevados primero durante la guerra y después durante la dictadura.
Como decía al principio, en estos días de confinamiento que estamos sufriendo a causa del Covid 19 (y en los que la población muestra todos los días a las 20:00 horas su reconocimiento a todos los sanitarios) cuando leo que estas asignaturas pueden salvarnos de este tedio y sopor y observo como a mis hijos, ambos en edad escolar, los maestros y maestras que habitualmente les dan clase siguen con medios electrónicos e informáticos con su actividad, mandándoles tareas y explicándoles lecciones, corrigiéndoles ejercicios y esforzándose por continuar con la educación, no he podido dejar de hacer un ejercicio de paralelismo con aquellos maestros y maestras que durante la 2ª República intentaron, como he referido, romper con el confinamiento y el aislamiento de una gran parte de España.
Vaya para todos esos Maestros y Maestras, pasados, presentes y futuros mi reconocimiento mediante este artículo, muy especialmente para aquellos “maestros republicanos” que además por el simple hecho de procurar Educación y Cultura sufrieron persecución, fueron vejados, torturados y asesinados.
Jose Luis Bejarano Damas
Licenciado en Historia.
Secretario de Política Institucional de la Agrupación del PSOE de Almensilla-Sevilla.
Miembro de la Redacción Tribuna Socialista Andalucía