Especial conferencia obrera del 9 de abril

Conferencia obrera europea, contra la guerra y la explotación.

El pasado día 9 de abril tuvo lugar una Conferencia, presencial y telemática; presencial porque se han reunido colectivos de sindicalistas, socialistas, comunistas y otras sensibilidades políticas en siete ciudades del Estado español: Vitoria, Valencia, Tarragona, Sevilla, Madrid, Bilbao y Barcelona, conectadas entre sí y con colectivos y organizaciones de otros 18 países de Europa: Francia, Grecia, Alemania, Irlanda, Rumanía Turquía, Austria, Suiza, Moldavia, Portugal, entre otras, todos interconectados telemáticamente. Fueron excusados un colectivo de compañeros rusos, quienes no pudieron conectarse ya que un acto democrático como fue este en la Rusia de Putin supone cárcel.

El evento había sido convocado y promovido por el Partido Obrero Independiente (POI), de Francia y por la Corriente de izquierdas (NAR), de Grecia, con el llamamiento que fue publicado en TS-132 (pág. 19 y 20).

Tribuna Socialista, y el colectivo de Socialistas que se agrupan en torno a nuestra revista, hemos participado en coordinación con el Comité por la Alianza de los Trabajadores y Pueblos (CATP), que también emitió un llamamiento a participar en la Conferencia del 9 de abril (TS-132 pág. 18).

La práctica totalidad de las intervenciones coincidieron en una posición contraria a la guerra y sin tomar partido por un frente u otro, en línea con el encabezado de los llamamientos mencionados: ¡Ni Putin ni OTAN! ¡No a la Guerra! En las intervenciones se dieron datos de las consecuencias que el conflicto está teniendo para todos los pueblos de Europa: en primer lugar de muerte y destrucción para el pueblo ucraniano, de pérdida de vidas de soldados rusos, que no son precisamente oligarcas de su país, y en general para todos los pueblos de Europa: alza desbocada de los precios, no solo de la energía, recortes de derechos y ataques a los servicios públicos. No obstante, uno de los compromisos que se adquirió al término de la Conferencia fue el de editar un Boletín con todas las intervenciones. También se abrió la posibilidad de organizar otra conferencia, “sine die”, a ser posible totalmente presencial.

Otras conclusiones fueron:

  • Por el cese inmediato de la guerra de la Rusia de Putin en Ucrania.
  • Por el desmantelamiento de las bases de la OTAN.
  • Contra los presupuestos de guerra.
  • Por la independencia de la clase obrera y sus organizaciones.
  • Por la defensa incondicional de las reivindicaciones de los trabajadores

De los conectados y conectadas en los distintos puntos del Estado español, tomaron la palabra cuatro compañeros: Juanjo Llorente, secretario político del Partido Comunista del País Valenciano, de Horta Sud de Valencia; el compañero Luis González, miembro del Comité Confederal de CCOO que habló en nombre de Información Obrera, desde Sevilla; el compañero Juan Antonio Carnés, miembro de COESPE (movimiento de Pensionistas en defensa del Sistema Público de Pensiones); y Roberto Tornamira, en nombre de Tribuna Socialista y del colectivo de socialistas en el CATP. Los dos últimos compañeros participaron desde la sede central de la UGT en Madrid.

Intervención en la Conferencia Obrera Europea

Roberto Tornamira Sánchez

9 de abril de 2022

Compañeros y compañeras:

Tomo la palabra en nombre del colectivo Tribuna Socialista y de los Socialistas del (CATP).

Compartimos con vosotros el rechazo a la guerra que la OTAN ha provocado y que la Rusia de Putin ha hecho estallar, al invadir Ucrania. Rechazamos esta guerra, como rechazamos en 2003 la guerra en Irak. Las guerras son la expresión máxima de la barbarie, utilizadas por el imperialismo para la consecución de sus objetivos.

Esta guerra no es por la liberación de los pueblos. La primera víctima es el pueblo de Ucrania, es quien sufre el exilio masivo, quienes mueren bajo las armas de Putin. También son victimas de la barbarie los soldados rusos y ucranianos, hijos de familias trabajadoras que ponen la sangre que se derrama.

Los medios de comunicación solo nos cuentan la devastación de las guerras. Pero nunca cuentan el verdadero motivo por el que se inician.

En la primera Guerra mundial, el atentado de Sarajevo fue la excusa. La verdadera razón estuvo en la lucha de los imperialismos por el control de lo que entonces eran nuevas fuentes de energía (petróleo y electricidad) y por los nuevos sectores de la producción (químico, siderúrgico).

El Tratado de Versalles encendió la mecha de la Segunda Guerra Mundial, al imponer exorbitantes indemnizaciones económicas a los vencidos, tan exorbitantes fueron que Alemania no liquidó totalmente las reparaciones de guerra hasta octubre de 2010. Hoy aplican sanciones económicas, o bloqueos, como el que sufre Cuba desde hace 64 años.

Siempre encuentran un motivo o un villano para justificar la guerra. Claro que Hitler fue un asesino, como lo fue Franco con el pueblo español. Esto no es menos cierto que decir que Putin tiene lo mismo de demócrata que de bolchevique; ¡nada!

Compañeros y compañeras, el sufrimiento de la guerra lo padecemos todos. El pueblo ruso, como el cubano, el venezolano, el iraní o el iraquí, padecerá la escasez de productos básicos, a consecuencia de las sanciones económicas impuestas por la UE, al dictado de la Administración Biden. El imperialismo es el único beneficiario de la guerra, solo hay que ver el incremento en la venta de gas licuado que llega de los USA. Es la guerra por el control de la energía y las materias primas.

Son las multinacionales del armamento las que se benefician. Es el caso de la francesa Dassault, cuya cotización se ha incrementado un 27% en lo que va de 2022. O la italiana Leonardo que acumula cifras de retorno del 33% en los últimos días. O el 10% de subida de las acciones de la española Indra Sistemas, y así otras muchas.

Los pueblos de Europa sufrimos una ola especulativa con la excusa de la guerra, particularmente en la luz, el gas y los carburantes. Especuladores de todo pelaje se aprovechan, como aprovecharon la crisis de 2008 y como han abusado de la pandemia.

La lógica del mercado es crecer cada año sobre los beneficios del ejercicio anterior. Esta perversión económica ha saturado los mercados. En esa lógica inventaron productos como las “hipotecas basura” o las “acciones preferentes”. Su lógica los llevó a liberalizar el suelo para inflar artificialmente los precios de las viviendas.

Su lógica irracional tuvo consecuencias nefastas para los trabajadores del Estado español, en forma de reformas laborales, en 2010 (PSOE) y 2012 (PP), que abarataron el despido, facilitaron los despidos individuales y colectivos, devaluaron los salarios y precarizaron las condiciones de trabajo. Dejando un desolador horizonte para los jóvenes.

Ante la movilización de la clase trabajadora, el Gobierno del Partido Popular, respondió con la “Ley Mordaza”, que pone trabas a la libertad de expresión y movilización. Pusieron a jueces y fiscales a perseguir el derecho de huelga, llegando a encausar a más de 300 trabajadores. Solo la acción de los sindicatos UGT y CCOO, con una participación muy importante del CATP y la acción solidaria del CICR, logró la derogación del Artº. 315.3 del Código Penal. Pero vamos camino de tres años de Gobierno de Coalición de izquierdas, y las reformas laborales no han sido derogadas, ni la “Ley Mordaza”, ni la reforma que en 2013 devaluó las pensiones.

El Estado burgués no está diseñado para la defensa de los intereses de los pueblos. Cuando llegó el virus no había mascarillas, ni respiradores, ni equipos de protección para los sanitarios. La sanidad pública ha entrado en barrena a consecuencia de los recortes presupuestarios. Como está ocurriendo en la Educación pública.

Sin embargo, para la guerra no hay límites presupuestarios. Desde 2015 han incrementado el presupuesto en defensa un 77%, desde los 5.700 millones de euros hasta los 9.800 del presente 2022. Están dispuestos a doblarlo; el compromiso adquirido en 2014 por todos los países de la OTAN es llegar al 2% del PIB, lo que supondrá para España superar los 23.000 millones de euros anuales.

Para pagar lo que la OTAN exige, nos hablan de un “pacto de rentas”, o lo que es lo mismo, devaluar pensiones y salarios, más recortes en el gasto en sanidad y educación. Recortes y devaluaciones a los que los socialistas decimos ¡No!

La falta de tiempo me impide dar más datos de la infamia que se cierne sobre la clase trabajadora europea. Avancemos en la coordinación y en el trabajo en común de las organizaciones y militantes que no renunciamos a combatir contra la explotación y contra la Guerra.

¡Alto a la guerra! ¡No a la OTAN y no la Rusia de Putin!

¡Viva la lucha internacionalista!

¡Viva la clase trabajadora!

Intervención en la Conferencia Obrera Europea

Juan Antonio Carnés

9 de abril de 2022

El movimiento de pensionistas a nivel del Estado español por la defensa del sistema Público de Pesiones, se ha convertido en un referente de defensa de las reivindicaciones y derechos sociales de la clase trabajadora y de transparencia democrática. Ciertamente, como se pone de manifiesto en los documentos y escritos de COESPE:

» Afrontamos una situación muy díficil. El poder financiero ha conseguido una amplia mayoría parlamentaria que da cobertura a la contra reforma. La compra de voluntades de los diputados de diversas fuerzas políticas, debemos enterderlas como un producto de la corrupción y de la fuerza del poder a la sombra del sector financiero. Un poder que soborna, presiona, ofrece puertas giratorias, amenaza con campañas de prensa contra aquellos que se les opongan y financian campañas electorales y partidos políticos. Sin embargo, ello no hubiera sido suficiente, como muestra el caso francés: Macron tenía también mayoría parlamentaria y no pudo aplicar su reforma. Pero a diferencia de Francia, contra nosotros el poder financiero ha logrado el apoyo de las direcciones sindicales mayoritarias, que de espaldas a sus afiliados ha aceptado la lógica de la reforma y que algunos la tratan de defender publicamente». También es cierto que existen honradas excepciones como lo demuestran las Parlamentarias y Parlamentarios que están a favor de la Auditoría a las Cuentas de la Seguridad Social.

Nuestro combate en defensa de las pensiones como salario diferido del Regimen de reparto de nuestra seguridad social claramente enfrentado a las medidas del Gobierno, que ha empezado a utilizar la guerra como argumento para recortar las condiciones laborales de los trabajadores.

En largos años de lucha que iniciamos contra el gobierno de Rajoy los pensionistas hemos creado un sólido movimiento con nuevas formas democráticas e independientes de organizar la resistencia de clase. Situaciones similares aparecen en la lucha de la sanidad pública y en defensa de los servicios públicos contra las privatizaciones. Para luchar por las reivindicaciones, la clase obrera se organiza de forma independiente fuera de los marcos del consenso, el diálogo social y pactos de renta.

Nuestro gobierno, lejos de atender las reivindicaciones sociales, se alía con los partidarios de la guerra acordando un incremento hasta 2% del PIB de los presupuestos militares. Acepta así las presiones de la OTAN y de la Unión Europea, con la querra como justificación.

El Gobierno parece tener prisa en acelerar las reformas y los recates. Tras negarse a derogar las reformas sociales de los gobiernos conservadores, generandores de bajos salarios, rechaza mantener el poder adquisitivo, dejando la vía libre a la inflación depredadora debajos salarios, y además debilita las cotizaciones sociales. En nuestro ámbito de las pensiones el Parlamento discute ahora una ley que empobrece las pensiones públicas y abre la puerta a la privatización, incentivando los fondos privados.

Estamos convencidos con vosotros de que los rechazos en cadena de las reivindicaciones amparados en el aumento de los gastos militares y su vinculación con la guerra es general en muchos países europeos.

Apoyamos la convocatoria de la Conferencia Europea de Urgencia contra la guerra y los gobiernos que la promueven, con la convicción de que encontraremos caminos para la acción común contra los organizadores que niega las reivindicaciones y derechos de la clase obrera.

Esperamos y deamos con ilusión un gran éxito de la Conferencia, y colaboraremos en desarrollar sus concluiones.

¡Viva la Conferencia Europea de Urgencia contra la guerra!

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