Carta abierta al Sr. Escrivá, Ministro de Seguridad Social

Cumplan con la Ley 21/2021 y encarguen al Tribunal de Cuentas del Estado el obligado informe de Auditoría a las cuentas de la Seguridad Social.
Introducción
Con esta carta abierta, el grupo de “Sindicalistas por la Auditoría y en defensa de la Pensiones Públicas”, vinculado al CATP, da por terminado el diálogo con el Gobierno que abrieron con la carta al presidente del Gobierno, enviada a Moncloa el 16 de julio y publicada en las páginas 16 y 17 Tribuna Socialista nº 136.
Para seguir el hilo de la carta al señor Escrivá, podéis acceder a la respuesta que el Gabinete de presidencia remitió el 18 de noviembre al grupo de Sindicalistas, publicada en la página 15 de Tribuna Socialista nº 138. Fue en base a esta respuesta de Moncloa que el 1 de diciembre los sindicalistas remitieron una carta al ministro. Ese mismo mes, la Jefa de Servicio del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones respondió al grupo de Sindicalistas; cartas publicadas en Tribuna Socialista nº 139, en sus páginas 15 y 16 respectivamente.
El hecho de que con esta carta abierta se ponga punto y final al diálogo epistolar con el Gobierno, no significa que el grupo de Sindicalistas vaya a cejar en el empeño de continuar luchando por defender el Sistema Público de Pensiones. De hecho, en este mismo número 140 de TS, publicamos una nueva campaña que está en marcha, dirigida a los diputados y diputadas que votaron favorablemente a la Ley 21/2021, en la que se obliga al Gobierno a encargar una Auditoría, campaña desde organismos sindicales y sindicalistas.
Señor ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones:

Somos el grupo de “Sindicalistas por la Auditoría y en Defensa de las Pensiones Públicas”, vinculados al Comité para la Alianza de Trabajadores y Pueblos (CATP), que, en el mes de julio, nos dirigimos al presidente de Gobierno en una carta firmada por más de 200 militantes políticos y sindicales, para trasladarle la preocupación que teníamos, y mantenemos, por la nueva reforma de la Ley de Seguridad Social, que se prepara desde su departamento, señor Escrivá.

En dicha misiva explicábamos pormenorizadamente los motivos políticos y económicos por los que no se justifica la ampliación del número de años que se emplea para hallar la base reguladora de las pensiones. El dato principal que justifica nuestra posición nos lo da el Tribunal de Cuentas del Estado, en su informe de 2020 en el que, al analizar el periodo 1989-2013, concluye que el Estado es deudor de la Seguridad Social en, al menos, 103.000 millones de euros.

El 18 de noviembre, recibimos respuesta de Moncloa a la carta mencionada. Contestación del Gabinete de presidencia en la que se nos indicaba que se había dado traslado de la misma a su Ministerio. Fue por este motivo por el que el 1 de diciembre registramos una carta dirigida a usted, solicitándole una reunión, con usted y/o con su equipo, para poder trasladarle nuestras consideraciones. Con fecha 12 del mismo mes, su Jefa de Servicio, nos respondió amablemente derivándonos a otra instancia de su Ministerio.

Valoramos positivamente el intercambio epistolar que hemos mantenido y agradecemos las respuestas desde el Gobierno, si bien su contenido es de todo punto insatisfactorio. Y es por ello que hemos decidido responderle de forma abierta.

Celebramos la decisión del Gobierno por la que se incrementarán las pensiones contributivas en un 8,5%, decisión que fue tomada pocos días antes de la última gran Manifestación que discurrió por las calles de Madrid el 16 de octubre del pasado año, por lo que parece evidente que fue una respuesta positiva, tomada con antelación, a la movilización que COESPE y las demás organizaciones que componen el movimiento de pensionistas vienen desarrollando en defensa del Sistema Público de Pensiones.

Sin embargo, nos preguntamos de qué sirve la subida del 8,5% para 2023, si a los futuros pensionistas les reducirán un 8% por efecto de la pretendida reforma del periodo de cálculo de la pensión, y si además no se compensa la pérdida de poder adquisitivo en relación con el IPC de 2021, que cerró en el 6,5% frente al 2,5% con que se revalorizaron las pensiones el año antepasado.

Además de estas cuestiones, que no por coyunturales menos importantes, es para nosotros y nosotras de una importancia fundamental que se lleve a cabo la Auditoría a la que el Gobierno se comprometió en la Ley 21/2021, por la que en febrero de 2022 deberían haber encargado dicha Auditoría y que en julio del mismo año deberían haber presentado el resultado de la misma.

Por otra parte, una Auditoría a las cuentas de la Seguridad Social no puede hacerla una empresa privada por encargo del Gobierno, ni un órgano u organismo vinculado al Gobierno, pues a todas luces carecería de rigor, en tanto que sería un acto de “auto auditoría”. Es por esto que corresponde al Tribunal de Cuentas realizarla, por haber sido el órgano que puso sobre la mesa que la Seguridad Social no es deficitaria, sino acreedora del Estado, y por ser el supremo órgano fiscalizador de las cuentas y de la gestión económica del sector público.

Si en el periodo de 24 años estudiado por el Tribunal de Cuentas (1989-2013) son más de 103.000 millones de euros lo que el Estado ha utilizado indebidamente de los fondos de las pensiones, ¿a cuánto asciende la deuda del Estado con la Seguridad Social en el periodo 1967 a 2019, tal como marca la ley?

Parece obvio que el hecho de que el Estado sea deudor de estas magnitudes de dinero, al Sistema de Pensiones Públicas, pone fin a la idea que tanto se reitera, por partes interesadas, de que el sistema es deficitario.

Es inaceptable que el Gobierno no cumpla con una ley votada por el Poder Legislativo, y por los propios partidos que sustentan al Gobierno. Exigimos que se paralicen las negociaciones para la reforma de las Pensiones y que se lleve a cabo la Auditoría a las cuentas de la Seguridad Social, por parte del Tribunal de Cuentas del Estado.

Sindicalistas por la Auditoría y en Defensa de las Pensiones Públicas
9 de enero de 2023

Carta abierta a Juanito

Por Martín Lozano

¡Hola Juanito! Perdona que te trate con esta familiaridad, pero es que hace 50 años que nos conocemos. Bueno, hace 50 años que te conozco, aunque tú también me conoces. A ver, cómo te lo explico… Primero, felicita a quien haya diseñado tu caja recopilatoria (me la regalaron mis tres hijos por Nadal, entre tú, mi madre, nacida en Golmés a causa de la guerra y Merlí, me habéis hecho medio catalán), pues felicita al de la caja negra, porque es lo que es, la Caja Negra de mi vida, ahí dentro está registrada toda mi vida. Mis amores y desvaríos, mis amigos, mis sueños, mis ansias de libertad, mi infancia, mi juventud, mi madurez, mi vejez, mi tiempo.

Por eso decía que tú también me conoces, no serías capaz de describirme y contarme como lo haces si no me conocieras. Y no me refiero a aquella tarde en el año 89 ó 90 en que en una entrega de premios (yo trabajaba en la revista medioambiental Quercus) te acercaste al grupo de amigos que charlábamos con uno común, Joaquín Araujo, y él te presentó. Estrechamos la mano, no pude articular palabra (mejor así, en esos casos suelo hacer el ridículo, tartamudeo, me salen gallos por los nervios). ¡Había conocido a SERRAT! Habrá mucha gente que no me entienda, pero sé que muchos millones si lo hacen. No quiero, ni puedo, necesitaría muchas páginas, nombrar o comentar tus ¿30, 40?, mejores canciones, solo mencionaré algunas de tus ¿30, 40?, otras mejores canciones.

Te contaré una cosa. (Mi mujer y yo) Hemos hecho recientemente un viaje al Ampurdá. (Un inciso) Siempre que paso a menos de 100 kilómetros de Camprodón siento la imperiosa necesidad de ir a visitarte, como se hace cuando estás cerca de la casa de un viejo y querido amigo, pero logro contenerme y además me imagino frente al ayuntamiento del pueblo (a cualquier hora del día o de la noche), mirando desalentado a mí alrededor, intentando adivinar dónde vives, pues imagino que si pregunto al primer viandante que me encuentre llamará a los loqueros y no quiero seguir imaginando lo que sería la llegada a tu casa, si consiguiera sortear aquel primer obstáculo. (Vuelvo al viaje) Hemos hecho la subida y la bajada a La Vajol, sabes a la que me refiero, y la entrada en Coillure escuchando el disco dedicado a Machado. La vuelta a Madrid, desde Girona, 700 km, escuchando otros de los años 70, 80, 90… Tanto a ella como a mí nos gustas (a mí más), pero eso no es extraño, también le gustas a mis tres hijos (30, 26 y 18 años) y a millones de personas en todo el mundo. Según íbamos escuchando los discos nuestra memoria entresacaba dos o tres canciones (las más conocidas, las mejores), pero salían otras que en ese preciso momento saltaban a la cabeza (a la mía más), venían las letras a los labios de manera automática, sin pensarlo (yo más). Decíamos: ‘Hostias, esta es buenísima’. Llevaba 30, 40, casi 50 años sin escucharla. Pero era impresionante, bellísima, con una música y una letra que nos hacía sentir nostalgia, ternura, recordar el primer amor, o el último, los años dorados de la amistad y la juventud, nos hacían reír por la crueldad y la justicia con la que tratas a esa muchacha típica, a esos impresentables ciudadanos ejemplares, contra los que tenemos algo personal. Nos recuerdas a Badalona y su carné de identidad, o al que vive marcado a hierro de paleta, a la aristocracia del barrio, te vuelves a enamorar de Irene y te preguntas como has podido estar tantos años sin recordarla columpiándose en los alambres. Me venía a la cabeza mi amigo Juanito (quién no tiene un amigo que se llame Juanito), su santa madre se lo decía: ‘¡Cuídate mucho, Juanito!, de las malas compañías’ y me señalaba con el dedo, yo siempre he sido de esas malas compañías. Y así una detrás de otra. Con muchas de ellas también de manera imprevista e imparable empezaban a brotar en nuestros ojos las lágrimas (en los míos más veces).

Son tus otras mejores canciones, esas que nunca serán olvidadas. La prueba está en que los labios las recuerdan y las repiten, que siguen impresionando al corazón y llora, que las escuchamos y nos decimos: ‘nadie es capaz de escribir esto como Joan Manuel’. Entramos en Madrid con Miguel Hernández, con sus letras, con tus músicas, con tu forma de cantarlas y gritamos que ‘aún tengo la vida’. Nos compadecimos de todos los niños yunteros y sentimos más la muerte de algunos amigos que nuestra vida. No sé quién de los dos morirá antes, si tú o yo, pero te juro una cosa, compañero, intentaré estar en el entierro de los dos (eres mayor que yo), si el mío es el primero, faltaré a tu cita, espero que no me lo tengas en cuenta, pa’ mí la amistad es lo primero, pero no habré podido disimular.

Gracias Maestro. Salud Compañeros.

Epílogo: Esta carta se titula ‘Carta abierta a Juanito’, pero bien podría llamarse ‘Carta de amor a Joan’ y utilizo esta columna de ‘Tribuna’ porque si en el sobre hubiera puesto ‘Joan Manuel Serrat- Camprodon-Girona’ estoy seguro de que aún estaría dando vueltas por las tripas de Correos.

2º Epílogo: Esta carta está escrita en noviembre de 2021, casi un mes después Serrat anuncia que en diciembre de 2022 se retira de los escenarios con una gira mundial para despedirse de todos nosotros, sus enamorados escuchadores.

3º Epilogo: A fecha de editar esta columna las localidades para sus conciertos nacionales están prácticamente agotadas a los pocos días de salir a la venta, pese a haber ampliado fechas. Tengo entradas para verle en Zaragoza y en Madrid.

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