Así se defienden las Pensiones Públicas

Los ataques a los sistemas de pensiones públicos no son nuevos, llevamos más de cuatro décadas escuchando un falso mantra, falso pues nunca se cumplen las previsiones de los economistas que prevén una y otra vez que las pensiones públicas son inviables. Tampoco es casualidad que estos mensajes agoreros siempre son lanzados por los gabinetes de estudios de entidades financieras y por supuestos expertos, a salario de aseguradoras y bancos.

El problema se agrava cuando se quiebra la democracia por la acción de lobbies o corporaciones del cabildeo. De la misma manera que el Estado de Qatar ha estado pagando a eurodiputados/as para que se proyecte una buena imagen de ese Estado-Propiedad privada de un clan, las grandes corporaciones y oligopolios hacen sus “aportaciones” para que las instituciones nacionales e internacionales trabajen en pro de sus intereses. Esto es algo que está a la orden del día en los Estados Unidos, y en Europa, aunque allí lo sabe todo el mundo y aquí nos lo presenten como actividad anómala, que lo es, pero que sólo se denuncia e investiga según convenga.

La obstinación del presidente de la V República francesa, el señor Macron, a llevar adelante su reforma de la Pensiones Públicas, hace pensar que tiene algún “interés adquirido”. De lo contrario no se explica por qué empuja a su pueblo al conflicto y fuerza a su Gobierno a enfrentarse a la mayoría de los grupos del Parlamento, aunque haya salvado el cuello por los pelos, exactamente 9 votos.

La clase trabajadora, con sus sindicatos al frente y apoyada por La Francia Insumisa, el partido que lidera Jean-Luz Mèlenchon, se ha echado a la calle. Y no sólo la clase trabajadora, también los estudiantes y la ciudadanía en ge- neral, por lo que estamos ante una irrupción de las masas.

La situación se le está yendo de las manos a Macron. Tanto es así, que ha tenido que pedir la suspensión de la visita de Estado que tenía prevista para estos días por parte de Carlos III de Gran Bretaña. Y, como “Roma no paga a traidores”, desde el Consejo de Europa le han llamado la atención sobre el “uso excesivo de la fuerza” por parte de la policía francesa.

La prensa habla de la violencia desatada en las calles. Es cierto, es muy violento ver como arde un contenedor, la puerta del Ayuntamiento de Burdeos o la ruptura de un escaparate. Pero igual que hay enfermedades que no duelen, pero matan, como la diabetes, hay violencias que no se ven. Endurecer el acceso a la pensión es muy doloroso para quienes llevan toda su vida trabajando, y aportando, y, de repente, se les impone por Decreto que tienen que trabajar dos años más para acceder a su merecida jubilación. Es muy violento ver como te mengua el salario, o la pensión, porque los productos básicos crecen de un día para otro sin que ninguna institución tome medidas por decreto para controlar los precios. Son muy violentos los desahucios que dejan a miles de familias cada día en la calle… hay mucha violencia en esta sociedad, lo que pasa es que algunas formas de violencia están protegidas por la ley.

En mi opinión, lo que los franceses y franceses están haciendo es y debe ser un ejemplo a seguir para la clase trabajadora de todo el mundo de cómo se defienden los derechos.

Rogelio Obrador
Carpintero Militante socialista de Madrid

La clase trabajadora francesa defiende sus Pensiones Públicas


Encuentro de la Delegación española con Mèlenchon en París 21 de enero 2023

El jueves día 19 de enero tuvo lugar una jornada de huelga en los sectores más importantes de la actividad productiva. Huelga convocada, en unidad, por todos los sindicatos franceses y secundada por el 80% de los trabajadores y trabajadoras de sectores estratégicos: centrales nucleares, hidroeléctricas, refinerías, transporte, enseñanza… Esta jornada de huelga ha superado el paro, también exitoso, del 5 de diciembre de 2019.

Las más de 200 manifestaciones que se convocaron para la tarde del mismo día 19 desbordaron todas las previsiones más optimistas; 400.000 manifestantes en París, 140.000 en Marsella, 60.000 en Toulouse, 50.000 en Nantes… Un total de 2 millones de trabajadores y trabajadoras, jóvenes y de todas las generaciones se echaron a la calle para decirle a Macron que rechazan la reforma de la ley de pensiones que prepara su Gobierno.

Tan solo 72 horas después de la jornada de huelga, el 21 de enero, organizaciones juveniles y la “La Francia Insumisa” de Mèlenchon, organizaron una marcha por las calles de París a la que acudieron más de 150.000 manifestantes. En esta marcha participó una importante delegación de pensionistas españoles que tomaron la palabra desde la tribuna de oradores. Antes del inicio de la marcha, mantuvieron un encuentro con Jean-Luz Mèlenchon.

Tanto en la huelga y las manifestaciones del día 19 como en la gran manifestación del día 21, la clase trabajadora francesa le ha dicho al liberal Macron que no quiere trabajar más años (pretende pasar de 62 a 64 la edad legal de jubilación); a nombre de un mantra que en el Estado español conocemos bien “si no se aplica la reforma, el sistema no será sostenible”. Rechazan la ampliación del periodo de cotización a 43 años (un año más sobre los 42 actuales), para poder recibir la pensión máxima.

El mantra de la “insostenibilidad” es ya viejo y está muy manoseado. En Francia, argumenta el Gobierno, habría un déficit económico en las pensiones del 0,8% ¿Es ese el problema? Sin embargo, Macron no ha tenido ningún problema en incrementar su gasto militar en un 40% desde 2019, al pasar de 295.000 millones de euros a los actuales 413.000 millones para los años 2023 y 2024.

Apelaba Eusebio Val -corresponsal de La Vanguardia en París-, en su artículo “Francia aumentará un 35% su gasto en defensa pese a la necesidad de rigor presupuestario”, publicado el día 23 de este mes de enero, al viejo dilema “gastar en mantequilla o en cañones”, en este momento en que el suelo europeo vuelve a tener lugar un conflicto armado, desde hace 11 meses. Este es un debate que la prensa española suela eludir, pues parece que la guerra nos es ajena y nuestra única relación con la misma es de solidaridad.

No es el Gobierno francés el único gobierno europeo que pretende dar otra vuelta regresiva a su sistema público de pensiones, en España también se pretende. El común denominador es que todos los gobiernos asumen los dictados de los organismos económicos internacionales: Banco Central Europeo (BCE), Fondo Monetario Internacional… entre otros; organismos que dicen lo que los gobiernos deben hacer, pero cuyas cúpulas directivas no son elegidas democráticamente.

Desconozco si el Estado francés ha utilizado, indebidamente, dinero de las pensiones para pagar gastos que debieran ser pagados con fondos provenientes de los impuestos; en el Estado español sí ha ocurrido, como así lo confirma un informe del Tribunal de Cuentas del Estado, emitido en 2020, en el que se cuantifica una deuda del Estado con las Pensiones de más de 103.000 millones de euros ¿En estas condiciones cómo se puede hablar de “insostenibilidad del sistema”?

Es inaceptable, aquí en Francia y en cualquier parte del planeta, que se quieran deteriorar los sistemas públicos de pensiones, para fomentar los productos financieros privados; que es lo que son en ultima instancia los fondos privados de pensiones, tomen la forma que tomen. Deteriorar lo público para inducir a los ciudadanos, a los que se lo pueden permitir, a consumir productos privados es lo que hace con la Sanidad Pública, por ejemplo, el Gobierno ultraderechista del Partido Popular (PP) en la Comunidad de Madrid.

Desde la tribuna de oradores al final de la Manifestación del 21 de enero

Es muy saludable ver que la clase trabajadora resiste, que tiene vigor para la lucha frente a las pretensiones de los agentes que trabajan para eso que llaman “libre” mercado. Todos los trabajadores y trabajadoras del mundo debemos celebrar la unidad de los sindicatos franceses, pues sin esa unidad y sin la determinación de dar la pelea en favor de los intereses de los asalariados y asalariadas, estamos avocados a perder poder adquisitivo en el salario directo (el sueldo), a retroceder a golpe de reformas en el salario diferido (las pensiones) y a que nos reduzcan a un mero servicio asistencial el salario indirecto (los servicios públicos).

Hoy podemos decir que la lucha de la clase trabajadora está viva, al menos en Francia.

Roberto Tornamira Sánchez
Fue Secretario Estatal de la UGT
para el Sector Financiero, Seguros y Oficinas

Francia al rojo vivo

Desde que el pasado 19 de junio Emmanuel Macron perdió la mayoría absoluta en la Asamblea Nacional las dificultades para aplicar las políticas neoliberales que representa el presidente de la Republica Francesa van en aumento y no solo en la cámara de representantes parlamentarios, también en las calles, en las centros de trabajo, en los centros de estudio y universidades, en la sanidad y en el sector educativo, encuentra una amplia contestación.

La Nueva Unión Popular Ecológica y Social (NUPE) convocó una gran manifestación en Paris para el pasado 16 octubre, en ella desfilaron sectores representativos de todo el país, jubilados, estudiantes, sanitarios y enseñantes que están padeciendo las consecuencias de la política que aplica Macron. La manifestación ha sido valorada como un éxito.

El martes 19 los sindicatos convocaron una huelga intersectorial que partía de los trabajadores de las empresas energéticas a las que se unieron los transportistas, enseñantes y sanitarios para reclamar aumentos salariales igual al IPC, además de las subidas salariales, los médicos pediatras demandaban el aumento de especialista para un sector en que faltan especialistas en medicina infantil y mas recursos para la sanidad, oponiéndose a la ley de financiación a la Seguridad Social que ha bajado su partida presupuestaria en 1.800 millones y el núme- ro de camas hospitalarias a disminuido un 12,4%, al mismo tiempo la partida destinada a gastos milita- res y de guerra es de 3000 millones de euros.

Los jubilados y pensionistas se manifestaban defendiendo el actual sistema de pensiones públicas que el Sr Macron quiere reformar para aumentar la edad de jubilación y el sistema de cómputo.

Los Liceos Profesionales tienen una carencia de profesores evidente debido a los continuos recortes. Profesores y estudiantes marchan juntos en defensa de la enseñanza profesional pública.

La NUPE que obtuvo 127 escaños en las ultimas elecciones, combina su trabajo parlamentario con el apoyo a los sectores que luchan por sus reivindicaciones, presento una moción de censura contra los presupuestos de Macron, moción que sirvió para poner al descubierto el verdadero carácter del Gobierno de la V República.

La primera ministra Elisabeth Borne tubo que aplicar por dos veces el articulo 49.3, articulo que algunos lo califican de dictatorial y golpista ya que permite aprobar propuestas de ley o presupuestos sin que estas sean votadas por los parlamentarios elegidos por el pueblo. Este articulo exige a la oposición una moción de censura o sea tumbar al gobierno. Para ello toda la oposición se tendría que poner de acuerdo, algo casi imposible. Como se pierde la moción de censura la ley es aprobada automáticamente. Así ha sido con el Presupuesto

La mayoría social en Francia no permitirá que se utilicen este tipo de prácticas demasiado asiduamente.

José A. Iniesta
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