El madrileñísmo de Ayuso no es Madrid ni España

Ante el Congreso Nacional del PP, del cinco y seis de julio, IDA lleva ya semanas segando la hierba bajo los pies de Feijóo, como quedó demostrado, de manera evidente, en la reunión de Presidentes de Comunidades Autónomas celebrado en Barcelona, y en la concentración del pasado día 8 en Madrid, para exigir al Presidente del Gobierno que convoque elecciones: ¡ya!, como si tuvieran en su mano la capacidad imperativa para imponer su deseo. Se van a cansar de tanto repetir lo mismo y van a cansar a la ciudadanía, ya saturada, del mensaje simplón que el PP ofrece como proyecto para España. Reunir a cien mil personas después de una campaña de tres semanas animando a la militancia a asistir poniendo autobuses gratuitos, es un magro resultado para las expectativas creadas. Incluso dando por buena esa cifra, que dobla la facilitada por la Delegación del Gobierno que reduce la asistencia a la mitad.

Más allá del número, lo mollar es la pugna abierta entre dos maneras de entender el liderazgo y el proyecto que debe plantear el PP a la ciudadanía tras su Congreso. Feijóo quiere un conclave plano, como es él, donde las disputas no se conviertan en ruido mediático, por eso lo plantea como una revisión somera del proyecto archiconocido basado en la reducción de impuestos y del gasto en el estado del bienestar para beneficiar al sector privado en detrimento del público. El objetivo: que el encuentro se convierta en una aclamación de su figura política como único líder de la derecha con capacidad para ganar, esta vez sí, piensa él, la Moncloa. El problema de Feijóo es su falta <<punch>>, de la garra que le exigen los más radicales que le impide desarrollar un discurso y proyecto propio; por eso vive al albur de los acontecimientos y las presiones que recibe.

Reclamar para sí la centralidad política, no pasa de ser una afirmación discursiva que se contradice con los acuerdos suscritos con Vox, para sacar adelante los presupuestos en Comunidades Autónomas, que implican aceptar las propuestas más radicales y antidemocráticas de la ultraderecha. No se puede estar en misa y repicando, como quedó claro en su discurso en la concentración de la Plaza de España, cuando tuvo que salir al paso de las afirmaciones previas de Ayuso, al señalar que en su partido hay maneras distintas de hacer política, para rebajar el mensaje beligerante y extemporáneo de la lideresa madrileña, lanzada a dar la batalla ideológica contra el proyecto socialdemócrata, izquierdista comunista, que representa el Gobierno de coalición.

Batalla ideológica que azuzan los mentores de Ayuso, la ex lideresa Esperanza Aguirre, que en declaraciones al diario El País se quitó la careta al punto de defender que, a la larga, la dictadura fue mejor que la II República. Declaración que apuntala el revisionismo auspiciado por las notas periódicas que publica FAES —el think tank (tanque de pensamiento) del gurú de la derecha más rancia, JM Aznar— para blanquear la dictadura franquista y hacer olvidar que fue fruto de un golpe de estado contra el poder legítimo obtenido en unas elecciones democráticas. El sentido de este discurso mendaz y antidemocrático, es equiparar el actual momento político a una dictadura encabezada por el sátrapa de Sánchez.

Ésta es la situación en la que IDA se desenvuelve como pez en el agua como elemento disruptivo, deliberado y sin tapujos, como quedo claro en sus últimas declaraciones en las que señaló que España no es un estado plurinacional, término que no figura como tal en la Constitución que sí reconoce en su articulado la existencia de nacionalidades y regiones dentro de la nación española. Negar la existencia de una pluralidad de lenguas y tradiciones seculares que conforman lo que entendemos como España, es desconocer la historia y negar, por una mera razón ideológica anclada en el franquismo más medieval, que el Estado de las Autonomías del que nos hemos dotado democráticamente, con diferentes niveles de competencias, es la demostración palmaria de que vivimos en una sociedad legítimamente plural en identidades, tradiciones y culturas. Realidad que no encaja con la visión homogénea y encorsetada de la sociedad que anida desde siempre en el nacionalismo reaccionario español, del que Ayuso enarbola la bandera como su principal adalid.

Éste es el trasfondo del debate ideológico que se cuece entre bambalinas en el PP, que Feijóo quiere esconder y Ayuso propalar a los cuatro vientos, desde el convencimiento de que eso es lo que quieren y piensan los españoles de bien que, según los organizadores, son las personas que asistieron a la concentración en la Plaza de España de Madrid. Dos maneras de entender el proyecto político que debe llevar adelante el PP, aunque en el fondo el alma de estas dos caras es la de siempre; defender los privilegios de los ricos y poderosos por la vía de rechazar cualquier tipo de reconocimiento de derechos y mejoras en la vida del ciudadano medio.

De ahí que el debate no esté en oponerse a la subida del salario mínimo, de las pensiones, a la intervención del mercado del alquiler, a la reducción de la jornada laboral, al reparto equilibrado de los emigrantes que llegan en pateras y otras vías huyendo de la guerra y hambre en sus países, o a todo lo que suponga reducir el desequilibrio entre las clases ricas y adineradas, y las medias y populares. El debate es cuál debe ser la estrategia para llevarlo adelante y con qué modelo de liderazgo, terreno en el que Feijóo naufraga, como se lo hicieron ver los que asistieron a la concentración madrileña al corear tú sí que vales, cuando Ayuso subió a la tribuna. Ingrato momento para Feijóo. que ya la había oído decir que ella es partidaria de primarias para elegir al líder del partido.

Griterío que no debe sumergirnos en la idea de que Ayuso es la llamada a llevar al PP a la Moncloa, porque lo que ella representa es la derecha filo franquista que anida en su entorno, haciéndola creer que liberará a España del comunismo bolivariano. Trampantojo que no la deja ver ni pensar que su discurso contra la diversidad cultural que conforma España no gusta, sino que disgusta, no solo a una mayoría de los barones autonómicos de su partido —que no la secundaron en su patochada en la reunión de Presidentes—; sino a la mayoría silenciosa de españoles que viven y se sienten a gusto con un sistema democrático que reconoce y da carta de naturaleza política y cultural, a sus peculiaridades.

Mayoría que no comparte las locuras y excentricidades de Ayuso, que solo buscan el enfrentamiento en lugar de la concordia que supone aceptar la diversidad de la sociedad española. Por eso, no pasa nada nada si Ayuso llega a hacerse con las riendas de su partido como pretende, porque su españolismo rancio y radical genera, fuera de su entorno de palmeros, anti madrileñismo y el rechazo social de lo que representa: la rémora mental que provocó el golpe de Estado contra la II República, que condujo a una guerra cruel y degeneró en una dictadura asesina que ha dejado heridas aún sin cerrar.

Vicente Mateos Sainz de Medrano.
Periodista, profesor universitario y
Doctor en Teoría de la Comunicación de Masas

La estafa nacional

El comisionismo es una lacra legal en nuestro país ¿Hay algo más injusto que enriquecerse sin trabajar?Afirmo que no. Es por esto que quiero centrar este artículo en este espécimen concreto: el comisionista.

                La intermediación debiera estar tasada, como lo están los salarios de los trabajadores y las trabajadoras en los convenios colectivos. Pero ya sabemos que la “libertad”, sobre todo si es de mercado, es muy “elástica”.Intermediar es lo que, por ejemplo, hacen las grandes superficies distribuidoras dealimentos, entre los productores y los consumidores. Otra cosa es que se justifique que Mercadona haya obtenido un 40% de beneficio en 2023, Carrefour un 23%… Intermediar sí, pero que esos abultados beneficios se produzcan a costa de saquear los bolsillos de la mayoría de la sociedad y de explotar a los agricultores y ganaderos es otra cosa muy distinta.             

                El comisionista sin ninguna ética se inserta en el mundo de la intermediación y por eso no es considerado corrupto o delincuente; no lo es porque el poder legislativo así lo quiere.

                Permítaseme una digresión. Las instituciones y las personas que las integran son un referente para la sociedad, como los padres y madres lo son para sus hijos e hijas. Es decir, si el jefe del Estado fue considerado por el teniente fiscal del Tribunal Supremo como “un comisionista internacional” y no pasa nada, la sociedad que está debajo de la punta de la pirámide lo percibe el comisionismo como “normal”. Me retrotraigo en el tiempo y pienso que él, el Emérito, hizo lo que vio a lo largo de su vida, en su familia y desde que en julio de 1969 fue designado por Franco su sucesor como jefe del Estado -Artº. primero de la Ley 62/1969 de 22 de julio- tiempos en los que a su alrededor no vio otra cosa que “señores de bien”, “pro hombres de la patria”, trincando a diestro y siniestro.

                La peor versión de comisionista es el que recibe dinero por poner en contacto a una Administración decide adquirir una cosa o un servicio, con quien vender ese servicio, haciendo uso de un cargo público o a través de un cargo público; se llámese Koldo, Ayuso, Juan Carlos de Borbón o Urdangarín.El problema es cuando el saqueado es el erario público, es decir, todos y todas las que pagamos nuestros impuestos, pues ¡Oh, casualidad!, el comisionista rara vez paga impuestos.

                A finales de febrero nos enteramos del caso Koldo. Es inaceptable que el ministro de Fomento en el primer Gobierno progresista de coalición diga queél “no sabía nada ni vio nada raro”. En otros casos de corrupción, como en la Gürtel, Ana Mato, ministra de Sanidad en el Gobierno de Rajoy, no vio los vehículos de alta gama que su marido aparcaba en el garaje de la casa. Aquí me asalta una duda; ¿vio Felipe de Borbón los Ferrari de su padre? En las mismas fechas de la grama Gürtel, 2017, la justicia dictaminó que Cristina de Borbón no sabía nada de las andanzas de su marido en el casoNoos, a pesar de que quedó acreditado que se había gastado, ella, 265.000 euros de la trama.

                Desde mediados de este mes de marzo asistimos a un nuevo episodio de la serie “Los Ayuso”, -no la busquen en ninguna plataforma de series y películas, está relatada en la prensa escrita, aunque con tramas distintas según la orientación ideológica del medio-. Se trata del clan de la falangista que preside Madrid, un claro ejemplo de cómo la minoría privilegiada de la sociedad hacen sus fortunas, digno de estudio para las facultades de historia para saber cómo se formaron las grandes fortunas de este país.

                Supimos de este clan en 2019.AvalMadrid (empresa semipública, participada por la Comunidad de Madrid, la Confederación de Empresarios de MADRID, la Cámara de Comercio de MADRID, Caixabank (herencia de su fusión con Bankia)era acreedora de los padres de la presidenta que debían 311.000 €,el 78% de un préstamo, que de 400.000€, concedido por AvalMadrid en abril de 2011 a una empresa del padre de Ayuso. Casualmente, AvalMadrid fue tan permisiva con su moroso que no reclamó el dinero hasta octubre de 2019, 8 años después. Digo “casualmente”, pues coincide con que Ayuso tomó posesión de su cargo como presidenta el 19 de agosto de 2019, por vez primera.

                Para eludir el pago, el clan Ayuso se descapitalizó: una triquiñuela legal para no pagar, donaron un piso de 90 m2 en el barrio de Chamberí y otra vivienda de 212 m2más una finca de 700 m2, estás dos últimas propiedades en Sotillo de la Adrada, donación efectuada a sus propios hijos: Isabel, la IDA y Tomás el Mas Carilla. Como lo de Koldo -el amigo de Ábalos y recomendado de Santos Cerdán- que tiene propiedades a nombre de su hija pequeña.

                Después, nos enteramos que Tomás el Mas Carilla, trincó 234.000€ de comisión sobre el millón y medio que la Comunidad de Madrid pagó a PrivietSportive, S.L. Según se sabe, el botín de 1,5 Millones se repartió, tras descontar el coste dereal de las mascarillas, 500.000€: 234.000 para el comisionista y 766.000 para el empresario.

                La madre, no la de la novela de Gorki, la de Ayuso, es o era apoderada en la empresa Prhoinsa, S.A., (Proyectos Hospitalarios Internacional) receptora de más de 1 millón de euros, desde 2018, cuando IDA era viceconsejera del Gobierno, a lo largo de 25 contratos de esos que se dan a dedo, pues los pedidos se parcelan o diseccionan.

                Por supuesto, la ¿Justicia? no ha visto indicios delictivos en estos hechos y en lo que lo había prescribieron a tiempo.Juzgar según a qué espectro ideológico pertenezca el o la juzgada; sea ministra, infanta, presidenta o portero de lupanar, ¿no entra también en la definición de “lawfare”? La ¿Justicia? europea y española no vieron irregularidades en estos negocios, ni siquiera nepotismo.

                Lo último es el caso de Alberto, el novio de Ayuso (novio o lo que sea) que ha sido acusado por la Fiscalía Provincial de Madrid, tras ser informada por la Agencia Tributaria, por delitos fiscales, falsedad documental -facturas falsas, por valor de 1,7 millones de euros- para rebajar los beneficios de sus empresas con la finalidad de no pagar impuestos. Delitos fiscales que el Novio ha admitido, por mucho que la IDA mienta y diga que se trata de una simple inspección de Hacienda.

                Las empresas del el Novio, prestan servicios sanitarios. El socio de la madre y el hermano venden productos sanitarios, un directivo de Quirón involucrado en la creación de una empresa en Panamá, utilizada por el Novio para eludir impuestos. Esto son algo más que casualidades y yo no creo en las casualidades.

                Mi conclusión es que la privatización de los servicios públicos, en este caso la Sanidad Pública, engendra la corrupción, sea a pequeña escala como la venta de mascarillas o sea de gran tamaño como es la cesión y privatización de hospitales públicos.La privatización se inició en Madrid en 2003, tiempos de Esperanza Aguirre, con el “Tamayazo”, gracias a que en 2002 se traspasaron las competencias de Sanidad a las comunidades autónomas. La privatización está amparada por la Ley 15/1997, y los conciertos y convenios, eso que se llama “colaboración publico/privada” por los artículos 66, 67 y 90 de la ley General de Sanidad de 1986.

                Sin privatización, no de produciría la corrupción, o al menos el Estado, es decir todas y todos los ciudadanos, estaríamos más protegidos.

                Veremos qué dice la ¿Justicia? en los casos Koldo y Novio, y si ve algo. Pero algo está fallando en la izquierda, política y sindical, si no se sale a la calle masivamente para que los estafados y estafadas podamos expresas nuestra repulsar este espolio expolio nacional.

Rogelio Obrador
Militante socialista de Madrid

El novio, la IDA, la tormenta seca y otros polvos.

¿Sólo o en compañía de otros?

                Me gustan las rarezas, fijarme en lo periférico, en los detalles que dan soporte creíble a conclusiones más detalladas y consistentes. Veo una película y estoy pendiente de cómo se desarrolla el entorno de la escena principal, la actividad de los figurantes, no sólo esa parte central que es lo que quiere vender el director. Con ese fondo, si es consistente, me es posible dar credibilidad a la escena. La excepción son los primeros planos en los cuales está todo dicho según se percibe y el caso es que a la IDA le gusta mucho el primer plano y claro así se le aprecian las espinillas, los puntos negros de su patética gestión y otras imperfecciones imposibles de disimular en lo cercano que no soportan un análisis mínimo.

                Leo infinidad de artículos sobre los delitos, sí sin presunción alguna, delitos aceptados en concepto de autor en 2022 por el protagonista, para mí putativo, novio de la IDA. Y pongo IDA en la doble acepción, la conceptual y la personal. Claro, que sería más literal la INDA, Isabel Natividad Díaz Ayuso, y eso llevaría a caer en la tentación de elaborar un manifiesto sobre las coincidencias chuscas, pero eso para otra ocasión.

                La polvareda es fundamental en muchas escenas de cine. Impide apreciar el fondo y hasta difumina la escena principal, como hace el pulpo en su medio cuando huye para confundir a quien le acecha. Y es un hecho incuestionable que, en la gestión de IDA, especialista en huir y en desviar la atención sobre sus fechorías políticas, hay mucho polvo, mucha capa de grasienta suciedad cuyo mero tacto y hasta la mera intuición de su existencia produce rechazo. A mí hasta me da asco verla y oírla con esos aires de prima dona. 

                A modo de inciso ¿cómo justifican el PP y la IDA que la salida del FLA, fondo de liquidez autonómica, suponga pagar a diario un millón de euros de más por los intereses de la deuda autonómica, más de mil millones hasta 2026? (FUENTES: BBVA, BANCO DE ESPAÑA y otras). Con libertad, ella misma lo dijo, para competir con Londres y Amsterdam, pero ¿competir en qué? Como también dijo, con toda la falsedad del mundo, que la Comunidad de Madrid no tiene deuda pública, siendo que ahora roza los 37.000 millones de euros (FUENTE: https://shorturl.at/oFJPQ).

                Puntualizando ¿Es imaginable que el novio de la IDA pergeñara sin más, con empresas que facturan millones y sin personal, un ensamblaje, para los finos “una arquitectura”, de comisiones millonarias? ¿Qué aportaba el novio a ese sistema? Me huele que su aportación era perfectamente prescindible, que estaba allí de relleno necesario, es mi percepción. 

                Dicho de paso, ¿Cómo consienten Hacienda y la Seguridad Social sociedades así, que facturan sin personal, que en general no inspiran más que situaciones atípicas? (Las vueltas que hay que dar para no decir lo que se quiere decir). No es concebible ni aceptable como primera opción. Ahora falta que el polvo se decante y que se pase la bayeta para acceder al material que parece apuntar a algo mucho más sensible; al tiempo.

                ¿Cómo se alzó el novio de la IDA hasta el nivel exigible, mínimo, para entrar en esas operaciones? ¿Cómo alcanzó el grado de aceptación exigido para ser creíble como intermediario y de la noche a la mañana? Para concretar, el novio ¿se alzó o fue alzado, se introdujo o fue introducido como una marioneta en la escena? ¿Cómo se llega al extremo de que un alto directivo de una empresa sanitaria concesionaria de la Comunidad de Madrid, dirigida por su novia, esté en el meollo de la creación de una empresa, ya es fatalidad que se sepa, en Panamá, de esas que llaman pantalla y que, será casualidad, son de las que se invocan cuando se habla de delincuencia financiera? Recordemos, para despresurizar el estrés que produce la mera invocación de estas cuestiones, el asunto de “Los papeles de Panamá” y en plan ficticio, aunque no tanto, la película “La Lavandería”, con Antonio Banderas y Mery Streep en papeles estelares.

                El novio es técnico sanitario. No, no es un puesto de trabajo de alto nivel técnico, aunque la denominación pueda inducir a creerlo. Por supuesto, sin desmerecer en nada a los técnicos sanitarios y tampoco al novio de la IDA en ese desempeño, hay que concretar que se trata de una actividad para la que es exigible una titulación en FP y que se extiende a actividades como la de personal de ambulancia, aunque abarca otras especialidades. Nada que suponga una proximidad al verdadero poder personificado en la alta dirección empresarial, algo imprescindible en el caso.

                Contextualizada la escena ¿cómo se establecen los lazos y la concurrencia de intereses de un técnico sanitario con personal directivo de grandes empresas?  ¿Cómo se produce el acercamiento del novio, lo fuera o no en las fechas de las comisiones, a la zona caliente de contratación de grandes empresas? No es inconcebible, claro, puesto que hay gente que llega a rey sin exigirle ninguna cualidad personal, ni política ni intelectual, sólo tiene como deber vital aparearse con éxito reproductivo. El caso es que el hermano de la IDA, otro comisionista destapado en su día, les presentó en 2021.

                IDA se cree la lista de la clase. Pero son infinitas las pilladas que arrastra y que delatan, sobre todo, su necedad. Dijo sobre el piso de Chamberí: “Está hipotecado, está registrado mediante notario, está legal, está todo”. Bueno, ¿a quién se le ocurre decir “está legal”, como poniendo la tirita antes que la herida? Como en muchas ocasiones, es la IDA, torpe y engreída como ella sola que hay que reconocerle el mérito, quien abre la puerta a la sospecha, exponiéndose temerariamente a futuribles que ella no controla y por eso está donde está cada día. Por otra parte, demostró conocer detalles como “hipotecado”, “registrado”… En fin, circunstancias que por lo general quien no vive en casa propia rara vez conoce y ni se le ocurre hacer valer ¿con qué finalidad, en este caso, para alejar a molestos moscones que quisieran indagar sobre el piso, al parecer pisos según lo acabado de publicarse?

                El caso es que fue la IDA, con su partido, quien acabó de torpedear y hundir a su novio, y a ella misma, más de lo que estaba, recordando que ya en 2022 el novio se declaró responsable penal de al menos dos crímenes, delitos, fiscales. Y le hundió porque dio el visto bueno a su dócil Serrano para denunciar corrupción, según su parecer, en la que estaría involucrada una empresa relacionada con el novio. ¿Imprudencia, ira, odio incontenible?

Fernando Jabonero Orasio
@fernandoorasio

Defendamos lo público frente a la barbarie de lo privado.

Ayer fueron las pensiones, hoy las residencias, mañana volverá a ser la Sanidad.

Miles de personas han salido a las calles de Madrid, este 26 de noviembre, por segundo día consecutivo; ayer fueron miles quienes se manifestaron en contra de la violencia machista, hoy han sido miles quienes ha salido a denunciar que “no fueron muertes, que fueron asesinatos”, los 7291 fallecimientos que se produjeron en las residencias de Madrid, en los primeros meses de pandemia.

Familias de los y las fallecidas, y personas que en solidaridad se han sumado a la marcha, han recordado que el Gobierno de Isabel Díaz Ayuso (IDA), del PP, les negó la asistencia sanitaria hospitalaria, vulnerando de este modo la Constitución del 78 que tanto defienden, en sus artículos 15 y 43, pues, ¿acaso no fue se les negó “el derecho a la vida y a la integridad física”, cuando se les dejó abandonados a su suerte, sin medidas paliativas siquiera? ¿No fue “inhumano y degradante” dejar que se asfixiaran sin ningún acompañamiento ni intento de minimizar su agonía? ¿Tutelaron los “poderes públicos y organizaron la salud pública a través de medidas preventivas y de las prestaciones y servicios necesarios”?

Una parte mayoritaria de los y las jueces y fiscales parece que ha decidido dedicarse más a hacer el quite a la derecha, su opción ideológica, que a servir a la justicia. Los vericuetos jurídicos y judiciales, dejan impunes a los malhechores y sus decisiones políticas criminales, no solo negligentes: fiscales que no han escuchado a las familias ni a las trabajadoras de las residencias; juzgados que archivan las causas sin abrir juicio oral… Solo la presión social de las familias de las víctimas, su presencia en algunos medios de comunicación, el hecho de haber llevado su justa causa a las instituciones europeas… esta haciendo que casi cuatro años después se abran causas con Ayuso y su Gobierno, por los protocolos de la vergüenza, los que negaron la asistencia sanitaria hospitalaria a miles de residentes en las residencias de Madrid.

En la manifestación de hoy, no solo han reclamado “Verdad y Justicia”, han exigido una Ley marco estatal

que regule el funcionamiento de las residencias, que se ponga freno al negocio por el cual se maltrata a decenas de miles de ancianos y ancianas. Cuando un servicio público se pone en manos de la iniciativa privada, el objetivo deja de ser el bienestar de los ciudadanos y ocupan su lugar la avaricia y el lucro de los accionistas, de y los fondos buitre, a quienes la salud, el bienestar y la vida digna les trae sin cuidado.

La privatización de los servicios públicos se ha convertido en un verdadero cáncer de la sociedad actual: colegios, hospitales, residencias… donde el beneficio impone el recorte de personal y de las condiciones de trabajo, de la calidad de los alimentos y de su cantidad, entre otras cosas. Ciertos políticos ceden, vergonzosamente, ante los lobbies de las grandes corporaciones y los fondos de inversión. Los hay más desvergonzados, si cabe, como la señora Ayuso, que van en busca de esos grupos de interés económico, que viajan a Estados Unidos y otros países, para ofertar al “mejor” postor hacerse cargo de servicios públicos que ella está predispuesta a privatizar.

Los ciudadanos y ciudadanas, como hoy, como en las macro manifestaciones en defensa de la Sanidad Pública, organizadas el espacio de Vecinos y Vecinas de Barrios y Pueblos de Madrid, o como las grandes manifestaciones organizadas por el movimiento estatal de pensionistas, tiene que echarse a la calle a defender lo que es suyo. Nadie debería olvidar que los servicios públicos se financian y construyen con nuestros impuestos directos, cada mes que nos descuentan el IRPF de la nómina; y de los indirectos, cada vez que compramos algo y nos aplican el IVA; además de otros impuestos y tasas, como el IBI, ese del que la Iglesia está exenta.

Reclamar justicia, como reclamar que lo público no se privatice y/o que se desprivatice lo privatizado, es hacer mejor esta sociedad bárbara.

Roberto Tornamira
Miembros del Comité de Redacción de TS

Marea de Residencias: 26 de noviembre 2023 -Manifestación Cibeles – Sol (11:30h)

Sobre Marea de Residencias

En el verano de 2019, tras años de lucha por separado, con la constatación de las precarias circunstancias que rodeaban el modelo de residencias en todo el estado español, surge la idea de crear una Marea de Residencias con el propósito de unir fuerzas para conseguir unas condiciones de vida dignas en las residencias. Desde el momento de su constitución en Asamblea, nos regimos por unos principios básicos que nos definen como movimiento:

  • Aglutinante, no excluyente: todas las personas o agrupaciones que sumen serán bien recibidas dentro de la Marea, siempre que compartan el objetivo que nos impulsa.
  • Respetuosa: se mostrará siempre el debido respeto hacia el resto de los miembros que integren este movimiento. Promoviendo activamente la conciliación y no incentivando debates o polémicas innecesarias que no sean constructivas.
  • Apartidista: como grupo, al margen de las tendencias e ideologías personales de sus integrantes, no nos representa ningún partido.
  • Política: entendiendo como política las acciones o leyes que parten de las instituciones y que afectan directamente las condiciones de vida en las residencias. Nuestro objetivo es conseguir que se apliquen políticas apropiadas a los intereses de las personas residentes, titulares del derecho, y al personal que trabaja en las residencias y no de las empresas que las gestionan.
  • Asamblearia: las decisiones se toman en asamblea, por consenso o por mayoría.
  • Reivindicaciones principales…
    • Todos los ciudadanos en situación de dependencia o necesidad, tenemos derecho a una plaza residencial pública de financiación total.
    • El modelo residencial debe ser una elección, no una imposición del sistema por falta de alternativas.
    • Debe haber un parque suficiente de residencias públicas de gestión directa con unos estándares de calidad, basadas en la “atención centrada en la persona”. NO nos posicionamos en contra de las residencias 100% privadas, siempre que no se financien con dinero público.
    • La Administración ha de garantizar los derechos fundamentales de las personas, salvaguardando su intimidad, dignidad y teniendo en cuenta sus gustos y preferencias.
    • Lxs trabajadorxs de las residencias han de tener unas condiciones laborales dignas, una remuneración adecuada al servicio que prestan a la sociedad.
    • La dotación de personal ha de ser suficientemente amplia por categoría y turno, para que los tiempos de dedicación a cada residente garanticen la excelencia en la atención y los cuidados. (Desde Marea de Residencias NO hablaremos nunca de «ratios«, sino de «dotación de personal» presencial en cada turno).
    • Expresamos nuestro absoluto rechazo a las políticas privatizadoras que se han venido aplicando hasta ahora en materia de residencias.
    • Exigimos al Gobierno del Estado un marco legal estatal, una LEY DE RESIDENCIAS que garantice los derechos y la dignidad de las personas en las residencias.

Antes de la Pandemia

El 23 de noviembre de 2019, se convocó una gran manifestación en Madrid, a la que acudieron colectivos de familiares y trabajadoras de otras CCAA. En la Puerta del Sol leímos nuestro manifiesto que comenzaba así:

Estamos aquí para denunciar la precarización absoluta que sufre el sistema de Residencias en todo el Estado. Debido principalmente a la inacción o acción interesada de los distintos estamentos RESPONSABLES, que han cedido la gestión de un DERECHO FUNDAMENTAL, la DIGNIDAD, a los Depredadores de lo Público. Causa directa de un trato infame a los Residentes y la precariedad laboral y asistencial de un sector mayoritariamente feminizado. Desviando el sistema que debiera ser de Respeto y Cuidados, hacia un sistema focalizado en la extracción de beneficios.

Como ejemplo, algunos titulares que solían aparecer demasiado a menudo en prensa o televisión, pero que suelen abordarse como si fueran casos puntuales aunque nunca lo son.

LLEGÓ LA PANDEMIA A LAS RESIDENCIAS

Marea de Residencias se organizó para celebrar asambleas telemáticas. No paraban de llegar denuncias de familias que no obtenían información de lo que estaba pasando dentro de las residencias ni de cuál era la situación de su familiar, o de trabajadoras que pedían ayuda para recibir mascarillas y denunciaban una situación absolutamente dantesca.

A finales de marzo decidimos impulsar querellas criminales contra los gestores de las residencias y los gestores de las Administraciones (gobiernos de las CCAA). Para ello abrimos un formulario en la web donde podían hacernos llegar sus testimonios tanto familiares como trabajadores. Llegamos a recibir unos cuatrocientos formularios de familiares y cerca de 50 de trabajadores. El 90% de los formularios que nos llegaron procedían de la Comunidad de Madrid, de ahí el motivo por el que los abogados se centraron en construir la querella con los datos recabados de dicha Autonomía.

Con mucho trabajo y dedicación, se presentaron las primeras 26 querellas en mayo de 2020, dirigidas contra los gestores de cada residencia y contra los Consejeros de Justicia y Sanidad, Enrique López López, Enrique Ruiz Escudero y contra la presidenta, Isabel Díaz Ayuso. Dos días después cesaron al firmante de los Protocolos famosos, que excluían de la atención en hospitales a todas las personas que vivían en residencias y tenían un grado de dependencia.

No se medicalizaron las residencias, aunque habían anunciado que lo harían. Construyeron el hospital de campaña en IFEMA y no lo usaron para atender a los más vulnerables: los enfermos de las residencias (solo pasaron 23 personas residentes y no estaban graves). Tampoco se utilizaron las camas libres de los hospitales privados que el decreto del estado de alarma ponía al servicio de las CCAA.

Después de tres años y medio, seguimos buscando justicia y no pararemos hasta encontrarla.

¿Qué ocurrió tras las primeras olas de la Pandemia?

En tan solo dos meses, murieron más de 20.000 personas en las residencias españolas, la mortalidad más alta de Europa, solo comparable a Italia. En la Comunidad de Madrid fallecieron cerca de 9.500 personas en esos dos meses y, según cifras oficiales, 7.291 personas fallecieron de forma indigna y cruel dentro de las residencias sin ser derivadas a hospitales y sin recibir ninguna atención sin recibir atención.

A pesar del drama que arrasó en las residencias, las personas que sobrevivieron a ese horror, que perdieron a sus compañeras o compañeros, que sufrieron el peor de los confinamientos en habitaciones de 5 m2, sin televisión, sin móviles, sin entretenimientos, aislados de sus familias, continuaron siendo discriminadas. Se les privó de visitas durante muchos meses. Cuando los demás ya habíamos vuelto a nuestras rutinas, a vivir…a ellas y ellos se les siguió privando de sus derechos, de su vida. No se activó ningún sistema de atención psicológica, ningún tipo de fisioterapia para intentar recuperar la movilidad perdida en tanto tiempo de confinamiento.

La negativa a investigar, a analizar lo que ha ocurrido en las residencias, a estudiar las consecuencias que han tenido determinadas decisiones políticas tomadas en las distintas CCAA, nos lleva irremisiblemente a una repetición del desastre, si en un futuro volviéramos a padecer una crisis similar.

Nos encontramos ante una situación en la que podemos confirmar que a pesar de que la pandemia dejó al descubierto las graves deficiencias del modelo de cuidados, apenas ha servido para cambiar la realidad del sector. Todos los propósitos, iniciativas y proyectos de enmienda y mejora, apenas han calado en las principales instituciones prestadoras de estos servicios. Por tanto, se puede afirmar que la situación, lejos de mejorar, continúa en un proceso de agravamiento en el que los principales afectados son las personas, usuarias y profesionales, que conforman el actual sistema de cuidados a nivel nacional. Todo ello, no hace más que indicarnos el largo camino que tenemos por delante y la necesidad de, ahora sí, comenzar a trabajar en un nuevo modelo de cuidados integral, centrado en la persona, e integrado por todos los agentes que confluyen.

Por todo lo anterior, el día 26 de noviembre a las 11:30h, todas y todos, salimos a la calle, para exigir JUSTICIA, VERDAD y REPARACIÖN.

A partir de ahí, un nuevo modelo es posible.

CARTA ABIERTA A IDA

Sra. Ayuso:

No sé la trayectoria sindical de la nueva Ministra de Sanidad, cualidad que usted le atribuye despectiva y peyorativamente.

Le aseguro, por experiencia, que ser sindicalista es un honor y un orgullo. Algo que usted nunca podrá sentir tras haber negado la atención hospitalaria a miles de ancianos y ancianas, en 2020, con el resultado de 7.291 fallecidos, en las residencias de Madrid ¿Qué dice a este respecto la Fe que usted profesa?

Como tampoco hay honor ni ética en facilitar pelotazos económicos a los hermanos, aprovechando una pandemia y la necesidad de mascarillas en la sociedad. Lástima que usted y los suyos estén tan preocupados por la ley de amnistía, en lugar de exigir una ley que prohíba la actividad de los parásitos comisionistas a quienes defienden con tanto fervor. El comisionismo sí que rompe España; fíjese si es dañino que ha roto incluso la familia Borbón.

Nadie puede sentirse orgullosa de racanearle las ayudas y becas de comedor a niños y niñas necesitadas, mientras subvenciona el servicio doméstico a los pudientes.

No hay honor alguno en destinar dinero público para subvencionar el negocio privado de la Sanidad y la Educación, en tanto que los sistemas públicos se deterioran por falta de profesionales; por ponerle un ejemplo, es sangrante el déficit de pediatras en la Comunidad que usted preside.

Por tanto, señora presidenta de la Comunidad de Madrid, se equivoca si pretende faltar al respecto a sus enemigas políticas llamándolas sindicalistas.

Deje usted de ser tan irrespetuosa y mal educada y pida ayuda para que la enseñen a poner límites antes de hablar y/o actuar. Educación que, a la vista está, sus padres no fueron capaces de darle.

Anímese, pida ayuda, nunca es tarde. Entre tanto, deje de insultar a la inteligencia de los ciudadanos y ciudadanas de este país.

Roberto Tornamira.
Ex Secretario General
de la Federación de Servicios de la
UGT en Madrid.

Matadlos

Dirás que vaya titular tan malvado, que no se debería utilizar nunca una palabra como esa. Que eso de “Matadlos” es demasiado horrible, cruel y diabólico.

El gran problema, el gran bochorno, es que lo diga una responsable de la esfera pública. No ha sido un desliz, lo ha pensado, lo ha escrito y lo ha divulgado. “Hoy la izquierda está acabada. Matadlos”, le escribía Isabel Diaz Ayuso, presidenta diabólica de la Comunidad Autónoma de Madrid y líder del PP de Madrid, a sus diputados y diputadas.

No contentos con ese “Matadlos”, el Sr. Maroto, portavoz del PP en el Senado, afirma con rotundidad, que hay que trasladar a la sociedad que “no hay un socialista bueno”.

Este es el modelo de convivencia que quiere el PP para nuestra sociedad, pensar y divulgar “matadlos”, y pensar y decir que “no hay un socialista bueno”. La verdad es que dan susto, parecen más cercanos a los franquistas (fundadores de su partido) que a cualquier esfera democrática.

El gran problema es que son capaces de hacerlo, lo hicieron ya hace 87 años y durante demasiado tiempo, y actualmente han mostrado ser muy eficaces dejando morir a miles de ancianos en las residencias de mayores de la Comunidad madrileña.

A nivel personal, una dice que me maten, el otro que solo muy malo. Soy nieto de socialista (a mi abuelo, sí que lo mataron), hijo de socialista y socialista, y no tengo miedo a desequilibrados que digan esas barbaridades… aunque sus hechos indiquen que quieren volver por sus andadas y levantarse contra el gobierno legítimo y democrático.

Decía que soy de familia socialista y nunca me enseñaron ni a despreciar, ni a odiar a nadie, independientemente de su ideología.

Tengo amigos del PP que son muy buena gente y los quiero… aunque también es cierto que hay otros muchos que son unos verdaderos hijos/as de puta.

Rafael Fuentes
Militante socialista de Málaga

Entrevista: Rafael Arévalo

Entrevistamos a Rafael Arévalo, víctima del abandono sufrido por los mayores en las residencias de la Comunidad de Madrid, donde murieron más de 7.000 personas.

Rafael es abonado de Tribuna Socialista en Madrid.

Pregunta.- Perdiste a un familiar en la pandemia, ¿podría haberse evitado?

Rafael.- Mi madre, Juana, falleció el 26 de abril de 2020. En esta fecha ya había fallecido un tercio de los residentes, de un total aproximado de 180 residentes. La brutalidad de la decisión del Gobierno de Isabel Díaz Ayuso es tal que, a finales de abril, habían fallecido la práctica totalidad de las personas de la planta de “asistidos”. Podría haberse evitado, si el Gobierno de la Comunidad de Madrid no les hubiese negado la asistencia hospitalaria; si no les hubiese dejado abandonados a su suerte con decisiones pensadas en favor de los beneficios empresariales en lugar de en la salud de los residentes.

P.- ¿En qué tipo de residencia estaba tu madre?

R.– La residencia AMAVIR Arganzuela, está situada en la calle de Embajadores, 211, saliendo de la ciudad hacia el sur de Madrid. Es una de tantas residencias concertadas con la Comunidad de Madrid, que pertenece al grupo empresarial francés Maisons de Famille.

La relación con la dirección del centro siempre fue correcta. Desde antes de la pandemia, los familiares percibíamos el problema de la escasez de plantilla, por los errores que se producían habitualmente, por ejemplo: mi madre era diabética y le daban zumos que no podía tomar, los armarios de ropa no estaba controlados y podías encontrar ropa de otros residentes mezclada con las suyas o ropa suya que desparecía, y lo que es más grave, casos de escaras no detectadas a tipo generando graves consecuencias, incluso algún fallecimiento por este motivo… Es evidente que esto obedecía a la rotación de trabajadores; producto de la precariedad de las condiciones de trabajo y de bajos salarios.

Con la pandemia, esta situación se gravó en modo superlativo por las bajas por COVID del personal. Viéndose la dirección del centro colapsada por la situación e impedida de tomar decisiones que hubiesen evitado el contagio generalizado, dentro de la residencia. La residencia carecía de mascarillas y de personal suficiente para mantener a los residentes confinados sus habitaciones, de manera que, en plena pandemia, continuaban sacando a los ancianos a la sala común de cada área, para ser atendidos 25 residentes por cada auxiliar. Estas deficiencias no se corrigieron, en parte, hasta que los bomberos acudieron al centro a mediados de abril, dando orden de aislar a los residentes en sus habitaciones. Ahí quedan las escalofriantes escenas con las que los bomberos y los miembros de la UME se encontraron en muchas residencias, según han declarado.

A partir de la declaración del estado de alarma, se cortó la información a los familiares. La poca información que nos llegaba era a través de los familiares cuyos padres y madres iban falleciendo.

P.- La Comunidad de Madrid, a lo largo de la pandemia, no ha tomado ciertas decisiones porque, a su presidenta y a su equipo de gobierno, les parecían muy duras para la economía. ¿Qué opinas tú de esto?

R.- Pues pienso que lo verdaderamente duro es lo que sufrieron miles de familias que no pudieron despedirse de sus familiares.

Lo duro, durísimo, es enterarte por lo medios de comunicación, porque la residencia no te informaba, de que a mi madre se le había negado la asistencia sanitaria hospitalaria, con la que podría haber vivido más tiempo. Esta decisión de negar a la vida a una persona, al negarle la atención médica adecuada, es muy llamativa por venir de un Gobierno sustentado por partidos que niegan el derecho a la muerte digna y el derecho de las mujeres a decidir ser madres, con el argumento del derecho a la vida.

La angustia que se siente al saber que tu familiar está en una situación de riesgo mortal inminente y no poder hacer nada. Lo único que se podía hacer a duras penas, por las restricciones, era intentar obtener información de tu familiar.

Lo que más duro, es enterrar a tu familiar en la mas absoluta clandestinidad viendo el féretro entrar en el cementerio 1 minuto solo con 3 familiares como si fuera el más indeseable del mundo, sin la despedida digna que se merecía.

P.- Esta entrevista la estamos haciendo en la manifestación que ha llenado la Gran Vía y parte de la Plaza de España, de Madrid, en esta tarde de sábado, 17 de septiembre. A la que han acudido miles de personas para reclamar que las residencias vuelvan a ser públicas y con atención digna. ¿Qué habría que hacer, en tu opinión, para resolver la lamentable situación que se vive?


R.- Lo primero que habría que hacer es revertir las residencias públicas, que están siendo explotadas económicamente por empresas privadas, a una gestión directamente pública.

En según lugar, no permitir el déficit de plantilla en las residencias, sean esta públicas o privadas. Pues las ratios de personal por cada 100 residentes son incumplidas de manera ostentosa; agravándose cada año en los periodos vacacionales y de forma brutal en estos años pasados de pandemia.

En tercer lugar, además de una dotación de trabajadores y trabajadoras adecuada, garantizar que el personal de las residencias tiene la cualificación adecuada al puesto que

le es encomendado, pues la escasez de plantilla lleva, en muchas ocasiones, a que trabajadoras contratadas como personal de limpieza se vean obligadas a asumir tareas de auxiliares sanitarias.

En cuarto lugar, hay que vigilar la ratio de gasto de personal de las residencias vigilando el personal que incluyen en el mismo y sobre todo que este no debería ser nunca inferior al 70%, y no como esta ahora en las privadas y privadas concertadas que está en torno al 50%.

En quinto lugar, acabar con la connivencia de la Administración con las residencias que las avisa con antelación del día que las va a inspeccionar.

En definitiva, lo que la Administración no puede hacer es desentenderse de un servicio esencial para la sociedad, que se ha convertido en un negocio donde el ciudadano queda subordinado al interés económico. El coste de esta “filosofía” político-económica, de la que, el Gobierno de Ayuso es connivente, ha sido de 7.000 vidas, solo en la Comunidad de Madrid.

Quiero terminar diciendo que aun no entiendo cómo, la fiscalía de Madrid, puede haber archivado la causa judicial abierta para depurar responsabilidades por la decisión criminal de negar asistencia sanitaria a nuestros ancianos.

Roberto Tornamira, para Tribuna Socialista

Nuevo culebrón en el partido de la corrupción

En un partido corrupto sus dirigentes optan por la más corrupta, aunque la disputa era dura. Recordemos, Pablo Casado llegó a liderar el partido tras la sentencia judicial del Caso Gurtel. Ese fue el punto de inflexión para que la mayoría social dijera basta y exigiera una moción de censura que unió a la mayoría del Parlamento para hacer presidente del Gobierno a Pedro Sánchez.

Por aquel entonces, Casado ya tuvo que lidiar con una presunta compra (o regalo) de título universitario. Poco después, en 2021, la Audiencia Nacional condenó al extesorero Luis Bárcenas y al PP por pagar las obras de su sede en Génova con dinero negro. Desde el PP, orden de silencio, una estrategia que siempre ha seguido Casado justificándolo en que no hacía comentarios sobre “casos del pasado”.

Ya con Casado como líder, la dirección del PP hablaba de un “PP nuevo”, preparándose para todo lo que tenía que venirles encima: la segunda parte del caso Gürtel, el caso de la destrucción de los ordenadores del extesorero Luis Bárcenas, los llamados papeles de Bárcenas, la finnciación del PP de Madrid, la trama Púnica, el caso Lezo, las irregularidades en la construcción del campus de la justicia en Madrid, la operación Kitchen..

En la convención nacional del PP, Casado alabó la gestión de Nicolás Sarkozí. Un día después condenaron al expresidente francés por corrupción, era la segunda condena al “ejemplar gestor francés” según Casado.

En un acto en Valencia, Casado homenajeó a la exalcaldesa de la ciudad, Rita Barberá, fallecida en 2016. 16 días después un juez de Instrucción procesó a medio centenar de personas entre concejales y asesores del grupo municipal del PP en el Ayuntamiento de la capital en la época de Barberá por un delito de blanqueo.

Poco después salían a la luz los “papeles de pandora” que evidenciaban la constitución de sociedades opacas en paraísos fiscales de altos dirigentes del PP como Albiol.

Durante las últimas semanas, justo después de las elecciones en Castilla y Leon explota otro posible caso de corrupción. Un tuit del Partido Popular, de hecho, apuntó a la posibilidad de que el hermano de la presidenta madrileña se hubiera lucrado de manera sospechosa mientras fallecían cientos de personas al día, en lo peor de la pandemia. Según la entrevista de Casado en la cadena COPE podía tratarse de un delito.

A partir de esas declaraciones, la guerra de poder interna en el PP, que había quedado latente en su último congreso, se abrió…y en el partido de la corrupción, lejos de proteger al delator se mata al mensajero, ahora sí fra-Casado, y abandonado por todo su equipo.

Mientras al escribir estas líneas se suceden las dimisiones, el último el campeón del mundo de lanzamiento de aceitunas, Teodoro García Ejea, y con mucha probabiidad en las próximas horas dimitirá Casado y el PP convocará congreso extraordinario, para encumbrar bien a Ayuso o bien a Feijoo, dos personajes salpicados por sus relaciones mafiosas, con corruptos, corruptores y narcotraficantes. Estamos bien servidos.

Pero como si se tratara del “Sálvame” los focos mediáticos se han centrado en el salseo de traidores y traicionados, y no en el presunto caso de corrupción de Ayuso.

De hecho el PP “legitima la corrupción” al ponerse el foco sobre el presunto espionaje a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, en lugar del contrato por el que su hermano, Tomás Ayuso, cobró una comisión, según reconoció la propia IDA. La fiscalía anticorrupción ha abierto diligencias que esperamos acaben arrojando luz sobre lo sucedido.

Haya delito o no, hay dos cosas que son impepinables:

1) El hermano de Díaz Ayuso se ha lucrado con un negocio de venta de mascarillas a la comunidad autónoma de Madrid, mientras los trabajadores sanitarios se dejaban su vida intentando salvar la de los enfermos por COVID en los momentos más duros de la pandemia.

2)Mientras Casado traicionaba a España en Europa, bloqueaba la renovación del CGPJ, mentía e insultaba, era vitoreado por la gente de su partido; cuando denuncia la corrupción en el PP, todos se han puesto de acuerdo en echarle.

Tiempo habrá de hablar de la sucesión de Casado en las próximas semanas, pero Feijoo, que se postula para liderar el partido de la corrupción ya ha lanzado una misiva: pide a Pedro Sánchez que rompa el gobierno de coalición con Unidas Podemos, y se ofrece a pactar una gran coalición PP-PSOE. Espero que los militantes socialistas no tengamos que volver a decir NO es NO. Mientras tanto, VOX se frota las manos. Ya se sabe, a PP revuelto, ganancia de VOX.

Baltasar Santos

Militante PSC El Vendrell