Unidad para echar a Rajoy y sus políticas

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Los trabajadores quieren echar a Rajoy. La mayoría social y los pueblos esperan un acuerdo de las Organizaciones para conseguirlo.

Nuestro partido tiene que tomar la iniciativa.

 

En el momento que se escribe esta declaración política estamos a tan solo 5 días de las elecciones generales, unas elecciones que brindan una nueva oportunidad para la mayoría social de acabar con la política del gobierno de Rajoy.

Este último tramo de la campaña está marcado por acontecimientos internacionales de primer orden: Por una parte, de la visita de Obama parece desprenderse un claro apoyo a las políticas de Rajoy, pero al mismo tiempo se entrevistará con todos los candidatos a presidir el Gobierno para exigirles que secunden la política de guerras que va destruyendo países y expulsando refugiados. Las nuevas funciones de las bases norteamericanas de Morón y Rota las convierten en verdaderas amenazas contra los pueblos del norte de África (y de Europa).

A la vez, mientras los especuladores presionan al futuro gobierno elevando la prima de riesgo, la Comisión Europea amenaza con aplicar el mecanismo sancionador del Pacto de Estabilidad y Crecimiento si el próximo gobierno no aplica los recortes presupuestarios a los que Rajoy se ha comprometido.

Mayor es el chantaje que sufren los pueblos del Reino Unido. Obama y los grandes poderes económicos entran en campaña alertando de la catástrofe que se avecina en caso de que en el Referéndum salga un no a la UE.

Frente a todos esos enemigos de la soberanía de los pueblos y de los derechos de los trabajadores, marcan el camino las movilizaciones de los trabajadores franceses, junto con sus sindicatos y otras asociaciones juveniles y estudiantiles, contra la reforma laboral que el gobierno de François Hollande quiere imponer. Ante la rebelión del grupo parlamentario socialista, (más de 100 diputados se niegan a votar a favor) el gobierno francés ha recurrido a un mecanismo dictatorial (Artículo 49.3 de la constitución francesa) y ahora amenaza con prohibir las manifestaciones sindicales.

Esa reforma francesa coincide en buena parte con la reforma laboral que impuso el gobierno de Rajoy en nuestro país y cuya derogación exigen la UGT y CCOO porque ha tenido efectos devastadores (un 21% de paro y un 60% de parados de larga duración en los sectores de menor cualificación profesional).

En ese escenario, Mariano Rajoy basa toda su campaña en prometer que seguirá aplicando la misma política que hasta ahora, tal como hizo constar en la carta enviada al jefe de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, antes de las elecciones. No podemos consentirlo. Este gobierno no debe continuar. Los banqueros ya están exigiendo una nueva reforma laboral y de las pensiones.fuerarajoy

Una vez más, nuestro partido tiene una responsabilidad a la que no puede fallar. Debemos aunar todas las fuerzas para derrotar a Rajoy. Debemos dejar claro que Rajoy es el principal enemigo de la mayoría social y no debemos escatimar ningún esfuerzo para conseguir la unidad con todas las fuerzas que dicen defender los intereses de la mayoría social. Debemos dejar claro que en ningún caso les vamos a traicionar dejando que siga gobernando el PP.

El congreso confederal de UGT se pronunció por un gobierno de Izquierdas que derogase el artículo 315.3 del Código Penal, las reformas laborales de 2010 y 2012, la ley Wert, la ley mordaza y todas aquellas leyes que han supuesto un retroceso para la democracia de nuestro país. Diferentes congresos territoriales y de federaciones han aprobado resoluciones en el mismo sentido; distintos dirigentes de CCOO se han pronunciado de la misma forma.

Ningún votante de izquierdas debe quedarse sin votar en estas elecciones. Los socialistas debemos demostrar que la mejor opción de voto es votar socialista, que no les vamos a defraudar.

Comité de Redacción de Tribuna Socialista

22 de junio de 2016.

¡ALTO A LOS ATAQUES CONTRA LOS SINDICATOS!

El martes 10 de mayo, los periódicos ABC y la Razón, serviles portavoces de la derecha más reaccionaria pretendían desprestigiar una vez más los sindicatos UGT y CCOO de Extremadura en un supuesto caso de corrupción. Como lo recuerda el sindicato UGT:

1.- No hay ningún caso nuevo de presunto fraude en la formación relacionada con este sindicato. La única novedad es la decisión de la Fiscalía Anticorrupción de instar al Juzgado Decano de Instrucción de Badajoz, para que abra una investigación sobre un presunto fraude en la convocatoria de los Planes Formativos de 2011 sobre un proceso ya iniciado y sobre el que, como la Unión General de Trabajadores de Extremadura ha manifestado públicamente, esperamos se aclare cuanto antes.

2.- UGT está colaborando y colaborará totalmente con la Justicia para que sea ella la que juzgue, y no los titulares de algunos medios de comunicación. Este sindicato es el primer interesado en que se aclaren a la mayor brevedad posible todos los temas.

Pero anticorrupción y la fiscalía no solamente piden que declaren los 2 secretarios sindicales también exigen, según el periódico la Razón, “el embargo cautelar de los bienes necesarios de las entidades investigadas para «garantizar posibles responsabilidades civiles», así como que se proceda «a la retención cautelar». Es evidente que lo que busca tanto la prensa como la fiscalía, más allá del desprestigio, es acallar el sindicalismo en un momento clave de la situación política de nuestro país. Tenemos que recordar la criminalización de la actividad sindical a través el artículo 315.3 del código penal que permite el procesamiento de 300 sindicalistas (conocidos) por hecho de huelga, la irrupción de la guardia civil en la sede de UGT en Sevilla, la detención de seis trabajadores de Extruperfil hace pocos días y podríamos multiplicar los ejemplos de agresiones al movimiento obrero y a sus organizaciones.

Esta nueva ofensiva contra el sindicalismo coincide con las movilizaciones diarias en todos los ámbitos de la clase obrera, en defensa de los empleos y de los convenios colectivos, en defensa de la educación y de la salud públicas. Coincide con la victoria de los 8 sindicalistas de Airbus, victoria insoportable para la patronal y su gobierno. Pero también coincide con el llamamiento de los diversos congresos de UGT a un gobierno que realice las reivindicaciones de la clase obrera: la derogación de las reformas laborales, la derogación del 315.3 y de la LOMCE, entre otras reivindicaciones sindicales. Resoluciones que piden la movilización de los trabajadores para hacer oír nuestra voz en el marco de estas nuevas elecciones.

En estos momentos, marcados por la necesidad de la Troika, de la Unión europea y del FMI de cargar todo el peso de la crisis sobre las espaldas la clase trabajadora y de los pueblos, no es de extrañar el recrudecimiento de los ataques al movimiento sindical de clase.

Por la defensa de los sindicatos de clase, por un gobierno de izquierdas que derogue el 315.3, por la anulación de todos los juicios y las sentencias contra los sindicalistas.

Antonio Herranz Rojas

¡Para que esta vez el socialismo desaloje a Rajoy y al PP!

Hace algunas semanas, a iniciativa de Tribuna Socialista, 1200 socialistas suscribieron una carta dirigida a Pedro Sánchez que fue entregada a la mesa del Comité Federal.

Lamentablemente, en aquella misma sesión de nuestro máximo órgano entre congresos, hubo quien puso obstáculos para liderar una coalición que respondiese a las aspiraciones de la mayoría social. A esta oposición interna, se añadió la provocadora negativa de Pablo Iglesias. Y en esa situación nuestro secretario general, que con tesón ha mantenido la aspiración de los socialistas y de todos los demócratas de echar al PP, utilizó el referéndum interno para sostener un pacto con la derecha que ni satisfacía las exigencias de nuestros electores ni hacía posible la investidura.

Desde las páginas de Tribuna Socialista hasta el último momento hemos estado reclamando la formación de “un gobierno de Izquierdas que echase al PP y empezase a atender las necesidades acuciantes de la mayoría”.

Apoyos no le faltaban a Pedro Sánchez: el congreso confederal de UGT aprobó una resolución encareciendo la formación de un gobierno de izquierdas que garantizase las reivindicaciones vitales de los trabajadores: «nada justifica la continuidad del PP, ni de las políticas que con éstas u otras siglas pretenden erigirse en fuerzas de cambio cuando en realidad no lo son». En sentido parecido se pronunciaron dirigentes de CCOO y los más diversos componentes de la mayoría social.

A Pedro Sánchez no le hubiese faltado el apoyo de la mayoría de la sociedad para aplicar los compromisos contraídos en la campaña electoral de derogar las leyes dictadas por el Gobierno del PP contra derechos y libertades.

Era posible formar gobierno, como se vio con las votaciones por derogar la reforma laboral o el artículo 315.3 del Código Penal, paralizar la ley Wert (sin el apoyo de Ciudadanos).

Nadie puede negar la sensación generalizada que tienen la mayoría de trabajadores y jóvenes de nuestro país de haber perdido la oportunidad de echar al PP del Gobierno y acabar con sus políticas.

Solo los poderes económicos, los enemigos de la libertad y sus medios de comunicación están interesados en que no cambie nada y aspiran incluso a mantener al PP y al odiado Rajoy. Después de haber presionado de todos los modos posibles contra un pacto de izquierdas ahora señalan al socialismo como responsable de no haber formado gobierno.

Para los socialistas la convocatoria de nuevas elecciones es una nueva oportunidad para echar a Rajoy y al PP siempre que recuperemos la confianza de los trabajadores y de la mayoría corrigiendo el rumbo de manera fehaciente.

Muchos electores aún nos escucharán si la dirección federal deja claro que no habrá pacto con el PP; si nuestro candidato se libera inequívocamente de la sombra naranja; si no nos  dejamos presionar ni condicionar por el capital financiero; si mostramos que hemos aprendido la lección y vamos a hacer los pactos necesarios para formar un gobierno que anule todos los recortes, restablezca las libertades, rescate a los parados y a los jóvenes precarizados, y garantice la convivencia entre los pueblos de España de la única manera posible: con la fraternidad y acabando con las imposiciones que alimentan la disgregación.

Si no fuésemos capaces de dar ese giro, graves males amenazarían a la mayoría social, a los pueblos de España y al socialismo.

El congreso de la UGT de Madrid acaba de aprobar con una intensa aclamación la siguiente resolución:

«El 14º Congreso de UGT-Madrid hace un llamamiento a todos los que se reclaman de la izquierda social, a toda la izquierda social, a trabajar juntos contra esta posibilidad que, en caso de verificarse, agravaría el sufrimiento de los trabajadores y las consecuencias de la crisis. A todas las fuerzas que se reclaman de los derechos sociales y democráticos, hay que exigirles que unan esfuerzos para derogar las reformas laborales, para restablecer los derechos arrebatados en los últimos años»,

y continúa:

 «Está en nuestras manos impedir que se repita el bloqueo acaecido en los últimos meses que ineludiblemente nos llevaría a peores situaciones para la clase trabajadora. Asumiendo la responsabilidad que tenemos ante los trabajadores, el 14º Congreso de UGT-Madrid trasladará a las instancias correspondientes de la UGT Confederal la necesidad de organizar urgentemente la más amplia movilización social que cierre el paso a la derecha, así como a cualquier combinación que bajo otras siglas, represente la continuidad de las políticas que combatimos».

 Nuestro partido tiene la obligación de responder a los continuos llamamientos de nuestro sindicato hermano UGT y de CCOO para que saque a la mayoría social del callejón sin salida en el que nos quieren meter. Pocas veces ha sido tan grande la responsabilidad de nuestros dirigentes.

Es urgente un compromiso firme, inapelable e irrenunciable de que la crisis no la van a seguir pagando ni un día más los trabajadores y la mayoría, caiga quien caiga y se oponga quien se oponga.

Traslademos este debate a las agrupaciones, reclamemos que se dé la palabra a los militantes y se rechacen las presiones de los poderes que están dispuestos a destruir a los pueblos del Estado español con tal de sostener sus beneficios.

Recuperemos el PSOE para ponerlo al servicio de la mayoría social en este momento crítico.

Comité de Redacción.

1 de Mayo

v88363_620_867El domingo 1 de mayo manifestémonos por la recuperación de los derechos usurpados con las reformas laborales.

Desde Tribuna Socialista, llamamos a los trabajadores y trabajadoras a participar en las Manifestaciones que UGT y CCOO han convocado por todo el territorio del Estado español, por la recuperación de los derechos perdidos en las últimas reformas laborales, mediante la derogación de las mismas. Así como a reivindicar la derogación del Artº 315.3 del Código Penal por el que se criminaliza el derecho a huelga.

Tras más de 7 años de ataques a nuestros derechos en nombre de la crisis, hoy podemos cuantificar los efectos nocivos que para el empleo y los salarios han tenido las decisiones de los dos últimos gobiernos:

-4.100.000 trabajadores sin puesto de trabajo están adscritos al desempleo. Mientras los datos de la EPA al 4º trimestre sitúan el número de parados en España cercano a los 5.000.000, tras haber rebasado los 6 MM de desempleados en 2013. La tasa de paro continúa por encima del 20%.

-De los nuevos contratos que se registran, apenas el 9% es contratación indefinida y sólo un 5,7% es indefinido y a tiempo completo.

-El desempleo continúa cebándose con la juventud, cuya tasa está prácticamente en el 50%.

Las entidades del sector Financiero, no paran de destruir empleo, de forma injustificada y con el único fin de incrementar el dividendo a sus accionistas, mientras generan una doble exclusión financiera: por las dificultades de acceso al crédito y por el cierre de oficinas físicas. Unas entidades que han sido saneadas con dinero público.

El sector de los medios de comunicación también sufre la destrucción del empleo y de las condiciones de trabajo de los profesionales que aún mantienen su puesto de trabajo. Un problema laboral y social, que está afectando a la calidad de la información (ausencia de pluralidad, veracidad, etc.) y por ende a este derecho fundamental.

Hay convenios colectivos sectoriales como el de Contact Center, Limpieza de Edificios y Locales de la Comunidad de Madrid (que afecta a más de 70.000 mujeres y hombres), convenios que están atascados ante el inmovilismo y la racanería de las patronales que quieren deteriorar la negociación colectiva sectorial.

Las grandes empresas en general se han lanzado a una nueva oleada de despidos colectivos, para aprovechar el regalo legislativo que les hizo el Gobierno del Sr. Rajoy en forma de reforma laboral, ante la posibilidad de un nuevo Gobierno al que desde todos los ámbitos de progreso se le exige que derogue las últimas reformas laborales.

Para preservar las prebendas legislativas y evitar la contestación social, se viene atacando al movimiento sindical, y se criminaliza el derecho constitucional a la huelga. Pero aun así, los trabajadores, luchan y resisten en conflictos sectoriales y/o de empresa, como lo han hecho los trabajadores de los jardinería de Madrid Río, o los del Contact Center del Canal de Isabel II, como vienen haciendo desde hace tres años los trabajadores de Telemadrid o como lo han estado haciendo los trabajadores y trabajadoras de la recogida de basura de Málaga.

Os llamamos a que hagáis extensiva está convocatoria a todos los trabajadores y trabajadoras de vuestras empresas.

Roberto Tornamira

Corresponsal de Tribuna Socialista en Madrid

 

 

¡AÚN HAY TIEMPO PARA UN GOBIERNO DE IZQUIERDAS QUE GOBIERNE PARA LA MAYORÍA SOCIAL!

Cuatro meses no han sido suficientes para llegar a acuerdos que permitan sacar al PP del Gobierno. Sin embargo, cada día que pasa, este gobierno continúa ejecutando decisiones en contra de la mayoría social que se expresó el pasado 20D.

El pasado martes día 19 de abril, el Gobierno se negó, una vez más, a asistir a la sesión de control en el Parlamento, bajo la excusa de que es un gobierno en funciones. Muestran una y otra vez su desprecio a los resultados el 20D y al pueblo soberano que le han quitado la mayoría en la cámara. Sin embargo, con una gran carga de hipocresía, sigue dando respaldo a los acuerdos de la UE con Turquía, para negar el asilo a los refugiados. El ministro Montoro, continúa imponiendo su política de austeridad que supone recortar miles de millones más en sanidad, educación y servicios sociales. Desde el ministerio de Educación insisten en aplicar la LOMCE y el decreto 3+2 hasta las últimas consecuencias, a pesar del rechazo social y de los gobiernos de muchas comunidades autónomas que, entre otras cosas supondrá implantar los nuevos grados universitarios de sólo tres años e impedirá a miles de jóvenes, hijos e hijas de familias trabajadoras acceder a la universidad.

La continuidad de este Gobierno solo corresponde al interés de los grandes poderes financieros; Bruselas exige en que se dé otra vuelta de tuerca con un ajuste de 24.000 millones de euros. Un recorte catastrófico para buena parte de los servicios públicos y conquistas sociales.

Es necesario, hay tiempo de formar un gobierno de izquierdas que dé satisfacción a las demandas que la mayoría social necesita. Es necesaria la formación de un gobierno de izquierdas, que aplique las políticas necesarias para evitar que millones de familias caigan en la desesperación y el desánimo más tremendo.

Nuestro comité federal y nuestro secretario general tiene la principal responsabilidad, pero también Pablo Iglesias.

Coincidiendo con la línea de la carta colectiva y abierta que, a propuesta de Tribuna Socialista, suscribieron más de 1.000 socialistas y simpatizantes en pasado mes de enero, diferentes dirigentes de CCOO han demandado la formación de un gobierno de izquierdas, el 42º Congreso Confederal de UGT aprobó por aclamación una resolución, que demanda la formación de un gobierno de izquierdas, lo mismo ocurrió en el congreso de UGT de Cataluña,  el secretario general de UGT Pepe Álvarez, decía recientemente en Asturias: «hay necesidades perentorias que se han de abordar y que un gobierno en funciones no aborda y los españoles no podemos esperar ni un minuto más».

Los trabajadores asalariados no conciben que se mantengan un minuto más las reformas laborales que facilitan la devaluación salarial y la destrucción de empleo con derechos. Los millones de trabajadores y trabajadoras que sufren el Paro no pueden esperar más viendo que sólo se les ofrece precariedad y miseria.

Se hace insoportable continuar con un Gobierno corrompido y rodeado de corrupción que amenaza derechos fundamentales como la huelga y la manifestación con leyes como la Ley Mordaza y/o el artº 315.3 del Código Penal. Un Partido, el PP, que atenaza los medios de comunicación públicos, como desde hace lustros ocurre groseramente en Telemadrid o nuevamente en RTVE.

La mayoría de la sociedad no entiende que se pierda esta oportunidad histórica, de echar al PP del Gobierno.

Como en otros momentos históricos, el socialismo ha de ser decisivo para que recuperemos los derechos perdidos, deroguemos, tal como dijimos en la campaña electoral, todas aquellas leyes del PP que tanto daño han hecho a los trabajadores y jóvenes, plantemos cara a las presiones de los grandes poderes financieros que en nada se corresponden con el progreso y el bienestar social, tal y como reclama la carta que desde Tribuna Socialista enviamos a Pedro Sánchez el 30 de enero.

La propuesta de Compromís publicada hoy 26 de abril, demuestra que es posible sacar al PP del gobierno, nuestros dirigentes deben sentir que la voluntad de los socialistas, desde todas las agrupaciones y federaciones, les exige y apoya para que formen YA UN GOBIERNO DE IZQUIERDAS, echando al PP y empezando a atender las necesidades acuciantes de la mayoría.

 

Comité de Redacción.

Hay que intentarlo de nuevo

La estrategia del PSOE encaminada a mantener la iniciativa política durante el mes de marzo- en base al Acuerdo con Ciudadanos-, está agotando su recorrido. Esta es una razón poderosa para explorar otras posibilidades de llegar a acuerdos diferentes e, incluso, alternativos, después de las vacaciones de Semana Santa, que pongan en valor las opciones de izquierda tanto en el debate de investidura como en el ejercicio de gobierno. En esta línea se han pronunciado recientemente los responsables de UGT y CCOO y lo reclaman mayoritariamente los ciudadanos, ante la posibilidad de volver a celebrar unas elecciones generales que nadie desea, sobre todo cuando, además, las encuestas no reflejan cambios sustanciales en la determinación del voto.

El desplome del PP continúa sin tocar suelo, acosado por casos extremos de corrupción (Barberá, González, concejales del Ayuntamiento de Valencia…) y por una actitud inexplicable en el Congreso de los Diputados (al no aceptar la fiscalización del actual gobierno en funciones) que, inevitablemente, conduce al PP hacia una oposición sin retorno. Por su parte, Ciudadanos ha perdido protagonismo al percatarse de que la inclusión del PP en un hipotético Acuerdo de gran Coalición resulta incompatible con la participación del PSOE en la misma; y que, además, el Acuerdo firmado con el PSOE sólo suman 130 diputados, sin posibilidad de sumar más, al no aceptar Podemos, en ningún caso, su incorporación al Acuerdo, al declararse incompatible con Ciudadanos.

En esta encrucijada, Podemos, al margen de sus problemas internos, debe reflexionar a fondo sobre la conveniencia de intentar de nuevo un Acuerdo con el PSOE, que evite la celebración de nuevas elecciones y, desde luego, que pueda seguir gobernando el PP. El referéndum en Cataluña (autodeterminación) y otras exigencias maximalistas relacionadas con el déficit público y con la composición del gobierno (vicepresidencia y reparto de cargos) no deberían ser nunca un impedimento final para formalizar un Acuerdo de gran contenido económico y social.

En todo caso, el PSOE es el partido que tiene de nuevo mayores posibilidades de encabezar un Acuerdo de cambio y de progreso. Por eso, después del fracaso de investidura, debe optar nuevamente por un Acuerdo moderado de izquierdas y esto sólo es posible hacerlo con Podemos, al margen de los problemas externos e internos que esta decisión conlleva y, a ser posible, respetando el Acuerdo firmado con Ciudadanos. Pero, para eso, debe clarificar cuanto antes sus posiciones: como se ha demostrado, el cambio no es posible llevarlo a cabo sólo con Ciudadanos. También debe despejar el juego táctico de palabras entre “cambio” e “izquierda”, porque no lo entiende casi nadie y menos la gente llana y sencilla. Dicho de otra manera, el único cambio posible reconocido por la mayoría de los ciudadanos es a su izquierda; otras alternativas no serían de cambio ni serían de izquierdas y no garantizarían la gobernabilidad futura. Además, un acuerdo de esta naturaleza no excluye la posibilidad de seguir manteniendo relaciones con Ciudadanos y con otros partidos del arco parlamentario e, incluso, con el PP, para abordar sobre todo la reforma de la Constitución. No debemos olvidar que el posible Acuerdo del PSOE con Podemos e IU sumarían 161 diputados a los que se pueden añadir (con la abstención o el voto favorable) los votos de Ciudadanos y de otros partidos nacionalistas, dando por hecho que, de no lograrse un acuerdo de investidura, estamos condenados a celebrar nuevas elecciones generales. En este sentido, el encuentro de Sánchez con el presidente de la Generalitat resulta coherente con esta política encaminada a desbloquear la situación política en el Estado y, particularmente, en Cataluña. La pretensión final no es otra que avanzar en la consecución de un acuerdo negociado entre los dos gobiernos que puedan votar finalmente todos los ciudadanos.

La centralidad y el fuerte protagonismo que tiene el PSOE en estos momentos le obliga a ser prudente y sobre todo a recuperar de manera acelerada la credibilidad y la ilusión de la ciudadanía. De momento, el caso Besteiro (Galicia) ha sido un error lamentable. Las mismas razones que tuvo en su día la Comisión Ejecutiva Socialista para que Besteiro no fuera candidato a la Xunta de Galicia servían también para que, paralelamente, abandonara la secretaría general del partido (PSdeG-PSOE). Se trataba de tomar una decisión simple, de sentido común y en el momento oportuno: Besteiro debería de haber abandonado de entrada y sin ningún titubeo la secretaría general por exigencias de un partido comprometido con la regeneración democrática y la lucha contra la corrupción; finalmente, la dimisión se llevó a cabo de manera torpe y tarde, ante la fuerte presión de la militancia y de los medios de comunicación.

Otro asunto en litigio es el relacionado con la candidatura de Susana Díaz a la secretaría general del PSOE (como si no tuviera suficiente trabajo en Andalucía y su dimisión como presidenta fuera sencilla y, lo que es más difícil, comprendida por los andaluces) o la fecha de celebración del próximo Congreso del PSOE. No es el momento de abordar estos asuntos internos mientras no se conforme el gobierno de la Nación, que debe ser el problema prioritario de todos los partidos políticos; no debemos olvidar que Pedro Sánchez lleva dos años de secretario general y que fue elegido en primarias. Además, los militantes no reclaman celebrar el Congreso ahora y, por otra parte, los ciudadanos se merecen un mínimo respeto (priorizan, sobre todas las cosas, el formar gobierno), sin que ello signifique estar de acuerdo con todas las decisiones que pueda tomar Sánchez de aquí en adelante.

Otras decisiones que afectan al PSOE tienen relación con el tratamiento que recibe Podemos desde las filas socialistas. No es tolerable que a estas alturas Carlos Solchaga defienda la nefasta reforma laboral del PP (“lo fundamental de la reforma laboral se quedará”) y llame “Pandilleros” a los responsables de Podemos (a pesar de sus declaraciones y errores), sobre todo si se quiere de verdad pactar un acuerdo de gobierno con dicha formación política. De la misma manera, el PSOE debe clarificar su posición en relación con el desempleo, la reforma laboral y el SMI, entre otras medidas, como exigen los sindicatos y la ciudadanía demanda. El Acuerdo con Ciudadanos no puede ser nunca una coartada para renunciar a las políticas progresistas que se defendieron en la última campaña electoral, sobre todo cuando aplicar estas políticas moderadas de izquierda resulta mucho más fácil con Podemos. Esto es lo que se preguntan y discuten muchos ciudadanos que abrigaron muchas esperanzas sobre un cambio sustancial de las políticas económicas y sociales basadas en el ajuste y los recortes sociales. En este sentido, debemos reiterar la especial sensibilidad de los trabajadores, y de los sindicatos en particular, en todo lo relacionado con la reforma laboral, la precariedad y el SMI.

Desde luego, el PSOE debe mantener sin fisuras el discurso progresista y Sánchez abandonar su discurso retórico y formal (de madera) y apostar por un discurso más nítido, cálido y comprometido (con alma) que genere ilusión y esperanza; además de responder en concreto- con contundencia y claridad- a los problemas de todo tipo que afectan a los más desfavorecidos y a los jóvenes en particular obligados a buscar soluciones fuera de nuestras fronteras. Es la única manera de romper el persistente techo que marcan las últimas encuestas, que todavía favorecen inexplicablemente al PP al situarlo como el partido más votado. Esta falta de interés de los electores (sobre todo de los más jóvenes y de los ubicados en las grandes concentraciones urbanas) por el PSOE merece ser analizado a fondo y con detenimiento, sobre todo ante los problemas del PP y de su líder Mariano Rajoy, superado por la corrupción y por su ramplona práctica política encaminada exclusivamente a repetir de nuevo las elecciones generales.

Por todo ello, después de Semana Santa se deben retomar las conversaciones, con el propósito de precipitar el desenlace final de la actual situación. En todo caso, los partidos de izquierda (PSOE, Podemos e IU) deben evitar un nuevo fracaso y, además, deben saber que no pueden mantener esta situación por mucho más tiempo sin deteriorar su prestigio y, previsiblemente, su audiencia electoral; simplemente porque los ciudadanos no soportan más el actual esperpento y los más desfavorecidos (desempleados jóvenes y de larga duración, precarios, pobres y excluidos sociales) no pueden comprender ni aceptar por más tiempo que la izquierda, pudiendo gobernar, no lo haga. Debemos recordar que no tomar decisiones correctas (en un escenario político favorable para la izquierda como el actual) puede producir efectos muchas veces irreversibles…

Por último, el posible Acuerdo de los partidos progresistas pondría a prueba la verdadera talla política de Ciudadanos, en su apuesta por el cambio y la regeneración democrática, puesto que su abstención sería suficiente para evitar unas nuevas elecciones generales y demostraría que representa a una derecha moderna, pactista, moderada y plenamente homologada a la derecha europea.

Antón Saracíbar (23-03-2016)

No a la gran coalición

Ningún pacto con el PP o con C’s ayudará a la mayoría social a salir del callejón sin salida al que nos quiere avocar.

El grupo PRISA, en representación de los intereses políticos y económicos internacionales, organismos de la UE, FMI, etc., empieza a impacientarse por la falta de un acuerdo para establecer un gobierno capaz de seguir  aplicando las políticas de austeridad que necesitan dichos organismos, y siguen en su campaña de presión para que ese acuerdo se alcance cuanto antes.  La presidenta del Banco de Santander presiona también en ese sentido.

La campaña por un gobierno de gran coalición, de la que participa Felipe González de forma activa y a la que más tarde se suman los llamados barones encabezados por Susana Díaz, se inició incluso antes de las elecciones del 20D. En el Comité Federal del 31 de enero acotaron, limitaron y condicionaron la posibilidad de un gobierno de izquierdas salvaguardando, eso sí, los acuerdos con la derecha para dar continuidad a las políticas de austeridad, de restricción de libertades, y haciendo que la negación de derechos, aparezca como algo inevitable, como lo único posible. ¡Nada más falso!

Los socialistas hemos de dar respuestas satisfactorias a la mayoría de la sociedad: recuperar el pleno derecho de negociación colectiva, para recuperar los derechos laborales perdidos, combatir la pobreza a todos los niveles, recuperar el terreno perdido en la Sanidad y la Educación pública, etc. Esas son las prioridades de la mayoría social.

En el momento de escribir esta editorial han transcurrido ya 112 días desde las elecciones del 20D. En dichas elecciones quedó claramente expresada la voluntad mayoritaria de los electores, no sólo de apartar al PP del gobierno, sino también, de acabar con las políticas de austeridad y recortes aplicadas por el gobierno de Rajoy.

En las cortes hay hoy una mayoría suficiente para derogar las reformas y leyes impuestas por el PP.  ¿Por qué no se logra dar ningún paso adelante en ese sentido?

Las propias Cortes están siendo boicoteadas por un gobierno en funciones, que no tiene legitimidad política para continuar y que, sin embargo, continúa dando respaldo a los acuerdos de la UE con Turquía para negar el derecho de asilo a los refugiados y además ¡se niega a dar explicaciones en la cámara ante los elegidos por el pueblo!

Nuestras prioridades son la derogación del Artº 315.3 del Código Penal, por el que tienen encausados a más de 300 trabajadores y sindicalistas por hacer huelga; la derogación de la ley Wert; la derogación de las reformas laborales; parar toda política de enfrentamiento entre los pueblos que obstaculiza la convivencia entre los pueblos; parar de inmediato los planes del ministro Montoro, y dar satisfacción a las demandas sociales que pongan fin a las políticas de destrucción de empleo. En definitiva, nuestras prioridades hacen necesarias que se atiendan las demandas formuladas desde diferentes sectores del partido y desde los sindicatos para la formación de un gobierno de izquierdas:

Desde TRIBUNA SOCIALISTA, entregamos una carta con más de mil firmas dando el apoyo por un gobierno de izquierdas; compañeros de Aragón también enviaron una misiva en el mismo sentido e Izquierda Socialista de Andalucía se ha dirigido, con los mismos planteamientos, a la Presidenta de la Junta de Andalucía. Diferentes dirigentes de CCOO han manifestado la necesidad de formar gobierno de izquierdas; el 42º Congreso de Confederal de UGT aprobó una resolución en la que entre otras cosas decía «nada justifica la continuidad del PP, ni de las políticas que con estas u otras siglas, pretendan erigirse en fuerzas de cambio cuando en realidad no lo son» y tras el reciente Congreso de la UGT de Catalunya, el nuevo Presidente del sindicato, Matías Carnero (nada sospechoso de independentista) proclama la defensa del derecho a decidir, y a que se cuente con la voz de los trabajadores sobre educación, sanidad, reforma laboral…

Ninguna fuerza ajena a los intereses de la mayoría social debería impedir un acuerdo para la formación de un gobierno de izquierdas; un gobierno que, sin duda, contaría con el respaldo de la mayoría de la sociedad y de las principales organizaciones de los trabajadores CCOO y UGT.

Desde TRIBUNA SOCIALISTA estamos promoviendo actos y debates por distintas agrupaciones en los que se confirma el apoyo mayoritario de la militancia  a la formación de un gobierno de izquierdas que haga políticas de izquierdas tal como decíamos en las cartas enviadas a Pedro Sánchez en septiembre de 2015 y en enero del presente año.

Por todo lo anterior, desde TS consideramos urgente impulsar un encuentro de militantes y sectores del partido para reagrupar un ala izquierda del partido que luche por la recuperación del socialismo, con el objetivo de recuperar el PSOE para el socialismo, y de esta forma, recuperar la confianza de la mayoría de la sociedad y hacer posible la aplicación de políticas socialistas.

Comité de Redacción

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