En política no vale todo

Cada vez es más escasa la dignidad entre los políticos del momento, realmente ¿creéis que vale todo con tal de ganar las elecciones?

Y en el caso de que se ganen ¿para qué?, ¿legislaremos siempre de la mano de la derecha?

¿Por qué esas personas maduras, con valores, con principios, con un índice de solidaridad imprescindible, con ideas propias, con el ansia e ímpetu necesario para luchar por una sociedad justa, que me consta porque los conozco, no lideran esos ideales haciéndose cargo del futuro?

La contestación es muy sencilla, por su propia decencia, honorabilidad, autorrespeto, ya que a día de hoy la política en nuestro país se ha convertido en un estercolero, siendo escasos los sufridores que ocupan su escaño con dignidad, y no como un medio de vida personal, rentable y cómodo, como hace la mayoría de nuestros representantes, a los que lo único que les importa es permanecer en la poltrona, hasta que eso les garantice una renta vitalicia.

Cada día que pasa, me da más pena el proceso de descomposición de la izquierda en nuestro país, es muy triste que se haga necesario para realizar una corrección de una ley, acudir a esta derecha que se frota las manos, cada vez que le ponemos en bandeja nuestra incompetencia.

Es muy difícil comprender, desde mi desconocimiento de las leyes y de su aplicación, lo que hemos sido capaces de hacer con lo del “sí es sí”. Es difícil de entender como es posible que, entre 23 ministros que forman el gabinete, nadie de los que se les supone una formación haya sido capaz de ver antes de su aprobación los fallos que dieron lugar al efecto contrario al que debería buscar esa ley, dejando en la calle a delincuentes antes de su teórica rehabilitación.

Es difícil comprender como ni esos ministros ni la legión de asesores que cada uno de ellos tiene, hayan sido capaces de detectar esos fallos al leer la proposición de ley, si es que la leyeron, lo cual ya dudo. Tampoco entiendo como el presidente, sabiendo como sabe de la escasa capacidad de la mayoría de “Jesuseros” que le rodean, tampoco parece habérsela leído.

Es evidente, que los diseñadores de esta ley han descuidado algunos términos de la misma en su afán de la protección real de las víctimas, pero seguramente les está preocupando más mantenerse en unas poltronas en las que no hubieran soñado estar si no fuera por el actual deterioro de nuestro partido.

Todo esto es inconcebible pero aun lo es más que no seamos capaces de unir a los progresistas para corregir los errores que lógicamente todos somos capaces de cometer, y tengamos que rogarle a la derecha más retrograda, ansiosa de protagonismo, que nos saquen de este fango en el que estamos metidos ante un proceso electoral que a la vista de los acontecimientos nos hundirá aún más.

Encima, nuestro portavoz, para disculpar la humillación, comenta que sólo son cuestiones semánticas las acordadas con el PP, que sólo se trata de un cambio en la “Fe de erratas” lo que me indigna más si cabe pues si sólo son eso ¿Por qué no se pacta con el progresismo?, siempre me molestó mucho que me tomen por imbécil.

Reconozco que no debe ser fácil para las ministras que redactaron la nueva ley supeditadas aunque lo nieguen a un “Macho Alfa”, llegar a acuerdos con quien las envía a negociar en un forzado feminismo, cerril e infantil, que sólo se desarrolla semánticamente, pero con sus poderes claramente recortados con lo cual una vez más nos encontramos con el hecho histórico de que la izquierda no nos ponemos de acuerdo “ni pa apañar pesetas”. Ya lo estamos viendo con la vicepresidenta del gobierno nombrada por el Macho Alfa, como sucesora pero que curiosamente resulta que piensa, y eso no estaba dentro de los cálculos del dirigente en la sombra, por eso ahora tocan los palos en las ruedas en lugar de unir fuerzas contra ese fascismo que cada vez está más cerca.

Yo, desde mi tierna juventud he sido utópico de convicción, por eso ahora ya con casi 78 años, ni sé ni quiero dejar de serlo y sigo esperando y ansiando, que las organizaciones progresistas se unan y trabajen en la consecución de un mundo mejor para todos, sin extorsiones partidistas sin la exigencia de reivindicaciones personales, ni de gremio, si eso se consigue alguna vez lo conseguiremos y quizás nuestros nietos, puedan por fin vivir en una sociedad justa, ya va siendo hora.

Paco Ascón
Militante socialista de Xares (Ourense)

Matadlos

Dirás que vaya titular tan malvado, que no se debería utilizar nunca una palabra como esa. Que eso de “Matadlos” es demasiado horrible, cruel y diabólico.

El gran problema, el gran bochorno, es que lo diga una responsable de la esfera pública. No ha sido un desliz, lo ha pensado, lo ha escrito y lo ha divulgado. “Hoy la izquierda está acabada. Matadlos”, le escribía Isabel Diaz Ayuso, presidenta diabólica de la Comunidad Autónoma de Madrid y líder del PP de Madrid, a sus diputados y diputadas.

No contentos con ese “Matadlos”, el Sr. Maroto, portavoz del PP en el Senado, afirma con rotundidad, que hay que trasladar a la sociedad que “no hay un socialista bueno”.

Este es el modelo de convivencia que quiere el PP para nuestra sociedad, pensar y divulgar “matadlos”, y pensar y decir que “no hay un socialista bueno”. La verdad es que dan susto, parecen más cercanos a los franquistas (fundadores de su partido) que a cualquier esfera democrática.

El gran problema es que son capaces de hacerlo, lo hicieron ya hace 87 años y durante demasiado tiempo, y actualmente han mostrado ser muy eficaces dejando morir a miles de ancianos en las residencias de mayores de la Comunidad madrileña.

A nivel personal, una dice que me maten, el otro que solo muy malo. Soy nieto de socialista (a mi abuelo, sí que lo mataron), hijo de socialista y socialista, y no tengo miedo a desequilibrados que digan esas barbaridades… aunque sus hechos indiquen que quieren volver por sus andadas y levantarse contra el gobierno legítimo y democrático.

Decía que soy de familia socialista y nunca me enseñaron ni a despreciar, ni a odiar a nadie, independientemente de su ideología.

Tengo amigos del PP que son muy buena gente y los quiero… aunque también es cierto que hay otros muchos que son unos verdaderos hijos/as de puta.

Rafael Fuentes
Militante socialista de Málaga

¿EL FIN DEL SAQUEO DE EXTREMADURA?

En 1978, Mario Garivia, José Manuel Naredo y José Serna coordinaron un libro publicado en Ruedo Ibérico que llevó por título, Extremadura Saqueada. En él se analizaba el impacto del Plan Badajoz (1952) en Extremadura, un simulacro de reforma agraria. Los objetivos del plan eran la colonización, industrialización y electrificación de la región. El primero de ellos consistía en convertir a los campesinos en pequeños empresarios, el segundo fue claramente insuficiente y el tercero se basó en la construcción de centrales hidroeléctricas. Transformó, mediante la construcción de pantanos y canales, la tradicional agricultura extensiva y de secano en agricultura intensiva y de regadío. En realidad, el Plan Badajoz fomentó el saqueo de los recursos naturales extremeños que, a modo de colonia, fue espacio de inversión en aras de obtener grandes cantidades de productos agropecuarios para los grandes núcleos urbanos fuera de la región, así como una gran producción energética extraída de los nuevos complejos hidroeléctricos, cuyo excedente se exportaba sin dejar ningún beneficio para los habitantes de las dos provincias más grandes de España. La carencia de inversión industrial no energética provocaría una de las migraciones más sangrantes de la historia extremeña, al igual que en otras regiones de la España rural, que se saldó con 600.000 emigrados forzosos a Madrid, Cataluña, País Vasco, Alemania y Suiza.

En los últimos años, Extremadura se ha convertido en el punto de mira del Gobierno y numerosas multinacionales. El calentamiento global, y en especial la guerra en Ucrania, han obligado a Europa y España a realizar una transición energética para no depender tanto de las energías fósiles rusas, una transición que pasa por el uso de energías renovables y el impulso de una nueva industrialización verde. Los datos lo confirman: el índice de producción industrial más alto del país a inicios de 2023 estaba en Extremadura, con 24 puntos, seguido por Madrid con 10,1. Llegaron las energías renovables. En 2020, las numerosas plantas fotovoltaicas construidas en la región producían ya casi los mismos MW que las heredadas centrales hidroeléctricas del Plan Badajoz. Las plantas fotovoltaicas de San Serván (Badajoz), Ceclavín (Cáceres) y la planta Francisco de Pizarro (Trujillo), esta última la más grande de toda Europa, cubren cientos de hectáreas donde antes había ganado extensivo. Frente al discurso oficial de que la transición energética en Extremadura es la base de la transformación económica y social que necesita la región, que dejará numerosos puestos de trabajo de calidad y frenará la emigración silenciosa que sigue afectando a toda la región, la realidad es otra.

Los cientos de empleos generados para la construcción de estas enormes plantas fotovoltaicas han sido más que precarios y no han favorecido para nada el asentamiento de posibles migrantes. Todas las plantas, pertenecientes a Iberdrola, utilizaron numerosas empresas subcontratadas que en el mejor de los casos pagaban las horas extraordinarias a 10 €. Muchas de estas empresas pagaban el salario base por debajo de los convenios colectivos para las industrias siderometalúrgicas de las provincias de Cáceres y Badajoz. La jornada era de nueve horas, no de ocho, y la extra obviamente no la pagaban o la pagaban muy por debajo de lo que establecían los convenios (algo más de 16 €). Sé de lo que hablo, a mi antiguo jefe le tuve que recordar que la jornada laboral de ocho horas se había establecido en este país hace más de cien años, en 1919, por Real Decreto, tras la huelga de la Canadiense en Barcelona. Parece mentira que la industrialización en pleno siglo XXI, ya sea verde o negra, se haga a expensas de los trabajadores y no en su beneficio, a la vez que se estafa a la Seguridad Social. A esta desvergüenza empresarial, financiada y apoyada por la Junta, habría que añadir el agravio comparativo existente entre los trabajadores extremeños y los del resto del país. Las leyes laborales extremeñas han garantizado mano de obra barata y no conflictiva. Cabe recordar aquí que los convenios laborales extremeños son de los peores de toda España, que el coste laboral por trabajador es de los más bajos, solo superado por las Canarias, con una media de 2.479,20, al igual que el coste salarial por trabajador y mes, que está en 1.866,23 (INE), lo que aporta un salario medio anual de 20.479,30. Una vez terminada la planta fotovoltaica, cientos de trabajadores regresan a las colas del SEPE, ampliando esa tasa de paro, de las más elevadas del país con un 17,62% según datos actualizados del INE, solo superada por nuestra vecina y homóloga Andalucía con un 19%. Trabajo temporal y precario, ese ha sido el impacto sociolaboral de las nuevas energías renovables en Extremadura. ¿Algún beneficio en el consumo de energía? Extremadura, como buena colonia, es la región que más energía genera del país, un 487,7% de la electricidad que consume según datos del 2021. Ni empleo estable ni rebaja en el precio de la luz. Como diría Manuel Cañada (2020, Otra Extremadura. Materiales para una historia alternativa de Extremadura), el extremeño paga dos veces a las empresas que explotan su territorio, una con el dinero público facilitado por la Junta y otra con los recibos de la luz.

Extremadura se vacía. En 2021 era la cuarta comunidad autónoma con más defunciones por cada mil habitantes (11,68, INE), por detrás de Asturias, Castilla y León y Galicia. De 1.054.776 habitantes en 2022 según la población inscrita en el padrón, la población proyectada para 2037 por el INE es de 1.002.305. El envejecimiento propio de la España Vaciada deriva de la falta de expectativas laborales estables y de calidad para los jóvenes, que siguen emigrando a los grandes núcleos urbanos del país, especialmente Madrid. En Mérida, el pasado 12 de marzo, Guillermo Fernández Vara, actual presidente de la Junta de Extremadura por el PSOE, dijo que la llegada de las nuevas industrias verdes supondrá “una venganza histórica de la Extremadura saqueada de los años sesenta». Eso está por ver. En efecto, paralelamente a la construcción de grandes industrias energéticas, se están consolidando fastuosos proyectos industriales como el mayor matadero de cerdo ibérico de Europa en Olivenza, la fábrica de condensadores de litio en Badajoz, la gigafactoría de baterías de litio en Navalmoral de la Mata o la fábrica de diamantes sintéticos en Trujillo construida por la multinacional estadounidense Diamond Foundry. La inauguración de esta última a principios de marzo de este año tuvo un acto simbólico un tanto surrealista que nos recuerda a la película de Bienvenido, Mister Marsahall, tras enterrarse un cofre con prensa del día, un crucifijo bendecido por el cura de Trujillo y una esclava de oro introducida por una mujer del pueblo que daba por concluida la inauguración. Estas nuevas industrias, especialmente las de condensadores y baterías de litio, necesitan de dicho mineral, que no por casualidad está en Extremadura. Conseguidas ya las licencias de la mina de litio en Cañaveral, la mina prevista para extraer litio en Cáceres se consiguió parar gracias a la presión de la plataforma ciudadana, Salvemos la Montaña. El impacto medioambiental y de salud pública que puede generar este tipo de minas sería brutal en una de las regiones de España con más figuras de protección del medio ambiente. Según los datos del INE, en 2020 Extremadura era la segunda de las regiones que menos gasto total usaba en protección ambiental, a la vez que era la primera que menos invertía en protección ambiental.

La situación actual es clave en la transformación de la sociedad extremeña. La denominada industrialización verde es no solo una necesidad para España, sino una oportunidad para Extremadura, eso es indudable. ¿Pero a qué coste? ¿A costa del medio ambiente, de minar ese paraíso natural de Europa llevado al cine por Carlos Pérez Romero? ¿A costa de los trabajadores, de su precariedad y la salud ciudadana? ¿Nos encontramos realmente a las puertas del fin del saqueo de Extremadura? La movilidad de las asociaciones y plataformas ciudadanas extremeñas, la voluntad política regional, la organización de los trabajadores para mejorar sus condiciones laborales y el apoyo de los sindicatos mayoritarios a esta causa condicionarán el futuro de Extremadura en los próximos diez años. Y termino aquí, sin hablar del tren, que daría para otro artículo.

Rodrigo Muñoz Mártinez
Miembro de Tribuna Socialista en Coria (Cáceres)

¿Que nos pasa?

A las gentes que tenemos ciertas ideologías progresistas, nos debe de estar atacando un virus, que nos impide alcanzar acuerdos con el fin de acumular esfuerzos que nos conduzcan a nuestro meta, que no es otra que conseguir una sociedad justa, hace siglos que lo venimos intentando, pero no acabo de entender porque es tan difícil de conseguir.

Realmente, ¿nos importa a todos el bienestar y la igualdad de oportunidades sociales, de educación, de trabajo, de cultura, etc.?, o lo que realmente queremos, es conseguir que nuestro proyecto individual sea el que gane, independientemente de si es el mejor o no, al margen de si el de los otros que piensan como yo, que se parece mucho al nuestro pero claro, no es el nuestro y si gana el mío, el grado de (ego)admiración que tengan por mi será superior al del colega, aunque en nuestro fuero interno sepamos que el suyo es mejor.

Yo, empiezo a estar harto de machos Alfa, que piensan que son los más solidarios y de féminas que se creen en posesión de la verdad absoluta, es que nunca vamos a ser capaces de sentarnos y contrastar ideas y adoptar la mas eficaz para nuestro fin, que es o debería de ser el mismo.

También estoy harto, de lideres que ostentan incluso en el nombre de su partido la palabra IZQUIERDA, verles negar su voto a leyes progresistas, votando con la derecha más retrograda, por el simple hecho de que no se cede a sus pretensiones nacionalistas trasnochadas.

Estoy harto así mismo, de esos lideres que esconden su machismo desmesurado, detrás del nombramiento democrático de su sucesora y cuando esta demuestra su carácter democrático y su valía considerablemente superior, le pone palos en las ruedas y bombas en su línea de flotación.

Estoy harto también, de esas ministras que creen que solo ellas son feministas, pero no tienen el grado de humildad necesario para reconocer cuando se equivocan, como nos equivocamos todos, ejerciendo la gran virtud de rectificar a tiempo, pero su orgullo mal entendido no se lo permite, consiguiendo siempre el efecto contrario al feminismo.

Para colmo, gentes que en su día fueron iconos del progresismo, parecen haber perdido toda capacidad cognitiva de sus en su día brillantes cerebros, para en un último afán de protagonismo inútil, intentar de la mano del fascismo disfrazado, destruir los pocos logros sociales que se han venido consiguiendo, promoviendo un intento grotesco y absurdo de acoso y derribo de este gobierno, pero desde el lado de la extrema derecha mas retrograda de todos los tiempos, consiguiendo solamente la destrucción de la poca dignidad que le quedaba, al protagonista de este circo, que quizás carecía de la capacidad de decidir con lucidez, pero que al parecer nadie de su entorno, tuvo la suficiente como para aconsejarle impedir ese ridículo .

Sera verdad, que existe ese virus que nos ataca solamente a los que tenemos ideologías progresistas, o es que este país necesita que recordemos lo que pasa, con un proceso de gobiernos de derechas apoyados o mejor dicho dirigidos por la extrema derecha, será que los españolitos necesitamos atravesar por un cáncer para poder prevenir un resfriado.

Señoras y señores de nuestro querido PSOE, de Podemos, de PNV, Más País, Compromís, Nueva Canarias, Teruel Existe y BNG y las abstenciones de ERC y EH Bildu., de verdad piensan que me puedo creer, que nuestras ideologías ¿están tan alejadas, que impiden el acuerdo en los temas básicos que mejoren la vida a los mas necesitados?. Dejen sus egos y sus exigencias particulares colgadas en la puerta de la sala de reuniones y trabajen por la sociedad en común, no solo por su parcela, eso no es progresista eso es profundamente clasista y elitista.

Paco Ascón
23 de marzo de 2023

La LOSU, nueva ley, misma farsa

El pasado 9 de marzo se aprobó definitivamente en el Congreso la nueva Ley Orgánica del Sistema Universitario (LOSU), la cual viene a sustituir a la LOU del gobierno de Aznar del 2001. El recorrido de esta ley ha pasado por varias etapas, donde el primer redactado presentado por el exministro Castells le llevó a una fuerte oposición de toda la comunidad universitaria y a una dimisión posterior. Subirats coge el relevo declarando que hará pequeñas modificaciones pero que en esencia el texto de Castells se mantendrá. Fue entonces cuando el Consejo de ministros el 21 de junio, periodo donde profesores y estudiantes tienen la carga de trabajo más alta de todo el curso (los exámenes finales), aprueban el anteproyecto de ley ‘’modificado’’ por Subirats. Casualmente, es una práctica muy habitual a la hora de decidir las cuestiones en educación, lo cual busca la máxima debilidad en la respuesta de la comunidad universitaria. El 22 de diciembre de 2022 se aprueba en el Congreso la LOSU, justo el día que estudiantes cogen las vacaciones de Navidad. Finalmente, tras pasar por el Senado, se aprueba la LOSU el 9 de marzo, como apuntaba en el inicio.

Más allá de las prácticas antidemocráticas y por debajo de la mesa del Gobierno para aprobar la ley, la LOSU implica el futuro de las universidades públicas españolas, de sus trabajadores y de los estudiantes mayoría de clase trabajadora. Podemos desglosar su contenido desde las declaraciones del ministro Subirats sobre las principales modificaciones que implicará la nueva ley: “La nueva Ley Orgánica del Sistema Universitario (LOSU) incorpora un compromiso de gasto del 1% del PIB. Este compromiso implicará una mejora de la infrafinanciación evidente de las universidades durante los años del Gobierno del PP”. La cuestión de la financiación es una de las más polémicas sin duda, después de que en los últimos 14 años se haya perdido un 20% de la inversión para las universidades, la nueva ley no pone a disposición los recortes de los últimos años. Es más, la formula del 1% del PIB en los próximos diez años es más que engañosa, la universidad necesita de una inversión directa por ob- jetivos que subsanen realmente todo el deterioro que han permitido los diferentes gobiernos. Podríamos afirmar que, en el mandato de la Unión Europea al Gobierno de reformar el sistema universitario en nombre de la internacionalización y la adaptación a los cambios, se esconde un continuismo en la austeridad de la LOU.

De la infrafinanciación surgen la mayoría de problemáticas cuando hablamos de años de recortes y deterioro de la universidad pública. La cuestión de las tasas, históricamente peleada por el movimiento estudiantil, la LOSU la menciona, pero queda también en papel mojado. Plantea que las tasas universitarias tengan un tope máximo, relegando así la tarea a las Comunidades Autónomas para que mantengan o bajen las tasas. La pregunta es: ¿acaso mantener las tasas desorbitadas actuales es un logro? ¿Cómo se pretende que las Comunidades Autónomas suplan una supuesta reducción de tasas si no hay más presupuesto? Con la misma inconsistencia se puede ver al largo de todo el redactado como las soluciones se quedan en los artículos, porque los medios para llevarlas a cabo no existen.

No menos importante para la carrera académica de los estudiantes son la cuestión de las prácticas, el acceso, la democracia interna y la docencia. Las prácticas dentro de la universidad pública es la oportunidad perfecta para que los empresarios tengan mano de obra barata, o en la mayoría de casos gratuita, la cual pueden ir renovando año a año.

El acceso a la universidad se calcula directamente por la oferta y la demanda, si hay X demanda de un grado y la oferta es Y, la nota de acceso será Z. Por lo que en la mayoría de ocasiones vemos como las carreras más necesarias socialmente (medicina, enfermería, etc..) quedan reducidas a un minúsculo porcentaje de jóvenes respecto a lo que los servicios públicos o sociedad necesitan.

La democracia interna en la universidad, es decir, como se toman las decisiones dentro de la ‘’autonomía’’ de la que goza la universidad como servicio público es un aspecto fundamental. La nueva ley viene a reforzar uno de los órganos más decisivos dentro de la universidad pública, como es el Consejo Social. Dicho Consejo es creado para dar representación a la sociedad dentro de la universidad, el cual puede gestionar los presupuestos de una universidad pública. Dentro del Consejo Social, tanto trabajadores como estudiantes están en minoría, donde los demás miembros ‘’representantes’’ de la sociedad gozan de gran mayoría. Escojamos la Universidad de Barcelona como ejemplo. Dichos ‘’representantes’’ de la sociedad gozan de gran mayoría. Escojamos la Universidad de Barcelona como ejemplo. Dichos ‘’representantes’’ de la población de Barcelona son Joan Corominas Guerin e Isolda Ventura Arasanz (entre otros), exdirector del Grup Sabadell y propietaria de un fondo especulador de inmuebles, respectivamente. Este es la naturaleza de quien en la universidad pública toma las decisiones.

El profesorado es el principal activo de la calidad en la enseñanza. Ahora bien, esto no depende de la suma de las capacidades por individuo, sino que tenemos que ver en qué condiciones los docentes trabajan. Existe actualmente un 40% de profesores asociados en las universidades públicas de todo el Estado. Los asociados vienen a cumplir el papel de profesionales externos a la universidad que colaboran aportando sus conocimientos. La realidad es totalmente diferente, desde la crisis del 2008 la mayoría de puestos de docencia se han ido cubriendo con plazas de asociados, lo cual ha supuesto que un colectivo mayoritario en la universidad esté en una precariedad absoluta. Ahora, la LOSU quiere reducir al 8% la temporalidad, haciendo indefinidos a más de 25.000 asociados. El máximo de horas que pueden realizar en un curso es de 120 horas, esto es, cronificar la precariedad convirtiendo en pluriempleados a los docentes universitarios.

En definitiva, la LOSU aprobada recientemente no es más que la consolidación de una universidad precaria y deficitaria en su principal misión: dotar de conocimiento e investigación a la sociedad. Es más que necesario que desde sindicatos a organizaciones de izquierda pongamos encima de la mesa la necesidad de un nuevo redactado.

Víctor Iniesta

Así se defienden las Pensiones Públicas

Los ataques a los sistemas de pensiones públicos no son nuevos, llevamos más de cuatro décadas escuchando un falso mantra, falso pues nunca se cumplen las previsiones de los economistas que prevén una y otra vez que las pensiones públicas son inviables. Tampoco es casualidad que estos mensajes agoreros siempre son lanzados por los gabinetes de estudios de entidades financieras y por supuestos expertos, a salario de aseguradoras y bancos.

El problema se agrava cuando se quiebra la democracia por la acción de lobbies o corporaciones del cabildeo. De la misma manera que el Estado de Qatar ha estado pagando a eurodiputados/as para que se proyecte una buena imagen de ese Estado-Propiedad privada de un clan, las grandes corporaciones y oligopolios hacen sus “aportaciones” para que las instituciones nacionales e internacionales trabajen en pro de sus intereses. Esto es algo que está a la orden del día en los Estados Unidos, y en Europa, aunque allí lo sabe todo el mundo y aquí nos lo presenten como actividad anómala, que lo es, pero que sólo se denuncia e investiga según convenga.

La obstinación del presidente de la V República francesa, el señor Macron, a llevar adelante su reforma de la Pensiones Públicas, hace pensar que tiene algún “interés adquirido”. De lo contrario no se explica por qué empuja a su pueblo al conflicto y fuerza a su Gobierno a enfrentarse a la mayoría de los grupos del Parlamento, aunque haya salvado el cuello por los pelos, exactamente 9 votos.

La clase trabajadora, con sus sindicatos al frente y apoyada por La Francia Insumisa, el partido que lidera Jean-Luz Mèlenchon, se ha echado a la calle. Y no sólo la clase trabajadora, también los estudiantes y la ciudadanía en ge- neral, por lo que estamos ante una irrupción de las masas.

La situación se le está yendo de las manos a Macron. Tanto es así, que ha tenido que pedir la suspensión de la visita de Estado que tenía prevista para estos días por parte de Carlos III de Gran Bretaña. Y, como “Roma no paga a traidores”, desde el Consejo de Europa le han llamado la atención sobre el “uso excesivo de la fuerza” por parte de la policía francesa.

La prensa habla de la violencia desatada en las calles. Es cierto, es muy violento ver como arde un contenedor, la puerta del Ayuntamiento de Burdeos o la ruptura de un escaparate. Pero igual que hay enfermedades que no duelen, pero matan, como la diabetes, hay violencias que no se ven. Endurecer el acceso a la pensión es muy doloroso para quienes llevan toda su vida trabajando, y aportando, y, de repente, se les impone por Decreto que tienen que trabajar dos años más para acceder a su merecida jubilación. Es muy violento ver como te mengua el salario, o la pensión, porque los productos básicos crecen de un día para otro sin que ninguna institución tome medidas por decreto para controlar los precios. Son muy violentos los desahucios que dejan a miles de familias cada día en la calle… hay mucha violencia en esta sociedad, lo que pasa es que algunas formas de violencia están protegidas por la ley.

En mi opinión, lo que los franceses y franceses están haciendo es y debe ser un ejemplo a seguir para la clase trabajadora de todo el mundo de cómo se defienden los derechos.

Rogelio Obrador
Carpintero Militante socialista de Madrid

El sistema económico está podrido y la banca es su reflejo

Le echan la culpa a la globalización, pero la globalización es causa del mismo mal: un sistema económico insostenible y decadente. Según los economistas que trabajan para las instituciones económicas internacionales, la crisis de 2008 fue culpa de la globalización y la caída del Silicon Valley Bank y del Signature Bank, también. Pues

¡no!, la globalización fue el eufemismo que aplicaron a la mundialización de la economía, es decir; a una expansión de los mercados que no han dejado un solo rincón del planeta sin inundar de productos, y de ahí parten los problemas. Unos mercados que ya no tiene espacio para crecer, pero quieren crecer en beneficio, a toda costa.

Lenin mencionaba a Marx en “Imperialismo, fase superior del capitalismo” (1916): “Los bancos crean en escala social la forma, y nada más que la forma, de la contabilidad general y de la distribución general de los medios de producción”. Conviene leerlo para ver como el imperialismo económico, la concentración bancaria y de otros sectores de la producción, se viene produciendo desde hace más de un siglo y como la concentración tiende al monopolio privado.

El estallido del Silicon Valley Bank (SVB) y la intervención del Signature Bank (SB) está directamente relacionada con las medidas que el capital financiero está tomando para su sostenimiento; es el efecto secundario de una medicación, eso que la cultura popular dice, “es peor el remedio que la enfermedad”.

El perfil de clientes del SVB es el de empresas tecnológicas emergentes, empresas que están siendo víctimas de las subidas de los tipos de interés. Son víctimas, como miles de familias que cada año pierden su vivienda a consecuencia del encarecimiento de las hipotecas y como los asalariados y los pensionistas, con la subida brutal de los precios de los alimentos, ven como sus ingresos no les llegan a final de mes, por más recortes y privaciones que se impongan. Las empresas clientes del SVB, ante el encarecimiento de los tipos de interés con que se venían financiando, optaron por retirar sus depósitos del Banco (SVB) para hacer frente a sus pagos e inversiones en lugar de ampliar sus líneas de crédito. El motivo fue distinto en el caso del Banco Popular, pero el efecto ha sido el mismo.

La retirada de depósitos llevó a la entidad bancaria a vender anticipadamente, con pérdidas, los bonos del Estado estadounidense. El día 9 de marzo, los inversores, los que siempre están bien informados no así los minoristas, comenzaron a vender sus acciones y el SVB cayó en bolsa un 60%. El pánico se desató el viernes 10, cayendo las cotizaciones otro 68%.

Es inevitable recordar la receta que el FMI dio, el pasado año 2022, en la reunión anual de Jackson Hole (Wyoming) con los banqueros centrales para combatir la ola inflacionaria, “caiga quien caiga”, dijo Gita Gopinath, la número dos del Fondo Monetario Internacional, y pidió a quienes aplican las políticas monetarias, es decir, a los bancos centrales: “medidas más agresivas, incluso si eso significa un fuerte enfriamiento de la economía y un aumento del desempleo, si la inflación resulta inesperadamente persistente”. Al parecer no calcularon que con esa agresividad económica podían llevarse por delante a entidades bancarias.

El sistema económico tiene el problema ya descrito, que los mercados están saturados. Las grandes corporaciones llevan años comiéndose entre ellos, concentrándose cada vez en menos manos, para ganar cuota de mercado. En su búsqueda permanente del crecimiento del beneficio, como en otras ocasiones en la historia, nos llevaron al estallido de la burbuja inmobiliaria y la crisis financiera de 2008, las farmacéuticas han hecho su agosto con la COVID-19, unos y otros oligopolios comenzaron a especular con los precios, aun antes de que Putin invadiese Ucrania. Las medidas de los organismos económicos internacionales se han llevado por delante dos importantes entidades financieras estadounidenses, el Silicon Valley Bank y el Signature Bank, diez días después el mayor banco privado de Suiza, el Credit Suisse, pocas horas después el First Republic Bank de Estados Unidos y este pasado viernes 24 de marzo se tambalea el gran Deustche Bank, uno de los buques insignia de la banca alemana; ¿estamos de nuevo ante un efecto dominó?

El mercado busca atajos para realizar el beneficio. Lo hicieron a principios del presente siglo con la “hipotecas basura”, se destaparon negocios fraudulentos que durante años se habían presentado como ejemplos de eficiencia, como el caso Madoff. Estos casos vividos en el mercado financiero, el saqueo que las compañías eléctricas y de los combustibles han desatado en forma de inflación desbocada, la ignominia que está suponiendo el alza de los precios de los productos básicos, la destrucción de la Sanidad Pública, etc., demuestran que los sectores estratégicos no deberían estar en manos privadas.

Es inevitable concluir que la guerra es parte del mismo “juego”, la pelea por los mercados de la energía, por el control de las rutas de distribución, y de paso el negocio de las armas se suma a la fiesta de los ingresos y el beneficio.

Las recetas del capital son nocivas para la salud de la humanidad.

Roberto Tornamira Sánchez
Ex-Secretario Estatal de FeSMC-UGT en el Sector Financiero, Seguros y Oficinas

Crisis del Estado, cambio de Régimen y Fuerzas Armadas (IV)

Por Manuel Ruiz Robles

La historia no la escribe ningún caudillo carismático, sino las capas populares cuando movilizadas por sus intereses de clase saltan a la arena pública y se ponen en movimiento.

El Gobierno de coalición progresista y el bloque histórico

El electorado tiende a una polarización en dos sectores claramente diferenciados: por un lado, las fuerzas progresistas constituidas por una constelación de partidos y de fuerzas sociales cuyas bases son mayoritariamente republicanas; por el otro, las fuerzas reaccionarias, fragmentadas en dos partidos, uno de ellos de ultraderecha, furibundamente franquista.

La mayor parte de las fuerzas de izquierda sostienen condicionalmente al actual Gobierno de coalición, pues no se vislumbra alternativa alguna de progreso al llamado bloque de investidura, en una próxima confrontación electoral, frente a la rancia derecha española.

Por el contrario, de movilizarse las bases de izquierda que sostienen al Gobierno de coalición progresista, se produciría un avance sustancial del movimiento republicano, contrario al régimen de la Monarquía, con el correspondiente fortalecimiento de un bloque histórico capaz de afianzar y profundizar las conquistas democráticas arrancadas a la oligarquía, en beneficio de las clases populares.

Sin embargo, nunca habrá capacidad de cambio social allá donde la mayoría esté condicionada emocionalmente por una minoría dominante. Algo que los medios, transformados en poderosos resortes de alienación de masas, consiguen de forma implacable en sociedades sometidas a la influencia invasiva de las cadenas de televisión. La mayoría, si no todas, controladas por la oligarquía financiera nacional e internacional.

No pocos profesionales de la información, cuando no son descaradamente fascistas, están sometidos a la irresistible presión jerárquica, instrumento opresor de los que realmente mandan en los medios. Lo que conduce a un estancamiento del activismo, creando un caldo de cultivo para la emergencia de toda clase de gurús que acaban asfixiando el impulso democrático popular, conduciéndolo de nuevo al redil o, simplemente, a la pasividad y la abstención en los procesos electorales, cuando no a engrosar las filas de la ultraderecha.

La historia no la escribe ningún caudillo carismático, sino las capas populares cuando movilizadas por sus intereses de clase saltan a la arena pública y se ponen en movimiento.

Epílogo

La principal consecuencia de la caída de la Monarquía será un cambio en la correlación de fuerzas entre trabajo y capital. Así fue en la historia reciente de nuestro país. La monarquía fue sustituida en dos ocasiones por una República, sin que ninguna de ellas supusiese una amenaza real para un cambio en el modo de producción capitalista; sí, por el contrario, el inicio de una etapa en la que hubiese sido posible construir una sociedad más democrática, justa y solidaria.

Ambas Repúblicas fueron derribadas por un acto de fuerza militar al servicio de la reacción.

El asesinato sistemático de militares leales a la República, durante la Guerra de España, que se prolongó tras la feroz represión que siguió al final de la contienda, transformó al Ejército español en el ejército de Franco, cuya ideología pervive en la actualidad bajo el mando supremo del Rey, jefe de la dinastía impuesta por el Dictador mediante sus Leyes de Sucesión.

Un estudio sociológico de la actitud que pueda adoptar el Ejército ante un cambio de régimen, requiere tomar como punto de referencia el origen de las actuales Fuerzas Armadas, partiendo de su “instante fundacional”; es decir, el golpe militar de 1936 transformado en guerra de exterminio (1936-1939), con el apoyo militar inmediato de las potencias nazi fascistas.

El estudio de la evolución ideológica de las Fuerzas Armadas, posterior al golpe militar y la guerra civil -primero durante las cuatro ominosas décadas que duró la dictadura franquista, después durante las otras cuatro décadas que las trajo hasta nuestros días- requerirá el esfuerzo de investigación de un colectivo interdisciplinar independiente, constituido por especialistas en el campo de la sociología militar.

Del resultado de dicho esfuerzo podrá inferirse cuál pueda ser la actitud mayoritaria de las Fuerzas Armadas españolas ante el necesario cambio de régimen.

Bibliografía:

  • El gran error de la República. Editorial Crítica, 2021, de Ángel Viñas.
  • Casos verídicos del capitán Domínguez. Europa Ediciones, 2020, de Fidel Gómez Rosa
  • El Ejército de Vox. Ediciones Akal, 2020, de Luis Gonzalo Segura.
  • El libro negro del Ejército español. Ediciones Akal, 2017, de Luis Gonzalo Segura.
  • Los militares olvidados por la democracia. Vive Libro, 2013, de Fidel Gómez Rosa.
  • Cuando las derrotas otorgan la victoria. Destino, 2011, de Xosé Fortes.
  • Capitanes rebeldes. La Esfera de los Libros, 2002, de Fernando Reinlein.
  • Militares contra Franco. Mira Editores, 2002, de Javier Fernández López.
  • Las Fuerzas Armadas y la UMD. Argos Vergara, 1983, de José Fortes y Luis Otero.
  • El militar de carrera en España. Ediciones Ariel, 1970, de Julio Busquets.
Manuel Ruiz Robles
(antiguo miembro de la Unión Militar Democrática)

Conservadores o progresistas

En mi opinión, los momentos sociales por los que el mundo esta atravesando, no son los más fáciles de gestionar desde hace muchos años, especialmente en lo que se refiera a nuestro país, mas aun, por nuestro carácter cainita, que por la sucesión de crisis mas o menos graves, por las que atravesamos en los últimos años, los españoles, somos capaces al mismo tiempo, de ser los mas solidarios ante las catástrofes, como de piratear todo lo que podemos a nuestros conciudadanos, con todas las ruindades que se nos ocurran, aprovechando cualquier ocasión que se nos presente.

Véase, la brutal subida de precios que ocasiona la guerra contra Ucrania, por todas las razones que ocasionan la escasez de productos energéticos, que nos someten a una cruel dependencia, pero que los “Mercaderes del templo” capitalistas sin escrupulos, aprovechando el rio revuelto de esa circunstancia, han subido los precios, de los artículos que se relacionaban con esa subida, pero también los que no tenían razón de ser aumentados, al menos tan escandalosamente.

Parece, como que no pudiéramos evitar el más mínimo resquicio, para corrompernos con cualquier cosa, jamás nos conformamos, con una situación económica personal, por acomodada que esta sea, siempre queremos más, aunque sea quitándoselo al vecino de al lado, con tretas y estratagemas de dudosa ética.

Milito en un partido, que siempre nos hemos destacado por la defensa de los mas desfavorecidos y por el respeto mutuo para tratar de conseguir los fines, respeto, ética y moral, que hasta hace unos años, se manifestaba en las cámaras de representación, en las que se mantenía por parte de casi todos, pero que a día de hoy, no se si totalmente pero se ha perdido en gran medida.

Yo, desde la llamada “Ejemplar Transición Democrática” no he visto una legislatura, con el nivel tan bajo en sus señorías como en esta, me refiero al nivel ético moral y de respeto, que se aprecia en la mayoría de ellos, que en mi opinión es debido a la falta de vocación política, ya que creo, que son cada vez mas los que ven en la política, una forma fácil y muy rentable de asegurarse su futuro sin trabajar, pues aunque trabajo si quisieran sus señorías tienen y mucho, solo dedican su tiempo y esfuerzos, en despellejarse mutuamente sin sentido, abandonando las cosas realmente importantes para la sociedad, a quien dicen representar.

Todo esto, sin contar con el complicado reparto de colores políticos de los hemiciclos, pues como suele ocurrir en nuestro país, nos resulta casi imposible a las gentes progresistas, poner nuestros esfuerzos en común, para tratar de conseguir una sociedad Justa, pues nuestros absurdos y particulares egos nos lo impiden, como decía mi abuelo:, “no nos juntamos ni pa apañar pesetas”

Es evidente, que sería más fácil un gobierno monocolor en nuestro país, pues no resulta sencillo programar un proyecto político, teniendo que contentar a los que te apoyan no por intereses generales, sino por aprovecharse indigna e inmoralmente de la necesidad, para conseguir aquellas prebendas exclusivas, aun sabiendo que serán restadas de otras necesidades mas urgentes, pero es lo que hay, es el camino que nuestra sociedad nos ha marcado.

El progresismo, con cada generación se está convirtiendo cada vez más, en una suerte de conservadurismo ilógico, pues ¿qué es lo que queremos conservar?, ¿para qué?, quizás intentemos, que en nuestros sarcófagos introduzcan lo que conservamos, yo creo que seria mucho mejor dedicar nuestros esfuerzos en común, para conseguir una sociedad justa, en la que todos, tengan las mismas oportunidades de ser, lo que quieren ser y que eso, sirva para cubrir las necesidades suficientes que mantengan nuestra felicidad, es tan sumamente corto, el tiempo que estamos en el universo, en la forma de seres humanos pensantes, que es absolutamente absurdo acumular cosas, riquezas y poder, cuando solo necesitamos esas pocas cosas que todos sabemos y que generalmente nos igualarían, si realmente quisiéramos ser iguales, en una Sociedad Justa.

Quizás esto os parezca utópico, pero es que yo no tengo ningún interés en ser el mas rico del cementerio.

Paco Ascón
Xares 20 de Febrero de 2023

¡UNIDAD Y MOVILIZACIÓN!

Todas y todos los trabajadores de Stef-Madrid debemos estar para recuperar el Poder Adquisitivo perdido

Una vez finalizada la vigencia del último convenio colectivo sectorial, ahora toca que, los sindicatos, nos sentemos frente a la patronal a negociar el “V Convenio Colectivo de Logística, paquetería y actividades Anexas al Transporte de Mercancías de la Comunidad de Madrid”.

La UGT, en la última reunión sectorial que se celebró el pasado 20 de enero en Madrid, para la elección de los miembros que formarán parte en la Mesa Negociadora del Convenio, informó a los delegados asistentes de las más que previsibles dificultades que se esperan encontrar a la hora de las negociaciones que se mantendrán con la patronal. No será una negociación fácil, nunca lo han sido, como tampoco ha sido fácil aguantar estos dos últimos años la brutal subida de los precios de los alimentos y de los productos básicos, y que aún seguimos sufriendo. Por eso mismo, los trabajadores tenemos que tener clara nuestra posición, que no puede ser otra que, como mínimo, la de RECUPERAR EL PODER DE COMPRA PERDIDO.

Los incrementos salariales que se pactaron en convenio, para los años 2021 y 2022: el 1% y del 1,75% respectivamente. La buena fe de los trabajadores, al aceptar incrementos salariales moderados para esos años de pandemia, no ha sido tenida en cuenta, por la patronal ni la dirección de las empresas, ante la ola inflacionaria actual. El empobrecimiento es la consecuencia para los trabajadores y a sus familias. El dato que nos proporciona el Instituto Nacional de Estadística (INE) al cierre del año 2022 ha sido de un IPC del 5,7% al que debemos sumar el IPC del 6,5% en 2021. En dos años los trabajadores de STEF-Madrid hemos perdido 9,35% de poder adquisitivo.

El empobrecimiento es una lacra que está afectando a la mayoría de la clase trabajadora; afecta a todas las generaciones, desde los más jóvenes, que sufren las dificultades para la emancipación que les permita poder labrar su futuro, como a la generación de los trabajadores mayores que están cerca de la jubilación y se ven con cotizaciones bajas que, supondrán unas pensiones insuficientes para el resto de su vida. Del mismo modo afecta a los trabajadores de media edad que ven como sus salarios no dan para llegar a fin de mes, provocando en muchos casos no poder cubrir las necesidades básicas de sus familias: pagos de alquileres e hipotecas, calefacción, luz, gasolina, alimentos, ropa, productos de higiene, material escolar, salud dental de los hijos e hijas, etc. El último informe publicado por el INE, en junio de 2022, señala que el riesgo de pobreza en España se ha incrementado hasta el 27,8% en 2021, casi un punto más respecto a 2020, cuando el riesgo era del 27%.

La solicitud a la empresa de anticipos, peticiones de las prorratas de las pagas extraordinarias, entre otras cosas, han sido en estos últimos años, la práctica de muchos de nosotros para llegar a fin de mes. La empresa es conocedora de la situación por la que pasan los trabajadores, lo deja claro cuando de forma benéfica y paternalista, decide dar tarjetas regalo para consumo, para “ayudar “a los trabajadores a soportar el incremento de los precios de los alimentos. Estas medidas están muy bien, pero no sería necesario si los salarios fuesen más altos y se revalorizasen acordes como mínimo a la inflación. Nuestro bienestar no debe depender de gestos caritativos con esos obsequios o regalos. La responsabilidad social de las empresas debe conllevar una retribución, y su correspondiente revalorización más justa.

Que paguen salarios dignos y ya nos encargaremos nosotros de gestionar nuestra economía y cubrir nuestras necesidades y las de nuestras familias.

Lo que queda muy claro, en esta serie de crisis que venimos sufriendo desde 2008, es que siempre pagamos los mismos, es indignante. En 2008 la crisis económica, en 2020 la pandemia y en 2022, la guerra en Ucrania, y que aún continua, con un incierto final.

Nuestra postura debe ser firme; ante la empresa y la patronal, Los trabajadores debemos participar en las asambleas, llevar nuestra voz, prioridades y reivindicaciones, para que sean, llevadas a la negociación. “Es peligroso normalizar la pérdida de poder adquisitivo, pues supone asumir el empobrecimiento”. Por lo tanto, luchar por salarios que como mínimo igualen el IPC no es el techo al que debe aspirar el trabajador, sino el umbral, el punto de partida de la negociación, ya que igualar salarios a IPC, supone que la subida real sea igual a cero. El objetivo es ganar por de compra.

¡Luchemos por salarios justos!
¡No al continuo empobrecimiento de los trabajadores!